Partida Rol por web

Esta noche promete ser una gran noche, la reina de Primavera ha reservado el Dorado, uno de los casinos mas lujosos de Barcelona, para uso personal esta noche, normalmente un lugar neutral para todo los Perdidos de cualquier corte, Jennie se ha tomado el "privilegio" de usar las instalaciones para celebrar una gran fiesta y festin entre perdidos de Primavera, tanto para antiguos como jovenes. Y es que, en un lugar que desborda codicia y celos a doquier ¿Como uno podria quedarse sin hambre?

Hara unas 24 horas, habeis recibido una tarjeta dorada con bordes verdosos-hiedra, que os invitan con grandes letras a presentaros en el lugar con vuestro mejor traje de gala, o lo mas parecido que tengais a mano, firmado por la misma Jennie. Y si algo aprende uno rapido en la corte de Primavera, es que no es de sabios o gente sana rechazar una invitacion de la misma reina.
 

Macario tomó la invitación y, como siempre le pasa, su cara empezó a cambiar con los recuerdos de la gente que conocía que frecuentaban El Dorado...  Y la revista aquella de modas, y lo que pensaba que hacía que la gente quisiera usar máscaras de ropa sobre su piel, y que si alguna vez se modelarían los ánimos.  Y pues hay "designer drugs", ya, ¿no?  Un poco triste por ello, salió caminando.     Mejor una risa bien ejercitada que una liposucción del alma

.

Pero alzó la cara.  Iba a conocer al resto de la corte, a los otros que aun no había visto o platicado bien con ellos, desde que se unió aquella tarde lluviosa.     Vamos puesn.

No hacia demasiado que Miriam había llegado a la corte de Barcelona pero ya se había ganado alguna que otra amistad, y es que su optimismo y ganas de ayudar eran contagiosos.

Cuando llego a la fiesta, lo hizo como siempre vistiendo un hermoso vestido blanco, mas elegante que sensual, no mostraba mas carne de la necesaria pero resaltaba sobremanera el bonito azul de sus ojos. A pesar de ello su llegada siempre se hacia notar, al son de la animada canción que sonaba a su llegada la mujer comenzó a moverse por la pista, era como la nieve de primavera hermosa, extraña y no podías dejar de mirarla pues si apartabas la vista se podía derretir y desaparecer antes de que te dieras cuenta.

Saludo con educación y alegría a todo con el que se encontró, y se dirigió a la mesa que tenia asignada con una copa.

Hola Miriam, ¿cómo va todo?

Ya estamos a la mitad de la primavera, ¿no?  Cómo vuela el tiempo... -se vieron alas en las cienes de Macario...

2 de mayo de 2013, 22:54

La gran cena de Primavera, o habria mejor que decir, el gran buffet de Primavera. Quizas algo demasiado simple y mundano para requerir ir de gala, pero que no engañen las aparencias, pues bien podria llamarse la Cornucopia de Primavera.

En la reservada zona de buffet para los Perdidos, decorada con guirnaldas verdosas y doradas y estatuas de hielo de figuras heroicas de cuentos de hadas, incluidos aquellos nunca contados a humanos, se despliega un sin fin de comida para coger y servir a si mismo en todo momento y sin limite alguno, y la cantidad no desvaloraba la calidad, en las bandejas servidas, se intercalaban delicatessen como pate de pato de primera calidad importado del extranjero, hasta comida comun hecha por expertos artesanos como pizzas con queso derretido cuya fragancia harian salivar hasta aquellos intolerantes a la lactosa, incluso se habian incluido delicias exclusivas al mundo changeling, como piezas de tarta hechas por frutas goblins compradas del mercado.

No habia mesas indicadas, en su lugar, los cortesanos podian elegir donde quisieran estar sin preguntar, eso permitia que estos se mezclaran entre ellos  sin importar status y pudieran cambiar de acompañantes entre plato y plato, aunque algunos habian eligido favoritos para el resto de la noche, y si uno se aburria, siempre podia volver a la sala de juegos de casinos, para alimentarse de las emociones de los mortales y compartir la adredalina del juego junto a ellos.

Solo habia una cosa que no encajaba en esa cena, o quizas encajaba demasiado, un elegante y estirado Perdido vestido de mayordomo esta hablando con unos guardias y sirvientes de Primavera, estos parecen algo nerviosos y respetuosos ante el Perdido, pero insistiendo algo sobre "fiesta privada" a cada instante.

Macario se le quedó viendo al vestido de mayordomo.  ¿Sabía quien era?   Si, si, es... 

Miriam, ¿lo reconoces?

La joven se alegro de ver a Macario, y le saludo con un beso en la mejilla cuando este se acerco.

-El tiempo vuela como se suele decir, que bien que estés por aquí, es genial que Jennie organice todo esto y nos haya invitado a la corte entera, es muy amable ¿no te parece?

La conversación se vio interrumpida por la charla entre Salazar y los guardias, sin duda su aspecto, y su insistencia, atraía las miradas.

-Pues... -Miriam se quedo pensativa unos instantes, se llevo el dedo indice bajo los labios.- Sin duda su aspecto me resulta familiar... Bueno, piensa que yo tampoco llevo mucho tiempo aquí, aun no conozco a todo el mundo. ¡Eh! ¿Crees que deberíamos ir a hablar con el?

La última frase la pregunto entre emocionada y divertida.

Si, vamos a ver que quiere...

y la tomó del brazo; dos agraciados de primavera caminando juntos, algo para voltear a ver... 

Buenas noches, Macario saludo a los guardias y sirvientes de primavera.  ¿Podemos ayudar en algo? -buscó absorber parte del glamour de su confusión, esa duda entre respeto y obedecer órdenes, esa sensación de estar entre la espada y la pared, aunque fuera su trabajo.

Macario vio de reojo hacia la fila, por si alguien venía con Salazar.  Lo voltea a ver sonriente, amable.  ¿Sal? ¿Azar?  Dos cosas que juntadas sin querer nos darían... o un mar para ahogarnos, o un limón al que le faltara un tequila, o a la esposa de Lot.    

¿Alguna de estas es esta situación?

Sal al-azhar -dijo como haciendo un saludo árabe.  Sal al azar, entra al azar. -señaló a donde estaba jugando la gente. 

¿Que se busca, que se encuentra?

¿No vienes a la fiesta, verdad?  -lo miró curioso.  ¿A dejar un recado para Jenny?  

¿Se lo podemos dar nosotros?  

Palmeo con cariño la mano de Macario que estaba rodeando su brazo.

-Macario cielo, debes dejar a los demás hablar también, no queda bien que uno monopolice la conversación por muy atractivo que uno sea. Y sobretodo antes de ofrecerte a realizar nada, se deben hacer las presentaciones pertinentes.

Sin perder la sonrisa, dirigió sus claros ojos sobre el hombre que vestía como un mayordomo.

-Saludos señor Salazar, no se si me conocerá, soy Miriam White, musa de la corte y mi excitado compañero es Macario, ¿Podemos ayudarle?

Salazar miró a Macario con una mirada inexpresiva, fría y casi artificial; los chistes con su nombre no le hicieron ni pizca de gracia, y procuró memorizar bien la cara de aquel chiquillo impertinente para futuras ocasiones.

Su compañera parecía mas educada, así que se giró hacia ella y esbozó la sonrisa más leve de la que era capaz, que apenas se diferenciaba de su rictus de cera habitual.

- Encantado, señorita White. Estoy aquí como Magistrado de la Máscara de Cera, no como representante de la Corte de Otoño. Simplemente he venido a hacer un memorandum de este acontecimiento festivo para los archivos de nuestra orden. Si pudiera hablar con su Majestad Jennie Fénix...

Sin perder la sonrisa, ni apartar la mirada de su interlocutor Miriam respondió.

-Por supuesto, seguro que no hay ningún problema en eso. -Añadió haciendo gala de su habitual optimismo.- Macario, ¿Te importa ir a avisar a su majestad? Yo acompañare al señor Salazar, hasta que pueda ser atendido.

Con delicadeza, Miriam se soltó del brazo de su compañero para que pudiese ir a cumplir su cometido.