Partida Rol por web

Jotun y Blancanieves salen de las dependencias de los esclavos de servicio, y buscan un lugar donde enterrar a su compañera muerta.

Este es el jardín que se ve desde vuestra ventana.

Jotun cerró la puerta tras él. No quería que el ama le echara la culpa si alguien se fugaba. Observó a su alrededor, buscando un buen lugar donde cabar el espacio. Quizá Blancanieves tuviera alguna idea.

Sigo a Jotun llevando la pala, mientras el lleva el cadaver de mi antigua compañera en sus brazos, como si no pesara nada.

Ni siquiera sabía su nombre musito en un susurro su nombre de verdad. No quiero que esto se repita nunca mas. ¿tú como te llamas Jotun?

Jotun seguia cabando y cuando le preguntaron, paró un segundo, para luego continuar cabando en silencio. Cuando habian pasado unos minutos. Jotun habló, con una voz ronca, poco habituada a hablar.
-Jotun, solo Jotun, ya no recuerdo mi nombre... ni como era... antes de Jotun... Se que no era tan grande, y mi piel, era mas clara y suave.- Se tocó los cuernos de la cabeza. -El gigante llegó y ya no quedó nada de lo que fuí. Pero eso ya no importa, ahora solo queda Jotun... Y no puedo hacer nada por cambiarlo... -
Terminó, con una triste y melancolica voz.

Yo... yo si lo recuerdo. Aun recuerdo muchas cosas, aunque otras las estoy olvidando. Me iba a casar ¿sabes? Me pregunto que pensaria mi novio cuando desapareci.

Señalo un arbol bastante grande. Ahora sus ramas están desnudas, pero cuando llegue la primavera se pondra verde y frondoso, y sera un buen lugar para que Cenicienta repose.

Creo que ahi estara bien. Aunque imagino que lo que ella habria querido es regresar y descansar en paz junto a los suyos.

-Regresar es imposible. Solo un sueño para los que aun tienen esperanzas.- Depositó el cuerpo al pié del arbol y comenzó a cabar con sus fuertes manos, como si la tierra, fuera simple arena.
-Las puertas están cerradas. Y nuestros carceleros son los unicos que tienen la llave.-

Me revuelvo en mi cama algo inquieto, pero cuando empiezo a oír voces en el exterior abro los ojos y presto atención. Soy demasiado curioso por naturaleza, creo recordar que tiene algo que ver con lo que era antes de llegar a éste país de las hadas de pesadilla.
Tras un rato acabo por levantarme de la cama y abro la ventana de la habitación, observando y escuchando a través de ella a dos de los changellings de la casa. Están enterrando a Cenicienta...

-Psst, psst- es lo único que musito para que se den cuenta de mi presencia, sujetándome a los barrotes que rodean la pequeña ventana a través de la cuál les miro.
-Claro que podemos hacer algo para cambiarlo- digo en respuesta a las últimas palabras de Jotun, hablando entre susurros -Si nos unimos, podremos...- dejo la frase en el aire esperando la reacción de ambos expectante.

-¿Unirnos?, hablas como si hubiera esperanza. Pero no la hay. Mas alla de estas puertas se encuentra un mundo para el que no somos nada. Y mas alla, una barrera terrible e impenetrable, y mas lejos aún, un mundo extraño y desconocido... Unirnos no nos hará mas fuertes... - Terminó la zanja, y suavemente dejó a ceniciente en el fondo. Con sus manos llenas de tierra acarició su frente...

Miro a Jotun sin comprender cual es el origen de su pesimismo, y luego alzo la vista hasta la ventana.

¿Tienes algun plan? pregunto sencillamente.

-Jotun, aquí tampoco somos nada, somos menos que eso, esclavos... Reconozco que aunque consiguiéramos salir de este sitio las cosas serían difíciles y tendríamos que escondernos, pero seríamos libres... Y nos tendríamos los unos a los otros, Pianista está conmigo también- miro a Jotun expectante y después a Blancanieves.

-Eso dependerá de quién se una a la causa, pero no va a ser fácil, eso está claro... Debo hablar con Kena, aunque sé que será difícil- mi ceño se frunce un poco pero enseguida vuelve a serenarse nuevamente.
-Jotun, sé que no querrás tener que volver a enterrar a ninguno de nosotros con tus propias manos, la única forma es saliendo de esta cárcel.

Jotun escuchó las palabras llenas de esperanza de sweety, resbalan por la carcasa de tristeza y autocompasion del gigante, que se había fabricado el mismo desde que dejó la arena.

Cita:

Y tras estas palabras, el gigante se miró las manos, llenas de barro, ligeramente temblorosas.

-No...- Estuvo callado unos instantes. Cerró ambos puños como rocas, y ya no temblaban. Levantó la mirada a Sweety, sus ojos negros tenían un brillo rojido que nunca habían visto antes.
-No, Sweety. No tendré que volver a enterraros a ninguno...

Los ojos se me humedecen al escuchar el elocuente alegato de Sweety.

Entonces ¿lo intentaremos? pregunto a Jotun Yo... no se que podre hacer. Pero tal vez consiguiera ayudar a ganar tiempo distrayendo a los amos.

Te deslizas con sigilo sobrenatural entre las sombras de los muebles de la habitación, y te acercas a otra de las tres ventanas enrejadas que hay en la habitación, desde donde escuchas todo lo que ocurre.

Sweety, concentrado en la conversación, no parece percatarse de tu presencia, mientras que Pianista continúa dormido.

-No te preocupes por lo que puedas hacer Blancanieves, tu apoyo y tu presencia son suficientes, nadie va a pedirte que hagas su trabajo. Con que informes a Bella será suficiente- la miro tiernamente al verla tan afectada, probablemente ellos se sientan mucho más desdichados que yo. No tengo muy claras las condiciones de vida que tienen pero sé que son peores que las nuestras.

Después miro con algo más de seriedad a Jotun, el brillo de sus ojos es extraño, pero no demasiado tranquilizador...
-Entonces, ¿estás con nosotros?- pregunto aún dubitativo respecto a la decisión de mi corpulento compañero. Espero que nos apoye, no me gustaría dejar a nadie atrás pero cada uno debe decidir su propio camino.

-Estoy-
Recogio un puñado de tierra entre las manos. Espero un momento largo. Y dejó caer suavemente la tierra sobre el cuerpo. Despues, continuó la desagradable tarea, metodicamente. Sin mirar el cuerpo de Cenicienta.

-Entonces contamos con tus fabulosas llaves, mañana intentaré hablar con Kena, Blancanieves habla con Bella a ver qué te dice... Gracias a los dos, juntos seguro que podemos conseguirlo- sonrío satisfecho y más contento que hace un momento. Me encantaría poder vernos a todos libres de este lugar aunque fuera en una sucias alcantarillas... No tendríamos que enterrarnos unos a otros ni ejercer tareas que no nos son agradables.

Me aparto de la ventana y vuelvo a mi cama con un hondo suspiro.
Lo de mañana será mucho más difícil...