Partida Rol por web

Yusuki Ayase abrió los ojos lentamente, no se encontraba en ningún lugar que esta conocía, parecía ser una biblioteca, algo que pese a saber lo que es, no había visto una como esa. Aunque eso no era lo que más le llamaba la atención, sino lo que tenía entre sus manos, un pequeño muñeco que empezó a arder en una poderosa llama verde.

Si eso fuera lo más raro que Yusuki Ayase había visto, era más que probable que ese Top1 iba a volver a cambiar con la presencia de una criatura rosada bípeda con gran hocico y cabeza acristalada con lo que parecían ser bolitas de colores, más similar al chicle que a cualquier otra cosa.

-Elemental mi querida Ayase. -Comentó con una voz mucho más grave de lo que una criatura de su tamaño y aspecto pareciera tener, incluso tenía un leve acento Inglés- Esa muñeca de Voodoo ha sido la que te ha salvado. Has substituido tu "otro yo" por esa muñeca y viceversa. No hace falta que lo preguntes, esa es la respuesta a la duda que en estos momentos está surcando tu mente.

Con un leve salto subió a la silla que había frente a la mesa de Yusuki y abrió el libro que este cargaba consigo, poniéndose a leer, no prestó atención a lo que esta tuviera que decir, pese a ello dijo:

-Gumshoe. Detective Inspector Gumshoe.

No sabía bien qué había ocurrido y ni siquiera me enteré de lo que me había dicho el bicho rosa. Estaba más concentrada en otra cosa... un bicho rosa, raro, con bolitas en la cabeza, aspecto de marciano loco, ojos saltones, orejas de burro rosado,... ¡era adorable!

- ¡Pero qué mono! - salté sobre él y le di un abrazo de oso, que tal vez hubiera sacado los ojos de sus cuencas a cualquiera de lo apretado que fue. Lo agité de un lado a otro entusiasmada - ¡me encantas! ¡Te voy a adoptar! Me recuerdas a mi querido Momo - entonces caí en la cuenta de porqué estaba allí y que me faltaba mi Momo - ¡Momo! ¡Se quedó con los monos malos!

Y sin ningún cuidado de lo preocupada que estaba por mi querida Momo, lancé por los aires al adorable bicho rosa y salí corriendo en dirección contraria a la que debía ir.

Aquella criatura se dejó coger por la pequeña Yusuki, pues al parecer, este no esperaba que la niña decidiera zarandearlo de un lado para otro haciendo que las bolitas de su cabeza chocaran entre ellas; por suerte eso no fue algo que duró demasiado, pues Yusuki se detuvo un instante... antes de lanzarlo mientras iniciaba su carrera.

Rayla siguió a aquella criatura a aquel establecimiento con un cartel con forma de libro; y para la sorpresa de nadie, mucho menos del Detective Inspector Gumshoe, era una Biblioteca. Aquel pequeñín fue directo a una de las mesas y con cierto esfuerzo apartó la silla y de un salto se subió a ella para continuar con la lectura de un grueso libro.

No parecía que iba a darle más importancia o atención a aquella muchacha, al menos no hasta que ella cumpliera con su parte de aquel extraño trato. Significara lo que significara eso.

Primero viene a mí y luego se pone a leer...

Perdona ¿Te importa que te moleste un momento? ¿Quién eres? ¿Por qué dices que yo te he liberado no te había visto nunca? ¿Y cómo sabes lo que dijo que el tío de la capucha?

​​​​​

Aquella criatura no levantó la cabeza del libro, por el contrario habló con un tono cansado, incluso parecía monótono ante aquellas preguntas que Rayla le estaba haciendo.

-El quién soy ya lo he dicho, por favor, preste más atención; odio repetirme. Soy el Detective Inspector Gumshoe. Y al igual que mis primos y primas, estaba atrapado en aquel contenedor. Debido al agua de la fuente pasé de mi estado de "bolita" a mi forma actual, no tan "deshidratada".

-Y acerca de lo último, es elemental, mi querida Rayla... mis orejas son gigantes.

Genial sarcasmo justo lo que necesitaba.

No me refería a eso exactamente con lo de quién eres pero dejémoslo así. Espera... Se tocan el bolsillo roto... ¡¿Tu eres esa bolita?! 

Saca el artefacto de su bolsa. 

¿Quieres decir que hay más como tú aquí dentro? Veo al detective que a pesar de que sea un poco listillo no parece malo.  ¿Entonces sabes abrir esta cosa? Así podríamos intentar salvar a tus primos, si son como tú no serán malos y no deberíais estar encerrados de esa manera.

Ah, respecto a lo de un caso, me imagino que quieres algo para hacer. Estoy segura que en esta ciudad puedes encontrar algo. No han hecho más que pasar cosas raras desde que llegamos. 

Todos aparecimos de la nada en esta ciudad se hace un par de días, sin recordar que hacíamos ahí, con casas propias y unos recuerdos de haber visitado algunos mundos diferentes,de eso lo último que recuerdo es que estaba viajando en una balsa con dos compañeros y una chica que quería buscar una especie de medallón y luego aparecí aquí.

El el tío ese de la capucha al que has oído hablar, apareció en mi mundo y en los siguientes que visitamos, pero no hay manera de sacarle nada. 

También también hay una especie de portal oscuro en la torre de reloj que salvo algunos idiotas que lo han cruzado sin pensar nadie sabe muy bien lo que hay al otro lado. 

Por por no hablar de quién me entrego esto.

Si si necesitas ayuda puedo intentar ayudarte.

Aquella pequeña criatura seguía mirando el libro sin prestar demasiada atención a Rayla o lo que esta parecía comentar, como si todo lo que estaba diciendo le aburriera de sobremanera. En especial todas las preguntas sin resolver que Rayla parecía tener, pero para él eran evidentes las respuestas.

-Todo eso es evidente... -Comentó con un leve bostezo- Tráeme un caso interesante, un asesinato sin resolver; y si logras equipararte a mi sabiendo quien es el asesino, te responderé a una de esas dudas candentes que tienes... Eso sí, no seas tu la asesina. Que o sino no tiene emoción.

Entendido, no piensas ayudarme, entiendo que no quieras ayudarme a mi pero se supone que aquí está tu familia ¿No? En fin, yo me tengo que ir estoy preocupada por mis compañeros. Búscame si necesitas algo, vivo en un apartamento al lado de la plaza. Vendré a verte luego, espero que sin caso, no quiero dar más muertes. Y respecto a lo de no matar yo, si has oído lo del encapuchado ya has oído mi respuesta.

Rayla abandonó la Biblioteca mientras aquella criatura llamada "Detective Inspector Gumshoe" seguía con su mirada fija en el libro, sin desprender su mirada de las paginas escritas de aquel libro. Al parecer o la lectura era muy interesante, o Rayla era demasiado aburrida como para el siquiera levantar la mirada.

Rayla llegó a la Biblioteca, en donde aquella criatura seguía leyendo los libros, de hecho, alrededor de su silla había pilas de libros que aparentemente había leído mientras el resto se dedicaba a perder el tiempo golpeandose mutuamente o con gatos voladores demasiado entusiastas. - La criatura ni levantó la cabeza para hablar con Rayla.

LLegue a la biblioteca agotada por los acontecimientos. Trate de no echarme a llorar por la perdida de mi compañero, deje a la pequeña allí, espero que no lo haga y este quieta 15 min!

¡Ey, tu! Tengo tu caso:

Asesinato de Aleksis, joven pirómano mago de fuego que fue a su casa a pasar la noche y a curar de su compañera Yusuki. Fueron seguidos por una chica desconocida, una vez allí la chica se volvió loca y le reventó... suspire para intentar no llorar la cabeza de una patada. La asesina fue Asrai.

¿El asesinato de Aleksis?

¿Acaso has investigado algo por tu cuenta?

¿Has visto el cuerpo?

¡VUELVE AQUÍ DESPUÉS DE INVESTIGAR EL CUERPO!

¡Maldito bicho! Si pudiera...

Me voy cabreada hacia casa de aleksis con miedo de lo que iba a encontrar-

Rayla llegó a la Biblioteca, en donde aquella criatura seguía leyendo los libros, de hecho, alrededor de su silla había pilas de libros que aparentemente había leído mientras el resto se dedicaba a perder el tiempo golpeandose mutuamente o con gatos voladores demasiado entusiastas. - La criatura ni levantó la cabeza para hablar con Rayla.

A ver. ¡LOS CUERPOS NO SE MANTIENEN FÍSICAMENTE! ¡DESAPARECEN!

Eso si, encontré rastros de todo lo que te dije. Había 3 personas, dos eran mis compañeros y la otra fué la maldita asesina que mató a mí amigo.

. . .

La criatura miró a Rayla, como si esta no comprendiera qué era lo que le estaba gritando. Aunque no tardó mucho en comprender que fue la propia Rayla la que no le había entendido cuando este dijo "¿Has visto el cuerpo?". Sea como fuera, suspirando levemente. La criatura volvió a hablar.

¿Has visto el cuerpo QUE SÍ puedes ver?