Partida Rol por web

Platano José hace un tiro Olímpico de medalla de oro. El primer chino sale volando contra los otros dos, que caen al suelo hechos polvo. Uno se arrastra y sale de bajo los otros dos, pero solo quiere huir.

Miyamoto en cambio es mortal. La bala del brutal calibre de la pistola de Miyamoto vuela la mano derecha de Bo, los pedazos de sus dedos y carne vuelan por todas partes, dejando el suelo manchado de carmesí.

Boby tarda unos segundos en notarlo. Se mira la mano y luego grita de dolor mirándose su muñón.

-¡¡¡Agggg!!! ¡Detenedlos idiotas!

Boby trata de huir.

Los extras os cierran el paso.

Uno salta contra Miyamoto con una espada, otro lanza una patada a Ryu. El último, coge una escopeta del suelo y dispara a Platano.

Pero todo sale mal. El que golpea a Ryu se mata el solo dándose un golpe en la cabeza al caer. Y el otro pierde la espada quedandose desarmado ante Miyamoto.

El que dispara no le da a Platano por muy poco.

Jubei coge una tuerca, la alza, y luego la golpea con el bate para intentar dar al extra que estorba a Platano.

El tornillo impacta en la cara del escopetador y cae inconsiente.

Jubei aprieta el puño y lo alza, tras dar una vuelta sobre si triunfante.

-¡¡Home Run!! ¡El publico enloquece!

Da una voltereta para apartarse del que deberá haber sido el tiro mortal de Boby y que no le da por poco... después ve como el gordo ese intenta huir manchando el suelo con su sangre y como los putos chinos les cierran el paso para que pueda huir. Aunque no es que sean muy buenos luchando por que el que va a pegarle se cae al suelo y se parte la cabeza... se encoje de hombros y recupera la katana que se le cae al tipo que se enfrenta a miyamoto y la lanza contra Boby, a ver si es capaz de ensartarlo...

Boby se agacha y la katana pasa volando por encima de su cabeza. El tipo corre sin parar, sujetandose el muñón sanguinolento.

Pasando completamente del inutil que tenía delante, volvió a disparar a Boby Bo. Por desgracia las cajas estorbaban y la bala se alojó en una de ellas, muy cerca de Boby Bo.

¿Te gustan las escopetas eh? ¿Te gusta disparar con ellas? ¡Pues ahora te la vas a tragar enterita, como que me llamo Plátano José!

Gritando esto, me acerco al chino de la escopeta. Seguramente si se lo ordeno, se la tragaría por su propia cuenta y riesgo, pero quedan muchos chinos y no me apetece perder el tiempo, así que agarro la escopeta, se la quito al chino, y golpeo con la culata en su cabeza con toda mi fuerza.

-Mierda!

Mira a su alrededor al ver que la katana a pasado por encima de la cabeza del chino... no sabe que hacer ya, no sabe ya ni que utilizar para atrapar al cerdo ese... quizá algo con lo que parar su avance... Sus ojos ven la cadena que utilizó al principio de la pelea... quizá consiga que la cadena de enrede en el y tropiece, deteniendolo y dándoles tiempo a atraparlo y darle su merecido castigo por haberles hecho la vida imposible y haber matado a tantos compañeros... aunque fueran de bandas rivales.

Coge la cadena, la mueve sobre su cabeza y se la lanza a boby.

Platano José rompe la escopeta en la cabeza del chino, que cae al suelo, no se sabe si vivo o muerto...pero si que está jodido.

Los demás, contemplan como Boby se va del almacén, cuando salís fuera, ya ha desaparecido, el rastro de sangre se pierde.

Los supervivientes de la pelea gritan y hacen vitores: han ganado la guerra. O eso creen.

Al ver que Boby ha escapado y se ha esfumado se deja caer en el suelo... ahora el cansancio se hace notar y el dolor de las heridas y los golpes recibido comienza a salir a la luz. No puede estar contento con la huida de Boby ya que prometió que lo mataría para vengar a su gente y no ha podido cumplir esa promesa.

-Esto no se ha acabado... 

Habla más para si mismo que para los que están a su alrededor, pero sin duda han podido oírlo... al menos los que están más cerca ya que los otros están gritando y celebrando que han ganado.

Miyamoto se dirigió hacia el lugar en el que yacían los restos de la mano que había arrancado a Boby de un disparo. Cogió la mano por uno de los dedos y la llevó hasta donde estaba Ryu.

- No se puede decir que se vaya de rositas...- Movió la mano para llamar la atención de Ryu.- La quieres como recuerdo?

Al ver como buena parte de los chinos se han dispersado, me acerco a los que quedan, amenazante...

¡Vosotros! -rujo mientras me acerco a ellos- ¡Seguro que vosotros también sois de esos chinos que acabaron con mi plantación de plátanos! ¡Acabaré con todos vosotros!

Pese a que no van vestidos como aquellos chinos, como todos me parecen iguales, nunca se puede saber a ciencia cierta quién ha sido y quién no...

-Creo que lo que quiero ahora es un médico...

Se levanta de suelo... la verdad es que no esta muy animado ya que han dejado escapar a un enemigo que se ha llevado muchas vidas por delante.

Al ver que el occidental grandullón se está metiendo con los pocos hombres que le quedan y con la gente de Jubei, se acerca y se pone en medio para que no haya más violencia de la necesaria.

-Harías bien en recordar que nosotros somos japoneses, no chinos. Además, seguro que quien te ha destruido tus plátanos es el que ha huido con el rabo entre las piernas. Deja a los chicos tranquilos... han pasado ya bastante.

Me da igual, sois todos chinos, seáis de dónde seáis. Y, ¿dices que el que destruyó mis plátanos es el que ha huido? ¿Y hacia dónde ha huido? ¡Acabaré con él, cueste lo que cueste!

-Mira, no quiero problemas, pero si nos llamas chinos nos estás insultando... tenemos un objetivo común así que podríamos unir fuerzas para cazar a ese tipo, que ahora debe de estar escondido en su guarida... seguramente volverá ya que no se ha apoderado de esta zona y ese es su objetivo.

Extiende la mano hacia el, para estrechársela si él quiere.

-Te unes a nosotros? Todos buscamos lo mismo.

Uhm.. -mascullo para mí. Realmente no conozco a este chino, ni sé si puedo fiarme de él. No obstante, no va vestido como los otros chinos que me querían pegar.

Está bien, pero como sea mentira, y no haya sido ese chino o sus amigos el que destrozó mi plantación, tú y yo vamos a tener más que palabras.

Una vez digo esto, estrecho la diminuta mano (a comparación con la mía, que pareece una carpeta abierta) del chino- Bueno, ahora dime... ¿Dónde está la guarida de ese tío?

-No lo sabemos... solo sabemos que buscaba alguna cosa en esta zona y que ha estado acabando con todas las bandas que había aquí... solo hemos quedado la banda de Jubei y yo... no creo que aparezca en unos cuantos días, así que puedes estar tranquilo hasta entonces... o al menos guardar tu furia para cuando lo pilles.

Mira a su alrededor... ahora ya no sabe que hacer... debería ir al médico para que le viera las heridas, pero hay temas más importantes que tratar, como que van a hacer las bandas ahora y que tipo de movimientos se van a realizar para proteger la zona de más ataques.

Mira a Miyamoto.

-Sabes donde está Jubei?

Cuando Ryu le pregunta, hace un gesto con la cabeza como diciendo "Mira un poco más hacia la izquierda" Allí se encontraba el jefe Jubei, que había llegado a instancias finales del combate. Mientras, Miyamoto recargaba su arma.