La segunda de Scofferi ha seguido al caballero Dwirm. Salieron del campamento los últimos y ya hace un buen tiempo que atraviesan prados sin un camino cercano. Por el camino han encontrado un paisaje totalemente de cultivo. Tierra de secano a diestra y siniestra. En esas tierras han encontrado algunas granjas. En cada una de ellas los siervos se han escondido a su llegada. Dwirm les lleva y les ha comunicado el objetivo. Todos saben que van a parar los pies a un grupo de soldados normandos que marcha dirección a Missina. En cuanto se crucen deberán entretenerles el tiempo que tarde todo el ejército de Sighard en llegar. Todos saben que si algo va mal va a ser una sangría. Los prados verdes empiezan al dejar atrás la última piedra de los superados campos de olivos y almendros. A lo lejos se ve una colina verde cuya falda esta tapada por un bosque de árboles bajos.
Dwirm cabalga al lado de su nuevo escudero Alfred. A Alfred le han dado un caballo para que pueda seguir el ritmo de Dwirm. Dwirm se siente joven y pletórico, va a luchar por su rey. Dwirm sabe que aún no ha cruzado palabra más allá de monosílabos con Alfred, y le cree incómodo desde que han partido del campamento donde se entretenía con el resto de hombres con los que suele compartir mesa.
tengo suerte de que Hilger me haya conseguido a este escudero, ha demostrado almenos hablando que sabe lo que es una batalla
Bueno Alfred, tenemos un largo camino tu y yo por delante, no debemos estar lejos de las cinco levas normándas. Si todo va bien llegarán antes que nos masacren. Si no va bien, encantado de haberte tenido como escudero. alarga su mano hacia Alfred mirándole con la misma frialdad con la que se ha comportado siempre.
Llegan al lugar señalado, los tres picos lo delatan. Ahí esperan un rato, observando el movimiento de la naturaleza mecida por el viento. Un soldado da la alerta Señor! hombres al fondo, parece un buen puñado de soldados! Tras que todo el mundo examina el lugar con la vista y rumorea, susurra y hasta grita son demasiados Dwirm empieza a avanzar con su caballo.
poniéndose a su lado señor son demasiados, no tenemos ninguna posibilidad.
POST ESCRITO POR EL MASTER
¡ESTANDARTE! ¡AAAAAVANCE! Dwirm grita con potencia. Un grupo de siete soldados que portan el estandarte corren a formar a su lado. Se notan los nervios de antes de la batalla en cada una de las caras.
Alfred, es así como se forja un héroe.
¡SEGUNDA COMPAÑÍA! ¡TRAS MIS PASOS! Dwirm comienza a avanzar ya encarando al enemigo, hace levantar bien alto el estandarte para que no pase inadvertido.
La segunda alcanza al enemigo quien ha dejado dos levas de lanceros para contener el avance del enemigo. El resto del ejército se aleja para luego detenerse y formar fuera del alcance del enemigo. LLegados a los cuarenta pies la segunda carga alentada por los gritos de Dwirm. Antes de llegar choque para el que se ha preparado los hombres se abren de golpe y se paran a punta de lanza. Con un golpe seco de su arma apartan las lanzas para lanzarse al cuerpo a cuerpo. Las dos levas enemigas están contenidas impidiendo que rompa su formación o los rodee. Dwirm y su escudero se entrecruzan cabalgando en círculo al rededor del jaleo, tratando de debilitar al enemigo por los flancos y la retaguardia.
La segunda se defiende con profesionalidad, fuerte, segura, ordenada. Estos hombres ya han luchado juntos otras veces, se les nota la experiencia por encima de las tropas enemigas, quienes la mayoría son jóvenes con apenas fuerza para blandir una espada con rapidez. Las bajas no están siendo importantes para ninguno de los dos bandos, la escaramuza continúa.
Tirada: 1d100(-32)
Motivo: SEGUNDA de SCOFFERI
Dificultad: 40-
Resultado: 9(-32)=-23 (Éxito)
Tirada: 2d100(-32)
Motivo: LEVA NORMANDA
Dificultad: 40-
Resultados: 69(-32)=37, 70(-32)=38
Exitos: 2
Dwirm cae del caballo tras recibir un fuerte golpe y ahora trata de levantarse mientras el enemigo trata de saltar sobre él. A medio levantar el enemigo lanza un ataque y golpea su armadura sin causarle daño alguno por lo que éste aprovecha para atravesar el cuero blando del chico con su espadón. El caballo ha desaparecido Maldita sea![/B] Lanza otro espadazo a un rezagado que se separa de la melee para tratar de matarle. ¡Alfred! Mi caballo! Mi caballo! le indica a su escudero. El cuerpo del chaval separado de su cabeza resta estirado en el suelo con moviéndose como una lagartija. [I]Lo estamos haciendo bien chicos... Ahgggggghhhh carga verticalmente contra las espaldas de los lanceros de la primera leva.
Tirada: 1d100(-32)
Motivo: ATACAR + CABALGAR
Dificultad: 40-
Resultado: 80(-32)=48 (Fracaso)
Tirada: 1d100(-32)
Motivo: ATACAR + CABALGAR
Dificultad: 40-
Resultado: 8(-32)=-24 (Éxito)
Tirada: 1d100(-32)
Motivo: CONTRATAQUE
Dificultad: 60-
Resultado: 63(-32)=31 (Éxito)
Tirada: 1d100(-32)
Motivo: ATAQUE
Dificultad: 60-
Resultado: 23(-32)=-9 (Éxito)
LA SEGUNDA TIRADA NO ES VÁLIDA.
Alfred siguiendo las órdenes de su señor corre en persecución del caballo. Lo divisa lejos, pero parece tranquilo de nuevo y se mueve lento. Alfred espolea su caballo y lo cabalga a galope. Mientras se aleja puede divisar como las filas enemigas están ahora batiendose en retirada hacia dónde está él ahora mismo, si no es lo suficiente rápido le pueden dar caza en su regreso. A su paso por unos arbustos altos, se da cuenta de que hay hombres escondidos tras ellos ¡una emboscada! acelera su paso viendo que no saltan sobre él. El caballo galopa a su máxima velocidad, Alfred sabe que no lo podrá forzar más y ya está lejos de aquellos que preparaban la emboscada. Una vez llegado al caballo, no tuvo problema alguno para recogerlo y llevarlo a paso tranquilo de vuelta con su dueño.
Al girarse para dar la vuelta, vio que aquellos hombres habían salido de los arbustos y cortaban la retirada del enemigo. De mientras él, no aceleró, era peligroso en esos momentos.
Tirada: 1d100(-20)
Motivo: ver
Dificultad: 60-
Resultado: 17(-20)=-3 (Éxito)
Tirada: 1d100(-20)
Motivo: ver
Dificultad: 60-
Resultado: 4(-20)=-16 (Éxito)
Tirada: 1d100(-24)
Motivo: cabalgar
Dificultad: 60-
Resultado: 11(-24)=-13 (Éxito)
PNJtizado
Ya a salvaguarda, aunque en medio de un campo de batalla de suelo enrojecido, caballero y escudero trotan alrededor de la segunda leva y les hacen formar para contabilizar el número de bajas. A su alrededor, varias unidades más se están reagrupando, mientras que la caballería y la tercera leva persiguen a los supervivientes del bando enemigo que huyen despavoridos. A su alrededor llantos, gemidos, quejidos y suspiros componen un extravagante y es escalofriante recital.
Tras el recuento, quedan cincuenta de los setenta hombres que se disponían, y entre ellos siete heridos.
La batalla ha terminado, y Alfred, ha logrado recuperar el caballo de su señor, así como ha logrado mantener con vida el suyo. Han tenido que cavalgar sobre un campo ensangrentado, repleto de cadáveres y heridos de muerte que han gemido hasta su último suspiro. Sólo se ha recogido a aquellos con posibilidades seguras de sobrevivir tras pocos cuidados. Dwirm, ha ordenado a Alfred la supervisión de sus hombres durante la recuperación de objetos, que Sighard, como General del ejército ha ordenado. Mientras Alfred ocupaba ante la tropa del poder de Dwirm, éste se ha dirigido a Sighard y a los demás soldados.
Tras ello, han recorrido un largo trecho en cuesta, para llegar a una colina a la que atraviesa un río hermoso y calmo. Allí la tropa ha empezado su momento de relajación y jauja. Al poco rato han empezado a verse alzar las tiendas y Alfred con la ayuda de otros tres soldados ha tenido que montar la tienda de su señor.
Ahora ya ha caído el sol, y llegan dos exploradores al campamento.
Se acerca a Alfred, y con aquella voz seca y tranquila le habla. Buen trabajo Alfred, la tienda está perfecta. Allí están sirviendo ya la comida, ve y come con calma, tómate tu tiempo. Estaré en la tienda general con el resto de comandantes, necesito que vigiles la tropa y les adviertas antes de que sucedan malas. En cualquier caso, informa de todo cuanto pase. Cuando salga tendré tiempo de que bebamos algo y me cuentes todo.
Así se hará señor. digo con orgullo de servirle.
Me dirijo hacia donde están repartiendo el rancho y me uno al resto de los soldados.
Buena batalla chicos, les hemos dado su merecido hahahahaha. Pero hay que andarse con ojo, esos perros son más traicioneros que la muerte.
Uno de los tipos que está en la mesa mira a Alfred...
Eh! Alfred! ¡¿Dónde has estado todo este tiempo?! los chicos y yo te perdimos la pista tras el desembarque en las costas de esta maldita isla... Hedric sorbe un poco de vino.
¿con quien has batallado? no te he visto con la tercera. ¡Eh mirad quien está aquí! ¡Es Alfred! el diablo sigue vivo. les dice a algunos que están cerca de él.
Spoiler (marca el texto para leerlo):
En la batalla tu has batallado con la segunda.
Merwin se levanta de entre el tumulto y le saluda. Alfred! amigo! desvestido de cintura para arriba Merwin tiene un vendaje hecho con tela que envuelve su hombro.
Estaba en la segúnda viejo diablo. Me alegro de verte.
Caundo veo al otro herido le digo: UUUUU... Eso a tenido que doler... pero tu estas por encima de todo eso hahaha, tambien me alegro de verte.
No es nada compañero, un recuerdo que me llevo de esta isla. sonríe. A ver cuando tendremos tiempo y un buen sitio para echarnos otro juego de Harpastum. divertido.
La noche va cayendo y los soldados van hacia sus respectivos puestos, cerca de una hoguera tapándose con la manta. No hace frío, pero si fresco por la altura a la que se encuentran. Cuando la totalidad del campamento está en silencio, Alfred sigue vigilando a distancia aquella tienda donde los caballeros estarán discutiendo el plan para el asedio de la ciudad. Pasan las horas, y parece que nunca vayan a salir de la tienda. Los ojos empiezan a pesarle.
Al ver que no acaban y que estoy muy cansado me dirijo hacia la tienda y (suponiendo que haya algún guardia en la entrada) digo a alguno de los guardias: Cuando acaben avisad al señor Hölgut de que estaré en mi tienda si me necesita.
Dicho esto me voy a mi tienda.
Si no hay ningún guardia avisame y reedito.
Alfred se despierta tras recibir una moderada patada en el costillar. ¡levanta vago! dice Dwirm Quedamos en que me esperarías y beberíamos algo, vamos levanta. Dwirm saca dos vasos y una botella de vino. Tiene aspecto de ser un buen vino. Sirve en los dos vasos le pasa uno a Alfred.
Lo siento mucho señor, pero la batalla y el calor de la hoguera han hecho lo que el enemigo no ha podido, vencerme.
Restregandome los ojos me incorporo y acepto encantado el trago que me ofrece mi señor.