Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Capítulo 1: Fiesta de bienvenida

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17/01/2020, 14:54
Fiorella Van Hauber

Observadora y tímida, Fiorella se mantuvo en su sitio observando como todo el mundo se presentaba, pronto empezó a empatizar con todos pues entendía el sufrimiento de cargar con una maldición. No interrumpió a nadie asintiendo tanto a los que presentó Delora como los que lo hicieron por sí solos. 

Al final se puso en pie y se acercó al grupo. No parecía en absoluto disuadida por la idea de trabajo duro pues llevaba años ejerciendo como sirviente en una casa señorial y no esperaba que fuese más esfuerzo. Se aclaró un poco la garganta antes de sonreír con dulzura a todos los presentas.

- Mi nombre es Fiorella y llevo muchos años trabajando así que estaré encantada de echar una mano en lo que pueda, puedo ayudar en la cocina, sirviendo en las mesas o limpiando. No nos conocemos mucho así que quizá pueda ir echandoos una mano a todos durante la primera semana hasta que alguno se sienta cómodo a mi lado, y así empezar a trabajar por parejas como ha sugerido Delora. 

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17/01/2020, 17:25
Parfait

Parfait se giró hacia Hogward, quien parecía tener problemas para expresarse y le dijo con un tono amable - Te había dicho que te tomaras este día para descansar y aunque agradezco tu intención, creo que lo mejor es no prestes servicios médicos por ahora. Te encontraremos un oficio diferente aquí - dijo tan cortés como pudo.

Cuando Réamann llegó con la botella de hidromiel, Karma sonrió y le dijo con un movimiento elegante - Vaya, quisiera ser la primera persona en probarlo, si no te importa - y extendió su vaso para que el peliblanco le sirviera.

Waltz, miró la escena mientras Rin decía que lo defendería y, por un momento, se mostró incómodo para luego decirle a la entusiasta niña - Está bien, no es necesario. Nadie de aquí te comerá - trató de poner una sonrisa amable, pero su mirada seguía sombreada. Miró la hidromiel, pero Karma negó con su cabeza y el pelinegro suspiró derrotado.

Fiorella habló y Parfait sonrió complacida de ver la iniciativa de la chica - Te agradezco, Fiorella. Sé que serás de gran ayuda aquí - lucía complacida y sonriente. Parecía ser difícil verla enojada de todos modos.

Delora miró a Alain y sonrió - Eso es fácil, ¿no crees? - y se levantó con una ceja alzada -. Creo que por el día de mañana, seremos nosotras quienes asignaremos las tareas y las parejas. De esa manera, no habrá resentimientos en nuestra primera noche juntos - Parfait asintió, aunque en su rostro podía verse una semilla de duda. Al parecer, no se sentía del todo convencida. Entonces, su mirada se tornó preocupada al ver a Stella dirigirse a Annice. Trató de llamar la atención de la pelicastaña, pero esta estaba mirándola de frente. Parfait se movió de su puesto para ir directamente con ella.

Gracias, Stella. Yo dependeré mucho de t... - sus palabras se vieron cortadas a la mitad de la oración mientras se cubría la boca. Su piel se tornó pálida y sus ojos perdían foco mientras sus manos se teñían de rojo después de Annice toser.

Esto es malo. ¡Delora! - y entre la bruja y el hada, pusieron a Annice en el suelo, quien parecía dejar de sangrar, aunque aún se veían hilos de sangre por sus orejas, y su nariz. ¿Qué le había pasado a la pobre chica? Parfait sacó un vial con un contenido de un blanco perlado y se lo dio a Annice para que lo tomara.

Waltz, por favor ve por Garlan. ¿Karma, podrías ayudarnos? - Karma se paró de inmediato con el rostro arrugado y Waltz miró a Stella con tristeza antes de salir corriendo de la estancia a buscar la asistencia que le habían pedido. En cuestión de segundos, entró un joven de cabello negro y ojos grises cuyo porte recordaba al de un caballero. Este cargó a Annice con cuidado y le hizo una señal a Karma, indicándole que no necesitaba ayuda. Delora subió junto a este, seguramente para poder vigilar el progreso de la pobre chica.

Esa era una escena que no pasaría desapercibida para nadie y aunque Delora parecía serena, Parfait se veía preocupada. Sus ojeras se habían acentuado y su blanca piel parecía más pálida de lo usual. Incluso podía verse sudor en su frente -. Lo siento, debo acompañarla. Annice estará bien - dijo con una débil sonrisa -. Por ahora, coman con tranquilidad que mañana comenzará el trabajo - sonrió antes de retirarse.

Waltz volvió a sentarse con una expresión triste - Si Parfait lo dice es porque es cierto. Por ahora, disfruten de la comida - sonrió aunque se giraba de tanto en tanto a ver a Parfait subir. Estaba visiblemente preocupado. A pesar de eso, segundos más tarde, él tomó algo de carne, verduras y una bebida de frutas.

El ambiente festivo había caído bastante con lo sucedido, pero eso no impedía que los estómagos de algunos sonaran por la buena pinta que tenían los alimentos sobre la mesa. 

Notas de juego

Después de sus respuestas, daremos un salto n.n.

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17/01/2020, 17:46
Rin Lotong

Rin era alguien muy influenciada por los cuentos de brujas, y lo que sus padres le habían enseñado, hadas, brujas o duendes, todos buscaban engañar a los niños para luego secuestrarlws o comedores, pero aquella escena gilpeó con bastante fuerza a la pequeña.

Su primera impresión le hizo toser el último pedazo de manzana que acababa de ingerir, el pensamiento de estar pidiendo ser envenenada fue irremediablemente a su cabeza de nuevo. Pero las reacciones eran bastante normales, tratarla de inmediato y mostrar rostros de preocupación. La pequeña se acurrucó detrás del sofá un instante, estaba dubitativa, no lograba saber si era algún ciento de miedo, o un problema real, se masajeó las sienes intentando pensar y una voz perezosa sonó, débil y tranquila, casi como un susurro - no puedes ser tan ciega... Estás no son malas, lo ves ¿No?

Un gruñidito de molestia se pudo escuchar antes de que Rin saltará de detrás del sofá con voz gritona - nyiññññññ ruaaaaaa! Está bien, está bien, pero como sea un truco mis huesos os maldeciran!! - Dio un par de brincos de rabia contenida o quizás asustada y con el miedo aún perenne en sus poros, y con el pelo como si acabara de llegar una tormenta eléctrica. Se dirigió a la mesa y tomando un puñado de manzanas, las peló y partió en trozos poniéndolas en un cuenco y tomando una jarra de jugo y unos vasos se encaminó a las escaleras, siguiendo a Parfait.

Se colocó el cuchillo a la cintura por si necesitara cortar más pequeña la manzana, normalmente sólo prepararía una manzana para atrapar a algún duende, pero si de verdad eran buenas personas... No se iba a quedar quieta. No les iba a ayudar, pero si esos guantes funcionaban, les debía un favor o dos.

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17/01/2020, 18:52
Stella Brewster

Stella había estado emocionada toda la tarde por la fiesta de bienvenida a los nuevos. Se había esmerado lo más que había podido en la cena y se había arreglado para recibirles de la mejor manera que podía. Había disfrutado de conocer a los que serían sus nuevos compañeros, pero no se esperaba que todo se estropease tan... de repente.

El vaso de Stella cayó en su regazo al ver lo que había sucedido a Annice. Se levantó de inmediato y miró a Parfait. No había caído en cuenta de lo que había pasado hasta que tropezó con la mirada de Waltz. Stella se puso completamente pálida. Se llevó sus temblorosas manos al pecho y se quedó paralizada mirando cómo se llevaban a Annice.

Por un momento había dado la impresión de que Stella se pondría a llorar, pero no fue así. La mirada de Stella se volvió completamente inexpresiva, mientras recogía el vaso que había tirado en el suelo y lo ponía sobre la mesa. No miró a nadie, mientras hacía aquello.

Después de que Waltz volviese, Stella decidió retirarse.

—Lo siento, si me disculpan... —su voz sonaba carente de cualquier emoción.

Corrió lo más rápido que pudo y subió las escaleras sin dar alguna explicación, probablemente dirigiéndose a su habitación.

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18/01/2020, 06:26
Réamann Lockheart

El peliblanco dio un sorbo a su bebida para luego observar el vaso y asentir una sola vez. No se podía ver si le había gustado o no, pero no tuvo oportunidad de dar otro trago ya que fue con Karma y le dio un poco en el vaso que la pelirroja tendía. La fiesta parecía ir amena aunque aquello no se reflejaba en Réamann, pues su rostro neutro y vacío no permitía desentrañar si estaba aburrido o no.

Las conversaciones fluían alrededor sin que, en apariencia, el joven escuchara con atención mientras caminaba de regreso a su asiento. Nadie le hablaba directamente, así que sería solo una presencia más en la fiesta hasta que escuchó que Annice se interrumpió bruscamente y se giró para verla. A diferencia del resto de los invitados, su reaccionar fue completamente indiferente y sin mostrar ningún ápice de preocupación; sin embargo, había virado su cuerpo y dio un pequeño paso en dirección a la castaña que era auxiliada por Parfait, pero se quedó inmóvil sujetando su vaso con un poco más de fuerza. Eso fue todo en él que reflejaba la atención a dicho evento.

Siguió con su mirada a Garlan y Karma, cerrando sus párpados un momento y dejar su vaso aún con hidromiel en alguna de las mesas. Volvió a abrirlos para ver ahora a Parfait y luego a Rin porque estaba brincando. El peliblanco metió sus manos en los bolsillos y sin mirar a nadie en particular, dijo algo en un tono de voz indiferente.

-Con permiso, y provecho-y caminó a paso tranquilo subiendo las escaleras, sacando una mano para apoyarse y caminar algo lento hacia arriba. 

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18/01/2020, 20:44
Alain Blue

En un abrir y cerrar de ojos todo se había vuelto...caótico. Caótico hasta el punto de que si alguien le preguntaba a Alain cuál era el orden de los acontecimientos, la lógica que todo aquello estaba siguiendo, él sería incapaz de darle una coherencia a esa historia. Sangre, ofertas de ayuda, evasión y miradas cargadas de un significado que a él se le escapaba. Lo único que para él podía describir aquello era la magia y, quizás, la maldición.

Con gesto cansado, se llevó la mano al mentón, notando nuevamente aquella barba que casi desconocía como suya. Exhaló un suspiro, molesto, antes de coger la hidromiel que había quedado olvidada y servirse un vaso a la par que dirigía sus pasos hacia el lugar que ocupaba Karma.

- Kl... Karma... ¿dónde me has metido?

No es que pudiera hacer mucho por su cuenta, estaba claro que la opción de marcharse quedaba descartada pues no quería volver a enfrentarse a las penurias de la calle. Y, sin embargo, todo aquel ambiente le daba mala espina. ¿Cómo iba alguien a ayudarle si no parecían capaces ni de sobrevivir a una cena de bienvenida?

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21/01/2020, 04:08
Hogward Malthael

A Hogward le había dado un poco igual las reacciones que generó su presencia. Luego de colapsar momentáneamente, se había desconectado un poco de todo lo que ocurría, al punto que ni siquiera se había percatado de la presencia de los amuletos en su mano. Levantaba ladino la cabeza de vez en cuando, sólo para volver a estrellarla contra la madera como un roedor asustadizo. Al acabar las presentaciones, el joven miró de soslayo a Parfait cuando esta se dirigió a él, refunfuñando avergonzado como respuesta. Se pudo haber quedado como un inútil antes, pero luego de esos catastróficos meses...algo tendría que hacer, más allá de quedarse lamentándose hasta que lo echasen, era iniciar bien o descender de nuevo a la desesperación.  

Todo iba en un ritmo que, en perspectiva del joven, se sentía anémico, y no podía sino sentir desinterés, junto con un vacío que no se sentía capacitado de llenar, y que quizás estuviera con él por siempre, hasta su tumba. Rondaba la comida, que tomaba de a pocos, reteniendo su necesidad de criticarla por el hambre que le asaltaba. Después de todo, había tenido que vivir la dieta del vagabundo por muchas noches desiertas. Lentamente aumentaba su ritmo de ingerir, tratando de ocultar su gula exasperada pro debajo de sus mangas. Viendo a su alrededor, experimentaba un sentimiento de confort que no merecía, que se acumulaba tras su garganta esperando el momento justo para vomitar su vida nueva. 

Pudo haber soportado con el mismo gesto despreciable toda la noche, hasta que la nueva cocinera desfalleció enfrente de todos. Hogward reaccionó a primeras con un gesto sereno, pues había visto a mucha gente en su situación, siendo él mismo el responsable de ayudar a esas memorias fugadas, que fueron jalando y jalando hasta chocarse contra el presente. Ahí, Hogward quebró. Recordó lo que había hecho, a la hija del banquero, al llanto que lo persiguió por meses hasta que perdió el flujo de su propio tiempo. Su impotencia, su desprecio a la enfermedad, y sus manos...¡Sus manos! Pronto Hogward realizó que sus accesorios de hueso, como por arte de magia, habían vuelto a su mano. Los miró con la vista fragmentada, rozando el pánico, a la par que creía sentir los aullidos guturales que le provocaban esos artefactos. 

—¡N...No, yo no puedo, no puedo!—gritó exasperado, mirando con un horror interno a la enferma, a la par que le temblaban las manos—.¡Aléjala, aléjala! No dejes que la toque, por favor, ¡no dejes que m...me cruce con ella, no lo soportaría de nuevo!—Hogward estaba sufriendo de un vívido pánico al estar cerca de la moribunda, tanto así que salió corriendo a su cuarto en contra de los designios de sus piernas. Sólo quedó de sí el aroma aceitoso de su sudor frío una vez cerró la puerta. 

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22/01/2020, 19:18
Fiorella Van Hauber

Fiorella comía tímidamente y sin hacer mucho ruido. Cuando ocurrió todo aquello, la chica miró la escena preocupada y presta a ayudar si era requerido. Se sentía preocupada y no probó bocado hasta que toda la confusión pasó. Terminó de comer y se dirigió a su habitación sin hablar con nadie.

Notas de juego

Pnjtizada a petición de la jugadora.

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22/01/2020, 19:27
Narradora

Delora bajó al rato a decir que Annice estaba fuera de peligro y que todo podía ser recordado como solo un incidente desagradable. Al ver que todo terminaba, se fueron retirando uno a uno, aunque Waltz se acercó a un alterado Hogward para tratar de tranquilizarlo y luego acompañarlo a su habitación. Solo esperaba que el joven le permitiera guiarlo sin ningún problema. Parfait, por su lado, no permitió que la pequeña Rin entrara a la habitación de Annice, pero le agradeció el cordial gesto y cerró la puerta tras de sí. No había tiempo que perder.

Karma miró a Alain un tanto alarmada, pero su desconcierto, duró poco. Luego le respondió con el mismo tono sereno de siempre - Hogar dulce hogar, ¿no crees? - levantó su vaso lleno de hidromiel y lo bebió de un solo respiro. Suspiró y empezó a recoger algo de la comida. Waltz lo miró extrañado, pero supuso que se trataba de algo excepcional por la situación. Llevó todo con calma y al acompañar a Hogward, bajó a ayudar a Karma.

La calma de la noche llegaba a The Marchen y con ello, la hora de descansar. Era una noche fresca y por el bosque que rodeaba la taberna, solo se escuchaban algunas cigarras cantar en la noche.

Un nuevo día llegaba y todo parecía apacible. Stella bajó a la cocina a encargarse de la comida del desayuno como era usual. El olor del chocolate caliente inundó las fosas nasales de todos, inundando la taberna de una sensación hogareña. Cada uno se preparó para bajar a su ritmo, pues todavía faltaba para que The Marchen abriera sus puertas al público, aunque era posible que fuera un día tranquilo en la taberna.

Delora se encontraba allí tomando una burbujeante taza de chocolate, sonriente y tranquila. Parfait, por su parte, se unió un poco después. Sus ojeras se veían más pronunciadas y su piel más pálida de lo usual. Tomó una taza que le tendió Delora y se sentó junto a esta. Todo parecía apacible en The Marchen.

Waltz se unió saludando con una débil sonrisa, mientras que Karma se sentaba en soledad en una mesa contemplando la ventana. Jurien y Garlan, los guardias, estaban allí, conversando de manera amena en soledad. Annice no se unió a la comitiva ese día. Según Parfait, debía descansar un poco más.

Poco tiempo después de que el desayuno había terminado, Parfait les pidió que se acercaran para designar funciones y Delora se hizo de pie frente a ella.

Notas de juego

Dejo hasta aquí para que puedan reaccionar n.n.

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25/01/2020, 08:28
Stella Brewster

Los sucesos del día anterior parecían haber pasado factura en Stella.

Se había levantado un poco más temprano de lo usual para preparar el desayuno, como era lo usual, aunque no estaba con la actitud que usaba siempre en The Marchen, al menos no allí. 

Esperaba que preparar la comida y el chocolate la despejasen un poco, pero para su desgracia esto no fue así. Realizó todo de manera mecánica mientras sus pensamientos se ocupaban en divagar por allí. Así pasó el tiempo y, antes de que Stella se diese cuenta, toda la comida estaba lista.

Como era normal, Stella ese día vestía algo muy sencillo, acompañado de un blanco delantal y su cabello recogido en una cola de caballo; todo eso junto más su fría mirada le daban un aspecto mucho más maduro del que tenía la joven. Y es que ese día, después de servir la comida, Stella estuvo sin probar bocado, con una expresión más que seria. Los más antiguos sabían que era extraño ver a Stella así..., al menos dentro de la taberna. 

Luego de que el desayuno terminase, Stella se levantó para empezar a recoger los trastos sucios de forma diligente, mientras escuchaba la designación de funciones a los nuevos.

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25/01/2020, 12:23
Rin Lotong

Rin acabó por comerse ella misma la manzana preparada para la chica desfallecida, murmuraba en su habitación mientras masticaba como si intentara llegar a algún punto que no lograba comprender. Pero pese al incidente, durmió bastante bien, no era lo peor que hubiera visto últimamente y en aquel ámbito se lo creería todo. Quizás alguien intentó envenenarla después de todo, pero tambien podía ser por culpa de la maldición de alguien, ¿Enfermar a quien le escuche? O ella misma alguna extraña limitación? Lo único certero era que no sabía bien que pensar.

Por el momento le habían tratado bien, pero le habían contado tantas historias terroríficas sobre brujas y hadas, que le costaba confiar ciegamente en ellas.

Bajó por la mañana, con el mismo vestido del día anterior, y su capelina azul en los hombros, bajo con un poco más de confianza y viendo el desayuno tragó saliva... En muchas historias engordaban primero a los niños, y eso le asustaba y maravillaba al mismo nivel. Cogió aire recelosa, pero al final se lanzó a ponerse una taza de chocolate caliente y un par de magdalenas que mojó, disfrutando por primera vez en un tiempo de lo que comía. Pero vio algo que no le gustó del todo, la cocinera se iba sin comer nada ¡Eso estaba mal! Todo cocinero debía disfrutar viendo a otros saborear su comida incluso comer un poco.

La pequeña Rin, tomó un par de tostadas y les puso generosa mermelada de melocotón. Se levantó de la mesa y se dirigió hacia aquella extraña mujer, daba un poco de miedo, pero no comer no era sano. Se puso a su lado y le ofreció una dando un mordisco ella a la otra - no comer no es sano, hasta que no engorde un poco te tendrás que conformar con esto. No querrás ser paciente de Parfait también ¿No?

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25/01/2020, 19:49
Alain Blue

Esa mañana, las esperanzas que en el día anterior se habían encontrado en su punto álgido, no parecían compartir el mismo optimismo del ayer. Pero Alain no era una persona que se dejara llevar por el desánimo. No, en lugar de eso, cuando había amanecido, se había acercado a contemplar su reflejo en el espejo y había visto que el color había regresado a un rostro que, por otra banda, seguía demacrado. Era un principio. Quizás entre aquellas gentes no encontraría su salvación pero por lo menos se seguiría esforzando por romper su maldición y, desde luego, parecía un mejor lugar que sirviendo a aquellos a los que antes había tratado de igual.

Así, con su mirada característica cargada de determinación, había bajado a la taberna para encontrarse con el desayuno hecho, algo tan habitual en su vida que ni se paró a pensar que debería sentirse agradecido, a pesar de las penurias de los últimos días. Con el apetito más saciado, había comido con mejor educación que la mostrada la noche anterior, sentado cerca de Karma - no al lado, pues aquel día parecía preferir la soledad - sin reparar demasiado en lo que sucedía a su alrededor.

Sólo cuando hubo saciado su apetito se permitió mirar en derredor, intentando unir rostros a nombres, aunque se dio cuenta de que no había retenido ni uno solo de ellos más allá del nombre del chico raro, Hogward. Sin embargo, su mirada se detuvo en la pequeña niña, que se acercó a la chica que, supuestamente, había causado la desagradable situación que había tenido lugar por la noche. Se quedó mirando la escena mientras se acercaba hacia Parfait para que le encomendaran sus tareas, poco dispuesto a intervenir si algo se torcía pero casi suponiendo que algo así iba a suceder.

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26/01/2020, 05:30
Fiorella Van Hauber

A Fiorella le costaba dormir aún en su nueva habitación. Se sentía sola lejos desde el que había sido siempre su hogar y lo sucedido en la fiesta de bienvenida no le ayudaba a tranquilizarse. Dio muchas vueltas en su cómoda cama antes de ceder al cansancio y el agotamiento, por suerte, esa noche no tuvo pesadillas y simplemente se despertó con los primeros rayos de sol sintiendo como la noche se le había hecho muy corta.

Se aseó y se vistió sin dilación en cuanto estuvo despierta. Le gustaba remolonear en la cama pero estaba acostumbrada a la rutina de trabajo y pensaba seguir manteniéndola así que se aseguró de tener bien puesta la ropa y estar lista para trabajar antes de bajar, notando el olor a chocolate caliente llenar sus fosas nasales en cuanto abrió la puerta. Al parecer Parfait ya se había despertado y empezando a cocinar lo cual le hizo sentirse bastante culpable. 

Bajó rápidamente las escaleras con una sonrisa amable.

- Buenos días

Saludó a todos los presentes, tratando de mostrarse diligente y agradecida antes de servirse el desayuno en una mesa al lado de la ventana, aprovechando para observar el vaiven de la gente que ya estaba despierta haciendo diferentes recados. El chocolate estaba delicioso y sin ignorar sus responsabilidades se tomó un momento para saboearlo y disfrutarlo. Cuando por fin terminó se puso en pie ayudando a Stella a recoger antes de presentarse ante Parfait y Delora cuando llegó el momento de designar las diferentes tareas. 

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26/01/2020, 06:33
Réamann Lockheart

Aquella noche no se volvió a ver a Réamann desde que subió aquellas escaleras, pues durante el tiempo que duró la fiesta no se vieron señales de él ni nada por el estilo. No fue sino hasta la mañana siguiente que él salió de la habitación donde había sacado la hidromiel y que estaba ubicado en el primer piso. Su rostro continuaba impasible y completamente indiferente, como si lo ocurrido no le hubiese afectado ni importado. 

Con sus ropas de mesero, el peliblanco se dispuso primero a limpiar las mesas y sillas para que The Marchen tuviese una buena presentación en lo que se preparaba el desayuno y los demás residentes llegaban para ello. Con un movimiento de cabeza leve saludó a Karma, Alain y a Waltz, pero en cuanto entraron los guardias Jurien y Garlan, el peliblanco terminó lo suyo para acercarse a ellos y entablar una conversación que, aunque fuese amena, chocaba mucho con el porte pétreo del chico. 

Réamann, a diferencia de los demás, no estaba tomando chocolate o alguna otra bebida como tal, solo leche caliente que tenía en una mesa y no ingirió nada dulce, limitándose a algún pan sencillo que no remojaba en el recipiente y dando mordiscos pequeños y lentos. Al final, se despidió de los guardias para ir a terminar su desayuno en alguna mesa en solitario mientras observaba a la pequeña Rin dándole un bocado a Stella, posando su mirada en dicha escena por unos segundos hasta que miró su bebida para darle un sorbo.

Mientras Stella y Fiorella recogían las cosas, el chico se dispuso a limpiar para dejar una buena presentación al sitio para luego quedarse apoyado en una pared de brazos cruzados y escuchar las indicaciones. Había tomado distancia del resto junto a esa pared invisible que parecía separarlo de los demás. 

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27/01/2020, 00:18
Parfait

Parfait se encontraba tan sonriente como siempre y cuando vio que al menos casi todos se habían reunido, miró complacida a tanto viejos como nuevos huéspedes.

Saludó a todos con un gesto y puso su mano derecha sobre la izquierda para comenzar a hablar - Es un gusto verlos a todos mucho mejor. Sobre todo aquellos que recién llegaron. Les quería informar que Annice se encuentra mucho mejor, es solo que tendrá un par de días de descanso para que su cuerpo termine de asimilar la medicina. Es una chica fuerte - sonreía, pero su gesto se veía cansado.

Entonces, Delora se acercó, pero dejó que Parfait fuera la que hablara - Hoy no abriremos la taberna al público. Lamento mucho tenerles que pedir esto. Iría yo misma, pero hay un asunto delicado que debemos atender y creo que lo mejor que podemos hacer es separarnos para abarcar más terreno. Ha habido varios ataques en las afueras de la ciudad y queremos ayudar a los afectados. No se trata de traerlos aquí, pero sí auxiliarlos y evaluar los daños. Solo atenderemos heridos en caso de ser necesario, ¿de acuerdo Hogward? - lo buscó, pero el chico no estaba alrededor.

- Prosigo. Hemos decidido que, a partir de mañana, Hogward estará ayudando a Réamann a limpiar la taberna, mientras que Stella estará junto a Fiorella para enseñarle cómo funciona todo en la cocina. Fiorella se encargará de tomar las órdenes, al igual que Réamann. Alain y Rin nos ayudarán con las provisiones. Te encargo a la pequeña Rin, Alain - le sonrió al pelinegro y siguió hablando.

- Como decía, eso no será hoy. Es el momento de asignarles sus parejas para hoy: Rin, irás con Réamann. Es el más indicado para cuidarte. Alain, tú irás con Fiorella. Creo que podrías guiarla porque conoces las afueras mejor que cualquiera de nosotros. Stella, tú vas con Hogward. Procura que no se acerque a algún enfermo por ahora - sonrió y les entregó a cada uno un pergamino asegurado con una fina cinta de color rojo. Todas eran locaciones cercanas, pero por senderos diferentes.

- Deben cuidarse las espaldas. Waltz y Karma tendrán un destino un poco más alejado que los demás, pero de seguro podrán ayudarles si se encuentran en problemas. Procuren su propia seguridad y la de su compañero. Si ven que están en peligro, aléjense o traten de pedir ayuda. Delora y yo estaremos en otra ciudad por una reunión importante, así que procuren no correr riesgos innecesarios. Hemos preparado unas mochilas con provisiones y algunas pociones que les servirán en caso de envenenamiento o heridas. Úsenlas sabiamente. Si tienen alguna pregunta, es el momento de hacerla - sonreía esperando la intervención de alguno o alguna pregunta. Si no, llegaba el momento de partir. Los mapas eran claros fáciles de seguir. Además, Angielle no era un lugar de terrenos escarpados, así que era fácil ubicarse en sus llanuras.

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28/01/2020, 06:25
Réamann Lockheart

A la distancia, Réamann escuchó todo lo que Parfait había dicho y... como siempre, no mostró alguna emoción. No se veía preocupado, inquieto o alarmado por los ataques que se habían mencionado; sin embargo, por unos momentos su mirada se había oscurecido o a lo mejor fue el ángulo de su cara que le provocó sombra debajo de sus ojos, pero aún así le dotó de una atmósfera inquietante que duró unos cuantos segundos.

Asintió con las nuevas indicaciones de trabajo, buscando de reojo a Hogward aunque en ese momento no lo vio. Pareció que le dio igual, pues de nueva cuenta era una situación que no le afectaba en absoluto. Pero cuando se mencionó que iría con Rin para buscar a las posibles víctimas, decidió dejar de estar recargado en esa pared para acercarse a la pequeña castaña. El peliblanco era demasiado alto, casi 1.90, por lo que contrastaba mucho con la niña que sería su pareja ese día. La miró y asintió una vez en señal de reconocerla y concordó cuando Parfait dijo que él podría cuidarla.

Fue él quien tomó el mapa y lo abrió para examinar a dónde irían, mirando con leve atención aquellos dibujos y luego se lo tendió a Rin para que ella viese por sí misma el sitio designado. Cuando se cedió el turno para alguna pregunta, Réamann dio un paso al frente y metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.

-¿Hay manera de avisarle a los demás si hay problemas?-al decir esto, ladeó un poco su cabeza mirando directamente a los ojos de Parfair y Delora, lo cual podía interpretarse como si las estuviese retando o algo similar. 

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28/01/2020, 11:21
Stella Brewster

No tenía intenciones de desayunar, no tenía nada de apetito. A pesar de eso, la pequeña Rin se había acercado a ella para tenderle una tostada. Puede que en ese momento Stella tuviese una mirada que daba miedo, pero no era un monstruo. No podía rechazar las buenas intenciones de un niño así como así. Tomó la tostada y agradeció a la pequeña Rin.

Gracias. Tienes razón —y le pegó un mordisco a la tostada.

Se proponía a terminar de recoger todo y, aunque no lo dijo, agradeció a la callada Fiorella por ayudarla. 

Escuchó la noticia sobre Annice y se alivió claramente.

Stella estaba pensando en todo lo que haría en el día para la taberna, cuando Parfait les soltó la bomba de que no abrirían. Eso tomó por sorpresa a la chica, tanto, que su porte frío y malhumorado se rompió por el desconcierto. ¿Ataques? Se sintió un poco abrumada al escuchar eso. Dejó de apilar las cosas por un momento mientras escuchaba a Parfait.

Escuchar que Fiorella la ayudaría en la cocina la alegró, aunque no fue capaz de mostrar eso porque aún estaba pensando en lo de los ataques. 

Cuando escuchó que irían en parejas a cubrir todo lo que había pasado y escuchó con quien iría, Stella miró a todos lados buscando a Hogward, luego de asentir a Parfait, entendiendo sus instrucciones. Tomó el pergamino que el hada le cedió y dejó las cosas que estaba recogiendo sobre la mesa. Hogward no estaba en ningún lado; ¿dónde estaría? Tendría que buscarle. Los vagos recuerdos que tenía la noche anterior sobre él eran que el chico era un poco raro; ¿pero quien de ellos no lo era? Esperaba poder cumplir la misión junto a él... sin muchos problemas.

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28/01/2020, 13:33
Rin Lotong

La pequeña escuchó sin problema, y sonrió cuando Stella afirmó que se tenía que conformar con la tostada hasta que encordada un poco. Sonrió porque no tenía intención de engordar, correría hasta adelgazar todo lo que esa rica comida le llenará, quien sabe; quizás se acostumbraba a comer cosas normales y evitaba posibles deseos de ser devorada.

Pero mientras escuchaba, algo le molestó muchísimo ¿Que le podían cuidar en la misión esa? Rin siempre se cuidaba sola, o esa a veces molesta ayuda que le decía que se calmara. Miró el mapa que le dió el tipo siniestro y después lo guardó en su bolsito. El que sería en ese momento su compañero fue el primero en preguntar... Aunque ella también tenía dudas.

No habían especificado... Pero supuso que irían a salvar a brujas, o a personas de esas brujas? O incluso animales?

- ¿A quien tenemos que salvar? - si se topaban con alguien como ella misma, tal vez tenían que salvar a las personas... De no ser por qué le decían que estaba mal, ella hubiera dejado un camino claramente rastreable de estatuas de piedra. Pero sabiendo que eso estaba mal, solo unas pocas personas sufrieron por ella, limitándose a quienes no había sido capaz de evitar.

En caso de estar rodeada... Su maldición ¿Podría aprovecharla? Si era salvar a alguien de personas si... Pero no sabía si eso gustaría a Parfait.

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28/01/2020, 19:31
Alain Blue

Alain iba asintiendo mecánicamente conforme Parfait hablaba pero su mente trabajaba a mil por horas, haciendo mella en su determinación. ¿Que le juntarían con la niña rara? ¿Fuera de la taberna? Teniendo en cuenta que esa niña parecía una salvaje y que él mismo no era el más indicado - por supuesto, sólo debido a su maldición - para tratar con gente, aquella le parecía una pésima decisión. Pero logró que aquello pasara con apenas ningún signo de disconformidad por su parte, sólo un ligero entrecerrar de ojos que en seguida pasó.

Lo de trabajar con Fiorella aquel día poco podía opinar. Seguía sin tener claro quién era quién, pero parecía que no era la chica que tanto había complicado la situación la noche anterior así que cabía suponer que sería una grata compañía, teniendo presente sus opciones.

Sin embargo, todo aquello palidecía frente al trabajo en cuestión que tenían entre manos aquel día. ¿Ataques? ¿Auxiliar a gente? ¿Habían dicho envenenamiento? Por suerte, se dio cuenta de que no era el único que se sentía más que reticente frente a la tarea.

- ¿Por qué tenemos que poner en peligro nuestra vida por gente que lo más posible es que esté muerta? - preguntó con sinceridad, sin entender realmente la lógica tras aquella acción -. El rey tendrá gente preparada para ello y, sin duda, si es un ataque de tal magnitud ya habrá tomado cartas en el asunto...Y, con todos mis respetos Delora, pero ¿si es algo de brujas no se tendrían que hacer cargo otras brujas?

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29/01/2020, 04:18
Hogward Malthael

Con paso somnoliento, Hogward se reveló por fin bajando las escaleras hacia el primer piso. Tenía el rostro derruido, con el pelo desgreñado y esparcido a todos lados. Parecía que sus párpados estuvieran amarrados por finos hilos colgando con pesas, que le mantenían en un estado entre el sueño y la ausencia espiritual. Había tenido una noche horrible, de nuevo, quedándose en vela con la cabeza inundada de pensamientos negativos, buscando formas de cortarse la mano y deshacerse de sus relicarios de hueso, sólo para rechazarlos por el miedo a quedarse sin mano, y con la cruel idea de que el objeto hallaría la manera de colgar de su muñón. 

—No se preocupen, oí lo suficiente de bajada, no hacen falta los resúmenes—dijo agrio, con la intuición de que ya se habría ganado el desprecio de todos, lo cual le relajabaPasó por la cocina de forma despreocupada, agarró un pan y algunos bocadillos desperdigados por ahí, para luego sentarse con un pedazo de pan a medio comer en la boca. Se alejó un poco del ruido, principalmente para evitar vistas sospechosas de quien quisiera acusarlo por no haber bajado antes. Resumiendo en su cabeza; no tendría que trabajar hoy, y al siguiente día lo haría con el muñeco sin sentimientos: no podría pensar en una mejor pareja para él. De lo que recordaba de él, parecía haber perdido cualquier capacidad de empatía, lo cual se adecuaba de manera perfecta a su personalidad. Sin líos, sin conflictos, solo una silenciosa relación laboral en donde nadie expresaría el desprecio por el otro. 

Por otro lado, no sabría decir lo mismo de su nueva compañera de viaje. La miró fugaz, devolviéndose inmediatamente a su vaso con chocolate, con residuos de pan flotando a la deriva. Hogward nunca había sido bueno para entender a la gente, más aún si lucían complicados de tratar. Su falta de introspección no le dejaba ir más allá de pensar: ¿Es paciente, me dará dinero o tendré que verlo morir? Fuera de ello, le surgía ansiedad, confusión, de ahí derivaba su actitud horrible hacia todo lo que intentara expresar algo de personalidad, de lo cual se salvaba el muñeco de Réamann. 

—Cómo quieras, al fin y al cabo tú pagas la estadía—dijo rápidamente a Parfait, aún con un tono amargo—. Mientras que no tenga que agarrar a ningún cadáver próximo o hacer mucho ejercicio...¡Meh, haré lo que sea! Es eso o pedir limosna en las calles del pueblo. 

Y con ello, se volvió a tumbar en la silla, acomodando los brazos tras la nuca en una pose de comodidad. Podía salir en cualquier momento, después de todo no llevaba nada encima que pudiera perder. Ni dinero, ni pertenencias, sólo el maldito relicario que jamás perdería ni aunque se cortara pies y piernas. No se afanó en ver a dónde iban ni qué harían, ya Stella tenía el pergamino, y juraría que Parfait no daría más indicaciones. Sólo esperaba adquirir una ganancia considerable para volver su ánimo a flote.