Partida Rol por web

Ciudad de Cuervos

Refugio de Sigmar

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23/03/2011, 12:16
Rosita

 La mujer tras la barra añade.

 - Aquí sí, Gottliet es el líder de los Templarios de Sigmar.- Se acerca para matizar en tono confidencial.- Los cazadores de brujas.

 La muchacha recupera su puesto mientras 'limpia' unas jarras en una pileta con agua.

 - Este Refugio está subencionado por la iglesia de Sigmar, por eso que aquí casi solo encontrareís reiklandeses y a los templarios, junto a otros ostmarkenses como mi marido y yo. Y Gottliet, como máximo representante de la iglesia de Sigmar en el Refugio es quien tiene la última palabra.

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23/03/2011, 16:23
Rod

Rod se bebe el licor de un trago.

- Gracias Rosita, espero que podamos hablar más relajadamente en otra ocasión, no contábamos en tener que buscarnos la vida tan pronto...  -luego asiente las palabras de Desmond - Cierto, vayamos pues a ver a Gottliet, no me gustaría quedar con el "culo al aire", alguna habitación tendrán que tener!

Mientras Rod y Desmond se dirigen a ver a Gottliet, Rod murmura alguna que otra maldición mientras observa al grupo de gente que aún ronda por la taberna con una sonrisa maliciosa.. 

-  sino algún borracho debilucho de esos...  me prestará su habitación. -

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24/03/2011, 00:35
Director

 Tras cruzar unas palabras con Rosita, en la barra, y poco después de que Omar y sus hombres desaparezcan escaleras arriba, Rod y Desmond se toman unas jarritas de fuerte licor y parece que se preparen para partir.

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24/03/2011, 14:43
Dareus "Daganocturna"

Apurando el último sorbo de su jarra de cerveza, Dareus, también da por terminada la cena, así que queda por delante lo más esencial:

- A menos que queramos quedarnos a dormir en esta mesa, como algunos borrachos acabarán haciendo al final de la noche, mejor buscamos algun cobijo decente. El comentario es en general, así que busca la respuesta en la reacción de sus compañeros. - Os parece bien si buscamos juntos? El tal Gottliet, como bién ha dicho Omar, nos puede servir...

Después de dias de viaje una cama sería un regalo aunque todos ellos, por el aspecto de gente curtida, parecian haber dormido ya en peores sitios que una caravana de carretas

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25/03/2011, 20:05
Enricco Tagliagole

- Comparto con vos la perspectiva de encontrar alojamiento. Dijo el espadachín mientras se incorporaba perezosamente y se colocaba, digno él, la espada y las pistolas al cinto, así como la bolsa de coronas.

- Cuando gustéis nobles compañeros. Esperando de pie junto a la mesa, mientras se mesaba el bigote con su típica pose chulesca.

- Ya tendremos mañana oportunidad de ir en busca de aventuras, mujeres y fama. El viaje ha sido largo, y sabe dios como agradeceré una buena cama.

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26/03/2011, 23:21
Guardia del Refugio de Sigmar

 A pesar de salir en dos grupos, por un lado Desmond y Rod y, por otro, Tymos, Enricco y Dareus. Terminaís por tomar la misma dirección. El torreón que domina el Refugio de Sigmar.

 Parece que a fuera la tormenta se ha suavizado bastante, pero el suelo está repleto de charcos en el suelo arcilloso. Cruzaís la calle que os separa del torreón y subís los pocos peldaños de este para encontraros con un guardia que os recibe en la entrada. Una pequeña apertura fuertemente protegida, con un pequeño rastrillo y una maciza puerta de madera reforzada en metal.

 - ¿Sí, que quereis?

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27/03/2011, 21:28
Dareus "Daganocturna"

estaba claro que todos teniamos la misma necesidad en este momento, así que encontrarnos no fué casual.

- Saludos, soldado. Nos gustaria habalar con Gottliet, nos han dicho que puede decirnos donde encontrar alojamiento, y quizás quien pueda estar buscando escolta para estas tierras... aunque si vos lo sabeis tambien...

Cualquier que les pudiera dar ese tipo de información sería bien recibido, y cuanto antes encontraran donde dormir y donde encontrar trabajo, mejor. La paga de Omar no duraría para siempre, menos en esta tierra donde seguro que nada era barato.

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27/03/2011, 22:50
Guardia del Refugio de Sigmar

 El tipo os contempla a todos antes de asentir y añadir.

 - Si las habitaciones del Descanso del Guerrero están ocupadas tan solo podeís hablar con Gottliet o algún otro de los templarios. Con la esperanza de que os alquilen uno de los cobertizos como refugio o base de operaciones.- Dice dandoos la razón.- Teneís suerte, ahora mismo está aquí él mismo, atendiendo a una prisionera. Pasad pero no la lieís.

 El tipo acciona unas poleas y levanta el rastrillo.

 - Por cierto, las armas se quedan aquí.- dice señalando un armero.- Nada de portar armas por el castillo.

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27/03/2011, 23:49
Rod

- pff..que remedio  - Bien, aquí tienes la mia.

Rod deja su arma apoyada en el armero, esperando a los compañeros que sigan la misma opción. Finalmente entra con paso seguro en el torreón.

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28/03/2011, 00:31
Sir Tymos Fowlhust de Audfolk

Sir Tymos había permanecido en silencio, un buen rato hasta que escuchó las últimas palabras del soldado, Foyle jugaba con mandíbulas: -¿Una prisionera decís?¿Cuál fue su crimen?- Preguntó levantando ingenuamente una ceja. El criado al contemplar la escena sopló intranquilo.

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28/03/2011, 11:18
Guardia del Refugio de Sigmar

 El guardia va depositando las armas en el armero, anudando un lazo de cada color en las armas y dando otro lazo, del mismo color, al propietario del arma. Mientras os va dando los lazos sir Tymos pregunta por la presa.

 - Ahh, una hereje, una maldita bruja adoradora de los poderes ruinosos. Seguro que sí.- añade pronto.- Hay un montón de malditas zorras adoradoras de los malditos poderes del caos corriendo por las ruinas de Mordheim, recogiendo piedra bruja para ofrecerla a los malditos poderes ruinosos.

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28/03/2011, 12:39
Enricco Tagliagole

- Pues si es una bruja, seguro que merece el destino que ha de correr. Dijo el espadachín distraídamente mientras entregaba sus, no escasas armas, al soldado. Algo a regañadientes, se podría decir. 

- Y si además es adoradora del caos, deberían colgarla como escarmiento a futuras rameras hijas de satanás. Añadió mientras se peinaba el bigote con la yema de los dedos.

Una vez que tuvo en su posesión el lazo de color correspondiente a sus armas, Enricco se dispuso a entrar.

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29/03/2011, 09:29
Sir Tymos Fowlhust de Audfolk

Foyle conocía muy bien a su primo, lo que explicaba su actitud. Sin embargo, el caballero no explotó en pos de la mujer en apuros, ni ante el mal comentario de Enricco pues bajo aquellas condiciones habría supuesto un suicidio para él lo que igualmente habría impedido salvar a la chica. Así que se prometió no marcharse de aquel sin haber encontrado una oportunidad mejor para la salvación de la mujer o de perecer en el intento. Algo de determinación brilló en sus ojos y el escudero, irritado, sopló un poco más.

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30/03/2011, 16:21
Desmond Mculligan

Desmond entrego sus armas con un gesto de resignacion. Entendia bien las precauciones de los guardias.Sobretodo por aquellas tierras.

Lo de la chica no le sorprendio. Las comunidades religiosas tienden a ser severas con sus habitantes , y no era prudente inmiscuirse en esos temas.

Pos tanto siguio a los demas en silencio.

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30/03/2011, 21:38
Dareus "Daganocturna"

Siguiendo a todos entregó sus armas al guardia, para poder acceder dentro del castillo - Castillo!? miró a la pequeña edificación que daba protección al campamento. - Bueno, de alguna forma lo tienen que llamar...

- Sagrado Sigmar! una bruja? Puso cara de incredulidad y ligero temor... - Que el castigo de la Luz se lleve a esa adoradora de la oscuridad! Sabía que no era conveniente mezclarse con este tipo de gente fanática... cierto es que algún que otro adorador del caos se llevaban por delante y mejor que fuera así. - Pero su crimen también podría ser que tiene un gato negro y sabe tratar las almorranas.

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31/03/2011, 13:17
Director

 Una vez las armas guardadas y cada uno con su lazo de color, el guardia os indica que podeís pasar.

 Tras la puerta y el pequeño rastrillo, solo hay un pequeño recibidor que termina con una gran puerta de doble hoja, re recia madera reforzada en metal. Ahora está aabierta y a través de ella os llegan voces. Vaís para allí y os encontraís con un amplio salón central. Con una gran chimenea humeante al fondo, y dos grandes mesas con sus largos bancos como mobiliario. Flanqueando la sala hay recios muros de sillería, en los que hay unas porta antorchas de donde sale la tenue luz que ilumina el salón, junto con la chimenea. El olor de la grasa, metal, sudor y humo os embriaga al entrar. El salón no tiene ventana alguna.

 Cerca del fondo del salón, junto a la chimenea, sentado en un gran sillón de recia madera hay un tipo, flanqueado por un par de hombres armados, de aspecto duro, y arrodillada en el suelo, descalza y encadenada hay una mujer con signos de haber recibido una paliza.

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31/03/2011, 13:23
Gottliet, El Desollador

 El tipo sentado en el sillón, un hombre de melena pelirroja, levemente ondulada, igual que la barba, con facciones perfiladas y agudas, resultando atractivo pero duro a la vez, porta una armadura impertial, una coraza con el martillo de Sigmar repujado en el centro del pecho.

 - Sois todas iguales. Unas malditas zorras herejes. No se puede hablar con vosotras, estaís contaminadas hasta lo más profundo de vuestras almas.- Parece indignado el hombre ante los resultados de un infructífero interrogatorio.- Bueno, alégrate, mañana por el alba te bendeciré con el purificador fuego y así el Padre Sigmar te podrá acojer en su grandiosa misericordia y bondad.

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31/03/2011, 13:29
Stefanie Koufman

 La mujer, a pesar de mostrar varias magulladuras en el rostro y en el cuerpo, así como mugre y varias señales más de maltrato.

 Logra, de algún modo, mantener cierta dignidad y arrogancia. En las zonas del cuerpo que la ropa no cubre se adivina una firme constitución, con la musculatura levemente rasgada en piernas y brazos. No os cuesta mucho imaginarla portando armas y armadura.

 - No seré yo... quien venda a mis hermanas.- Logra mascullar de algún modo.- Maldita seas Desollador... por tu ceguera e igno...

 La mujer no alcanza a terminar las palabras, pues una bota de metal se estrella en el lado de su cabeza. Uno de los guardias de Gotliet la hace callar de esta forma.

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31/03/2011, 21:55
Rod

Rod sabia muy bien lo que decía esa mujer.. algo en sus palabras cala en él profundamente. Más de una vez vió morir a un hombre por  creencias inútiles y matar a otros por no ver más allá de su fervor religioso e igno.. - RANCIA!! - 

Tiempo hacia que su emociones no le taladraban sus pensamientos con tal fervor, años... estava molesto, muy molesto. Sintió como si la bota le hubiera alcanzado a él mismo. Por suerte un momento de luzidez precedió su actos. - Mierda mis armas..

- De todas formas Rod miró sutilmente al guardia con odio y luego al resto del grupo acercándose y con cara molesta buscando cierta condescendencia. - No voy a hablar ahora, sino le diría cuatro cosas..
 

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31/03/2011, 22:34
Enricco Tagliagole

Enricco escuchó las palabras de Rod, pero no comprendió a que se debían. Lo miró de medio lado, sorprendido por su reacción, y meneando la cabeza se adelantó un par de pasos. Con su postura chulesca de viejo soldado, se apoyó las manos en el cinto, ya que no llevaba su espada.

- Perdonar que os interrumpamos, pues veo que asuntos importantes os reclaman, pero mis compañeros y yo estamos buscando un lugar en el cual descansar esta noche. Nos han comentado que es a vuestra merced a quien debemos recurrir, y eso hemos hecho.

La mirada del espadachín se posó levemente en la mujer que había sido golpeada, para volver acto seguido al rostro de Gottliet. - Pero esperaremos a que vuestros asuntos concluyan, no queremos demorar vuestras obligaciones.