Partida Rol por web

Gus observa con desconfianza los patios traseros durante un breve instante, la escalera le parece una buena forma de dejar atrás el peligro de las calles durante un rato y podría hacerse una idea general de como está la situación más abajo. 

Suspira - Hmmpf... Vale chico. Ves esa escalera, pues vamos a subirla para llegar al tejado. El problema es que no sabemos que hay dentro de las demás tiendas, por eso debemos ser rápidos. Tú subirás primero y yo te seguiré. - Le toca la cabeza. - Cuando estemos a punto de llegar arriba tú serás mis ojos y me avisaras si hay algún problema en el tejado. ¿De acuerdo?

Ryan asiente, mira a Gus y el anciano puede ver en su rostro una mezcla de miedo y preocupación. Entonces se agacha para ponerse a su altura, le pone una mano encima del hombro y le mira fijamente a los ojos. 

- Ryan el miedo no es malo, de hecho es bueno tenerlo significa que queremos vivir. Nos mantiene alerta y nos prepara para lo que pueda suceder. - Gus se acaricia la barba. - Te daré un buen consejo hijo, no sientas temor ante el miedo, aprovéchate de él para anticiparte, para sobrevivir. No temerle a nada no es ser valiente, es ser estúpido. Créeme, yo lo sé. 

Ryan asiente y la preocupación que momentos antes habitaba en su mirada se difumina poco a poco, acto seguido Gus lo impulsa para que se cuele por la ventana y salta detrás de él. Los dos aterrizan en el patio trasero y empiezan a correr Hacia la escalera de mano.

Con gran habilidad, Cristina comienza a manejar con intención de expulsar al infectado con la fuerza centrífuga. El plan surte un gran efecto y el infectado sale disparado por la puerta y rueda en el suelo. Ya libre de su acompañante, "Tequila" puede manejar por las calles con cautela. En su recorrido inicial, pasa frente a donde se encuentra el ahora cadaver de Patrick, sentado en el suelo y con la cabeza colgando sobre su pecho. Por más que el cantinero la ayudara, lamentablemente quedó atrás. Ahora Cristina tenía un auto y un arma de fuego, lo que podría ser clave para sobrevivir en esta situación. ¿A dónde debería dirigirse ahora? 

El patio intermedio sería un lugar agradable si fuera otra la situación, como un cuadrado de aire fresco en medio de la ciudad. Por desgracia no tienen tiempo para admirarlo. Ryan trepa la escalera con velocidad propia de un niño, mientras Gus le sigue a poco menos de un metro más abajo. El par consigue subir hasta el techo y Ryan se asoma antes de terminar de subir. -No hay nadie. -reporta el chico. Entonces sube y trepa al techo. Luego se dispone a ayudar a Gus a subir. La terraza donde se encuentran es de chapas de metal no demasiado confiables. Aunque siendo un niño y un hombre delgado no deberían preocuparse mucho por ejercer demasiado peso en ellas. En efecto no hay nadie en esos techos excepto por ellos dos. 

A pesar de la situación, el atardecer se veía bonito desde allí. Aunque sabían que el atardecer indicaba que pronto caería la oscuridad. -¿Ahora qué hacemos señ-...Gus?-pregunta Ryan. -¿Buscamos otra manera de bajar? 

Cristina chillo de alegría cuando aquella criatura salió dando tumbos disparada por la puerta trasera, Joder que te den. Sus pequeñas manos golpearon el volante de satisfacción y fue disminuyendo la velocidad según se alejaba mientras su respiración se tranquilizaba.

Viejo eras tu o yo, lo siento le susurro al viejo mientras le miro con algo de pena, a su manera cristina lo sentía, no era mala persona, pero en momentos así hay que pensar primero en una misma.

¿Y ahora qué? La pregunta resonaba en su cabeza hasta ahora toda la noche había sido correr frenéticamente, pero ¿y ahora qué? Se volvió a preguntar, inconscientemente el coche se dirigía hacia el club donde había empezado todo esta noche, quizás pensando en volver a coger su bolso pero descarto la idea, no tenia ganas de volver a entrar en aquel sitio salpicado de sangre, no tenia muy claro hacia donde volver asi que se dirigió hacia su apartahotel , dando un rodeo tranquilamente, quería ver como esta la ciudad, una fría y oscura impresión la hacia estremecer su cuerpo, ¿cuántas de esas cosas hay en la ciudad? se preguntó con miedo.

El panorama que muestra el recorrido es por lo menos inquietante. No hay mucha gente en las calles, pero las pocas que puede ver están en algún tipo de situación complicada. A medida que avanza, encuentra algunas puertas barricadas y ventanas bloqueadas. Al parecer la situación se fue desarrollando sin que la mayoría de la gente lo notara o le diera importancia. La noche en la ciudad no era lo más seguro del mundo, pero ahora era indiscutiblemente perturbadora. 

Al llegar a la puerta de su apart hotel, el lugar está como siempre. Oscuro, deprimente, con una pareja expresando su mutuo cariño a un costado de la entrada, sin importarles los transeúntes. 

Al parecer el pánico general aún no había llegado al lugar. 

- Espera chico, no te impacientes. - Gus saca de su mochila uno de los panecillos restantes lo parte y le ofrece el trozo más grande a Ryan. - Come te sentará bien. - Guarda la otra mitad en la mochila, porque sabe que el aún puede aguantar un poco más sin comer.

- ¿Y ufted Guf, no come? - Pregunta Ryan con la boca llena.

- No chico yo no tengo hambre y come despacio. - Sonríe y se acerca con cuidado a la cornisa del tejado. - Bien, vamos a ver como está todo en las calles.

Se fue calmando con la vista de la ciudad sintiéndose segura en aquel coche, la situación allí parecía tan tranquila que todo lo que había vivido en la ciudad la parecía un sueño, las manchas de sangre de su ropa la recordaron que todo aquello había sido una pesadilla muy real.

Tras unos minutos disfrutando del silencio de la noche, se quedo mirando la fogosidad de aquella pareja mientras su mente se preparaba para seguir adelante, rebusco dentro del coche de policía cualquier cosa que la pudiese ser útil, cualquier herramienta o linterna le vendría bien y el hambre le hacia rugir sus tripas, ojalá estos policías fuesen de los que comían donuts pensó con ironía.

Tras llevar el coche a la zona más apartada y oscura del aparcamiento, no quería que la policía viese por allí unos de sus coches aparcados y empezase a hacer preguntas, aunque con lo que había visto por la ciudad la policía debería estar bastante desbordada.

Cristina bajo del coche y enfilo el camino hacia el apartahotel, solo quería darse una ducha de agua caliente y ponerse unos vaqueros y una camiseta limpias, mientras consumía la bebida con mas grados que hubiese en el minibar, necesitaba un buen trago.

Desde ese techo puede darse una buena idea del estado de los alrededores. Las calles más pequeñas están pobladas sólo un poco de infectados. Las avenidas están un poco más infestadas. Gus puede deducir el origen del ruido dado que una parte de los infectados avanzan hacia ese punto. ¿Era esa la dirección del hospital? No estaba directamente en medio de su camino hacia la escuela, pero podría ser un asunto problemático. 

Al revisar los techos, pueden vislumbrar que un techo cercano tiene acceso a una escalera de incendios que da camino a la calle. El único asunto es que para llegar a ese otro techo hace falta un pequeño saltito de menos de un metro. 

Desafortunadamente, el auto no tiene muchos objetos útiles. Lo más valioso que Cristina puede encontrar es una linterna para cinturón. El estacionamiento está tranquilo y silencioso, con excepción de los ruidos clásico de la ciudad. La mujer atraviesa el estacionamiento sin rodeos, y deja atrás las calles y la pareja cariñosa. En la recepción está, como siempre, Victor; el hombre obeso que administra el hotel. 

-Mmnas noches- saluda desde detrás de su crucigrama. Victor era una persona seria y tranquila, que no dudaba en hacer lo necesario para asegurar la tranquilidad de su entorno. ¿Sería mejor comentarle sobre la situación en la ciudad o debería Tequila seguir directamente el camino  a su habitación?

Tequila abrió la puerta del apartahotel con cierta búsqueda, su aspecto era terrible su bonito conjunto de fiesta estaba medio roto por la ajetreada noche y mientras ocultaba la pistola en la parte trasera de su espalda, no quería asustar tan rápido a Victor, comenzó a hablar con el

Victor necesito que abras mi habitación he perdido las llaves esta noche, es una locura todo le dijo mirando a los ojos no te has enterado, no sale en las noticias ni nada? le pregunto extrañada, el centro esta fatal estoy viva de milagro, ni me creerías lo que ha pasado, joder y aquí todo tan tranquilo no entiendo nada, aunque cristina estaba mas tranquila se le aceleraba el pulso hablando de lo que acababa de pasar.

Venga ábreme rápido necesito cambiarme y tomar algo, tengo un mal presentimiento Victor  le termino confesando.

Victor levanta la vista solamente cuando Cristina le comenta sobre el problema en las calles. No le era extraño ver llegar gente en estado golpeado o un poco maltrecho. Sin embargo esto era un nivel nuevo. El voluminoso hombre se pone de pie y se acerca a Cristina. -Diablos, ¿estás bien? Vamos. Te abro. -le indica con un gesto de la mano. 

-Escuché que había un aumento en los ataques violentos, y algunas personas hablaban de una enfermedad, pero nada más. Ahora que recuerdo, un hombre llegó herido a su habitación ayer, pero no lo he visto desde entonces-comenta el hombre mientras avanzan por el pasillo. -¿Estás herida? -pregunta viendo la sangre en sus ropas. El hombre toma el aro de llaves de su bolsillo y abre la puerta de la habitación 12, la de Cristina. 

Gus mira el profundo espacio que los separa a él y al pequeño Ryan del otro tejado. Se rasca la barba como ya es costumbre y se acerca al muchacho. 

- Vale chico vamos a saltar, no te preocupes y recuerda lo que te he dicho antes del miedo.

Ryan asiente. - Si senyor Gus.

- Bien. - El viejo sonríe. - así me gusta. - Le da un par de golpes en el hombro, se levanta y tras unos pasos da un resoplido que acaba en tos. - Cof cof cof....

- Inspira profundamente y se gira. - Bueno pues ya... - Los ojos de Gus se abren como platos al ver como Ryan ya está corriendo y con un brinco juvenil llega hasta el otro tejado.

- Uffff... Bueno viejales te toca. - Se dice así mismo mientras se estira y sus huesos crujen ruidosamente. Saca la petaca y le pega un pequeño sorbo. - Alla vamos. - La vuelve a guardar y tras unos instantes en los que trata de envalentonarse sin éxito, se resigna y empieza a correr hasta que salta.

Cuando Victor hablo de una persona herida en el hotel la sangre de cristina se helo por momentos haciendo que su rictus se volviese pálido, cuando comenzaba a sentirse segura por su cabeza resonaron los gritos y gemidos de aquellas criaturas sedientas de carne..de su carne.

Joder Victor, como una de esas cosas este por aquí, vamos a estar bien jodidos. ¿en qué habitación estaba? le preguntaba ansiosamente hostias Victor trata de localizarle, pero no te acerques a su habitación, ten mucho cuidado por favor, llama a su habitación o lo que te de la puta gana pero no te acerques, cristina hablaba aceleradamente mientras habría en minibar de la habitación y sacando una cerveza fría le daba un largo trago dejando que el liquido corriese por su garganta tratando de que arrastrase el miedo de su cuerpo.

Victor ten cuidado, avísame de lo que sepas voy a darme una ducha le dijo mientras comenzaba a quitarse la ropa manchada de sangre y cerraba la puerta para tomarse un descanso.

Las palabras de aliento de Gus para Ryan parecen surtir efecto en el chico, pero no en él. Su pie resbala y el salto sale más bajo de lo esperado. El vagabundo golpea el borde del otro edificio con el pecho y se queda sin aire. Gus puede ver la carrera desesperada de Ryan por asistirlo mientras resbala hacia abajo. Desafortunadamente el chico no llega a tiempo y Gus se precipita al callejón debajo. En su caida golpea algo y todo lo que Gus puede ver es una ráfaga de ladrillos, cielo, y bolsas negras. Unos segundos después, Gus comienza a interpretar lo que sucedió. Se encuentra en un contenedor de basura, lleno de bolsas negras que amortiguaron en parte su caida. Un dolor agudo en el brazo izquierdo le indica que la caída trajo consigo un golpe con el borde del contenedor. El dolor es agudo y casi paralizante. Es posible que el brazo sufriera un daño severo. 

Sobre la cabeza de Gus se puede ver la cabeza de Ryan asomada por el borde del edificio. 

-¡Guuuusss! ¿Está bien? -pregunta el chico, claramente asustado. 

Victor parece sorprendido ante el estado alterado de Cristina, normalmente tranquilo. 

La mujer se da una buena ducha finalmente. Aunque al cerrar los ojos le parece recordar a su amiga intentando morderle el rostro. O a otros infectados tratando de agarrarla para morderla cuanto antes... 

El agua caliente ayuda a contrarrestar el escalofrío que la sacude. Cristina tiene tiempo de secarse el cabello y vestirse, probablemente con algún trago de tanto en tanto. 

Poco  más de media hora después, la mujer escucha que golpean la puerta. 

-Cris, ¿Puedo pasar?-pregunta la voz de Victor. -Necesito consultarte unas cosas. -agrega el hombre.

Aquella ducha de agua caliente habia calmado los nervios de Cristina, habia dejado correr el gua por todo su cuerpo por muchos minutos hasta que el vaho lleno el pequeño baño del apartahotel,  secarse el pelo de manera rutinaria la habia vuelto a la normalidad. Se toma el ultimo trago de aquella cerveza mientras se vestía con ropa cómoda, aquella que se solían poner para sus trabajos poco recomendables, unas ligero pantalón negros , unas botas negras y una camiseta de AC&DC algo rahida, ella creía que esa camsieta le traía suerte, la policia nunca la habia pillado mientras la llevaba. 

Estaba haciendo zapping en los noticieros locales, tratando de ver noticias de lo que ocurría cuando sonó la puerta, instintivamente cogió la pistola y al oir la voz de victor se relajo y escondió la pistola bajo la toalla que habia encima de la mesa.

Abrió la puerta, que ocurre victor? Que ha pasado de con aquel inquilino de aquella habitacion? pregunto intrigada a victor según abría la puerta mientras echaba un vistazo rapido al pasillo , Cristina se sentia como en un trabjo, como si estuvieses robando algo o huyendo de la policia, aunque esta vez no eran policías, era algo mucho peor de lo que estaba huyendo

Las noticias reflejaron la situación peor de lo que parecía. Los canales que podían verse mostraban disturbios violentos en distintos lugares de la ciudad. En otro canal, un médico explicaba que se creía que la enfermedad era contagiosa en contacto con los infectados, particularmente con su mordida. 

En ese momento es que Victor llamó a la puerta. 

Cuando Cristina le abrió, el corpulento hombre se dispuso a hacer algunas preguntas con gesto preocupado.

-Oye, Cristina. ¿Realmente está tan mal la situación ahí fuera? ¿Noes exageración por parte de esos malditos periodistas? 

 El sujeto que estaba herido no responde cuando llamo la puerta. Pero me parece escuchar algunos ruidos en la habitación. ¿Cómo son los infectados?

Cristina dejo que Victor entrase en la habitación y cerró la puerta tras él, girando el endeble pestillo para sentirse más segura. Selecciono un canal de noticias y dejo que la voz de las noticias se escuchase de fondo mientras comenzaba a hablar y contarle todo lo que había pasado durante esa noche, la situación en el bar, las carreras, la muerte del barman que según su versión ella no había podido hacer nada, la huida en el coche de policía. Hablaba y andaba por la habitación de un lado a otro

…asi que como ves la situación es mucho peor de lo que dicen en las noticias, abajo en una esquina del aparcamiento tengo el coche de policía, no sabia donde dejarlo, esto todo fuera de control.

La cara de cristina se torno ahora con una sombra de preocupación cuando empezó a hablar sobre el hombre de aquella habitacion

Victor si ese hombre ha resultado infectado como se dice en las noticias la situación es muy grave, si sale de su habitación estaríamos todos en peligro, tienes que asegurarte de que no puede salir, cierra su habitación con llave o lo que sea, pero no puede salir, es mucho mas grave de lo que te puedas imaginar.

Hizo una pausa dejando que Victor asumiese todo lo que le acababa de decir y tras eso muy lentamente saco la pistola de debajo de las toallas y la sujeto con firmeza.

Tranquilo, se utilizarla mas o menos, si quieres te acompaño a cerrar esa habitación y un consejo quizás deberías cerrar también la entrada del apartahotel, al menos esta noche por precaución, hazme caso, la situación era una pesadilla

Gus se retuerce de dolor entre las bolsas de basura mientras susurra maldiciones. - Jodeer.... haa, me cago en Newtoon y en la puta manzana... Mi brazo. Mierda mierda mierda.

Se arrastra entre los desperdicios hasta alcanzar el borde del contenedor y se apoya de espaldas contra el. Observa detenidamente la montaña de desperdicios que le rodea, levanta la cabeza mirando al cielo entre los edificios y una triste sonrisa se dibuja en su rostro.

- Joder, es que te estás riendo de mí o que cabronazo. - susurra entre lamentos dirigiéndose a dios. - ¿Este es mi sitio?, ¿es eso lo que estás diciendo? - Baja la mirada resignado y dolorido. 

- ¡Guuuus ¿Está bien? - La cabeza de Ryan se asoma en el tejado.

Gus observa durante unos segundos el rostro preocupado del niño y se lleva el dedo indicé a la boca en señal de silencio. Luego sube el pulgar para darle a entender a Ryan que está bien y mediante gestos intenta hacerle comprender que no debe moverse, que ira donde está, que ira a buscarlo.

- Si existes, y eres tan bondadoso como los gilipollas que te seguía antes de que el mundo se fuera a la mierda decían. - Dice el anciano. - Solo te pediré una cosa. Dame fuerzas para salvar al condenado crío. luego haz conmigo lo que quieras.

Se reincorpora sujetándose el brazo maltrecho y apretando los dientes a causa del dolor acuciante. Observa por encima del contenedor el callejón y busca alguna forma de subir al tejado en el que se encuentra Ryan.