Partida Rol por web

La autopista de las dunas discurría elevada por encima de los barrios pobres de Chicago, el movimiento era continuo la gente tenía que ir a trabajar y todos los coches se dirigían hacia chicago, el único coche que avanzaba a contra corriente era el flamante mercedes de Sebastián. ¿Habrían hecho bien al marcharse de Chicago? Pronto lo sabrían… El cielo empezaba a clarearse lo que indicaba que el sol estaba a punto de salir, pero aún quedaba tiempo para llegar a los refugios cómodamente.

Reese le pidió a Sebastian que parasen en la estación de tren de Chicago. Allí, perfectamente aparcadita, estaba la pick up del poli paleto, que pese a no ser un genio de la política había supuesto que tendrían que huir de la ciudad con los colmillos retraídos en las encías. No había sido así, aunque quien sabe qué consecuencias tendría la decisión de ambos y la habilidad política del grafitero impulsivo, el friki tímido y el motero con prontos a la hora de tratar con un príncipe loco y aterrado por sus propios ciudadanos.

-¿Mañana a primera hora en la antorcha?-

Tras eso condujo detrás del mercedes de Sebastian, todo lo que daba de sí su coche, Mejor estar cerca, al menos hasta estar en Gary.

Sebastian conducía todo lo rápido que podía por la via sin poner en peligro sus vidas, lo bueno que tenían los coches caros es que podías acelerar y confiar en ellos.

si, yo dormiré en la antorcha, así que no tendrás que buscarme mucho.

Justo antes del amanecer guardáis silencio esperando oír en el aire el grito de Marcus, James o Thomas al ser consumidos por el sol, pero solo oís el pasar de los coches por las bacheadas calles de Gary. Dormis inquietos, llenos de dudas: ¿Habríais hecho bien al desobedecer al  lugarteniente de Lodin? Hubiera sido mejor ir al campo de los Soldier con el resto y acabar hechos cenizas. ¿Hasta dónde llegarían los poderes de Lodin? Podría materializarse en mitad de vuestro refugio y arrancaros la cabeza con una sola mano. Puede que muchos de las ideas fueran estupideces, pero sabiendo hasta donde llegaban vuestros poderes de "simples neonatos” ¿hasta dónde podría llegar el poder de un antiguo como Lodin?

Al despertar la habitación seguía desierta, ningún príncipe maniático se había materializado en el centro de la misma con ganas de venganza, solo estaba la sed se sangre esa sensación que nunca os abandonaba.

Llegar, o subir desde el sótano de la Antorcha, encontráis a Andre. El Inglesito parece que se ha terminado de levantar, tiene unas inmensas ojeras y el pelo despeinado. ¡Buenos días Jefes! ¿Qué os trae por aquí tan temprano?

Parece que el ghoul en multipropiedad tampoco había descansado mucho. A saber que había hecho durante esas horas.

Asuntos locos no, loquísimos. La gente en cuanto le das un poco de poder se le va la pinza. Reese se va tras la barra de la antorcha, se sirve un chupito de tekila y se lo mete en la boca, paladeándolo unos segundos antes de escupirlo en el fregadero.

¿Has desayunado Andre? Mientras hace esa pregunta pone su propio brazo sobre la barra mientras con la otra mano agarra uno de los cuchillos de cortar limones. Le daba mucho asco abrirse la vena, pero necesitaban a sus ghouls fuertes y desarrollando disciplinas.

Sebastian subió las escaleras del refugio oculto e hizo un saludo a su pequeño ghoul a quien se le quedo mirando durante un momento, cada vez le gustaba mas su actitud y se dío cuenta de que necesitaba a mas como el, eficientes, ambiciosos, leales y útiles. Ashley, André y Cristal eran los que había reunido hasta ahora, y esperaba que en su viaje a Chicago hubiese encontrado dos mas..ahora necesitaba Guardaespaldas, pero eso tendría que esperar

-André, en tu tiempo libre Descansa y repón fuerzas-dijo mientras se metía a su sala de juntas, esperaba que ya hubiesen metido la mesa nueva con esas sillas tan chulas y tan modernas...aunque los sillones de ejecutivo serían el siguiente paso después de todo "la imagen que das importa"

se sentó en su sitio presidencial que daba de cara a la puerta esperó Resse con la mano sosteniendo la cabeza

-No se si estamos jodidos, o si todo es una amenaza vacia, pero deberiamos ir a ver a tu sire...parece que el esta en todos los problemas y todavía continua con "vida"...el podría enseñarnos bastante.

aunque eso no era todo, el vastago todavía tenía que sincerarse

-Resse...con la excursión a Chicago esperaba encontrar a mas "Andrés" y volver a ver a mi Sire....después de lo de ayer, imagino que habrá muerto...-su vista rodó hacia un rincón oscuro de la habitación-no la conozco muy bien pero puedo ver cualidades en ella, inteligencia...Humanidad....astucia...belleza y manipuladora...después de conocer a "mi tio" y mi "abuelo" puedo ver por que me abrazó y por que me dejo aquí, reúno los requisitos para formar parte de mi clan y estirpe y como tal me a dejado aquí para que tome el príncipado de Gary, de esta forma mi triunfo es su triunfo, ya que yo soy su chiquillo y tomar el control de Gary haría que la estirpe de Lodin afianzara todavía mas su poder-hizo una pausa para mirar a su compañero-o eso parecería desde fuera, si Lodin los descubriera, se lo tomaría como una afrenta a su persona...recordare este discurso si me encuentro con esa vieja.

Reese entro en la habitación. Una sala de juntas en un local de stripers, aquello solo parecería más mafioso si empezaban a llevar sombreros de los años 60. Escuchó el linaje de Sebastián, sin terminar de entender todos los matices políticos, ¿Tenia que conquistar Gary para hacer mas fuerte el linaje del abuelo, pero a la vez si el abuelo se entraba se cabrearía, además de ser, al igual que el propio Resse, un chiquillo ilegal creado bajo el amparo de Gary? Era todo muy confuso.

-Sinceramente, creo que todo esto está descontrolado. La guerra Lodin-Mordius no nos compete, salvo por el hecho de que uno es un prepotente que vive con la cabeza dentro de un agujero y para visitarle hay que jugarse la vida en helicóptero y el otro es un pobre desgraciado que acepta a los neonatos en su ciudad y abre las puertas de su casa a todos los vampiros de su ciudad. Por cierto tengo la corazonada de que es el sire de James.

Creo que tenemos que trabajar para nosotros mimos, la idea de que tú te hagas con el control del ayuntamiento de Gary y yo con la policía ya no lo veo como una alternativa interesante, sino como una necesidad para garantizar nuestra propia supervivencia. Necesitamos llenar esta ciudad de ghouls entrenados y poderosos.

Se movió en su silla, pensativo. –Mi sire estaba en chicago ayer, no sé si habrá vuelto a Gary. Por cierto voy a poner en aviso a mi hermano adoptivo de que hay movimiento político, quizá el pueda contactar con Jugler o mandarnos algún dato.

 

Mensaje para Damien:

La misión que nos llevo a chicago no ha terminado del todo bien. Ignoro la magnitud del desastre, pero mantente alerta. Te mantendré informado.

Andre mira con incredulidad a Resse, no era normal que su jefe se abriera las venas y le invitara a desayunar, pero tampoco sus jefes eran normales. El inglesito cogió el vaso y apuro el contenido. Mi tía abuela se sentiría orgulloso de mi, cuando era pequeño me negaba a probar los pasteles de carne porque llevaban sangre, ahora ya puedo decir que me gusta la sangre. Después del chite ingles sin gracia, se relamió los restos de sangre de los labios y se enjuago la boca con agua. Me gusta el sabor, es mejor que un Chivas Regal, pero no puedo servir a los clientes con la boca llena de sangre. Pobre Andre esclavizado a unos monstruos que tenían control total sobre su vida, aunque pensándolo mejor la vida de Andre no estaba nada mal. Podía disfrutar de los placeres de ambos mundos sin sus desventajas tenia los poderes vampíricos, era inmortal y aun podía seguir disfrutando de la comida, la luz del sol y los placeres mundanos de los humanos; solo a cambio de perder parte de su libertad.

Efectivamente ya habían cambiado la mesa, pero la antigua mesa con los arañazos de Claudette descansaba sobre una de las paredes. La viaja mesa era de Marcus y al parecer el friqui no había venido aun a buscarla.

Todo era muy confuso, una guerra entre dos príncipes, amenazas, luchas de poder linajes interminables… todo parecía de novela, hasta los personajes protagonistas: un grupo de neonatos recién llegados a la ciudad. Ahora tenían dos opciones: quedarse llorando escondidos en su lujosa sala de reuniones nueva o tratar de sacar provecho a la situación. Entonces el destino decidió por ellos, el móvil de Resse comenzó a sonar en la pantalla se podía leer “DAMIAN”

Descuelgas el teléfono y al otro lado de la línea suena la voz de adolescente pedante. Hola piltrafilla. ¿Qué tal te va? Creo que mal. Bueno, puedes contármelo dentro de un rato. ¿Nos vemos en media hora en las viejas Bodegas de U.S. Steel?.

Entonces se hace un silencio en la línea. Ah, otra cosa, justo te iba a llamar para contártelo: hay alguien que quiere conocerte. Tráete un coche habrá que moverse.

Reese hace un amago de sonrisa ante el chiste. -Yo odiaba el puto apio, y al final me he salido con la mía. Siete años sin ese vegetal maldito.

Respondiendo al telefono: No tan mal, aun no me han cortado la cabeza ni las pelotas, así que todo va bien (…) Alli estaré.

¡Qué rápido!-Comenta al ventrue cuando cuelga. –Me ha dicho de quedar dentro de media hora en unas viejas bodegas, que me va a presentar a alguien que quiere conocerme. Supongo que te apuntas.

Sebastian hundió la cabeza entre sus manos ante el repentino torrencial de chistes malos, con toda su inteligencia nunca hubiera pensado que podrían torturarle hasta la eternidad a base de gracias sin gracia

-Esa es la idea...voy a por el coche-algo le decía que ir en su coche no era inteligente pero...podía comprarse otro y era mejor en multiples escenarios.

No es difícil encontrar las bodegas de Bodegas de U.S. Steel, era un almacén abandonado de los yermos, y además Resse ya conocía el camino. El viento aullaba con fuerza en el interior de la nave industrial, el aire arrastraba algunas hojas de periódico. En el interior del almacén en una de las paredes hay un grafiti de principiante, solo una frase escrita, aunque el diseño es muy sencillo en la distribución de las palabras y en la formas de la letras logran algo de belleza. El mensaje dice.

La antorcha ya no puede ser mía por más tiempo, si la deseas, ven a mí.

Allicia.

Contemplando el grafiti esta Damian con su chaqueta de cuero y pantalones de pitillo ajustados. El niño que le acompaña el otro día en la vieja fábrica de cervezas no estáhoy. Alguien debería de borrar ya este mensaje o al menos cambiar el mensaje. Juggler ya me informo que ese putiferio te pertenece. Dice a modo de saludo, luego se gira y ve a Sebastian. ¡Anda! Si traes compañía… ¿Dónde has dejado al resto del grupo?

Bueno al grano, uno de los peces gordos de la ciudad quiere verte. Damian mira fijamente al Resse con una media sonrisa. Le impresiono tu “idea” de gobierno de la ciudad durante el griterío…. y es bastante raro impresionarle. ¿Qué? Aceptas la reunión. Luego mira a Sebastián otra vez. Tú también puedes venir, no creo que le moleste tu presencia. Hueles bien, podrías servir de ambientador.Añade con tono ironico.

Sebastian se mantuvo en un segundo plano al lado de Resse en todo momento, evaluaba el estado de la fabrica y sus posibles utilidades para el modelo de su ciudad en cuanto al pequeño cabrón...se limitó a sonreir ante su osadía

¿como se atrevía a hablarle de esa manera? una orden suya y usaría uno de los hierros para empalarse a si mismo

sin embargo centró su atención en la "idea" de Resse, la imagen de su amigo siendo un Lider pólitico le atrajo bastante.

Reese se alegró sinceramente al ver a Damien. Aunque adoptado, eran familia.

Juggler ya me informo que ese putiferio te pertenece.

-Lo tengo en multipropiedad, con tres compañeros de juergas.

¿Dónde has dejado al resto del grupo?

-El resto del grupo decidió seguir adelante con el plan de ver al príncipe. Anoche justo antes del amanecer fueron al estadio a subirse a un helicóptero para ir a ver al jefazo de chicago a donde sea que tenga enterrada la cabeza. Aunque la carta que debíamos entregarle fue confiscada por uno de sus lugartenientes que dijo que mejor no encabronarle con ese asunto. Así que no tengo muy claro que van a decirle o hacer. Supongo que estarán lamiéndole el culo para calmarlo la mitad del tiempo y metiéndole el dedo en el ojo con su forma de ser la otra mitad.

¿Qué? Aceptas la reunión.

Sí, claro. Tengo curiosidad por ver de quien de los presentes se trata. Y ahora mismo, cada aliado cuenta. Tengo la sensación de que las relaciones Chicago-Gary no van a ir a mejor. Aunque más alla de mi idea de organizarnos como cuando estábamos vivos, no sé que más le puedo ofrecer.

Hueles bien, podrías servir de ambientador.

Se llama Sebastian. Sebastian, este es Damien. No te equivoques –dice dirigiéndose de nuevo al aparentemente más joven- No es un pijo estirado de pacotilla, es un tío legal y me ha ayudado un par de veces. Además de que organiza unas juergas impresionantes.

¡Joder que putada! Todo lo que se refiera a Lodin y sus lameculos particulares es una gran puntada. Lo mejor que podéis hacer ahora es escurrí el bulto y hacer como si no hubiera pasado nada. La solución de Damian parecía bastante lógica, pero algo cobarde. Bueno, seguro que el “Doctor” os puede ayudar o dar algún consejo, tiene peso en el gobierno de la ciudad, os espera en la facultad de ciencias políticas de la Universidad de Chicago. Hoy tenía un seminario… Damian pronuncio la palabra “seminario” de forma rara, parecía que el joven vástago no conocía el significado de la palabra.

Ah, Sebastian, no pretendía ofender. Si eres amigo de Resse también eres mi amigo. Hoy en día es difícil encontrar buenos amigos. Dicho esto Damian se despidió y empezó a caminar hacia una moto aparcada en uno de los laterales de la nave industral.

Lo mejor que podéis hacer ahora es escurrí el bulto y hacer como si no hubiera pasado nada.

Ojala sea tan fácil, en cualquier caso ten por seguro que intentaremos que esto nos salpique lo mínimo posible. Cuando tenga más noticias te iré poniendo al día.

Cuando el "muchacho" se aleja contempla a Sebastian, con una sonrisa de entendimiento. -Cuando lo conocí pensé en matarlo con mis propias manos, pero al final me cae bastante bien. Supongo que eso de ir en plan pasota y faltón es algún tipo de mascara o protección… ¡que cojones! el psicólogo eres tú, seguro que sabes el nombre de eso. En cualquier caso ¿te apetece ir a un seminario de ciencias políticas? Aunque solo sea por hacerme una foto dentro de la universidad y mandarla al pueblo, merecería la pena.

Sebastian no se lo pensó mucho-ok, ¿vamos en mi coche? o prefieres coger el tuyo? dijo mientras caminaban de vuelta.

En el que prefieras. Me llevo mi arma y las esposas en cualquiera de los dos casos. Aunque espero que en esta ocasión los naturales de Chicago no toquen mucho los cojones. Con un poco de suerte solo veremos al misterioso profesor.  

Camina a su lado de vuelta, atento a las esquinas oscuras del yermo. 

Cuando pase esta tormenta tenemos que retomar las clases de disparo y "vampipowers" hay que estar preparados para lo que nos echen. Era una suerte contar con el apoyo de Sebastian. Cuando le pidió a Mordius la corona pensó que había perdido al norte, pero quitando a aquel incidente, se podía contar con él. Menos para las misiones suicidas en helicóptero, y eso era un pro, no un contra. 

-Si no te importa, me gustaría parar a tomar algo de camino, se me pone un humor muy malo cuando tengo sed.