Partida Rol por web

James, sin rechistar, se tiró al interior deñ helicóptero y se puso cómodo. Bueno, si muero yo, estos dos cabrones también morirán, pensó refiriéndose al ayudante del Sheriff y a Neally. No le gustaba nada intentar permanecer despierto cuando el sol salía, y pensó que sería mejor morir dormido que en vigilia, así que cerró los ojos y dejó que el pseo de su sangre le hiciera caer en un profundo sueño

Los tres vampiros aguantaron a con tranquilidad a que el helicóptero tomara tierra, ignorando el peligro del sol. Neally tenía que reconocer que los tres neonatos tenían agallas, o eran unos inconscientes que no habían sufrido aun el daño del sol y aun no sabían lo peligroso que podía ser. Una vez en la seguridad del helicóptero Marcus y James sucumbieron rápidamente al sopor, solo Thomas permaneció despierto un rato más, pero al igual que sus compañeros no tardo en sucumbir al sopor.

Neally espero unos segundos hasta comprobar que todos estaban dentro del helicóptero y “dormidos” para comunicarle el mensaje al ayudante del sheriff. Llama a Tyrus y sus lobos, que se coloquen en la autopista de las dunas para darles un aviso a un par de neonatos estúpidos.

El ayudante del sheriff sonrió, ¿ese no es trabajo de Belthaza? Claramente la misión de dar un escarmiento a unos vampiros desobedientes es tarea del sheriff.

No. Tu y tu jefe tenéis otros asuntos que tratar, además Belthaza siempre tiende a sobrepasase en sus deberes, y no quiero a un par de neonatos muertos….. aún no. Esas fueron las últimas palabras de Neally antes de sucumbir él también al sopor. Segundos después también acabas por sucumbir al sueño.

La sed de sangre te despierta del placido sopor diurno, desorientado miras a un  lado y a otro. No estás en tu refugio, no estas donde te acostaste esa noche. Te encuentras tumbado en una suntuosa cama de una habitación exquisitamente decorada, aunque la habitación tiene una particularidad, no tiene ventanas. En una de las sillas de la habitación hay un traje de calidad, pero falta el resto de tu equipo: no tienes el móvil ni las armas y la habitación tampoco tiene teléfono. La puerta de la habitación está cerrada, pero es un puerta normal y corriente que se puede forzar de un simple empujo.

Me levanto abriendo simplemente los ojos, la forma de levantarme, desorientado y en un lugar que no recuerdo me retrotrae al momento en que perdí la memoria. Aunque en este caso no estaba encima del asfalto.
Una cama mullida y una habitación del tipo hotel caro se abren ante mi. Me tomo un rato para levantarme, subiendo la cabeza para acabar haciendo una abdominal y quedarme sentado. Enarco las cejas al comprender que esto no deja de ser un protocolo exagerado de un Príncipe vencido por el momento. Y será una apreciación que me guarde para mi.
Termino de levantarme, mirando a todos los lados buscando cámaras, aun así no hablaré en voz alta pues puede haber micros. Me desnudo y me visto con el traje que me han dejado. Una vez vestido llamaré a la puerta. Dudo que tenga que echar la puerta abajo.

James rió aliviado. Estaba vivo. Me fumaría un cigarrillo ahora mismo, pensó. Disfrutó de la soledad de la habitación durante unos eternos instantes, en silencio, sólo contemplando el techo. Finalmente, se decidió a seguir en la postura de perrito faldero de Lodin. Tomó el traje y se vistió como buenamente pudo con él. no sabía hacerse el nudo de la corbata, y la camisa le ahogaba y molestaba, así que finalmente decidió llevar sólo el pantalón y la chaqueta del traje. Después, se dirigió a la puerta e intentó abrirla. Si estaba cerrada, llamaría para ver si alguien le atendía.

Neally pasa por cada una de las puertas y sonríe satisfecho al ver como vais vestidos con los trajes. Recordabais algo como se debía de poner un traje, como se debía de abrochar o como era el nudo de la corbata, todos menos Marcus que parecía que trataba de ahorcarse con la corbata con un nudo simple excesivamente apretado.

Neally como un buen anfitrión os condujo por el interior de un lujoso hotel hasta el aparcamiento. Espero que comprendáis que no podéis llevar armas en esta reunión.  Se os devolverán junto con todo el equipo una vez finalizado el coloquio. En el aparcamiento esperaba una limusina negra, en el interior de ella esperaba una mujer de extraordinaria belleza que recibió a Neally con un beso en la boca. Os presento a Emily, ella es mi acompañante esta noche.

 El viaje en la limusina fue corto. Neally parecía preocupado del teléfono y la mujer de pelo negro no se mostró callada, el único gesto que realizo fue deshacer el estropicio que Marcus había hecho con su corbata.

A James sólo le quedaba el humor en esta situación, así que decidió hacer una pregunta que sabía que no iba a tener respuesta:

-Bueno, Neally, colega, ¿dónde estamos? Digo geográficamente, no me vengas con medias verdades que no llevan a nada.

No puedo evitar sonreír mientras me acomodo el traje. La falta de costumbre me hace que me sienta incómodo con las tiranteces de éste. Pero de vez en cuando miro al resto, en especial a la acompañante de Neally.
-¿Y nuestras acompañantes dónde las has dejado? Es de muy poca educación venir acompañado sin habernos avisado.
Me hago el ofendido.
No creo que responda nada que nos sirva, así que cuanto antes acabe el viaje mejor.

Miro a la chica y me ruborizo ( si puediera ) un poco por la verguenza:

Gracias por la ayuda hace mucho que mi trabajo no necesita este nivel de etiqueta y parece que he perdido algo de practica

Neally sonrió ante las dos preguntas, no parecía enfadado sino divertido por ellas. Ahora ya importa poco el lugar. Habéis pasado la mañana en el hotel Drake, a orillas del lago, uno de los mas prestigiosos hoteles de la ciudad y ahora nos dirigimos a cenar en Daley´s. Tranquilo señor Thomas la reunión no está pensada para más acompañantes, además la persona con la que nos vamos a reunir es lo suficientemente grande como para que no se necesite acompañante. Emly se sonríe al escuchar la frase de Neally. ¿Qué tendrá de gracia?  Aunque esa no era la pregunta que revolotea en vuestras cabezas. ¿El Daley´s? ¿Dónde habíais oído ese nombre antes?

Emly acepto con gusto el agradecimiento de Marcus.

La limusina se detuvo enfrente de un restaurante de categoría. Nada más atravesar la puerta veis que todo huele a dinero y no a menaje barato. Las cortinas son de terciopelo, las sillas son de madera, las flores son naturales y las velas no son ridículas bombillas con forma de vela, son velas auténticas.   Un metre os recibe al entrar, Neally intercambia con el unas cuantas palabras, y rápidamente este os conduce al comerdor.

El comedor es espacioso, las mesas están situadas holgadamente dejando grandes espacios entre unas y otras dando una impresión general de grandeza. Todas las mesas estan ocupadas por personas de clase alta, que visten trajes con gemelos de oro y vestidos con collares de diamantes.

En el centro de la sala hay una mesa para seis personas, en ella se encuentra sentado un hombre grotescamente gordo que parece impaciente. Neally os conduce hacia esa mesa y os indica que os sentéis, y el hombre os apremia que os sentéis. Venga, venga sentaros. Ya tengo hambre. ¿Será este Lodin el príncipe de los vampiros de Chicago, el vampiro mas poderoso de la ciudad o sera otro truco?

Veo que os ha comido la lengua el gato. Bien. Empezare hablando yo. Dice acompañando la frase con unos golpecitos en el pecho. Soy Ballard. No, no soy Lodin y tampoco sé dónde está. Dice con una sonrisa sarcástica en los labios. Esa es una pregunta que me tenéis que responder vosotros. Porque se vuestro secreto. Vosotros y vuestros otros dos amiguitos de Gary habéis secuestrado a Lodin, eso es algo que SE. El vampiro orondo pronuncio las contundentes frases sin inmutarse. Ahora todas las piezas empiezan a encajar, el sheriff os había mentido el vampiro importante que buscaba era a Lodin.

No puedo evitar soltar una risita incrédula y pícara ante el comentario. Carraspeo un poco para obtener la atención y miro a Ballard con el ceño fruncido y un semblante serio que implica una silenciosa amenaza.
-Recapitulemos los últimos cinco minutos. Sólo lo diré una vez así que quiero que tú y tú -Digo señalando con un dedo a Ballard y a Neally. -Prestéis toda la atención posible, me he dado cuenta de que el círculo cercano al príncipe es bastante peculiar y deben centrarse en algo con todos sus sentidos para no perder detalle. ¿Listos? Bien, nada más entrar aquí te presentas como aquel que no es el príncipe y dices que sabes que lo tenemos secuestrado, ¿A qué viene la aclaración de que no eres el príncipe? ¿No se supone que deberíamos de saberlo? Te lo voy a decir, no quiero que gastes recursos en contestarme a una pregunta retórica. Viene a que no tenéis ni idea de dónde se encuentra, estáis dando palos de ciego tratando de descubrir alguna pista que os lleve directos porque sois incapaces de pensar con la cabeza y rastrearlo. No necesito confirmación, he hablado con vuestro Sheriff y es igual de inoperante que vosotros. ¿A cual de los dos, lumbreras, se le ha ocurrido que un grupo de neonatos de Gary buscando entregar una carta al príncipe podría haberlo secuestrado? Y lo más desesperante ¿Quién ha pensado que unos vampiros que han secuestrado al príncipe vendrían a hablar con él desarmados y acudiendo a una cita al borde de la muerte definitiva? Ofendernos si queréis, torturadme si así os sentís menos estúpidos, pero dos cosas os digo desde ya, uno, ya he cumplido con todo el protocolo y dos, no preciso de armas para llevarme a uno o dos por delante antes de que vuestros grupo de seguridad, incluido el Sheriff tenga tiempo de reaccionar. Una recomendación, si queréis servir a Lodin correctamente, pasados al Sabbat.
Apoyo mis manos en la mesa, mirando a uno y otro, esperando captar toda la atención de los dos para poder dar tiempo a James y a Marcus de salir corriendo en caso de haber una refriega.
-¡Ah! Y no, no tenemos al príncipe pero Neally sabe a qué hemos venido y puede articular palabras sin perderse en el intento. Indicadme la salida, amables anfitriones.

Ballard sonrió. Tu alegación es totalmente correcta señor…. El vampiro orondo hizo un gesto con su mano llena de dedos gordos como morcillas, lo cierto era que no os habíais presentado. Bueno da igual.

Tu alegación es correcta, pero cuando se juzgue la desaparición del príncipe. La primogenitura solo vera a un grupo de neonatos violentos que ha venido desde Gary, que han estado preguntado por el príncipe, que se asocia con Mordius y los anarquistas. Dijo sin apenas inmutarse mientras seguía comiendo del plato. Y una cosa más, haríais bien en comer si no queréis incurrir en otra transgresión, la de romper la mascarada. En este ultimo punto Ballard tenía mucha razón, os encontrabais en mitad de un restaurante lleno de humanos.

Aunque las palabras de Ballar habían sido en un tono normal, su contenido era un verdadero puñetazo en la boca del estómago. El vampiro tenía toda la razón, si era verdad que Lodin había sido raptado, vosotros erais una perfecta cabeza de turco.

Tranquilicémonos todos. No quiero que esto se convierta en un circo. Dijo Nelly mientras se bebía un sorbo de  vino y ponía mala cara. Para Neally el beber y el comer era un suplicio igual que para cualquier vampiro. Ballar tiene razón, en caso de Juicio estaríais condenados desde el principio, nadie creería en vuestra palabra. Pero creo que todos podemos sacar beneficio de este desagradable asunto. Puedo dejaros investigar la desaparición.

-Tengo una idea mejor, ¿Porqué no nos dejáis marchar de aquí y nosotros no dejamos caer en los oídos adecuados que habéis perdido a vuestro príncipe? Si Mordius se enterase de esto... ¿Cuánto tardarían los Justicares en enterarse? Puede que seamos una buena cabeza de turco, pero creédme, no voy a caer sólo. ¿Queréis un juicio? Pues adelante. Tenemos la palabra de Mordius que nos da la verdad.
Miro a Neally una vez habla.
-¿Puedes dejarnos investigar? Si, tranquilicémonos todos. No estáis en posición de dejar hacer nada, estáis en posición de pedir favores y endeudaros. Y nosotros estamos en posición de pedir lo que nos plazca si es que se nos ocurre asociarnos con vosotros. ¿Reiniciamos la cena? Creo que sería lo mejor dado el impass en el que estamos. Si no entendéis vuestra situación y la nuestra lo mejor es que nos marchemos con la promesa de no echaros encima a aquellos a los que rendir cuentas, siempre y cuando se nos trate con el respeto que merecemos por muy nuevos que seamos en la ciudad.

James no podía entender la serie de estupideces que habían ocurrido en Chicago. Lo peor de todo es que él había visto venir todo pero supuso que eran tonterías suyas. Él se temió que el que había desaparecido era Lodin pero no lo quiso creer.

No tenía nada que añadir a lo dicho por Thomas, pensaba exactamente igual que él. Sólo quería responder a algo dicho por Ballard.

Y una cosa más, haríais bien en comer si no queréis incurrir en otra transgresión, la de romper la mascarada.

No me vengáis con gilipolleces. Si no queríais romper la Mascarada no haber hecho una reunión tan cutre. Esto parece un chiste: un gordo, un pijo, la morenaza, el negrata y dos más se juntan a comer en el restaurante más casposo de la zona. No me jodáis ahora e id al grano. Lo que es yo no pienso comer. ¿Qué te crees que no estás tú rompiendo la Mascarada mientras intentas hablar a través de tu papada de la desaparición del príncipe y de la Mascarada. Esto es una puta mierda.