Partida Rol por web

Thomas se acerco al caballero Gailes.

Un caballero de cristo, una buena oportunidad para saber algo mas de estos caballeros de Dios

Cabaleero Gailes es todo un honor conocer a un caballero de cristo, y tenerlo aqui entre nosotros y mas en estos duros momentos por lo que estamos pasando. Mi nombre es Thomas Pellfire, veo que estais hablando con Gosvin.
Me duele ver que estas mal , le echare una mano y lo llevaremos a la enfermeria

Ves al caballero alejarse acompañando a Gosvin el armero... parece que ninguno de los dos te ha oído, el jaleo que hay en el patio es grande.

Salgo al patio desde mi accidentada herrería y veo el sol más puro y el cielo más azul que había visto en mucho tiempo. Al parecer los altos cargos habían tomado riendas en el asunto y repartían cosas entre los aldeanos. Y mirando de un lado a otro mientras busco a alguien de quién recibir la información que quería lanzo una alegre exclamación a las nubes:

¡¡Maldición, nunca me había alegrado tanto de ver el sol!!

Otto entra en el castillo hambriento y cansado, pero piensa que debe guardar ayuno mientras vele por su hermana, por lo que se dirige con paso apresurado hacia la capilla sin apenas fijarse en la gente que está en el patio.

Con paso firme y decidido aparezco en el patio. Siento el calor del sol acariciándome y noto como me reconforta por dentro, pero su favor me dura escasos segundos ante la desolación que lo acompaña. Echo un vistazo al patio del castillo, lleno de personas hambrientas de rasgos entristecidos. Recuerdo el alegre deambular de los transeúntes en otros tiempos, la cháchara de los mercaderes, la alegría de los trovadores y músicos... y el corazón se me achica aún más si cabe. Después contemplo el castillo en sí mismo, mi hogar, maltrecho, malherido y siniestro y me pregunto si el sentido de las cosas tiene un devenir lógico en según que circunstancias. Lo atravieso ensombrecida, pero evito en todo momento el desaliento, esquivando como puedo que su garra férrea me hunda en pensamientos de los que es mejor huir.

¡Mi señora Ghela, mi señora Ghela! grita el médico, Su hermano ya ha despertado, su padre le acaba de visitar y me ha pedido que la avisara.

¡Gracias a Dios! Loado seas, Señor... miro al cirujano y añado: le agradezco el aviso, buen hombre... rauda y veloz y sin esperar, ni desear contestación alguna, me encamino a toda prisa hacia los aposentos de mi hermano.

Parece que poca gente camina hoy por el patio del castillo, hecho reprochable a que los puentes y las barcasas que atravesaban el rio hayan sido destruidas por el temporal. Se nota, cuando un percance de tal tamaño hace daño en los alrededores y da gracias a Dios de que viva en el Castillo, pues ahora mismo estaría nadando, muerto o vivo, en un rio de enfermedades, destrucción y sangre.

No puede ayudar ahora mismo a nadie en ninguna tarea y de hecho, no tiene ganas, para que engañarse a si mismo, nunca había sido agradecido por nada.

Asi que sin más y esperando a que venga alguna dama que incordiar, sigue pasenado por el patio intentando no pisar ningun charco que pudiera mojar sus zapatos de cuero.

Buscando al guardia con el que tuviera la charla por la mañana, nos acercamos con mi hermano hospitalario
Guardia hemos regresado, podeis decirnos si vuestro señor ha de recibirnos ?

Caminando al lado de Gailes, mirando como toda aquella pobre gente muerta la mayoría de hambre y con sus casas dañadas, mantienen la fila para recibir algo de sustento. Bien hermano, y cuentame, quien es el señor de estas tierras, quien te ha hablado de él?

Peliken puede ver como hay mucha gente en su misma situación, muchos hacen cola en la plaza pidiendo sustento a unos guardias que reparten en pequeños cuencos de madera sopa cada vez más fría. Tras oír a la gente y cruzar alguna que otra palabra con éste y aquel, se entera de que fuera del castillo, es donde se ha vivido el mayor desastre, los pueblos han sido barridos del mapa por el agua y centenares de vidas se han perdido, dicen los soldados que han pasado por la iglesia que ahí se reúnen los supervivientes y que están planeando hacer un nuevo pueblo entre todos.

Pues, hermano, no no quisiera desilucionartos mas desconozco mas sobre este señor feudal. El guardia que me diera la ración cuando vine a observar que acontecía por estos lares me pidió que tuviera a bien reunirme con su señor para explicar la presencia de hospitalarios en este feudo, asi como conocerlo personalmente, quizá el guardia sepa decirnos cuando nos toque el turno...

Marius aparece de nuevo en la plaza buscando a aquel caballero con quien se ha topado antes. Ahhh aquí estáis, caballero Ferreiro, veo que viene acompañado por uno de sus hermanos

Sois justamente la persona a la cual buscabamos con el hermano Hollenbreed. Mas me temo que nos requieren en el cuartel de soldados pues de allí suena la llamada, según observe en la mañana. ¿Os parece acompañanos allí y comentarnos en que le podemos ser útiles? Podremos hablar de camino.

despues de asearme y descansar en mi habitación salgo al patio pra haber si puedo ayudar en algo ,veo que Ghela tambiem esta alli y me acerco a ella,veo que hay mucha gente se reparte comida se atiende a los heridos es un caos y las caras no reflejan nada mas que tristeza e impotenciaGhela sabes algo ya de tu hermano,la pobre Mille no slae d esu cuarto temo que no ser recupere de su inmenso dolr que tiene despues deberiamos de estar con ella no valla ser que haga alguna locura ciega de tristeza

Pues caballero, si a la llamada vais a contestar, hablad allí con el capitán de la guardia, el Caballero Arnoldus de Vail. Él os explicará pues es quien habrá dado la orden.

Gracias buen consejero, ya estaremos con vos... Dadnos un instante. ¿Vamos a investigar a que se debe el llamado hermano?