Partida Rol por web

Hasta que no empezó la batalla y vi que los músculos no me reaccionaban tan bien como esperaba, no me di cuenta de que mi cuerpo estaba cansado. ¡Aunque no tuviera ningún sueño por todo lo que estaba sucediendo! Aquello que ante esta especie de oleada de asesinatos me había mantenido con vida (no irme a dormir, con miedo de ser la siguiente) irónicamente ahora era prácticamente como si la muerte llamara a mi puerta. Los movimientos de la armadura fueron lentos, o al menos así me lo parecieron, y en circunstancias normales habría podido esquivarle. Pero mi cuerpo reaccionaba con igual lentitud.

El ataque de Nate lanzando aquella llave espada fue todo un éxito, pues golpeó de lleno el casco de aquella enorme armadura, lo complicado sería lo siguiente, pues saltar y escalar era algo que Nate no tenía dominado aún; no porque no lo hubiera hecho antes, sino porque hacerlo en una criatura gigante que se movía era algo lo suficientemente complicado para acertar siquiera. Por lo que el muchacho cayó de aquella criatura encima de Archival y Zaki, los cuales no tuvieron su oportunidad de atacar al monstruo.

En cuanto a Caerulea, esta decidió atacar a aquella armadura sin dudarlo ni un solo momento, alzando su llave espada contra el monstruo canalizó energía para disparar aquellas ráfagas de luz.

Pero algo salió mal, quizás por el cansancio o quizás por la mala suerte, pero en vez de salir disparadas contra el monstruo estas explotaron al instante dañándola.

El ataque de aquella enorme armadura parecía ser devastador para aquellos muchachos, en especial para Zaki y Caerulea que en esta ocasión no pudieron hacer nada contra los ataques consecutivos del monstruo gigante que los estaba acechando creando ondas expansivas con sus saltos.

En un abrir y cerrar de ojos, aquellos dos usuarios de la llave espada cayeron al suelo derrotados, mientras que Nate apenas lograba esquivar, como para poder golpear a la criatura que los estaba aplastando, literal y metaforicamente.

Nuevamente repitió ese ataque suyo que igualmente bloqueé a la vez que me apartaba de él para esta vez lanzar no solo una si no dos veces seguidas mi arma. De reojo pude ver como la azulada y el bocazas de Zaki ya estaban en el suelo incosciente, chasqueé la lengua... a este ritmo debería encargarme de él por mi mismo.

- Archival, encárgate de estos dos yo puedo con este armatoste -y dicho eso lancé la llave con bastante fuerza directa contra su cara, en el momento que impactara la recuperaría para volver a tirársela de la misma forma antes de que pudiera recuperarse

El primer ataque fue tan devastador que apenas tuve un momento para reaccionar, solo podía ver como un puño gigante volaba en mi dirección y me golpeaba con fuerza.

Mientras intentaba recomponerme, oía como de fondo la batalla comenzaba, lideraba como no podía ser de otra manera por los furtivos ataques de Nate. Cuando al fin estuve preparado para contraatacar, una segunda ola de ataques llovía sobre nosotros, esta vez noqueando a dos de nuestros compañeros -¡Pero estas loco!, ¡no puedes vencer a esa cosa tu solo!- miraba atónito la escena, pero cierto es que este chico sabía desprender confianza con sus palabras.

¿Que podía hacer?, alejar a los cuerpos de la batalla me dejaría expuesto a un nuevo ataque, y si los abandonaba para atacar seguro que Nate me lo echaría en cara. Se me ocurrió algo, y esperaba que funcionase.

Me acerqué al cuerpo de Caerulea y levante mi llave espada mi preparé para lanzar un conjuro -Bien, allá vamos, creo recordar que ellos lo hicieron así.... ¡Cura!-.

Tras lanzar el hechizo, me coloque frente a ambos cuerpos, intentando interponerme todo lo posible entre ellos y la gran armadura -¡No se si lo habré conseguido, pero si estas despierta coge a Zaki y alejaos de aquí!- me temblaba la voz un poco, yo no era de los que defendía a los otros, era de los primeros en caer. Sea como fuere, a este bicho solo nos lo podíamos quitar de encima de una manera, y esa era con la ayuda de Nate.

Aquella criatura seguía regia ante aquellos dos que aún seguían en pie, aunque la situación fuera igual de tensa que antes, los dos sendos "Bongs" que se escucharon debido a que Nate había decidido usar el casco del monstruo como un enorme -y amenazante- gong, ayudaron a liberar un poco las tensiones y a soltar unas risas...

...risas que por otro lado, parecían venir del propio Sincorazón inmenso, el cual estaba a nada de volver a atacarles.

Pese a que Archival había logrado curar a Caerulea al punto de que esta ya pudiera levantarse para seguir luchando, esta no lo hizo, seguía tumbada en el suelo, al parecer durmiendo, desmayada por la acumulación de esfuerzo que su pequeño cuerpo tenía que aguantar.

Al menos, el joven Archival podía estar seguro de que hizo todo lo que estaba en su mano para ayudarla y la había alejado del peligro inminente que era morirse en ese extraño lugar.

Aquella criatura se había cansado de jugar, por el contrario dio un fuerte salto que acabó encima de Nate, el cual no pudo defenderse mientras los amasijos de metal de la gigantesca armadura se levantaban solo para ver a un bastante herido muchacho insolente... y con un golpe de dedo lo lanzaron a varios metros de la zona de batalla cual insecto. Por otro lado, la onda expansiva de aquel barrigazo metálico que se había comido Nate alcanzó en mayor o menor medida al resto de los presentes, en particular a Zaki que fue lanzado contra unas rocas filosas cercanas haciendo una referencia a algo.

No podía creerlo, aquel chico salió volando contra las rocas y ninguno fuimos capaz de detenerlo. Además, parecía que mi magia no había surtido efecto, o al menos no el que yo esperaba -Joder, joder, joder..., al final vamos a morir más de los que vinimos a salvar- acto seguido, volví la mirada hacia Nate para ver como el monstruo casi lo había espachurrado contra el suelo.

Esto era malo, muy malo, si ni siquiera él era capaz de hacerle frente, entonces que podíamos hacer el resto, o sea, yo. Mire decidido a la gran armadura, era pelear y morir o morir solamente, así que mucho no tenía que perder -¡Hyyaa!- corrí cargando con mi arma para atacar a la armadura.

Fue un intento en vano, levante mi arma para tratar de reducir el daño por el golpe pero poco podía hacer frente a que me cayera encima toda esa mole de hierro, no me dio tiempo de esquivar y eso fue mi perdición. El dolor tras el golpe fue de lo mas intenso que había sentido físicamente y encima cuando aún me recuperaba me lanzó lejos con indiferencia, tarde incorporarme, me dolía todo y tosí algo de sangre.

- Aún puedo seguir... -le dije a Archi a duras penas, debía haberme roto alguna costilla si no varias, pero eso no me impedí seguir adelante además la adrenalina poco a poco iba haciendo su trabajo para que doliera algo menos y pudiera seguir moviéndome corrí detrás del rubio para intentar colar dos ataques nuevos, esto era un combate a muerte ya que no sabíamos ninguno de los dos como salir de este lugar y este bicho no iba a simplemente dejarnos ir sin más

Aquella criatura seguía regia ante aquellos dos que aún seguían en pie, aunque la situación fuera igual de tensa que antes, pues el muchacho de cabellos blanquecinos actualmente estuviera malherido a causa del tremendo golpe que la enorme armadura le dio. Pese a ello, aún tenía el ímpetu por continuar con la lucha, por lo que trató de alcanzar, sin éxito a la criatura en el primer ataque, haciendo que el monstruo se confiara y el segundo le diera de pleno, abollando la dura armadura de la criatura.