Bostezando, Heimlich se despereza, llevaba dos días sin dormir practicamente, y se merecía este descanso. Todo le iba viento en popa, y en unos días había ganado bastantes ducados. Pero sabía que debía mantenerse a cubierto durante un tiempo, lo del robo en la iglesia traería las iras del señor de Scofferi seguramente, y esperaba que le cargaran a otro el muerto, para entonces poder volver a salir tranquilamente. Que él supiera nadie le había visto, y el botín habái sido cuantioso. Lo que ahora se preguntaba es cómo podría vender los objetos conseguidos. Lo mejor probablemente sería fundir lo que se pudiera, pues intentar vender los objetos robados a la iglesia sería muy peligroso.
En fin, lo primero del día sería salir a cazar algo para comer.
Aclarándose la cara con agua, Heimlich salió a intentar procurarse algo de comer en el bosque.
De todas formas precavido y algo asustado por lo quele pueda pasar, sale totalmente armado hacia el bosque.
/salgo de escena
Hogar dulce hogar. Comida para aguantar unos días escondido, mientras se calma lo que se habrá montado. Voy a prepara esta carne y a echarme una siesta, que me lo he ganado después de matar a este bicho.
Poniéndose a la tarea, comienza a preparar la carne para que aguante más tiempo,
/entro en escena
Sacando la carne del hoyo dónde las ascuas han hecho su trabajo, heimlich, la guarda en la cabaña. Aliviándose antes de echarse un rato, Heimlich echa un último vistazo intranquilo al bosque a su alrededor, y después sube con cuidado hasta la cabaña.
Echándose en el jergón relleno de paja, se mueve hasta encontrar la postura menos incómoda y se prepara para echarse un merecido sueñecito.
Helmich siento que no haya posteado, pero es que he estado de vacaciones así que cuando puedas me pones un poco al día y voy con tigo a donde sea para seguir jugando, a partir de hoy estoy ya un poco mas desahogado de trabajo, pero ayer fue un infierno en algunos momentos, por lo demás no se que decirte solo eso que cuando me pongas al día posteo.
Master´s necesitara saber que hora del día es, ya que estoy muy perdido y mi compi no da señales de vida, además tengo ganas de seguir con la party y así podría intentar ir a algún sitio plz, plz, plz.
Ahora mismo es media tarde. No queda mucho para anochecer.
Me levanto de una siestesita que se ha prolongado mas de lo habitual en mi ya que me encontraba con mal cuerpo, salgo de la casa no sin antes echar un vistazo a mi compañero que está en este momento durmiendo, así que hago el mas mínimo ruido para no despertarlo y me pongo a coger ramas y trocos para mantener las ascuas candentes luego miro mi carcaj de flechas.
Necesito mas de estas igual puedo encontrar algunas ramas que me sirvan para hacer mas.
Después de pensar eso me pongo hasta el anochecer a buscar ramas que me puedan servir para hacer mas flechas y plumas para el mismo proposito.
- Uooohhh. Heimlich bosteza desperezándose.
Creo que ya he dormido suficiente, lo necesitaba después de tantos días sin casi hacerlo.
En nustra escena privada te hago un breve resumen de cómo están las cosas. También podrías haber avisado de tu ausencia, que estuve esperándote, pero bueno, tampoco he hecho muchas cosas.
Cuando veo que empieza a anochecer me encamino a casa con las ramas y plumas que he podido conseguir y una sonrisa en la cara mientras pienso en lo bonitas que son las mujeres del pueblo y lo bien que podría vivir.
Si consiguiera un buen botín con el que poder embaucar a mas de una... jajajaja les haría creer que soy un gran mercader que quiere pasar una noche probando el calor del hogar.
Direc´s he recogido muchas ramas y plumas para hacer flechas?
Llevas los brazos llenos de ramas y una docena de plumas de perdiz que has encontrado entre los manojos.
Cuando llego entro en la casa y miro que mi compañero está despierto.
¿Has dormido bien? lo digo por que tenemos trabajo, lo primero que he pensado es en hacer mas flechas, después, seria bueno que fuéramos a algunos de los caminos y esperáramos una buena victima, o nos enteráramos de si va a venir algún mercader con buenos sacos de oro, y si no he estoy pensando en dar el mayor golpe de la historia y para eso necesitamos primero dar un buen golpe alguien con muchos sacos de oro.
Después de decirle eso me pongo a mirar que podemos cenar y al final saco un poco de pan que empieza a ponerse rancio y los frio en mantequilla, mientras hiervo agua y meto unos huevos, todo esto lo hago mientras espero a que me conteste mi compañero, cuando termine de poner me siento a comer y le dejo un plato para que se sirva el.
Para dar el mayor golpe de la historia necesitaría saber si hay alguien en alguno de los pueblos que sea un prestamista o que tenga dinero en abundancia, en los pueblos siempre se sabe mas o menos quien tiene o quien no tiene dinero.
Puede ser que haya algún prestamista en alguna de las aldeas, pero eso tu pj debe averiguarlo el sólo.
- No estarás pensando en los impuestos, creo que eso queda muy fuera de nuestro alcance. Es cierto que yo también lo he pensado, pero lo descarté por imposible.
Heimlich le da un pequeño trago a una prácticamente vacia botella de aguardiente, y se recuesta después de engullir la cena preparada por su amigo.
- Gracias por la comida. Recuerda que cuándo te apetezca que tenemos una buena cantidad de carne de jabalí. Nos durará un tiempo, y está deliciosa.
Mira a su amigo con una sonrisa picara en los labios y le dice.
Los impuesto no, jejeje algo mucho mejor que eso, pero antes de contarte mi plan te advierto que si no quieres puedes quedarte aquí y lo haré yo solo..
hago un pasusa, me quedo pensativo y lo miro para ver si tengo su total atención y prosigo.
..pero si me ayudas necesito que llegues asta el final, así que te pregunto ¿Estas con migo? te advierto que es muy peligroso y que nuestras vidas correrán un gran peligro.
Master se de algún sitio donde pueda contratar mercenarios? igual para otros golpes ya los contratamos antes.
Nunca has tenido que hacerlo, ya que siempre habéis ido por libre, pero quizá en el pueblo encuentres a alguien que quiera unirse a tí.
También ronda algún bandido más por el bosque, pero no sabes donde buscarlo.
Helmich está de pie en medio del enfangado terreno. La desolación causada por la tormenta llena sus sentidos, y aunque sabe que el bosque se recuperará pronto, no puede por menos que sentir una comezón en su interior, un sordo dolor por todo lo perdido y un temor irracional al mirar el oscuro cielo.
Durante los primero momentos de la tormenta, llegó a pensar que Dios descargaba su ira contra él por haber profanado su iglesia, pero las llamas del castillo y la destrucción que alcanzó a ver por todo el feudo le tranquilizó dentro de lo posible. La tormenta ha sido muy dura en el bosque, su cabaña ha quedado totalemente destruida.
La pérdida no es tan grande, y volverán a levantar en el árbol una nueva, pero hasta que el solo no vuelva a brillar por encima del feudo, siente el dolor de la tabla rasa en la que ha quedado convertida toda la zona.
Con al cabeza gacha, incapaz aún de afrontar la tristeza del panorama, Heimlich anda hacia el árbol dónde esconde sus posesiones. Tarda algo más en encontrarlo, pues algunos de los árboles que usaba para guiarse han quedado derribados, pero por fin encuentra el lugar.
El árbol está tumbado, agonizante con sus raices arrancadas, y toda la majestuosidad que mostraba antes de la tormenta ha tornado en lástima, lástima de ver el grandioso tronco tumbado, partido como una rama en el suelo.
De rodillas, Heimlich escarba en el barro, y retira maleza muerta hasta dar con el agujero del tronco. De dentro, entre el cieno que se ha creado, Heimlich, busca a ciegas, y por fin toca, la dura bolsa donde se encuentran las cruces y las monedas que esconde. Con cuidado, agarra la bolsa del cierre para que no se abra al moverla, y sacándola del embarrado suelo la alza hasta sus rostro.
Con miedo y esperanza la abre con cuidado. Su vida está en esa bolsa, el no empezar sin nada depende de lo que haya al abrir el cordón. Heimlich, abre la bolsa y mirando en su interior se prepara para una nueva vida.
Dejo aquí el mensaje debido a lo que os explico por mp.
Abres la bolsa con el temor corroyéndote las entrañas pero suspiras aliviado al ver que la bolsa esta intacta, con todo su contenido.
Despues de la mala noche pasada atando a los pocos animales que nos quedaban, eso sin contar que he tenido que achicar agua y apagar algún fuego que otro caigo molido al suelo al lado de lo que a sido el sitio donde cocinabamos mi compañero y yo. Con cara cansada miro a mi alrededor buscando a mi amigo y llamandolo.
¿Helmich donde estas? ¿Queda mucho por hacer dentro?
Hemlich no parece contestar a tus primeros gritos.