Partida Rol por web

Bien, parece estar todo en orden - dice Grigor, tras examinar detenidamente la documentación que le han facilitado y devolvérsela al sargento para que los reparta a sus propietarios.

Ahora mismo, el camarada coronel no puede recibirles. Quizás podamos seguir esta conversación en el interior - le dice, mientras les hace un gesto invitándoles a entrar - Si me dicen que necesitan para comenzar con las reparaciones, me encargaré de proporcionárselo mientras ustedes de calientan con una taza de té. 

La idea de salir del campo abierto y entrar en uno de esos edificios os resulta a todos muy agradable. Aunque dentro del barracon seguramente siga haciendo frío sin duda se estará mucho mejor que aquí fuera.
Los miembros del almacén del ejército rojo 945 inician la marcha hacía el edificio cercano que parece ser la residencia de los soldados. Al abrir la puerta os sorprende un fuerte olor a humanidad, mezclado con otro tipo de olores de dudosa procedencia, pero al menos el interior os resulta agradable en comparación con lo que había fuera.

Los soldados se mantienen calientes usando mantas y vodka. Hay gente jugando a la cartas, un grupo de valientes están haciendo duelos de pulsos, un par de soldados se entretienen lanzando su cuchillo sobre una pieza de leña, y hay algunos que están cantando canciones populares sin mucho acierto. Sin embargo al veros entrar los sonidos bajan en intensidad y os ofrecen una mesa así como un te caliente.

La visión del exterior no era muy buena, pero cabía resaltar que el interior tampoco estaba para hacer una fiesta. A saber cuánto tiempo llevaran estos aquí encerrado… señor.
En cuanto me ofrecieron sentarme y el te acudí rápidamente a la mesa, deje caer todas mis cosas al lado mío y eche mano de la taza caliente. Por un momento casi olvide el trabajo.

Le di un largo trago y estornude, casi me atraganto. Por poco no me estropeo la maldita garganta… odio los cambios de temperatura. Casi se me sale todo él te por la nariz… que vergüenza.

Me limpie con la manga de la camisa y me dirigí al teniente.
-Si nos dice dónde está la avería, mirare la gravedad y en seguida le diré las cosas que necesito teniente. Dije aun encorvado de frio.

Tras acomodar a los visitantes lo mejor posible y no sin sentir cierto rubor por el desagradable ambiente a humanidad que desprendía el barracón, el teniente se ocupó de que sirvieran una bebida caliente a todos ellos.

Uno de los recién llegados, teniente a juzgar por sus insignias, le preguntó por el trabajo - Bueno, es posible que arreglen las instalaciones después de todo - pensó, esperanzado al ver que no se dedicaban a posponer el trabajo hasta que les fuese posible.

Bien, esperemos a que sus compañeros acaben, si han de venir también y yo mismo les acompañaré. -mientras miraba al resto.

- Muy bien Camaradas, - dijo el Comandante mientras torcía el gesto tras probar aquello que parecían llamar té - pero no nos meta prisa teniente - dijo mirando a Grigor - mis hombres tienen que entrar en calor o no podrán realizar su trabajo.

El comandante sabía que lo necesitaban, las condiciones en que su equipo tenía que trabajar siempre eran difíciles y no podía negarles una tregua tras el largo viaje. Teniente Grigor, - dijo tendiendo un sobre con documentación - que sus hombres preparen el transporte, partiremos en una hora. - Yuri hizo una pausa y miró a sus hombres - Señores descansen y coman algo caliente.

Después de todo el comandante se levantó y tras recolocarse los anteojos hizo un gesto para que el teniente Grigor le acompañara a hablar en privado.

Una vez en privado - Seamos claros Teniente, nuestros servicios son requeridos en toda la zona SurOeste y el comisionado ha tenido en cuenta la solicitud de ayuda desde la Central de Maquinaria Jarzov 37. - miró por encima de sus anteojos al Teniente observando su reacción - Nuestra seguridad depende de sus hombres así que acataremos las ordenes en ese aspecto, pero que no quede duda que el objetivo principal que tenemos es detectar y arreglar el problema en el menor plazo posible.

- En cuanto a los documentos - señalando a los documentos que acababa de entregar al teniente - tenemos ordenes directas de requisar el material de la lista del almacén. Analíce las ordenes y haga que sus hombres carguen el material en el transporte, - hizo una pausa - tras finalizar nuestro trabajo ese equipo se vendrá con nosotros a nuestra siguiente destino en Krasnya donde deben estar esperándolo.

Petr captó enseguida las intenciones del comandante y estuvo a punto de salir tras ellos, pero estaba demasiad cómodo en un asiento que probablemente no recuperaría si lo abandonaba. Además, siempre le divertía hacer que el teniente y el comandante se contradijesen... tal y como había aprendido en la Central Política hace algún tiempo.

Entendido, camarada comandante - respondió inmediatamente el teniente Grigor, tras examinar los papeles y comprobar que todo estaba debidamente sellado y firmado - sirvo a la Unión Soviética.

Grigor meditó un momento sobre el siguiente paso a dar. Su coronel estaba indispuesto, pero él no tenía el rango suficiente como para poder prescindir de hombres sin comentárselo y mucho menos si era por una buena temporada.

Si me excusa un momento, iré a comentárselo al camarada coronel Yegevni y que él disponga de los hombres que le han de acompañar en su misión. ¿Hay algo más que deba comentarle?

Si me excusa un momento, iré a comentárselo al camarada coronel Yegevni y que él disponga de los hombres que le han de acompañar en su misión. ¿Hay algo más que deba comentarle?

- Mis órdenes son presentarme ante el Coronel Yegevni y hacerle llegar una información, querría reunirme con él para compartir y validar el objetivo de nuestra misión, si fuera posible. - hizo una pausa - ¿ Está indispuesto ?

Efectivamente, el camarada coronel se encuentra indispuesto en estos momentos. Le anunciaré su llegada y esperemos que pueda recibirle. - No comenta mucho más, tampoco tiene sentido decirle que el coronel no ha abandonado su letrina en tiempo. - Seguramente quiera hablar con usted y ver como atiende a las órdenes lo mejor posible si su estado se lo permite.

Ahora, con su permiso, voy a informarle. - mientras espera la venia de su superior.

Entramos dentro, alía horrible pero al menos se estaba mejor, nos preguntaron por que cosas podíamos necesitar.

- Sólo sabemos que es un fallo en la comunicación con la Central de Maquinaria Jarkov 37, si disponen de un plano de las instalaciones eléctricas del lugar en verdad que nos sería de utilidad.

En caso de necesitar herramientas también las pediría, eso según lo que se soliese hacer en estos casos.

Enarqué una ceja con la conversación que querían mantener el privado el teniente y el comandante, pero no le di mayor importancia. Si había que estar preparados en una hora, así sería.

Cuando el teniente Fyodorov y el comandante kopolev se apartan para hablar en privado os miráis los unos a los otros en silencio. Casi como si os espiarais entre vosotros por ver quien esta más interesado en saber de que estarán hablando.

Ya empezando a cansarse un poco del secretismo (aunque eso por aquí está a la orden del día) Petr se levanta, resignándose al fin a perder su asiento y se acerca hacia donde está conferenciando el comandante, a quien aparentemente le dice alguna cosa.

-¿Hay alguna cosa que debería saber?- pregunta al llegar Petr en un tono bajo pero firme.

El comandante estaba hablando con el teniente. Seguro que tendríamos que ponernos a trabajar ya. Maldita sea, apenas siento las manos aun. Como tenga que coger un solo alicate ahora no estoy seguro si podré hacerlo.

-Odio este frio. Dije un poco en alto, lo suficiente para que Triepinov me escuchase. Cosa que lamente enseguida.