Partida Rol por web

Todos los ataques fueron certeros, de hecho todos los ataques de todos acertaron a su objetivo, Algo no está bien, ¿Porque no esquivó algún ataque? pensé mientras veo a Richelle extrañada igualmente por la situación, trato de agudizar mis sentidos para detectar algún ataque o reacción de mis alrededores

Ahora que tengo el control sobre este salvaje poder me siento con más confianza y lanzo un furioso ataque al lado de mis compañeros quienes también han logrado dañar a nuestro adversario.

Al parecer herimos terriblemente a tan increíble oponente debemos estar atentos pués no ha caído y puede reservarnos un terrible contraataque.

Me repliego con un impresionante salto hacia atrás gracias a mis nuevas habilidades.

-¡Estémos atentos!, esto añun no termina...-
 

Alucard no dudó en saltar contra Muerte, apresándole con fuerza mientras os dedicaba una mirada inquisitiva. Estaba claro que vuestro enemigo estaba preparando un ataque devastador que podría tirar por tierra todo el terreno conseguido.

- ¡Belmont! ¡Ve hacia la torre, aprovecha esta oportunidad, yo retendré al sirviente de mi padre, aún estamos a tiempo, aún no ha despertado! - comprobasteis que vuestro aliado tenía inmovilizado a Muerte, pero la criatura estaba haciendo todo lo posible por zafarse, tendríais unos pocos segundos si deseabais realmente seguir adelante y entrar en el torreón aprovechando esta oportunidad.

Subisteis el último tramo de escaleras, aquel que conectaba el lateral del castillo con el torreón donde supuestamente estaba Drácula. Atrás dejasteis a Alucard frente a Muerte, os vino a la memoria de nuevo los momentos más destacables de vuestra aventura ¿había merecido la pena?

Finalmente, cruzasteis la puerta que daba acceso al interior del torreón, un fuerte olor a incienso llegó hasta ustedes a la vez que una pobre iluminación decoraba el lugar con un juego de luces bastante misterioso.

Una lujosa alfombra roja marcaba el camino a seguir, era como si allí tuviera que pasar un gran monarca que merecía el máximo de los respetos.

Al final de la estancia se encontraba el lujoso trono del señor de la oscuridad. Bajo sus pies un sarcófago herméticamente cerrado… ¿pero por cuánto tiempo?

-SEÑOR ALUCARD!!- Gritó preocupada Richelle cuando sus compañeros la obligaron a ir con ellos, al interior del torreón, la hechicera realmente deseaba con todas sus fuerzas poder brindarle su ayuda a aquel hombre, se habia portado de forma amable con ellos, y ahora...Richelle estaba aterrada ante la idea de que otro inocente más muriese.

Cuando entraron por fin al interior del torreón, Richelle se quedó con la frente pegada a la gruesa puerta de madera, pidiéndole con todas las fuerzas de su corazón, a toda la energía blanca del universo, que protegieran a Alucard, y le permitieran sobrevivir al último sirviente de Drácula.

La chica se despegó lentamente, apesadumbrada, el fuerte aroma a incienso, la hizo volver a la realidad inmediatamente, y contemplar la estancia en la que se encontraban.

Un feretro majestuoso yacía  a lo lejos, cerrado por supuesto, la estancia de alfombra roja, candelabros elegantes, y amplios arcos, le daba la apariencia de que en ese lugar, un rey de suma importancia se encontraba, aunque fuese un rey depravado que gozara sembrando el caos y la destrucción entre la humanidad.

-Deseo que no le suceda nada al señor Alucard.- musitó Richelle con pesadumbre. Luego señalo con su dedo índice el lugar donde estab el sarcófago y comentó nuevamente a sus compañeros en voz baja.

-Est...está...ahí?, Drácula...está en esa caja?.- preguntó Richelle, intentando sonar serena, aunque esta vez, llegado el momento de la verdad, estaba haciendo un esfuerzo considerable, para que sus piernas la sostuvieran en pie, y sobre todo para que al dar el siguiente paso, no sufriera el efecto de un venado recien nacido.

El hijo de Drácula nos había dado la oportunidad de seguir adelante, era obvio que la muerte representaba un reto difícil de ganar y lo más importante por el momento era llegar a interrumpir la ceremonia para que no despertara el padre de Alucuar, cuando nuestro vampiro aliado me dijo que siguiera adelante no dude en hacer caso, tome la mano de Richelle y la hice acompañarme a la entrada del Torreón, Ellian apezar de su deseo de vencer a la muerte tuvo que desistir y continuar el camino.
Ya en el torreon era evidente la angustia de la joven Belnades por la seguridad de Alucar -Recuerda que es el hijo de Drácula, no morira tan fácilmente- le digo a la hechicera para tranquilizarla -Así es Richelle, frente a nosotros está el ser más maligno y amo de toda esta oscuridad- contesto la pregunta de mi compañera, se que la respuesta no es la más motivadora, pero deben recordar a que nos enfrentamos y no confiarse por sólo haber llegado hasta aquí.
Busco señales de algún miembro de los adoradores de Drácula o algún indicio que me diga si la ceremonia para que cobre vida a terminado.

-¿Qué me está pasando?...- Aquella estancia, era cómo si de alguna manera estuviera allí y no, todo me resulta tan familiar, el trono, el sarcófago. -...- Cierro los ojos y bajo el mentón mientras avanzo lentamente sobre aquella alfombra roja.

-Alucard, es inmortal, sólo él puede contener a la muerte...- las palabras salen de mi boca sin siquiera haberlas pensado, sigo caminando paso a paso olvidándome de todo, mientras sigo extasiado por aquel sitio,  el poder que se cierne en aquella estancia es inaudito. -...- Todo ese poder, más allá de la vida y de la muerte radica aquí y está frente a mí, latente cómo si de un corazón palpitante se tratara, Castlevania vive, este castillo es un ente viviente y el poder que emana de él es increíble. -...- Me dejo llevar por aquel sopor, olvidando por completo mi misión, de mis compañeros, de todo, sólo el poder es lo que me importa y que invade todo mi ser.

Fue entonces cuando Alucard irrumpió en la sala.

- Que ese hombre no dé ni un paso más.  Él es la clave del regreso de mi padre – dijo refiriéndose a Ellian para sorpresa de todos los allí presentes.

- He podido deshacerme de Muerte durante unos minutos y he conseguido que contase cual era el plan desde el principio. Ese hombre de ahí tiene la esencia de mi padre, una esencia que le fue otorgada al nacer, al igual que a su padre o a su abuelo… - ¿significaba que vuestro propio aliado era el mal encarnado?

- El secuestro de su mujer no ha tenido que ser más que una estrategia ruin para atraerle al castillo… me temo que nos queda poco tiempo y solo hay una cosa que podemos hacer. ¿Sabéis a lo que me refiero, verdad? –

Richelle entonces recordó que cuando peleaban con la muerte habia notado un par de...garras en las manos de Ellian, la muchacha dió un paso atrás, asombrada más que horrorizada, cuando escuchó la confesión de Alucar sobre Ellian.

Rememoró el extraño comportamiento de su compañero, después de haber combatido al perro de tres cabezas, y se llevó las manos a la boca, hablando detrás de ella. -Entonces...entonces..el señor Ellian es...un...licántropo.- notó la mirada extraviada de su compañero, y cierto brillo malicioso en sus ojos.

-TIENES QUE LUCHAR CONTRA EL PODER MALIGNO, SEÑOR ROBLEFLORIDO!!, PIENSE EN SU ESPOSA QUE LO ESTÁ ESPERANDO EN CASA!- Le gritó con fuerza Richelle, llevandose una mano al pecho, y señalando hacia la puerta de entrada del torreón, como queriéndole indicar el sitio por el que la esposa de Ellian se habia fugado.

-Tiene que haber una forma de ayudarlo señor Alucard!!, el no es una mala persona...no podemos dejarlo así...si ya es tarde para ello, yo seré la primera en sacarlo de en medio.- en las manos de Richelle se materializó una lanza puntiaguda de hielo, que la chica apretó con fuerza, mirando a Ellian y a Alucard, y a la vez a Alexander.

-Sin embargo, me rehuso a matarlo!, su esposa está esperándolo en casa, entonces todo el viaje, haberla rescatado, serviría para nada!, solo hay alguien en esta sala que va a salir muerto, y está ahí dentro.- dijo Richelle señalando el cofre.

E intentando recordar frenéticamente si en las historias narradas por su madre, habia algo sobre algun ritual similar en el que Drácula fuese resucitado.

-¿Estas segura de lo que estas diciendo?- le pregunto a Richelle, -Podemos acabar ahora mismo con la amenaza sin mencionar que me estas pidiendo que yo, un Belmont ayude a despertar al enemigo jurado de nuestro clan? termino por decir a mi joven compañera mientras aprieto con fuerza el látigo que se encuentra en mi mano.

A pesar de lo irresisitible que resultaba aquel embeleso de poder, mi alma no está perdida y mi orgullo Robleverde resistirá aquella oleada de malignidad -Eso espero- que amenazaba con utilizarme para sus fines perversos de destruir todo lo que conocía, incluyendo a mi esposa y mis nuevos amigos que a pesar de todo no me han atacado.

-Tengo que resistir... ¡tengo que resistir!...- Apenas tengo noción de mí. Mi voz comienza a cambiar no sé cuanto resistiré -D-DEb-eM-Os... Av-eeri-GUa-r... eL... rIT-UAAAAL!!!...- Me niego a avanzar y caigo de rodillas sobre aquella alfombra roja. - Estrella... Alexander... Richelle... no me rendiré...-

_Yo... Yo creo tener una idea,mi madre decia que Drácula necesita una energia potente para regresar en toda su gloria,
antes sacrificaba chicas, ahora, sin duda usara al señor brincasrobles para resucitar, el necesita extraer la esencia mágica del cuerpo de ellian, con la energia suficiente volvera a la vida, y estoy segura de eso, desafortunadamente no estoy versada en ese tipo de magia oscura, si intento el ritual podia terminar por complicar las cosas, tal vez...tal vez debemos dejar que la muerte lleve acabo la magia, y saltarle por sorpresa, o si quieren arriesgarse... podría intentarlo yo...

-Esta bien, sólo espero que sepas lo que haces Richelle- termine aceptando la propuesta, al final no pude negarme a la determinación de mis compañeros.

Alucard creyó que aquella decisión no era la correcta, que la vida de un hombre no valía más que la de miles, sin embargo aceptó en ayudaros.

Comenzó a explicaros los pasos para llevar a cabo el ritual, tan solo necesitaría la sangre de Ellian sobre el sarcófago a la vez que se entonaban unos cánticos cuya lírica conocía el hijo de Drácula.

Todos comenzasteis a prepararos para el que sería el combate final. Drácula iba a regresar y era a raíz de vuestras propias decisiones. Alucard decidió abandonar el lugar para seguir distrayendo a Muerte: ahora todo recaía en vosotros.

Del sarcófago comenzó a emanar una neblina oscura que poco después envolvió la sala. Notabais como el suelo estaba vibrando, al igual que el sarcófago en sí.

La niebla se disipó en el mismo instante que un haz de luz amarillento brotó del interior de la "prisión" de Drácula, aquella luz era una proyección del poder oscuro que brotaba del señor de las tinieblas, rompiendo la madera y provocando que el propio techo desapareciera dejando la hermosura de la noche a la vista en todo su esplendor.

Vuestros cuerpos salieron despedidos varios metros hacia atrás debido a la fuerza de la liberación de Drácula, parece ser que el ritual que completaba su resurrección había sido completado. La sangre de Ellian había surtido efecto.

Fue entonces cuando visteis la figura del que sería el mayor enemigo al que os enfrentaríais jamás. El mismísimo conde Drácula permaneció en silencio, con una mirada fría que iba dedicada a ustedes, mientras flotaba en el aire con artes místicas, hasta que sus elegantes zapatos tocaron de nuevo el suelo.

Pudisteis escuchar la voz de vuestro enemigo, que complacido se regocijaba ante su llegada de nuevo al mundo de los mortales.

- Y así, una vez más, mi maldición traerá de nuevo el horror y la muerte al mundo del pecado - comentó mientras se quedaba observando el lugar.

- Parece que mi leal lacayo ha hecho bien su cometido trayendo hasta aquí a aquel cuyo poder iba a preparar mi llegada... ¿y quiénes sois ustedes? - 

- Ah… esa aura me resulta familiar… el clan Belmont de nuevo intentando acabar con la oscuridad… ¿Cuándo os cansaréis? Mientras exista maldad en el corazón de los hombres regresaré una y otra vez - dijo mirando a Alexander.

- Una maga… Son muchos los que han intentado comparar sus poderes con los míos pero tan solo una familia ha logrado estar a la altura… puedo verlo en usted señorita… Belnades - dijo mirando a Richelle.

- Un hombre con un poder espléndido… la oscuridad está dentro de ti también. Una lástima que hayas elegido el camino equivocado en la vida… - comentó mirando a Ellian.

- Puede que en el pasado haya sido derrotado... pero esta vez será distinto, el pecado y la oscuridad en los corazones de los hombres es más fuerte que hace siglos, ¡mi poder ahora es sobrecogedor! - 

Drácula comenzó a caminar hacia ustedes. - ¡Acabemos con este juego! –