Partida Rol por web

- Tormenta? - el rostro inquisitivo de Wessel da cuenta de que el no ha visto alterado su sueño. - Si, claro, viendo como está todo, parece que llovió. Y fuerte - Para pasar el mal momento el borrachín toma un trago de su cantimplora antes de seguir hablando - Y ahora? Donde conseguiremos comida? - el rostro normalmente feliz de Wessel expresa su preocupación - Y bebida? - Ante la última frase la preocupación es, si cabe, mayor aún.

El padre de Aaron, Rether, llega poco despúes a la plaza, acompañado por su mujer y su hijo menor. Todos están empapados y temblando de frío.

-Wessel, ¿estás bien? - se acerca a él y le palmea amistosamente el hombro, como para comprobarlo por sí mismo. - ¡Menuda noche! ¿Y el resto de la gente? ¿Hay alguien atrapado en su casa? ¿Algún herido? - sus palabras se atropellan dejando clara su preocupación.

Mientras habla con Wessel, mira a su alrededor en busca de un edificio que parezca seguro.

-Lithya y los muchachos necesitan sentarse un rato junto al fuego. - piensa mientras él mismo se frota con energía los brazos para desentumecerlos.

Aaron mira a su padre... Padre, gente que caminaba me han dicho que la iglesia no había sufrido daño alguno, quizá podríamos ir a ver al Padre Wybert, el quizá nos diga que podemos hacer... he encontrado a valentina ahogada cerca del camino al molino, pero no he podido encontrar a ninguna más... tras estas últimas palabras su cara expresa una tristeza terrible.

Aparece el zapatero cruzando la plaza del pueblo.

ALEJAROS DE LAS ENFERMEDADES, LA MEJOR OPCION ES MANTENER SECOS Y CALIENTES LOS PIES, COMPRAR SALUD... va repitiendo en dirección a la salida del pueblo.

Sale corriendo de su casa hacia donde está su marido. Cariño, cariño, Hessel está tosiendo mucho, y creo que empieza a tener fiebre.

-Valentina...era un buen animal - piensa apenado. Ver a su hijo entristecido por la pérdida de la vaca le hace pensar que quizá aun tenga una oportunidad de que el muchacho siga sus pasos.

Cuando Robbin Gudsues sale a la plaza intentando hacer negocio, Rether no sale de su asombro. Si pensaba reprender al artesano, la llegada de su esposa no le da la oportunidad. Al verla tan preocupada, la coge de los hombros para calmarla. Recibe las noticias con bastante preocupación. El buen humor y optimismo habituales en él se enfrentan hoy a una dura prueba.

-No padezcas, será solo un catarro. Pero marchaos a la iglesia de todos modos. Allí estareis mejor que en casa. Yo buscaré a la herbolaria o a alguien que pueda mirar al zagal, para que te quedes más tranquila. Aaron, ve con tu madre y cuida de ella mientras yo estoy fuera. - su primer impulso es revolver el pelo de su hijo, pero detiene su mano y le da una palmada en la espalda, más apropiado para el hombrecito en el que ya se ha convertido.

Así lo haré padre y coge de la mano a su madre. vamos madre, llevemos a Hessel a la Iglesia

La imagen de la familia preocupándose unos por otros enterneció al borrachín y lo forzó a lagrimear un momento.

Sin embargo la aparición del zapatero, solo pensando en seguir vendiendo su mercadería lo hizo recapacitar. Si, debo sobrevivir se dijo asi mismo mientras intentaba trazar planes. Su único equipaje era su bota de vino, de la que dió un nuevo trago antes de hablar con los sobrevivientes que iban apareciendo

- Quizás antes de ir a la iglesia deberíamos conseguir algo de comida - comentó. Supongo que allá estarán ajustados Y no pienso escuchar dia y noche al bueno del padre... realmente cansa con sus sermones completó para sus adentros.

El bueno de Rether solía tener animales. Quizás era una buena altermativa. - Escucha Rether, sobre tus animales... eh... quizás alguno sobrevivió. Sería bueno conseguir algo de leche. Para los pequeños, no para mi - aclaró asustado ante la idea - o en el peor de los casos algo de carne. Si necesitas te puedo ayudar a... eh... a lo que necesites -

Como siempre la prioridad de Wessel, era Wessel. Si ayudándolo consigo algo de carne será bueno. Solo me faltará el vino y algo queda en el barril de casa se dijo a si mismo mientras esperaba la respuesta del campesino.

En ese momento todos los que estáis en la plaza del pueblo oís romper a gritar una mujer, son unos gritos aterradores, entre lágrimas y gimoteos BAAAAAAAAAAAARGGGG AHHHHHHH.... AHHHHHHHHHHHHH y se repiten AHHHHYUUDA PRFORFRAVOOOOR y provienen de la pequeña casa del barquero Gerlach donde vive con su mujer BAAAAAAAAAAAARGGGG AHHHHHHH.... AHHHHHHHHHHHHH el techo está hundido.

De golpe deja de gritar y baja las manos donde sostenian una botas y unas sandalias...
y sale corriendo a donde hay los gritos...
QUE PASA QUE PASA?

-Por lo menos una de mis vacas se ha ahogado. Habría que aprovechar su carne antes de que se estropee y - el grito interrumpe al ganadero - ¿Qué ha sido eso? ¡Es la casa del barquero! La comida tendrá que esperar.- dice a Wessel antes de salir corriendo hacia el origen de los gritos.

Uhm... parece que ya conseguí algo de carne. Bien hecho, Wessel Wessel sonrie estupidamente ante la situación y tarda en reaccionar ante los gritos.

Al ver que Rether abandona el lugar el lo sigue lentamente - Uf! que mañana complicada - se lo escucha murmurar mientras se acerca al lugar donde se han originado los gritos.

Un guardia con pinta más de emisario que de otra cosa llega trotando sobre un caballo a toda velocidad Apartense! grita y se para ante la casa del barbero y cirujano del pueblo.

Robbin sale por la puerta de la casa del barquero aun hablando y se dirige hacia la casa de su hermano.

Parecía que todo había terminado bien y nadie invitaría con un trago a Wessel, así que con calma volvió hacia la plaza, mientras se planteaba como haría para comer.

Rether habló de una vaca, pero... pensó tristemente mientras trataba de recordar que víveres tenía en su casa Solo unas legumbres... pero por lo menos tengo vino!

Al ver el caballo ante la casa del barbero se aproximó, meditando si sería una buena forma de conseguir algo de carne para acompañar a su bebida... no, no se intentó convencer mientras se acercaba al equino y observaba a su alrededor buscando a su dueño.

Detrás del equino divisas un guardia del castillo que no habías visto que parece hablar con el barbero a través de la ventana.

La plaza ahora mismo está desierta se podría decir... el resto de gente está en casa del barquero.

Mientras seguía mirando al animal con hambre, Wessel se acercó, silenciosamente hasta el guardia, dispuesto a tratar de tener información de que es lo que estaba pasando.

El soldado monta a caballo e indica al barbero a montar vamos, suba dandole la mano para ayudarle. Cuando se da cuenta de lo cerca que está wessel Aparta borracho dice el soldado y parten dirección al castillo rápidamente.

El pobre borrachín apenas pudo apartarse del guardia y su caballo y mascullo algunas palabras irreproducibles ante la falta de educación del jinete

Tras descargarse se dió vuelta y salió de la plaza, mirando a su alrededor, como buscando con quien compartir la mañana.