Partida Rol por web

La ligera charla sacó a Dareus de sus pensamientos, y por un momento le hizo pensar en ello... pero no, no  había otra respuesta:

- No, no me trae a este rincón de mundo más que las palabras de riquezas y oro. No vengo a salvar almas, ni tan solo la mía. Todo lo que quería se podía pagar, o al amenos conseguir, si tenías mucho dinero, y se disfrutaba en esta vida, no en el paraiso. - El sólido y dorado metal con el que pagar una vida de descanso antes de acabar con las entrañas esparcidas por cualquier rincón

- Lo siento Syr Tymos, si habíais hecho tanto camino para encontrar honor... estas tierras lo perdieron hace ya mucho tiempo, en las luchas por el poder entre los diferentes condes electores... Y ahora con la caída del cometa no han mejorado . Se dijo a si mismo, pensando en lo que Omar les contó.- Aunque tampoco sé si antes había mucho más, estas guerras hace ya mucho que duran... por otro lado, si quereis lo que quereis es limpiar las tierras  de escoria, ya podeis poneros cómodo, que teneis para una vida entera y la siguiente.

De hecho con escoria no sabía a quién se refería en concreto, porque para algunos  el grupo variopinto que formaban seguramente se llevaría el mismo nombre. Los Templarios de Sigmar seguro que los tenian ya en las listas de gente que limpiar de este mundo.

El caballero meditó largo y tendido las palabras de Dareus, la verdad es que mucho contenido se le escapaba pero no por ello dejaba de hacer el esfuerzo de entenderlo. Pero queriendo ocultar la parte en que si era ignorante se dedicó a objetar la parte que estaba clara en su pensamiento.

 -¿Y bien? ¿De que os sirve el dinero en cuanto vuestra consciencia y alma?
Una vez leí en un libro: “¿De que sirve el oro y la plata, sino más que para sustituir con “orgullo” objetos que de otra forma iban a servir? *
Dime, ¿no es eso cierto? Vos decís que os metéis en el combate para la recompensa material que se pueda obtener de él, pero si morís no podréis llevar con vos ni todo el oro ni toda la plata hasta que al momento os hagáis conseguido. Entonces que os queda frente una muerte segura ¿huir vergonzosamente?-

Miró a Foyle y la chica. –Podríamos viajar hacía otro lugar… pero, si lo que decís es cierto, estas son las tierras que mayor necesidad tienen de un auxilio y las que mayor enseñanzas de redención merecen. De nada sirve ir a salvar aquellos que solo gozan de favores.-

Desmond miro de reojo al caballero mientras caminaba y suspiro.

Sir Tymos vuestras palabras son las de alguien que desconoce la realidad del mundo que le rodea.
Es posible que en vuestras tierras el honor y el coraje sean valorados como debieran.Pero los que crecimos en otras tierras donde el dinero lo mueve todo no podemos verlo asi.

No hay necesidad de venir aqui para encontrar crueldad y sufrimiento.Le aseguro que los actos mas viles se cometen dentro de los muros de una ciudad .

La unica via para intentar escapar de esa vida es el oro.
Puede que estas tierras sean peligrosas.Pero cuanto mayor es el riesgo ,acostumbra a ser mayor la recompensa.

Se ajusto la capa al rededor del cuerpo y encongiendose de hombros miró al bretoniano.

No creais que todos lo hacen por avaricia.Muchos solo buscan acabar sus dias con cierta tranquilidad.

Enricco sonrió mientras pasaba sus dedos por la ya descuidada barba.

- Es bueno conocer alguna de vuestras motivaciones, yo por mi parte, busco el "vulgar" oro y plata que se dice se encuentran en estas tierras. Por mucho que pese a algunos. He hizo una mirada risueña a Tymos. - No hay otra manera de costearse los gastos, y sabe dios que es mejor que pese la bolsa, a tener que mendigar en las escaleras de cualquier iglesia.

- Y aunque el dinero no lo es todo, si que ayuda a mantener el honor intacto. Acto seguido soltó una jovial carcajada que se perdió por la oscura noche.

El ingenuo joven torció un poco la boca. -Vos decís mi querido señor Mculligan: “Pero cuanto mayor es el riesgo, acostumbra a ser mayor la recompensa.” Y yo digo que con el honor pasa lo mismo.
Si lo que buscáis es solo tranquilidad, o no tener que mendigar…- Dijo acompañando sus palabras también hacia Enricco. -Invitados estáis de ir a mis tierras y hospedaros en ellas. No malvive el hombre que trabaja.

Y me temo mucho que para mantener el honor intacto señor Tagliagole solo vale el coraje y las acciones de cada uno.-

Se rascó la cabeza meditando. -Hummmm… si quisiera oro me habría quedado en ellas, por desgracia el oro podrá comprar títulos, armar ejércitos, conseguir favores, levantar castillos, comprar lealtades y silenciar voces pero no podrá comprar honor. No el verdadero.
Por lo que, como dije, viajo para hacerme digno de la más bella de las flores,  conquistando hazañas y forjándome, con algo de suerte, como un caballero de valía.-

- Mi querido amigo... Dijo Enricco con un suspiro alegre. - Que idea tan diferente tenéis del honor a la mía. Y creedme si os digo, que envidio vuestra visión de la vida. El espadachín continuaba adornando su rostro con una sonrisa.

- Pero tomaré vuestros comentarios como simple desconocimiento, y atolondramiento juvenil, pues muchos hombres que conozco os harían probar su acero, por la simple insinuación que habéis dejado entrever. Se pasó los dedos por el bigote, obsequiando a Tymos con una mirada paternal.

- Ensuciarse las manos con el trabajo, es para campesinos y villanos, no para hidalgos y gente de clase. ¿Supongo que eso si os lo enseñaron en vuestra tierra?

Rod está concentrado en su tarea... repentinamente el mercenario se acerca al lado izquierdo del camino con la antorcha llameante enfrente moviendola a la vez que su vista; observa y escucha atentamente unos segundos indicandoos con la otra mano atención..

La señal de Ros es suficiente para activar los sentidos de Dareus, e instintivamente se aleja de los que portan antorchas, buscando la protección de la oscuridad desde la que atacar.
La mano se desliza suavemente hasta la empuñadura de una de las dagas, que desenfunda bajo la capa para evitar cualquier destello.

- Era demasiado bonito... seguro que algún hideputa viene a jodernos la noche!

Rod vuelve poco después la antorcha al centro,  parece ofuscado, muy ofuscado... sus faz es seria.

- Nada!, sigamos.. deberiamos encontrar algun refugio pronto; pero no! joder.. - estáis bien todos? esto parece que va a ser largo así que reservar las fuerzas.

Realiza una fugaz mirada a atrás y prosigue el camino.

Las palabras y gestos de Rod preocuparon más de lo debido a Enricco. Se llevó una mano al costado, donde había sido herido por los hombres bestia, y meneó la cabeza con el rostro muy serio.

Los ojos del espadachín se posaron en Tymos, que aunque pretendía mantener la compostura, era obvio que no estaba para marchas nocturnas.

- ¿Estáis seguro, Rod, que no podemos para a descansar en algún lugar más cercano? Se arregló la perilla mientras hablaba.

- No creo que nuestra joven amiga aguante mucho más sin algo de calo y un buen descanso... Aunque realmente no era la chica lo que inquietaba a Enricco

Ante las palabras de Enricco, Rod se gira y observa la mujer y a los demás..

- Andemos un poco más, sinó encontramos algún lugar apropiado, quizás podamos improvisar algun refugio y una fogata. Estamos cansados, además si esa chica se muere todo este follón habrá sido definitivamente inútil - creí que nunca lo diria pero eso me joderia  ..y el calor de una hogera no le vendria mal - a todos.. - ; eso lo sé incluso yo. Que me decís? y tu Desmond? entre todos quizás podamos montar algo decente.

Desmond asintió ante las palabras de Rod.

Estoy de acuerdo.Caminar mucho más solo hara que empeorar las heridas.
Busquemos un sitio un poco recogido y empezaré a recoger leña para el fuego

'Si queda algo seco por esta zona'

Saben los dioses lo que iba a responder el bretoniano frente la importante puntualización de Enricco. De hecho le había sorprendido, pero no era un hombre que fuera a quedarse en silencio disponiendo de una oportunidad de tratar, o divagar, respecto a temas que el honor refiriese.

El caso es que sus palabras quedaron perdidas al observar la curiosa sucesión de movimientos de Rod.
Pero como contradiciendo los hechos con frases, este les aseguró que no pasaba nada. Así que el caballero se conformó en creerle y encogerse de hombros, pero no por eso se perdía opinión alguna de sus compañeros expresaban sobre lo que debía hacerse.
Las ideas de sus guías y compañeros iban muy en consonancia de sus pensamientos “fuera una lástima que la pobre muchacha falleciera una vez a salvo” pensó, “aunque el buen Rod podría escoger palabras menos rudas para expresarse”.

Sin embargo, nada dijo, pues no eran tareas que corrieran a su cargo, normalmente seria Foyle el encargado de buscar un buen lugar.

 El grupo avanzó un poco más pero en el oscuro horizonte nada se adivinaba... nada que evocara a una cama seca bajo un techo. Más allá de la anaranjada luz de la tea ardiente no se veía más que negrura y sombras dantescas.

 Finalmente, resignados, con el frío metido dentro, en un lugar desconocido en el que según habían escuchado la muerte era una de las pocas verdades, el grupo se dispuso a descansar un poco.

 Entre rod, Desmond y Foyle encontraron unos densos matorrales tras los cuales había un pequeño margen rocoso medio desmoronado, que algo les podría cobijar del aire nocturno. Pero por desgracia no habían logrado encontrar madera alguna que se prendiera en llamas. Una larga y dura noche al raso les esperaba. No pocos pensaron en lo bien que les habría sentado poder dormir en un lugar cálido y sobretodo seco.

Desmond miró el improvisado campamento y a sus compañeros deteniendose en el bretoniano.

'Sir Tymos dormid hoy tranquilo, necesitais recuperaros de vuestras heridas.Si fuera menester yo os reemplazaria en vuestra guardia, ya que estoy ileso'.

Agachandose empezó a limpiar la zona donde descansaria esa noche.

- Aquí va haber una fogata como me llamo Rod! peores cosas se han hecho..

Con ayuda de las antorchas intenta prender unas pocas y pequeñas ramitas, poco a poco.. intentando que el mismo fuego seque lo suficiente el combustible; al ver que realmente és difícil saca un cuchillo de detrás de su capa y empieza a desprenderse de su pocas mudas de tela del fondo de su mochilla aún secas rajándolas a trozos, luego parte de su capa,.. e intenta prender un poco de fuego.. el mercenario intenta utilizar toda su experiencia aunque está algo cansado ya..

el cobijo que proporciana el pequeño resguardo no es mucho, pero almenos sirve para apoyar la espalda en algo mas seco que la capa que lleva. Esta no había tenido ni tiempo de secarse en la cálida posada.

- Almenos es un rincón a resguardo. Agradeció a quien es les habian encontrado el sitio. En peores buhardillas, que decían llamarse así, habia pernoctado. Y peores callejas apestosas.

Se arrebujó como pudo en la húmeda capa y se perdió en sueños mientras miraba a Rod que intentaba encender una hoguera.

- Buenas noches. murmuró, antes de que nadie dijera nada de guardias.

Enricco intentó acomodarse tan bien como pudo en aquel lugar de dudosa protección, junto a un fuego poco reconfortante. La herida del costado aun le molestaba, así que apretando los dientes, se tapó con su capa como mejor supo, dispuesto a pasar la noche.