Partida Rol por web

El monaguillo esta consternado, unas cuantas lagrimas le caen. Se acerca al Padre y le da la comida comprada, carne de ave, un queso de cabra y cuatro huevos. Luego se rebusca entre el pantalon y saca 6 Feudados - Uno me sobo, lo' oto inco son pa' la - solloza - Iglesia

Clao Pae - solloza nuevamente - ire lo mah apido que puea - se da la vuelta y sale corriendo de la iglesia, no sin antes santiguarse a la cruz antes de salir...

Petrus entra en la iglesia y ve la zona algo movida habra pasado algo? se sienta en un banco y reza

al rato ve al padre Wybert y le pregunta Hola padre que a pasado? he oido rumores en el pueblo de que han robado. puedo ayudar?

Petrus mira al padre y le dice sonriendo Claro que si, ademas luego iba ir alli. Trabajo como tendero

Pues no se? ahora que voy a hablar con el señor o su consejero preguntare. bien padre saldre inmediatamente. Petrus agacha la cabeza para que le santigue y sale de la iglesia

Lucas entra corriendo con los ojos hinchados de tanto llorar, pero sonriendo lleno de esperanza - ¡PAE PAE! - se santigua y sigue buscando al padre

Con el rostro desencajado por el miedo al ver la tormenta, Lucas corre como alma que lleva al diablo hasta situarse delante de la cruz. Se arrodilla y comienza a rezar con frenesi... por su alma, por la del Padre y por la de los habitantes. Reza con fuerza y devocion, apretando fuertemente el rosario en su mano haciendo que queden las marcas rojizas sobre su mano. Con cada rayo Lucas se sobre salta y da un saltito...

La tormenta ha cesado, y con alivio espectante Lucas suspira despues de rezar y se asoma por la puerta... Desde alli ve la torre en llamas - No... - musita cerrando la puerta de la iglesia asustado y llorando - no pue' seh - repite negando...

¿¡PADRE!? E horrorible ¡Padre!

El cazador Thomas Arklo entra con sus perros en la iglesia, en estado deplorable y visiblemente afectado.

¿¡Padre!?

Aún toda la desolación que parece reinar en el feudo, la iglesia parece estar en perfectas condiciones, intacta, pero sus puertas todavía están cerradas.

¡Padrie!- golpea frenéticamente el portón de la iglesia cada vez más y más furioso- ¡PADRIE!¡NIECESITO RAZONES!¡PADRIE!

El mundo se le hace pedazos en ese instante. Con cara y puños pegados en la puerta de la iglesia, Arklo, el rostro de hierro, el hombre que nunca había demostrado sentimiento alguno, se desmorona ahí mismo. Llorando desconsoladamente se deja caer, destrozado por dentro, al pie de la iglesia. Incluso los perros parece que lloran junto a su amo.

Dios porqui mas abandonao...Dios...quie hecho yo...Dios

El monaguillo escucha completamente asustado los fuertes golpes sobre el porton de madera - pae...one eta' - susurra asustado pensando en voz alta

El silencio ahoga los lamentos de Thomas, que sigue balbuceando murmullos incomprensibles en un festival de mocos y lágrimas.

El hombre se acerca hacia la puerta de la iglesia allá donde está el hombre que solloza y pica en la puerta... Amigo, ¿a caso no hay nadie en la iglesia? mira al hombre mucho más joven y le coge por el brazo levántese hombre, levántese, no va a mejorar la cosa por estar arrodillado, sólo le causará dolor de rodillas trata de ayudarlo a levantar si ve que lo necesita.

El Padre Wybert aparece desde detrás de un rincón oscuro de la iglesia, sorprendido por la llegada de dos personas a aquella casa. Lleva un martillo en una mano y sujeta algunos clavos en su boca.

- Qué defean, feñoref? Ahora mifmo no buedo adenderlof, eftoy afegudando laf ventanaf y laf puedtaf... Bedo fi vienen a echad una mano, fean bienvenidof.

Al ver la cara de preocupación del buen chiquillo, Wybert abandona su martillo y los clavos y se acerca a él para consolarle.

- No te preocupes, chico, Dios dejó escrito que jamás asolaría este mundo con un diluvio como el que ya castigó toda nuestra raza hace eones...

Mira al padre alegrando el gesto de su cara por verle... creo padre, que este buen hombre y yo, venimos a buscar cobijo, pues no se la de él, pero mi casa y mi negocio se han ido junto con el río... me apeno al decir que no tengo donde secarme esta noche, ni donde refugiarme del fresco y de otra posible lluvia... ayudare en lo que sea necesario a cambio de un rincón donde poder dormir seco.

El clérigo se lleva las manos a la cabeza, sorprendido de su propia torpeza.

- Válgame el cielo, tenéis razón! Vostros dos habéis acudido a esta casa en busca de refugio, y probablemente no seréis los únicos! Hay que ponerse en marcha...

Tras dar un par de vueltas, Wybert se gira hacia el monaguillo.

- Lucas, trata de encontrar la leña seca que nos quede y enciende el fuego del refectorio para que los que vayan llegando puedan calentarse un poco.

Volviéndose hacia los dos adultos, Wybert continúa. -Ustedes, díganme lo que sepan: ¿Cómo está el camino para llegar hasta aquí? Han sido muy graves los daños causados por la tempestad?

Thomas se deja levantar por el hombre mayor que le tiende la mano, pero mantiene la cabeza gacha y los lamentos hasta que oye la voz del padre Wybert.

¡Padrie!Yo, yo... Perdedo to' padrie, perdedo to'...¡Y soy hombre honrau de ganarmie pan con sudó y to eso!-Se hecha a llorar de nuevo cuando el padre pregunta por el estado de los caminos y recuerda en que había quedado el bosque de Edwin, su hogar...- Por que Dios me ha castiegado asó, Padrie, que'hecho, el bosque to' los bichos estiran la pata, mi casa rota, si, si, y en Cavestone...-Se queda callado durante dos segundos como si se hubiera dado cuenta de algo muy importante de pronto, y echa a correr hacia el bosque seguido por sus perros.

Las palabras del padre le hacen salir de su congoja y se pone corriendo a recoger la leña seca y a encender un fuego (con dificultad) en la chimenea del refectorio

Lucas termina de encender la hoguera y se dirige a recoger toda la leña que pueda, cuando ya no queda leña seca, coge la leña menos mojada y la entra colocando ésta cerca del fuego para que se vaya secando.

Por otra parte el cazador Thomas ha salido corriendo dirección a Cavestone tras contaros el mal estado en que ha quedado el bosque, todo el sembrado de muerte y destrucción. Desde tu punto no te es dificil de ver tampoco muy a lo lejos humo en el castillo.