Partida Rol por web

- Te debo unas cuantas cervezas cuando esto pase, que no se te olvide. ¿Ocurre algo? Ya te dije en el túmulo que podías hablar conmigo de lo que fuera. - preguntó el ghoul con curiosidad al notar el silencio incómodo al otro lado de la línea

-Hum. No. Te aviso con lo que sea. Adios.

No le dio tiempo a añadir nada más. La línea se cortó al otro lado.

Darryl volvía a estar solo en aquella habitación, con el móvil en silencio y los pensamientos bullendo ruidosamente. No tenía nada más que hacer sino esperar, esperar a que algo ocurriese, a que los demás decidiesen, a que le llegase una señal. ¿Y no había sido en realidad siempre así? Esperar, escuchar, y seguir de un lado a otro lo que su lealtad indicaba. Y ahora, sin rumbo ni obligaciones reales, se estaba implicando con corazón y alma en algo que a fin de cuentas ni le iba ni le venía, y al mismo tiempo significaba lo que había sido toda su vida. Era una encrucijada donde, mirase por donde lo mirase, solo tenía las de perder.

¿Qué coño pasaba ese día? Tanto Christopher como Abbie le habían cortado la llamada de forma abrupta, como si fuese una especie de criminal al que fuera un pecado hablar. En el caso de Chris en cierta manera lo era, pero era frustrante sentirse tan... apartado, por llamarlo de algún modo, con todo lo que había estado haciendo sin ningún motivo más allá de la amistad.

Pero el garou tenía toda la razón: ya no veía a sus hermanos en el Club como antes. En su día, aunque Darryl siempre había tenido una personalidad muy fuerte consideraba a Mark una figura superior en prácticamente todo, capaz de mantener unido un club que siempre se veía sumido en todo tipo de problemas. Sus hermanos eran gente que nunca cometían un error y cuando lo hacían, era un error que tomaba con gusto como suyo. Pero... pero ya no era así. Les llevaba muy dentro y daría la vida por ellos si eso les salvase, pero no podía evitar dar un golpe en la mesa y criticar en voz alta lo que estaba mal.

No era muy diferente de lo que le ocurría con Raven. Durante los cinco años con ella su domitora estaba por encima de todo, era un ser fuera de lo terrenal, tan completo y perfecto a sus ojos que mantener la vista fija en ella casi dolía, pero aunque todavía se le removía algo por dentro cuando pensaba en ella ahora el ghoul la veía mucho más poderosa, fría y regia que cualquier humano que había conocido... pero estaba muy muy lejos de ser perfecta.

Y él tampoco. Darryl Emerson posiblemente cometía tantos o más errores que ellos... pero al menos había intentado mantenerse fiel a si mismo hasta el final. Y fue entonces cuando se descubrió dando vueltas por la habitación como un lobo enjaulado, sumido en sus pensamientos. Lo mejor sería que saliera a dar una vuelta con la burra: quizás poner rumbo a Tucson, por ir en alguna dirección en concreto. Posiblemente recibiría un mensaje o una llamada por el camino, quizás del garou o de la misma Parentela.

Con todos aquellas cosas rondándole la cabeza, Darryl terminó por escapar de todo del mismo modo que hacía siempre: pisando el asfalto a lomos de su único y verdadero amor. Aquello podría sonarle a chiste a mucha gente, pero solo aquellos como él, sus hermanos, conocían aquella sensación de libertad y tranquilidad que le brindaba, como si el mundo se abriese a su paso con sus ciento de nuevas posibilidades. Se alejó física y mentalmente de aquella jaula irreal, rumbo a Tucson, hasta que el aire volvió a sus pulmones y el desierto dio paso a los altos edificios de nuevo. Al comprobar el móvil tenía un mensaje de Abbie diciendo que los members ya habían vuelto y varias perdidas de Chris. No había señales de Laura.

Ver que Laura no había dado señales de vida era preocupante, pero tampoco se le antojaba tan raro que no hubiera vuelto a pisar el club. Lo haría pronto, seguramente para ver a su padre... o eso es lo que el Ghoul pensaba.

Tras aparcar y demás, se quedó sentado en la moto mientras llamaba al móvil del garou. Esperó que no estuviera muy liado con algún member para que al menos pudiera responderle.

Tardó varios toques, pero el garou respondió a la llamada relativamente deprisa.

-Dame un momento -fue lo primero que escuchó. El sonido al otro lado quedó ahuecado durante algo más de un minuto antes de que la voz del nuevo member regresara-. Perdona, tío. La visita se ha hecho larga. Ya no me acordaba de lo que era presentarse como externo. En fin, creo que ha ido bien. Han accedido tanto a vigilar esta noche como a reunirse con Roxane, aunque les he notado bastante sospechosos al respecto. No se creen que haya cambiado de opinión así como así, pero Dimitri les ha convencido para que al menos le den una oportunidad. Buen trabajo.

- Bueno es oir eso... pero ya me dirás que ha sido un buen trabajo cuando haya pasado una semana de la firma y Lake Atwood no hay ardido todavía. Entiendo que sospechen, pero quizás que te hayan dejado salir sin más haya servido también para ablandarles un poco. Espero que la tal Brooke haya sido un poquito más agradable contigo de lo que fue conmigo... - le dijo con algo de sorna la final, y de mejor humor - Llamaré para avisar de que la cita será mañana por la noche como se ha hablado. Y sobre hoy... supongo que si los garou están presentes no pasará nada, pero estaré atento por si las moscas. Gracias por avisar, tío. ¿Cómo fue tu conversación con Abbie, por cierto? -

Christopher exhaló.

-Bueno, bien. Está por aquí y quería terminar de hablar con ella, pero no sé muy bien qué quieres que pase. Ella parece muy segura de dónde quiere estar. Dice que su hermana es todo lo que tiene y que los garous son su familia y han hecho mucho por ella. Sé que igual parece muy raro para ti, pero yo no creo que tenga una mala vida. Creo que está bien donde está. No todo el mundo ha nacido para ser un espíritu libre, Darryl.

- Realmente tampoco es que quiera nada para ella. Pero tengo la impresión de que se guarda algo y únicamente quería que fuese sincera con ella misma. Si de verdad piensa eso y está contenta con lo que tiene que disfrute su vida, únicamente quería saber si estaba allí por decisión propia o le habían lavado el cerebro. Llámame paranoico, pero era mera curiosidad, ni loco quiero arrastrarla a una vida como la mía. -

-Imagino que no lo has dicho con intención de ofender, pero los hombres lobo no le lavan el cerebro a su parentela -respondió, político pero claramente ofendido-. No se les obliga a nada, al contrario que los chupasangre.

- Eh, eh, no he dicho que lo hagan como raza... pero cada persona es un mundo y Sarah es una hija de perra, o al menos a mi me lo parece. No te ofendas, tu gente me parece muchísimo menos retorcida... no me he querido meter en ningún momento, fue ella la que me preguntó si nunca había pensado en dejarlo. - no era realmente así puesto que Abbie se refería a su vida como ghoul... pero tampoco tenía que dar todos los detalles - Ya sé que los chupasangre apestan, hermano. Desde hace unos años ya: no me verás discutírtelo ni una sola vez... sencillamente me he preocupado por alguien que creo que no puede luchar por su cuenta: si no quiere hacerlo no tengo nada que objetar. -

-Bueno, lo que sea. ¿Hablamos de los detalles de la reunión?

- Sí, claro. - el ghoul esperó que no se lo hubiese tomado demasiado a pecho, pero él había visto en Abbie algo diferente desde la primera vez, una especie de dejà vu que le recordó a si mismo. Ahora parecía estar claro que era esa pequeña llama rebelde, una llama que mientras en él ardía como una antorcha lo que tenía Abbie dentro apenas era más que un mechero - La idea sería hacerla en el club, pero Roxane dijo que si no les parecía un buen lugar ella tenía propiedades que podían servir para reunirse. Aun así imagino que a la manada le parecerá mejor reunirse en un sitio más o menos neutral y que conocen antes de irse a cualquier sitio que ella les diga. Puede ser quizás a medianoche o cuando ellos crean conveniente, y elegir un vocal de ambos lados para que lleve a cabo el trato, como propuso Paul. Sencillamente tengo que avisar por teléfono para concretar la cita. -

-El líder quiere reunirse con ella específicamente sin más aliados excepto Mark, por ser el President del MC, tú y yo como mediadores. Nada de armas o trucos. Nada de intermediarios o abogados o contratos. Quiere su palabra y nada más que su palabra y todo escrito de su puño y letra. En palabras de Paul "quiero mirarla a los ojos y sabes que va a cumplir su palabra". La hora puede fijarla ella, y el sitio sería la frontera, que en sus términos se refiere la carretera I-30 nada más cruzar Lake Atwood. Lake Atwood quedaría como tierra de nadie bajo nuestra palabra. Quiero decir, la de los Mayhem. ¿Cómo lo ves?

- Vale... ¿Una reunión en medio de la carretera? Que romántico suena. - dijo no sin algo de ironía - Aunque supongo que es lo mejor para que no hayan cosas raras. Llamaré ahora mismo para avisar: imagino que los términos le parecerán bien. Dijo que no sabía si podría tener el notario preparado para entonces, pero si Paul solo quiere su palabra y un documento firmado por ella... imagino que valdrá. ¿Y mi opinión? Pues si te soy sincero: no tengo ni puta idea. A mi me da igual cómo sea la reunión, quiénes nos vamos a reunir y dónde. Quiero el puto acuerdo y quiero poder tomarme una cerveza al sol sin tener que pensar que mañana puede llegar la sangre al río... así que estoy deseando que sea mañana por la noche. ¿A ti qué te parece? -

-Bien -dijo, pero se quedó callado durante unos segundos-. En realidad tengo esa sensación como de que algo se va a torcer en el último momento, ¿sabes? Algo que no... No sé. Pero ojalá se termine todo ya. Oye, yo no voy al intercambio esta noche, así que estaré por aquí por si necesitas algo.

- No me extrañaría... pero para eso estamos aquí: para evitar que ocurra y solucionar cualquier altercado que tenga lugar. Tu pon el hocico en todo y si hueles algo raro, pega el aviso. Y te avisaré con lo que sea: todavía no sé qué coño voy a hacer esta noche... - suspiró al teléfono, no muy agradado con la idea - ¿Por qué no vas a ir al intercambio? No me  fío de que no haya problemas allí y aunque vaya la manada... bueno, no sé. No me gustaría que ocurriera nada y no estar allí para ayudar, pero supongo que es lo que me he buscado. -

-Va el resto. Mark ha decidido que es hora de que los prospects empiecen a ponerse las pilas. Yo me quedo con Walter de vigía, y creo que alguien de la manada se pasará también por si las moscas. Está todo controlado, hermano.

- Entiendo... gracias por cuidar de todo en mi ausencia, tío. Eh... ¿Walter ha dicho algo de lo que ha pasado conmigo? ¿Lo sabe siquiera? - debía de estar decepcionado con él, o al menos triste porque el ghoul se hubiera ido tras la conversación que habían tenido juntos

-No... Y le hemos tenido que decir que Laura ha tenido una llamada muy importante del trabajo, porque no hay manera de localizarla. Se dejó el móvil y todo aquí, y no ha dado señales de vida. Creo que Dim y Maxwell iban ahora, si no han ido ya, a su casa. Por suerte Walter está de droga hasta el culo y solo está lúcido a ratos. Si sabes algo de ella, llámame, ¿vale?