Partida Rol por web

James y Thomas empuñaban sus armas a ambos lados del pasillo, esperando pacientemente a que los intrusos llegaran a la bifurcación del pasillo. Cuando el primer intruso llego, ambos salieron de sus escondites y le encañonaron con las pistolas. Aunque les podía caer mal el policía  rubio, esa no era manera de saludar a un amino. El primer desconocido era Resse, justo detrás estaba Damian, el chico de ego desmedido, que llevaba puesto un sombrero de ala ancha muy parecido al que llevaba el Sherrif. No había rastro de Sebastian ¿Dónde se habría metido? ¿El ventrue habría transcendido de plano y ahora sería un montón de cenizas en el bolsillo de Resse?

El chico de aspecto joven miro a ambos lados. ¡Creo que ya estamos todos! Podéis bajar las armas.

En cuanto oigo la voz de Resse asomo la cabeza. Hombre Resse cuanto tiempo tienes que decirnos que has estado haciendo  y por cierto ¿ Donde está Sebastian ?

James no bajó el arma y se mantuvo en una postura rígida. ¿Qué cojones pasa aquí? ¿Qué quieres tú ahora? preguntó mirando fijamente a Damien. A james no le gustaban los giros de guión. Desde que llegó a la ciudad eran los giros de guión los que le estaban fastidiando la existencia. ¿Y el sheriff? Acabó preguntando recordando que les había estado esperando fuera y no había vuelto a saber de él.

¡Ey calma, todos! Damien es mi hermano, vampíricamente hablando, y es un tío legal. Sebastian nos espera afuera tenemos un coche y una moto para largarnos de aquí y el sheriff esta cómodamente estacado en el maletero. Hemos oído disparos aquí dentro, ¿ha ocurrido algo? ¿Estáis bien?

Si no hay peligro, creo que lo mejor sería que nos reuniéramos con Sebastián, no quiero tener que contarle todo de nuevo al niño pijo del grupo. Dijo Damián que salió hacia la puerta para avisar a Sebastián.

La puerta principal del 7-eleven esta forzada y abierta, esta da a un pasillo de dos unos metros se bifurcaba a derecha y ha izquierdas en forma de “T”, en el tramo de pasillo que ves no hay puertas. Parece que alguien ha remodelado completamente el interior del supermercado, levantando paredes. En la bifurcación del pasillo esta todo el grupo, incluido Damian.

Sebastian entró con paso seguro observando todo a su alrededor

-¿Que me e perdido?

Antes de dejar el lugar se acordó de los policías que tenían atados. Joder... Esos tiros han sido fruto de un encontronazo con unos polis. Polis que si no tenéis alguna mierda de habilidad vampírica para borrarles la memoria vamos a tener que liquidarlos porque nos han visto el careto a los tres. Dijo señalando a Thomas y a Marcus.

¿Y qué es eso de que nos piremos? ¿Qué puto plan tenéis en mente? Porque estacar al Sheriff y jugársela a los putos dirigentes de esta mierda de ciudad no lo veo un buen plan, ni siquera lo llamaría plan.

Lo siguiente fue una serie de murmullos incoherentes de claro enojo de los que se podía entender ligeramente palabras malsonantes de todo tipo.

Guardo la pipa mirando fijamente a los recién llegados, al parecer han pensado con los huevos en vez de la cabeza, es decir, han venido y la han liado sin pestañear. Aunque no puedo evitar reirme un poco.
-Bueno, me da que no nos quedan muchas opciones. Los siguiented objetivos son Ballard y Neally. Habrá que planearlo bien, no dejar cabos sueltos y lo aprovecharemos en nuestro beneficio. Puede que al final Chicago acabe siendo una ciudad independiente después de todo. Muy bien Sebastian, tú eres el psicólogo, mira a ver qué puedes sacar en claro de los polos y ya, si fueras capaz de borrarles la memoria, mejor que mejor, nos queda por mirar unas cuantas habitaciones echadnos una mano, anda. Tenemos que cubrirnos las espaldas.

Yo subo a ver al Sheriff, cuando ninguno me vea.

Sebastian miró a los policías amordazados y luego escuchó al martin lawrence con rastas y a Harry "el sucio"

-Esto es algo raro...el Sheriff dio a entender que estos eran sus hombres...bueno me llevo a uno y luego al otro...

El vastago movió al tió hasta un punto alejado para poder funciónar a gusto

"esta noche, tu compañero y tu os aburriais con vuestra patrulla y se os ocurrió que podríais leerle sus derechos a alguna fulana, el plan fue bien la detuvisteis y la llevasteis al 7-Eleven para darle plomo, sin embargo os visteis sorprendidos por un grupo de grafiteros y tras amordazaros se fueron, hasta que unos buenos ciudadanos os encontraron y os liberaron. Puedes recordar claramente esos últimos momentos cuando las sombras de 5 hombres entraban y la alegría al ver que iban a ayudaros."

-El plan es liarla parda en esta ciudad. Sin príncipe, sin sheriff y con nuestra ayuda, los anarquistas pueden hacerse con el control, o al menos establecer un orden en el que sea la primogenitura y no un único dictador quien controle la ciudad. Es justo y además aflojara las pretensiones de Chicago sobre Gary. Si queréis desatas… dessestacasmo… deses… le quitamos la estaca al sheriff y jugamos a ser sus putillas en el juego “encuentra al príncipe y pringa tanto si aparece como si no”.-

Mientras hablan Reese no quita ojo al coche, a traves de la puerta.

Ves que va a ser imposible acércate al coche sin que Resse se dé cuenta, tendrías que intentar alguna escusa.

¿Ballard? Rápidamente te bien el recuerdo de quién es ese tipo, Mariane te comento que era un vampiro gordo y seboso aficionado a la comida, pero su descripción no era lo realmente importante. También te comento que era el primogénito del Clan Ventrue en Chicago, y como todo ventru de Chicago era chiquillo de Lodin.

Los policías asintieron a las palabras de Sebastian como un par de autómatas.

¡Yo me apunto a liarla parda! Llamemos al vigorexico y a sus amigos, que traigan unas cervezas. ¡Hoy le prendemos fuego a Chicago! La voz de la juventud y el desenfreno estaban presentes en Damian, pero el prenderle fuego y desatar el caos en una ciudad puede que no fuera una buena opción. El príncipe y el Sherrif estaban fuera de juego, pero había otros muchos vampiros poderosos en juego sobre el tablero, sin ir más lejos, Ballard y Neally. ¿quien era  Ballard? Y Neally a diferencia del Sheriff, no era un palurdo sureño con dos dedos de frente y el cerebro derretido, Neally parecía astuto y no daba un paso en falso.

Niego con la cabeza, puede que tengan muchas ganas de liarla en la ciudad y a decir verdad me da bastante igual lo que puedan hacer con Chicago. Como tengo dicho, no me gustan las ciudades y menos sus desencantos políticos. Pero henos dado unos pasos que si los dejamos en el aire serán nuestra perdición.
-Ahora no podemos desestacar al Sheriff o seremos cenizas antes o después. Acabemos de registrar el sótano, y Preparemos algo que enfoque la atención de Neally y Ballard lejos de nosotros. Dejaremos el coche del Sheriff cerca del "brote satánico" con un puñado de cenizas en el asiento del conductor. Le diremos a Neally cuando se entere de la desaparición del Sheriff que nos separamos para abarcar más terreno. También necesitaré que alguno me lleve a por mi moto, así podremos volver a reunirnos rápido. Antes de que desatéis el caos, lo mejor es asegurarse de que tendrá en el efecto que deseáis, de momento quedan dos cabezas visibles de la camarilla, si las cortamos más se unirán a vosotros. Así que esperad a que planeemos algo con cabeza y Chicago será lo que deseáis que sea. Mientras tanto evitaremos decir que nos hemos reunido, es una ventaja que no quiero desaprovechar. Creo que lo mejor sería ir a comprobar el cadáver que sacaron de aquí. Voy a ocuparme del Sheriff.
Salgo de la tienda hacia el coche.

Mi intención es diabolizar al Sheriff, por información que pueda tener que no nos haya dado y para darle muerte definitiva. Porque desestacarlo sólo nos traerá más problemas, y porque así pueden señalarme como asesino y les quitó al resto ese peso de encima.