Partida Rol por web

De nuevo, la puerta del despacho de personal se abre para dar paso al encargado, que se presenta ante empleados y clientes con su habitual rostro perruno- A ver, panda de inútiles, callaos, que voy a ver a qué pringado habéis votado - dice, con gesto despreciativo, antes de indicarle a uno de sus armarios que le traiga la urna con los votos.

El guarda, con un gesto forzudo, levanta la caja, y la sostiene mientras el Bulldog la abre y saca el primer voto, arrugando el rostro al leer el nombre escrito- A ver, Kanaka, ¿quién es Kanaka? Creía que nuestra política de inmigración había quedado restringida a una sola contratación. ¿O es que es ese tipo despistado que no sabe ni papa de Español y que siempre anda con esta panda de maleantes en los pasillos de congelados? No pensarás que te vamos a pagar una subvención, ¿eh malandrín? -dijo, enarcando una ceja, y sonriendo con malicia, antes de seguir sacando papeles, apartándolos a un lado mientras los lee en voz alta, poniéndolos en pequeñas filas, según el nombre que llevan escrito.

Justina e Hipólito parecen librarse de las acusaciones. No así la tercera octogenaria del supermercado, que recibe dos votos. Kanaka se lleva tres, Paquito, otros dos. Dos votos salen en blanco, ante lo cual el Bulldog resopla antes de proferir un "cobardes, seguid así, que vais a dormir semanas enteras en el supermercado" mascado entre dientes. En general, salvo algunas excepciones, los demás reciben tan solo un voto. 

Pero el que sin duda parece llevarse la palma es Alberto. El "Seta" como le dicen sus compañeros, se lleva siete votos, obteniendo una mayoría aplastante. Y el encargado, llevándose la mano a la frente y frotándose la cabeza, hace una seña a los armarios- Ala, ya sabeis, llevaos a este malandrín de aquí, y que no vuelva a tocar un solo champiñón - hace un gesto despreciativo con la mano, antes de darse la vuelta y dirigirse a los demás, mientras los armarios agarran al Seta para llevárselo a la zona de almacenes- Y ahora me marcho. Me duele la cabeza y quiero descansar. Más os vale que no arméis una como la de anoche, u os vais a enterar. Las cosas se pueden poner aún más feas para vosotros. ¡Panda de ladrones!

Y casi a punto de gruñir, se marcha, acompañado de los 4x4 que parecen ya parte de su vestuario. Con un portazo, se cierra aquella jornada, y tras él, el Seta, a quien quizá no volvían a ver dentro del supermercado, debía abandonar el Mercadona de la Calle Prosperidad.

Kanaka sigue de cerca el sorteo y lamenta haber perdido. Pero bueno, al menos ha quedado segundo.

Miriam no había llegado a tiempo con su advertencia, sobre todo porque se la había intentado hacer en español, y kanaka no entendía ni papa.

En cuanto a Aicha, le sorprende de espaldas y se gira sobresaltado. No entiende ni papa de lo que le dice, pero su ofrecimiento habla el lenguaje universal de los fumetas y kanaka acepta el porro con una sonrisa.

Comienza a fumarlo con ilusión.

Entre los brownies que se ha metido entre pecho y espalda, y el porro... Alguien va a dormir muy bien esta noche. Y mañana por la mañana, prepararos para un sueño aun más surrealista que el anterior...

Asunción bajó a Eva y trató de prestar atención a lo dicho, aunque sólo rió con las palabras de Sara.

El Bulldog salió de su jaula y llevó la urna. La mujer miró a Hipólito con gesto de indignación y suspiró ondamente mientras llevaba sus manos a su pecho - Pero que desgracia para mí - se va llorando al lavabo y se sienta allí, abrazada al trapero y mientras sus lágrimas cae al suelo, ella las limpia. Así se la pasa un buen rato hasta que deja de llorar.

El Seta era un hombre agradable y solía aconsejar a Asunción en cuanto a las propiedades más nutritivas de los champiñones, pero ya no podría seguir su asesoría con él.

No sabía qué tanta razón tenía Paquito, pero ojalá y fueran ciertas sus palabras. Habían perdido a un buen trabajador.

La niebla roja que cubría los ojos del Lejía se disipó un poco con la visita del Bulldog. El Seta nunca había sido amigo suyo (normalmente le prodigaba toda clase de exabruptos: "Que esos hongos tuyos me van a contaminar las merluzas", "Quita de ahí que pareces medio bobo", "Tú mucha carrera pero jamás llegarás a pescadero"...) pero en el fondo no era más que un pringadillo. Pringadillo pero inocente. 

Bueno, mira, mejor que paguen justos por pecadores que pagar yo...

Se dio cuenta de que llevaba un rato mirando un paquete de tabaco que alguien se había dejado sobre una caja registradora. Estaba salivando mirando los filtros. Y eso que él era más de Ducados, farias o Ideales (tabaco para machotes: el rubio no sabía a nada).

Qué cojones...

Aprovechando la confusión, Arsenio cogió un cigarro y se escabulló hacia el cuarto de baño.

Tanta droga sin que Kanaka sea consciente de que le están drogando acaba por hacer mella en el asiático.

Después de dar varias caladas al porro que traicioneramente Aicha le ofrece, el chino se empieza a poner amarillo*, despues comienza a descender en longitud de onda hasta el violeta, incluso si hubiera algún animal con mayor rango vería que ha superado el violeta adentrándose en el terreno ultravioleta y aun más allá superando los rayos X y los rayos Gamma. En realidad, Kanaka está de color Rayos cósmicos.**

Llegados este punto, Kanaka se tapa la boca cuando se le hinchan los mofletes de manera involuntaria y echa a correr hasta el baño masculino, irrumpiendo violentamente, y corriendo hasta el water más cercano, frente al que se arrodilla para inspeccionar la pastilla de pato WC.***

A Shakiro todo esto de los infiltrados y las órdenes de alejamiento le parecía una conspiración judeofarmacéutica probablemente orquestada por los responsables de las chemtrails. O sea, que le indignaba, pero como era su estado basal, en realidad le proporcionaba material para twitter.

Mientras el resto de sus congéneres sufrían una intoxicación por marisco, Shakiro corrió hacia el baño sintiendo la naturaleza seguir su curso en su interior. Por error -sí, error, ERROR, nada de costumbre- se metió en el baño de chicas. Se deshizo del mariscal cargamento,  pero a diferencia de otros, él no lo consideraba un problema fisiológico, sino una utilísima limpieza interior. ¡Marisco pocho, el purgante de la naturaleza!

En un principio, la china se quedó con su sonrisita en la puerta del baño, dando saltitos, subiendo y bajando las rodillas, ella también quería que le fueran guiando y abriendo las puertas como una señorita hasta el señor roca, pero nah! Ni un misero “projima” recibió… menudo descaro... -hrmpHHpHpff... - ¡monedas marrones es lo que merecen estos vagos abridores de puertas!

En fin… Miriam entra en el baño para hacer sus cositas, y desde allí mismo, mientras hace números de equilibrismo para mear sin sentar el culo, escucha como el Bulldog empieza a ladrar... - espelal copón!!!! - berrea tímidamente mientras hace la postura de la araña, al menos, hasta que se da cuenta de que tito malas pulgas empezaba a ofrecer sin piedad el resultado del recuento. Miriam se limpia el chumino y sale escopeteada (a pasos cortos) hasta cualquier lugar en el que pudiera visualizar lo que pasaba, junto con el resto, viendo pues... que el despedido seria el Seta. Pero no las tenia todas consigo la china tras ver como se lo llevaban, había cosas que no entendía... sobretodo, el por que la gallina querría tocarle las pelotas a Bush cruzando la carretera, pero este no era el momento... - ¿Qué haría Brian Boitano en este caso? ¿Un triple loop para atrás, y todo sin mirar? - Pensaba ella, que no se quitaba de la cabeza, a saber cristo porque… la satánica melodía de “ten green bottles”...

Los malditos brownies y la sesion Jam del chino y sus amigos, habian dejado al pobre Malaleche valdao y acabo dormido entre las setas y el suelo, un sitio nada confortable como le diria mas tarde su espalda al despertarse.

Y fue cuando el Bulldog gruño, cunado se despertó, al grito de seta.
-¿E? Seta que seta.-Se miro las manos setas, se miro los pies, setas y en su mejilla un par de setas pegadas.-Que cagada paloma e eto. ¡Alberto! ¡Limpia pasillo tre!-Pero Alberto no asomaba ocio y Enrique volvía a sus aposentos, algo había pasado.

-¡TOMA! ¿Han hechao al seta? ¡MECA! ¿Asín que el era el del DIA?-Se llevo la mano a la cara pensativo.-Pue no pensaba yo eso...-Al parecer el dormir le había sentado de maravilla, porque otra vez estaba despierto y despejado, aunque con la próstata a explotar.

-ME aguenten que voy pal orina.-Dijo sin dirigirse a nadie concretamente y corrió en busca del water de caballeros. O Señores, como le gustaba llamarlo.

El reponedor hubiera apartado la vista de haberse sentido culpable, pero no lo hizo porque sabía que el Seta había puesto en riesgo su trabajo y su Subaru. No, no sentiría lástima alguna por el individuo. Cuando los lacayos del bulldog le invitaron a salir, Joel empezó a gritar lleno de rabia. Y pensar que estuve apunto de dejarle alguno de mis juegos...

-¡Parguela! ¡Confiesa quienes son los otros infiltrados del LIDL mamarracho! -Se puso las manos entorno a la boca y continuó con la sarta de improperios. -¡El mercadona nunca olvida así que no vuelvas por aquí!

Llagostera se cruzó de brazos y empezó a negar en un movimiento lento deseando que por fin se acabaran aquel tipo de conductas. -Y ahora. -se giró hacia el resto de compañeros- -Confesad los infiltrados u os juro que os arrancaré la cabeza de una llave. Soy cinturon amarillo, no juguéis conmigo.

Sin mirar abre la primera puerta que ve,aparta a Gai y se pone en cuclillas, baja sus pantalones hasta los tobillos ,cierra un ojo para apretar mejor y con un quejio gitano  acompañao de un “hay lo llevas” suelta todo lo que lleva dentro, suelta todo lo suyo y lo de su prima, suelta el marisco los brownies y las lentejas del día anterior en un sonoro y único empujón en dolby souround envolvente.

Respira profundo y aliviado, pero al respirar pronto se percata del mal olor que a dejado, olía a gatito muerto de diez días, a burro mojao, olía a burro ahogao el cual han alimentado de gatitos muertos, entonces se gira para poder limpiarse y ve la pared como un gran oleo del museo del Louvre impresionismo, expresionismo y todas las obras pictóricas juntas, se queda alelado viéndolo mientras se limpia el ojal con papel hacendado, parecía la escena de CSI en la paredes inversa , un doble homicidio de una familia de osos de chocolate, en ese momento Manuel se sube los pantalones y se viene arriba ,a escondidas coje del carro de la limpiadora guantes blancos, y le intenta limpiar su huella del crimen , ante el panorama da dos pasos hacia tras y cae al  frio suelo el pobre Manuel, se quita la camisa y viendo que será imposible de limpiar y ya que lleva guantes, se pone a recrear "el y su ciego" el arte rupestre de las cuevas de Altamira, un arquero, un bisonte y el logo de Mercadona,en su cabeza empiezan a tomar vida y moverse y a bailar estilo Bollywood,entonces ve al chino,del cual aun empujandolo antes no se habia percatado, se quita los guantes y se lava las manos después.

Mira chino... dice señalando la pared,  se mueven solas como si fueran dibujos animados,sentemonos como buenos hermanos a ver que historia nos cuentan,como si estuvieramos viendo una pelicula.

Manuel se sienta al modo indio con las piernas cruzadas mirando embobado la pared.

-Ah, mira, el Fu-Man-Chu y el hijo de Pepe Gotera y Otilio-el Lejía observa indignado a uno y ve pasar al otro a todo gas (literalmente)-Parece que nos ha sentado mal la mariscada, ¿eh?

Parece que hay tráfico en los malditos baños. Con un suspiro, el Lejía se desliza el cigarro al bolsillo pero en cuanto le llega el olor que sale de los baños lo vuelve a sacar y le prende fuego echando virutas. La primera calada le sabe a gloria bendita.

-Si cuando digo que es para los clientes es por algo, cojones. Que los jóvenes de ahora mucho drogarse y mucho teléfono móvil pero luego ni hacéis puto caso cuando os hablan ni aguantáis una mierda-el Lejía se ríe de su propio chiste y mira de nuevo al sonriente Kanaka-Que conste que yo a los chinos los respeto como si fueran personas, ¿eh?, que cuando andaba por Marruecos anda y que no tenía yo amigos moros y, mira, como a la gente normal los trataba. ¿Qué habrás comido tú? ¿Jamón? Ay no, calla, que el cerdo es sagrado para los chinos por la religión comunista. ¿O era el pollo? ¿A quién le rezas tú? ¿A Confucio? ¿A los ninjas?

Al final había salido el Seta. Muchos de los que estaban allí dentro habían creído las palabras de Paquito. Y, aunque Sara no estaba muy convencida, no montó ningún numerito ni nada por el estilo. Se mantuvo en silencio, comiéndose un chupa chups de fresa, mientras el Bulldog leía los resultados y hacía que se llevaran a su compañero. 

La joven suspiró mientras les seguía con la mirada. Cogió el palito del chupa chups y empezó a darle vueltas dentro de su boca. No le estaba molando nada todo aquello. Las votaciones habían sido un completo caos y se notaba que no tenían ni puta idea de nada. 

Escuchó a Joel y se sacó el chupa chups de la boca para poder hablar mejor.

- Eso tío, dales caña - Dijo alzando un poco la voz. - Que salgan ya los putos traidores y nos dejen seguir con nuestras vidas - Tras decir aquello, volvió a meterse el caramelo en la boca y estiró las piernas. Se encontraba sentada en el suelo y apoyada en una de las paredes que habían cerca de las cajas. Volvió a meterse el chupa chups en la boca y miró hacia la puerta del baño, del que salía un ruido muy extraño. ¿Qué coño estarán haciendo?

Kanaka ya estaba revuelto, pero la visión escatológica de las pinturas rupestres en cinemascope fue demasiado para su estómago.

Kanaka se levantó de un salto, salió corriendo en dirección a Lejía, de un rápido requiebro le rodeó y se abalanzó sobre el lavabo para hacerse una lavativa por vía oral sin necesidad de agentes externos.

Al terminar de vaciarse por dentro como Coronado pero al revés, vio el resultado, abrió el grifo para ayudar a desaguar los restos de brownie y se acercó al segundo lavabo a lavarse la boca dejando el agua del primer lavabo fluir.

Maurio pensó que el lavabo era un sitio para el ostracismo donde relajarse lejos de la locura que vive este nuestro comercio hoy día, pero no. Se equivocaba, ese lugar a donde fue a vaciar vejiga se convirtió en un antro de perversión y guarreria. Pues no estaban el chino y el del mantenimiento viendo imagenes en movimiento hechas de... hechas de...
-¡A LA MIERDA! Menuos guarros tais echos, sarsaparrosos, que las piliculas se hacen con celulosa de esa, ¡No con mierda de tercera!-A esto estaba el lejía, por algún lado, pero ni idea de si estaba cerca o lejos, aunque su tufo a pescado se seguía oliendo a pesar del tufo a boniato humano.

Malaleche tenia mucho mas que decir pero las arcadas estaban presentes en cada intento de sacar su rabia fuera de su boca, y si seguía así seguiría el mismo camino que el chino, así que se marcho como vino cagando leches-Sois unos truanes.-una arcada.-Mal bichos.-Otra arcada.-Mal rayo...-Una tercera arcada, era hora de salir.

Tragose lo que sobraba en la garganta y se acerco a la señora del mocho.
-¡Asuncio!-Le grito a pesar de estar al lado.-Menuo regalejo te han dejao el chino y su amigo en er vater. Hasta pestañas tenia no te digo ma. A esos si a esos tenia que aberlo echado por guarros y no al setas por raro.-Señalaba a su espalda no se atrevia ni a girarse.-Vaya. vaya a ve y llevase lo ma fuete que tenga mija.

Paquito observo como los gorilas cogían a Alberto como un saco de patatas y lo echaban sin la mas mínima delicadeza.El tío era un pasmarote y un negado en los videojuegos pero era bastante gracioso verle hacer el caracol por las esquinas,hasta babeaba cuando se le acercaba una tía -Lo siento tío pero tu te lo has buscado,no te hubieras vendido- le dio la espalda y se acerco al plato de brownies.Lo cogió,tomo uno y se lo comió de un bocado.

Al acercarse el segundo a la boca el ruido inconfundible de alguien vomitando le hizo dejarlo y poner el plato de nuevo donde estaba mientras ponía cara de asco.En un segundo salio el palurdo de Mauricio diciendo de manera bastante gráfica lo que acababa de pasar en el baño ¿Este tío no sabe cuando callarse? negó con la cabeza intentando quitarse de la mente la imagen de lo que podía haber en ese baño,el no se iba a acercar ahí ni muerto,vamos que antes meaba en la arena de gatos.

La frase Arena de gatos retumbo en su cabeza y una sonrisilla maliciosa se dibujo en su rostro,hacia unos días el Lejia le había echado de la pescaderia de muy malas maneras,y el en respuesta había planeado reventarle las lubinas con petardos al día siguiente,pero las cosas se habían complicado y al final no lo había echo ¿y si lo hacia ahora? seguro que los petardos seguirían ahí.Lanzo una mirada de asco a Mauricio y se perdió entre las estanterías,esto iba a ser épico.Solo de pensarlo le temblaban las piernas del gusto.

Mauricio devolvió la mirada al niño y pensó para su vientre:
-Una buea torta a tiempo le hacia falta al crio este, suete tiene de no abe conocido a madre... A sabe que villania sele curre ahora, bue no es mi tema

Perdió totalmente el hilo de los que se estaba quejando así que simplemente se fue a la zona de fresco a coger algo de cena.

Cuando el momento de ver lo que la gente había votado llegó durante unos minutos temí dos cosas: la primera que me hubieran votado a mí. A pesar de que tampoco terminaba de necesitar el trabajo me estaba viniendo de puta madre para aprender. Y la otra que saliera escogida Sara.

Sin embargo entre las dos sólo acumulamos un voto, y eso me hizo sentir aliviada. Vi sin intervenir cómo se llevaban al Seta sin que él tuviera oportunidad de llegar a decir nada y me quedé mirando mientras los de seguridad hacían su trabajo. En mis ojos podía verse la duda. Ni yo misma tenía claro si prefería que el Seta nos hubiera traicionado o que no lo hubiera hecho.

De repente varios empezaron a ir al baño, y los sonidos que salían de allí me hacían preferir no saber qué estaba pasando. Con calma fui dándome un pequeño paseo por el súper, pensando en mis cosas mientras en una cesta cogía cosas para cenar. Oreo, donuts, una empanada de atún y coca-cola. Después de la noche de ayer no tenía demasiadas ganas de beber alcohol.

Volví entonces a la zona de las cajas, donde ayer nos habíamos puesto a beber, y llevé algunos platos de plástico por si alguien quería unírseme.

- Ahora en serio. - Dije desde allí, sentada en el suelo. - ¿De verdad nos va a tener aquí encerrados durante días? ¿Y cómo vamos a saber si aún quedan o no infiltrados?

Se acerco a la pila de bolsas mientras miraba a su alrededor con la misma intensidad con la que lo haría un viejo con manía persecutoria,cogió una que estaba medio escondida por detrás y la abrió con cuidado y con la misma ilusión que un niño pequeño abriendo el regalo de reyes.Al encontrarlos sus ojos brillaron y su sonrisa se volvió aun mas maliciosa,uhh esto iba a ser muy divertido.

Cogió la mitad y volvió a esconder la caja,seguro que le servirían en otro momento y ya nadie esperaría que siguiera teniendo cosas escondidas (que las tenia,ese supermercado tenia gran parte de su alijo secreto.Ahi los empleados eran tan poco avispados que aunque lo guardara durante meses en el mismo sitio ni se enteraban).

Se los fue metiendo en los bolsillos de los pantalones hasta quedar medio embutido y salio del pasillo tan carpante y con cara de niño bueno,tanto que nadie hubiera dicho que era el mismo que metía la cabeza de sus compañeros en el retrete (después de usarlo) para luego tirar de la cadena.Se metió en el pasillo en el que estaban las cerillas y los mecheros y los miro con indecisión Mmm ¿estilo tradicional o pecamos de modernos? pensó mientras jugaba con la mecha de uno de los petardos

Mejor pecamos de modernos,no vaya a ser que de lo que hieden la cerilla ni se encienda y cogió uno de los tan conocidos bic ¿Pero eso no eran bolis? a naa da igual,seguro que sirven igual y se lo metió bajo la sudadera.Al hacerlo una bolsa de gominolas cayo al suelo y el al verla se pregunto a si mismo ¿Y esto de cuando coño es? negó con la cabeza,las cogió del suelo -Pa mas tarde- y se las volvio a meter en la sudadera,tras eso se encamino al pasillo de la pescaderia.

Alli con mucho disimulo fue introduciendolos dentro de los peces mas grandes (y con el cartel con el precio mas grande) y los alineo haciendo que quedaran por encima de los otros y alejados del hielo.Entonces una extraña sensación comenzó a inundarle,comenzó a reírse desquiciadamende,seguramente alertando a las personas mas cercanas.Contuvo como pudo la risa y los fue encendiendo uno a uno rápidamente para luego salir disparado tras la primera estanteria.

Los trozos de pescado y los hielos salieron volando ensuciando todo a su alrededor y ametrallando las estanterías mas cercanas,la risa de Paquito inundo el local y aun mas cuando uno de los pescados que ni tenia petardo callo a su lado con la boca abierta y su risa se hizo aun mas fuerte y sonora,ese brownie le había sentado de maravilla.

-¡CabroneeeeeeeEeEEees!-rugió el Lejía a la carrera-¡Hijos de putaaaaasAAAaaA!¡Mi pescadería,joder!¡Que los mamones del DIA me la han convertido en una traca valencianaaaa!¡Que esto parece Beirut después de San Fermineeeeees!

Asunción había terminado de trapear sus propias lágrimas, con lo cual había dejado el piso resplandeciente. Después de haber pasado el trago amargo, se disponía a comer algo pero unos extraños sonidos venían del baño, lo cual llamó su atención y trató de no imaginar algo terrible. Las palabras de Mauricio la sacaron de sus cabales y lo miró con los ojos abiertos como platos - ¿Qué hicieron qué? - esperaba haber entendido bien, ya que había ocasiones en que las palabras de Mauricio eran crípticas para ella.

De una patada, abrió el baño de hombres, del cual provenían aquellos extraños ruidos y observó lo que Manuel había hecho en a pared. Gritó con tanta fuerza que su garganta ardió y cuando se disponía a hacer algo, escuchó un estallido. Los pescados de Lejía volaban por los aires y ese futuro delincuente era el causante. No lo podía creer, ella pasaba todo el día tratando que el Mercadona se viera impecable y ahora estos cabrones arruinaban su arduo trabajo.

Era el momento de actuar y se va al lavabo a por unos guantes y botas impermeables. Lo que sucedería sería algo que limpiaría a esos ineptos definitivamente. Recogió su cabello con una mascada y tomó una manguera de 8 metros que guardaba en caso de incendio. No podía creer que todo eso se estuviera saliendo de control de esa manera. Ajustó el agua para la mayor presión posible y se dirigió al baño. Como operativo de G.I. Joe, abrió la puerta del baño con una patada, se dirige a Manuel y Kanaka y con un tono de voz grave que imita la voz de Batman, dice - Pedid piedad, bastardos - con toda la presión que le da la manguera, dispara hacia Kanaka y Manuel, esperando darles un baño obligado. Después, lava la pared, de modo que la suciedad caiga hacia el suelo y su diversión se corte. Cierra el lavabo que Kanaka dejó abierto para evitar más destrozos y sale del baño.

Cierra el agua y le dice al Lejía - Más te vale que organices tus mariscos o te haré lo mismo que a ellos - y así, se dirige a donde Paquito se encuentra. Gradúa un poco la presión y se la baja. No quería causarle graves heridas al niño, sólo que reaccionara un poco. Mira a las cajeras y hace una señal de que se retiren para no ser afectadas tan gravemente y le dispara - ¡Deberías estar en la escuela! - le dispara, esperando que el agua apacigüe el espíritu salvaje de ese delincuente juvenil y luego grita - ¡Te encargarás de ayudar al Lejía o no respondo, niño! - le apunta con la manguera esperando que obedezca.