Partida Rol por web

Tras dejar atrás el Hall principal superando el impedimento que supuso hacer frente a todos aquellos zombies y sortear los cambios en el terreno, pudisteis encontrar una lujosa puerta que por fortuna no tenía cerradura y que se abrió con facilidad.

Entrasteis en una nueva zona del castillo, ésta ni por asomo parecía un lugar lúgubre o sombrío, se trataba de un exuberante jardín interior repleto de vegetación, de vida, de colores y sensación de bienestar. Parecía un lugar dedicado por completo a desconectar del mundo, hasta parecía que el aire era embriagador. Había un pequeño paseo hecho con piedras elegantemente colocadas, y las zarzas rodeaban cada ápice de pared dotando de un llamativo verde intenso todos los decorados.

No parecía haber enemigos allí, al revés, parecía el lugar perfecto para descansar antes de continuar, ¿no era todo demasiado bueno para estar dentro de los dominios de Drácula?

Retomasteis el rumbo hasta deteneros en el momento que llegasteis a una zona del jardín que no tenía tanta vegetación, incluso pudisteis ver que había un banco de piedra elegantemente decorado con joyas ¿sería éste el sitio exacto donde el señor del mal se evadía de su mundo de tinieblas para contemplar la  naturaleza? ¿Significaba que tenía gusto por "algo" que no fuese macabro?

Apenas os dio tiempo a reflexionar sobre ello, puesto que un silbido que se dirigía hacia vosotros a gran velocidad conmocionó el cuerpo.

Al abrir la puerta, para nuestra sorpresa, se alzaba dentro del Castillo, un enorme jardín interno, era hermoso, muy bien decorado y las plantas eran todas de colores extravagantes, todas colocadas en posiciones específicas que permitían contratarse con las demás y se puedan contemplar mejor. 

Siguiendo el sinuoso camino de piedras marcado en el piso, llegamos a una especie de banco ornamentado con joyas. De repente, un silbido aterrador nos invade desde atrás. Doy media vuelta y grito

-Cuidado- Mientras trato de irme hacia un costado

Cuantiosamente embelesada por aquel jardín, que lejos de ser oscuro y estremecedor como las inmediaciones de más allá del castillo, este era bello y luminoso. - Me resulta bastante inaudito... - musitó Luz, mientras se acercaba a las elegantes y coloridas flores del lugar para oler su aroma.

Cuando de repente, alguien o algo se aproximaba hacia ellos con gran velocidad, provocando un fuerte sobresalto en la niña. Fue tal, que utilizó inmediatamente su magia para hacer levitar sus recios libros, y protegerse con ellos del vertiginoso asalto.

El jardin, precioso, se abria frente a ellos. Dracula tiene un jardin tan bonito?... Yo lo tenia como un asesino de masas, y es fan de la jardineria...

Al salir por las puertas, escucha un silbido que se acerca a ellos. 

No pudiste reaccionar a tiempo, eso era lo único que tenías en mente cuando viste los aguijones impactar en tu cuerpo.

El dolor del impacto no era comparable con el del veneno que comenzó a recorrer todo tu cuerpo. Poco a poco te sentiste debilitado y confuso: tus sentidos fallaban uno a uno, tu visión se nublaba a la vez que tu paladar mantenía un agrío sabor.

¿Era el final de tu viaje? Probablemente.

Parecía que las artimañas oscuras del castillo habían podido contigo pero… ¿podrán tus compañeros vengarte?

Tan solo podías esperar que sí…

No pudiste reaccionar a tiempo, eso era lo único que tenías en mente cuando viste los aguijones impactar en tu cuerpo.

Los punzantes aguijones por suerte no alcanzaron ningún punto vital pero el dolor era casi indescriptible. Quitaste cada aguijón con firmeza, comprobando que unas pequeñas marcas se habían quedado en tu cuerpo ¿quién o qué os había atacado de aquella manera?

Gracias a tus reflejos pudiste esquivar con soltura los aguijones que con maldad, iban directamente hasta tu cuerpo. ¿Qué hubiera pasado de haber recibido el impacto?

-Aaaaaaahhhhh- Rog suelta un terrible grito de dolor desgarrante.

Lamentablemente, sus reflejos no fueron los suficientemente rápidos para poder esquivar los terribles aguijones de tal criatura inmunda en uno de sus brazos.

Tirado en el piso, comienza a sentir un ardor que estremece todo su cuerpo. Intenta levantarse, se pone de rodillas pero sus piernas comienzan a aflojarse, no le responden. Intenta ayudarse con las manos, pero la que tiene la picadura esta inmovil, la otra, solo la punta de los dedos es lo que puede mover.

-Luz, Drake... No me siento mu.. esposa.. no...- tirado en el piso, esforzandose por respirar, trataba de utilizar sus ojos para localizar a Luz o a Drake, pero todo se tornaba cada vez mas oscuro.

De pronto, comienza a hacer arcadas, tratando con todas sus fuerzas para respirar, pero el veneno se esparce rápidamente por su cuerpo.

-Se acabo? Esto es todo? Todo lo que pude lograr es nada? Mi esposa, mi amor..donde quiera que vaya, allí te esperare. Lamento no poder encontrarte, y lamento tampoco haber estado en casa ese dia, como quisiste que me quede. Nuevamente, tu mal presentimiento se hizo realidad y yo como un idiota no quise escuchar... Por favor, vive.. yo desde el otro lado te cuidare...-

Esos fueron mis últimos pensamientos, mientras veía el recuerdo de su hermoso rostro en mi mente. Ya no sentía mas el dolor, ya no sentía mas nada, todo... Todo estaba tan sereno y calmo. El cansancio y el agotamiento que antes sentía por el simple hecho de estar ahi en busca de su esposa, se habian esfumado por arte de magia. Ahora, era momento de descansar.

Sus últimos esfuerzos de poder obtener una bocanada de aire se terminan, y Rog, por fin yacía en el suelo. 

A pesar de haberse querido defender, unos extraños y punzantes aguijones impactaron en ella, introduciéndose entre los huecos que dejaba la deficiente distribución de sus libros. Luz, desconsolada, realizó un fuerte grito de angustia. Todos sus grimorios, los cuales se encontraban en suspensión, cayeron por su propio peso al suelo. Y la pobre niña de igual forma, asustada al ver el desbordamiento de su propia sangre al empapar las vestimentas de su brazo, se desplomó de espaldas, sin poder apenas controlar aquel tormento.

En un brote de arrojo, utilizó su magia para controlar y desprenderse de aquellos fatales aguijones, todos a una vez, siendo castigada nuevamente por un terrible dolor. Y aun con aquella desgracia hostigándola, se percató de su desdichado compañero que la mencionó, herido de muerte.

Con suma dificultad y un gran sufrimiento, la niña se acercó a él. Y tendiéndose próxima a su rostro agonizante, Luz comenzó a espantarse. Sus libros se acercaron hacia ella, alzándose a su alrededor, rotando mientras sus páginas pasaban con gran ligereza. Leía sus líneas escritas en idioma antiguo, con una rapidez inhumana que una niña no debiera dominar. Colocó sus manos en la herida del hombre, e intentó lo inevitable. Pese a que conocía la capacidad de emplear la magia para sanar heridas tales a aquella, Luz era demasiado inexperta para dominarla. Si bien en el pasado obró lo incontable por lograrlo, la joven jamás había conseguido sanar siquiera de la forma más simple. Como en aquella vez en la que se obsesionó por un simple arañazo deparado por un gato, el cual no fue capaz de enmendar.

Los libros cayeron nuevamente al suelo.

Rog Van-E, el valiente y sagaz hombre que se adentró en el infierno en búsqueda de su amor, moría, con una pesarosa misión a sus espaldas. La chica, sin apartar sus manos de la herida mortal, le miró a los ojos, con los suyos empapados en lágrimas.

- La salvaremos, Rog... – dijo, con un leve hilo de voz. – La salvaremos...

Cuando entonces el hombre, rendido, agotaba sus últimas fuerzas.

...

De repente, los libros comenzaban a alzarse lentamente de nuevo por una poderosa fuerza. Luz, que se hallaba aún tendida en la verde superficie del jardín, ponía la mano sobre el primer libro que alcanzó para tratar sostenerse sobre sus piernas. Luego, en otro. Después, en el siguiente. Y así, hasta lograr encontrarse en pie. Abrió el cierre que la envolvía en su toga, para liberar su brazo herido, alzándolo frente a ella, y quedando aquel ropaje asemejado a una gruesa capa. Incontables círculos mágicos llenaron el lugar. Y alzando la mirada, mostró sus ojos determinados y llenos de furia. Si bien con ellos no alcanzó a vislumbrar lo que fuera que les atacó en un primer momento, lo consiguió la tormenta ígnea que en un instante se consumó, convirtiendo aquel radiante vergel en un abrasador infierno.

- Muere.

Drake levanto su latigo, el cual impacto con los aguijones. Este observo que Rog no tubo tanta suerte, mientras que Luz pudo pararlos sacrificando sus libros. Rog murio de una forma lamentable y triste. Drake se enfado consigo mismo por no poder haber evitado tal sacrificio.

- Maldita sea. - dijo este, enfadado.

Para su tristeza, no pudo llevar el cuerpo de Rog encima, ya que seria una carga. Simplemente le cerro los ojos y lo dejo contra una pared, haciendo que pareciera que estaba durmiendo. 

- Vengaremos su muerte y rescataremos a su amada.

Las llamas se hicieron con el control de la vegetación del lugar, las chispas incandescentes revoloteaban mostrando una imagen de odio.

Tras aquel suceso volvió a reinar el silencio ¿era la propia vegetación quién se estaba rebelando contra los intrusos? Sin lugar a dudas no se podía bajar la guardia ni en los lugares más puros.

Ante el imprevisto tan solo se podía avanzar. Salir de los jardines era la mejor opción puesto que luchar contra un enemigo invisible (o peor, que estuviese en todos lados) tan solo retrasaría la misión.

De pronto el silencio se vio interrumpido por una incómoda sensación de que alguien o algo os estaba observando. Era desagradable puesto que al mirar a vuestro alrededor seguía habiendo vegetación y más vegetación… hasta que aquello cambió.

Pronto averiguasteis qué era lo que pasaba, unos pasos lentos comenzaron a acercarse a vuestra posición desde la exuberancia de la vegetación, pudisteis reconocer perfectamente cómo se trataba de cuatro patas a un ritmo lento pero ágil, ¿había un animal allí acechándoos? era posible, puesto que no llegó a pasar más de un minuto antes de que se mostrara ante ustedes un lobo de mirada pasiva.

El animal parecía agresivo, además llevaba algo entre sus colmillos… era una especie de criatura con aspecto vegetal.

Simplemente se acercó a vuestra posición a su ritmo, como si cada paso fuese una danza, hasta que se detuvo a un escaso metro, comenzó a observar en silencio... ¿con qué intención? ¿Os iba a atacar?

De repente cuando todo se tornó oscuro sentiste una carcajada a tu alrededor. Aquel sonido te produjo escalofríos, sensación que mezclada con el dolor y la debilidad te hacían sentirte totalmente impotente.

- Abre los ojos... ¡ábrelos ahora que te quedan fuerzas! - comentó la siniestra voz.

Un resplandor rojizo iluminaba tu alrededor. Aquella molesta luz te permitió abrir los ojos aunque con bastante dificultad.

Ante ti, frente a un paisaje devorado por el fuego, viste a una figura encapuchada que portaba una siniestra guadaña. El rostro esquelético te hizo saber inmediatamente que estabas ante un siervo de Dracula.

- Oh... eres la pieza clave de todo esto... ¿crees que puedo permitir que mueras aquí? ¡en absoluto! - Muerte, fiel aliada Dracula, se acercó a tu posición.

- Ya estás justo donde debías... en el interior del castillo. Lo mejor de todo es que ninguno de tus compañeros ha sabido entender qué era lo que te pasaba... pero yo tengo todas las respuestas -

Las zarzas del jardín, ahora transformadas en cenizas, se desprendían rápidamente mientras el fuego abrasador se extinguía progresivamente, a medida que los círculos mágicos se cerraban. Sólo quedó del bello lugar el crujir de las remanentes llamas. Y sólo una terrible aflicción, en el corazón de Luz.

Aún sus ojos envueltos en lágrimas hallaron a aquel lobo, que traía algo en sus fauces. Entendió por sus sapiencias que lo que llevaba consigo, era el responsable de la muerte de Rog. El monstruo en cuestión. Percibiendo bondad en aquel gesto, no sintió miedo. Y de esta forma, lo exteriorizó acariciando a aquel lobo, cuando este se la aproximó. Y estando ambos cercanos, el uno junto al otro, pudo el animal verla llorar.

- ... Sé que no todos los lobos son malos... – mentó con voz lastimosa, aludiendo a la noción que una inocente niña tuvo de su difunto compañero, el misterioso “Licántropo”.

Lentamente, abro los ojos con bastante dificultad, tratando de ver quien o que me estaba hablando. Para mí sorpresa, era la muerte.

-E.. eres.. tu- trata de hablar con dificultad, dándose cuenta que en ese estado en el que estaba el veneno iba dejando de surtir efecto en su cuerpo.

Miro al rededor, estoy sentado, apoyado contra una pared y todo a mí alrededor en cenizas, quemado por un imponente fuego.

-Me has traído al infierno? Por qué motivo?- Pregunta Rog con un poco más de soltura en su habla.

Escuchando lo que la muerte le susurraba.

-En  que clase de monstruo me he convertido? Porque me has elegido a mí como la pieza clave? Espera!...-

Rog, en un momento de lucidez, se percata que la única duda que tenía sobre el paradero de su esposa podía ser contestada.

-Tu que eres el portador de las almas, mí esposa.. a ella ya te la has llevado? Era la mujer más amable que conocí en mí vida, a ella tendrías que haberla llevado al cielo y no aquí. Y si no fue que te la has llevado, entonces podrías decirme dónde está ella y si es que está bien- Ésta podría ser quizás, la única forma de enterarme si mí esposa está viva o no, y si me reuniré con ella en el más allá.

Muerte rió

- Que ingenuos sois los humanos - aclaró mientras daba vueltas alrededor tuya.

- Tu esposa vive, aún... pero jamás será encontrada por tus amigos. Dejaron escapar esa oportunidad delante de sus narices... - rió de nuevo, a carcajada limpia.

- Pero piensa que ella ha cometido su papel a la perfección, te ha traído al castillo. Tenías que entrar por voluntad propia para que Castlevania te aceptase, no como una amenaza sino como su señor - te miró fijamente.

- Por tus venas corre la esencia de mi señor Drácula ¿de dónde crees que salían esos poderes? ¡son las almas que has devorado! Tú eres la clave para completar el ritual... tan solo debíamos deshacernos de la escoria Belmont y Belnades... ahora eres mío, solo mío. Ellos han fracasado y tú vas a ser el sacrificio perfecto para el regreso del único gobernador de este mundo... - parecía que por fin se daba una explicación a las cosas extrañas que te sucedían.

- ¿Algo qué decir antes de llevarte? -

-Entonces lo único que tendría que hacer sería deshacerme de la maga y el caza vampiros?- Pregunto Rog con vos seria mientras recobraba sus fuerzas y se levantaba.

-Solo con una condición. Que mi esposa sea libre, yo mismo iré a buscarla y la sacaré del castillo. Luego me entregaré como es debido ante el para él ritual-

Muerte rió de nuevo.

- ¿Crees que voy a dejar la resurrección de mi señor a manos de la promesa de un hombre? Puede que tengas su esencia, pero no su elocuencia - dicho aquello notaste como Muerte posó su mano sobre tu cabeza, haciendo que te entrase un profundo y místico sueño.

¿Qué hará contigo ahora? ¿Te matará? Parecía que tu propuesta de matar tú mismo a Belmont y Belnades no había surtido efecto ¿significaría que no eras tan poderoso como creías? ¿o que Muerte temía demasiado a los legendarios cazadores de vampiros?

-Por mi esposa haría lo que fuera!- Le exclamó Rog a la muerte.

-Por favor, hare lo.. que..- Rog se iba quedando inmerso en un profundo sueño.

-Este si seria el fin? Habré molestado a la muerte con mi promesa? Sera que mi esposa podrá ser salvada? El dijo que mis compañeros siguieron de largo cuando podrían haberla salvado. Sera en ese espejo? En el que no quisimos entrar?- Todos esos pensamientos y mas, pasaban por mi cabeza mientras me iba quedando dormido.

Luego, ella apareció, yo volvía de un normal día de caza y ella me esperaba con un buen plato de ciervo ahumado con verduras salteadas. Me decía lo mucho que me había extrañado y lo mucho que me quería. Pero... solo era un sueño. Intentaba hablarle, pero las palabras no salían de mi boca, intente abrazarla, pero mi cuerpo no respondía. 

De repente todo se volvió oscuro. Me veo a mi, pero no soy yo, veo como demonios tratan de complacerme, como masacraba gente inocente y las volvía mis esclavos, mis súbditos. Les permitía matar en mi nombre.

Mas que un sueño, parecían recuerdos, fragmentos de un pasado lejano que volvían nuevamente a florecer y que quizás, pronto se vuelva a repetir. Luego...

Imágenes aterradoras pasaban por mi mente, el mundo.. el mundo yacía en las tinieblas.

Un sin fin de monstruos de todo tipo se alzaban a lo largo de todo el planeta. Muerte, horror, los pocos sobrevivientes, todos, amontonados en un único lugar, tratando de sobrevivir con los pocos recursos que quedaban.

El dueño del mundo? El único, el inigualable Drácula, postrado en su trono, gozando de la grandeza de su plan, con todos sus súbditos regocijándolo. Parecía nuevamente no un sueño, sino una profecía, un futuro no muy lejano que era inminente.

En ese instante, comprendí que lo que estaba viendo, no era mío, eran.. eran los pensamientos, los recuerdos, los sueños de Drácula. Y yo? En mis venas correría la sangre descendiente de el? Sera que yo soy un sucesor y con mi sangre el despertara? De eso se refería la muerte con que soy la pieza faltante de su ritual?... Nuevamente todo se torno oscuro... pero yo, yo estaba seguro que no dejaría que eso pase... Lucharía con todas mis fuerzas en contra de mi destino. No permitiría que un ser tan vil, volviese nuevamente a vivir...

Drake se queda observando como el lobo se acerca a Luz y está intenta acariciarlo. Los vigila y si ve que el lobo atacará a Luz, este lo golpearía con una patada en el costado, donde este se había situado.