Partida Rol por web

Patricia había logrado resolver nuestro problema por saber qué número de muestras debimos tomar por cada recipiente,tenía razón el instinto de Patricia era algo asombroso -Patricia eres increible- era como una niña pero una que destacaba mucho y pensar que segundos antes de salvarnos el pellejo estaba dibujando en la tierra y creo un perfecto acrostico de nuestros nombres juntos.

El segundo rompecabezas era algo más complicado se trataba de utilizar las palancas para encender la luz pero mientras yo pensaba en cómo usar las palancas Saiki encontró la respuesta en otro factor,la temperatura del foco -¿Acaso estaba estorbando a mis compañeros?- quería ayudarlos,me sentía tan impotente,quería resolver el próximo rompecabezas para no sentirme tan inútil.

Había dos relojes de arena VII y IV eso son 7 y 4 en romano,nuestros telefonos tampoco parecían funcionar así que posiblemente nuestra respuesta debía ser precisa en un tiempo determinado,la única forma que encontraba para resolver esto era usando matemáticas.

Creo que se como resolverlo- me acerque a ambos relojes de arena dándoles la vuelta al mismo tiempo,mientras que la arena del reloj de 4 minutos caían hasta la última gota le di una vuelta rápida y cuando la arena del reloj de 7 minutos terminó de caer oprimi el boton verde dando inicio al cronómetro dejando caer el minuto restante en el reloj de 4 volviendo a oprimir el botón rojo para detener el cronómetro -Bien,paso un minuto en el cronómetro- le di dos vueltas al reloj de arena activando el cronómetro y desactivandolo cada vez que la arena terminaba de caer y le daba vuelta -Deje caer la arena del reloj 2 veces con el cronómetro encendido serian 8 minutos más el minuto que logre conseguir con el reloj de 7 minutos,creo que asi estaria bien- aun algo nervioso por la respuesta oprimi el boton morado esperando no errar en la respuesta.

La puerta se abre y una sala más se abre ante ellos, la emoción por cruzar sala tras sala los inundaba, o quizás fuera las ganas de encontrarse por fin con quien había tomado tantas molestias para hacer todo esto, sea como fuera en la nueva sala había un panel con números del 1 al 36, además de un botón de "Confirm" y otro de "Reset". Una vez dentro de aquella nueva sala, la puerta por la que habíais pasado se cierra.

La combinación para abrir la siguiente puerta es sencilla, los números van de menor a mayor, si multiplicas todos los tres números el resultado será "36", en cambio si por el contrario decides sumarlos todos, el resultado es __.

Una pantalla se encendió, mostrando el logo de Obake, entonces una voz distorsionada irrumpiría en la habitación:

-¿Qué? ¿Acaso no tienes suficiente información?. Por supuesto que no la tienes... ¿Acaso pensabas que iba a ser justo con vosotros?. Caso error, conejillos de indias; cuando pasen el número de días como la cifra mayor, ya estaréis muertos... Así que... podéis comenzar a desesperaros ahora...

Cuando vi que en la siguiente sala no solo no nos esperaba Obake, sino que nos aguardaba otro de aquellos ridículos puzles, estuve a punto de perder los estribos y emprenderla a hostias con aquel dichoso panel. Total, Obake parecía poder liquidarnos en cualquier momento. Lo único que me retuvo fue no darle aquel placer inmediato.

Escuché como Patricia y Zaki enumeraban acertadamente todas las posibles combinaciones de múltiplos de 36 con las que podía resolverse el acertijo. La cabeza empezó a darme vueltas con tanto número. Dar vueltas. Todos estos puzles habían requerido darle la vuelta al enunciado, encontrar aquella información secreta que era la clave para su resolución. Y este, aunque había venido de viva voz del propio fantasma (¿significaba aquello que por fin sería el último?), no era difirente.

-Obake nos dice que nos falta información. -interrumpí a mis compañeros. -Si nos falta información es porque podemos resolver el acertijo sin ninguna otra ayuda, pero al faltarnos esta información no podemos dar una única respuesta, es decir que estaríamos y lo único por lo que podemos dudar es porque hay dos combinaciones que dan el mismo resultado (1x6x6) y (2x2x9), que en ambos casos suman 13. Entonces ha sido cuando ha añadido este dato de la cifra mayor, oculto mientras se chuleaba de nosotros. Podemos descartar la primera combinación (1x6x6) por que no hay "una" cifra mayor, hay un empate entre seises, así que solo queda un resultado posible, 2x2x9. -concluí. Saiki, el detective volvía a las andadas, y en esta ocasión estaba particularmente orgulloso de mis deducciones. Busqué una confirmación en el rostro de mis compañeros y una vez que la obtuve, me planté ante el el teclado e introduje la breve secuencia numérica. CONFIRM. Tragué saliva. Aquel era el momento de la verdad.

La puerta se abrió para sorpresa de los otros dos jóvenes quienes parecían no tener la más remota idea de cómo resolver aquel puzzle, siendo el hombretón el que, una vez más, diera con el resultado de la prueba. Al otro lado de la habitación, un enorme hangar se alzó sobre ellos, pese a su inmensidad, este se encontraba practicamente vacío, tan solo resaltando tres cosas.

Una camilla de la vieja enfermería, en donde se encontraba alguien, alguien pequeño, siendo tratado por enormes tubos y máquinas, controlando exactamente cada milímetro de su cuerpo para mantenerlo en perfecto estado, detectando cualquier mal o secuela que este pudiera tener de la explosión.

Un Noodle Burger-Boy en malas condiciones, o al menos en el exterior; este se encontraba con abolladuras por todo su pequeño cuerpo y lleno de arañazos y quemaduras; probablemente a causa de una dura batalla que tuvo frente a una cafetería de tartas con un delicioso pastel de ruibarbo.

Por último, un hombre, sentado en una silla con su vista clavada en cierto libro; este ni siquiera se inmutó porque llegarais al hangar y hubierais superado la prueba, tan solo se quedó ahí, leyendo; de una forma muy anti-climática para presentar al que podría ser, a todas luces, el villano final.

-Decepcionante.

-Esperaba que me localizarais más rápido.

Dijo mientras sacaba una foto de aquel libro y la lanzaba sobre la mesa; aún sin apartar la vista del libro, ni siquiera para mirar a los tres adolescentes que ya llevaban unos cuantos segundos en el hangar mirando al bueno de Bob herido en la camilla, al Noodle Burguer-Boy medio destrozado y a el mismo.

El último acertijo motivó a la chica del grupo al principio. Contó con los dedos, y soltó: ¡L-lo s... Y se cortó. Sus dedos le habían mentido. O, más concretamente, habían empezado a darle más verdades de las que necesitaba. Eh... Más resultados. Resulta que saber sumar y multiplicar no era suficiente. Eh... Se puso a caminar, llenando el poco espacio que tenían de pasos, sumando con los dedos, oh... P-pero como... El ataque de ansiedad asomaba. S-soy tonta...

Y entonces Élan hizo acto de cultivada ilustración, y su conocimiento iluminó la respuesta, y las pupilas de Patricia brillaron admiradas ante tal proeza cognitiva, ¡Oh!, y el gran momento llegaba, ya estaban ahí, finalmente descubrirían el mal que les había estado acechando...

¿Decepcionante? Aquella actitud sin duda molestó a Patricia. ¿Ese era Obake? Por un lado sintió alivio. Bob no es Obake. Por otro... se esperaba algo más digno después de explosiones, luchas, militares, ansiedad, tú... tú... Hasta había tenido el mal gusto de ponerse un nombre que lo pudiera confundir con Bob, y por eso Élan y Zaki casi se peleaban... Tú... La maestra de Bob lo había pasado mal, había tenido que renunciar a su trabajo, en ese mismo instante quizás se había encontrado con la cama de Bob vacía y estaba preocupada... Y lo único que transmitía ese tipo Tú era indiferencia, aburrimiento. ¿Por qué lo había hecho? La misma indiferencia, reprobación, la misma que Patricia conocía de otros adultos conocidos. 

Mientras iba recordando todo lo que habían tenido que pasar por culpa de ese hombre allí sentado, se había ido entristeciendo, enfadando, tensando, los dientes se fueron apretando, hasta que le empezaron a caer lágrimas ante la indiferencia del hombre. 

¡Tú eres decepcionante! Y como toda una Patricia, saltó directa a agredir al tipo indiferente, dejando un fugaz camino de lagrimitas brillantes.

La joven corrió hacia Obake y mientras esta corría, de su frente salía aquella pequeña llave espada que tan solo se materializaba cuando fuertes emociones asolaban al portador; como en este caso. Por su parte, Obake tan solo cerró aquel libro y se levantó de su asiento, esperando a que la joven llegara hasta él. Con una leve sonrisa, medio rostro de Obake se iluminó de un tono magenta, formando una calavera.

Pequeña Patricia, deberías relaj...

De un poderoso salto, Patricia usando aquella llave golpea a Obake en reiteradas ocasiones en el rostro, en el cuello y en el pecho; mientras este, por el contrario no dice ni hace absolutamente nada para evitarlo; mientras más golpeaba, la punta de la espada se iluminaba de un tono morado, hasta que finalmente, como ataque final, una lluvia de bolas de oscuridad circularon por el firmamento saliendo de la punta de la espada cual cometa e impactaron en el lateral visible de Obake, prendiéndole en unas llamas moradas, lanzándolo al suelo, inmovil.

Me sorprendí de haber resuelto aquello a la primera como el que más, aunque tampoco parecía que hubiésemos tenido otra oportunidad. Un breve instante de felicidad inundó todo mi ser. Breve, pues la urgencia de la situación obligaba a dejar las celebraciones para otro momento. Raudo como un rayo crucé hacia la siguiente habitación tan pronto como se abrió la puerta. ¡Bob! ¡Estaba vivo! Y... ¿quién era ese tipo? ¿Y quién se creía que era? Su actitud fría y condescendiente fue como un jarro de agua fría.

-¿Quién coño eres tú? Esperábamos hablar con Obake, no con su secretario. -le espeté, frustrado. Apreté los puños, llenos de rabia hacia aquel hombre. -¡Libera ahora mismo a... -apenas no pude completar esta frase, pues una Patricia incluso más frustrada que yo se lanzó contra aquel tipejo. Sí, aquel no era momento para discursos ni momentos heroicos sacados de una peli barata. Muchas vidas habían sido arruinadas como para no ponerle fin a aquello de inmediato. Y un ataque sorpresa nunca era mal plan. Así las cosas, apreté los dientes y comencé a correr yo también justo detrás de Patricia contra aquel supuesto Obake, confiando en que como antes, la llave acudiría a mí. Ya habría tiempo después para preguntas.

Al entrar en esa habitación y ver el panorama mordí mi pulgar algo enojado -¿Me había equivocado?- pero en mi opinión no tenía sentido ¿Porque querer secuestrar a alguien? a menos que su objetivo no fuera Bob -¿Podría ser?- me agache a tomar los cordones de mis zapatos si tenía razón no podríamos durar mas tiempo aqui adentro.

Al ver como una Patricia salia corriendo preparada para apalear a Obake seguido por un Saiki enojado,derribaban a Obake corrí junto a ello apoyando mi rodilla en su cuerpo aunque no pude evitar poner fuerza cuando me tiré sobre él para evitar que se levante -Olviden eso y saquenlo de aqui,yo veré si puedo mover a Bob- tome los cordones de mis zapatos atando las manos de Obake,había algo que me tenía confundido.

Mientras me levantaba y corría donde estaba Bob en camilla le gritaba a mis compañeros para que se apresuraran -Creo que nos quiere a nosotros,todo fue una trampa saquenlo de aqui,no sabemos si tiene algún robot cerca.

En un instante, tanto Patricia como Élan Saiki salieron volando en direcciones opuestas del hangar; por otro lado, con un leve zumbido, Obake se levantó del suelo y sin apenas esfuerzo alguno logró desatarse de las ataduras que Zaki le había impuesto, en esta ocasión no dijo absolutamente nada, no hacía falta; los daños que los adolescentes le habían hecho ya hablaban por su cuenta.

En efecto, la piel se le había caído y su elegante traje estaba ahora hecho girones a causa de los golpes y las bolas de energía que Patricia le había lanzado con anterioridad. Pese a ello no sangró ni una sola gota de sangre, lo que tan solo podía significar una cosa, realmente estaba hecho de hierro y acero. Obake era un robot.

Y como robot que se precie, tiene un set de habilidades bastante único; entre las que se incluye alargar el brazo hasta alcanzar y agarrar la pierna de Zaki, haciendo que este cayera de bruces contra el suelo mientras era atraído lentamente hacia el Robot-Obake, o el RObake para abreviar.

A apenas un par de metros de si, el Robot-Obake lanza a Zaki en dirección hacia donde Elan y Patricia habían ido a parar; cayendo este en el medio de ambos. Acto seguido se gira hacia los tres, ahora ligeramente adolecidos niños y comienza a hablar, aunque sin siquiera abrir la boca o despegar sus labios, a fin de cuentas, no hacia falta.

Decepcionante... Patético... Irrisorio...

¿Qué demonios?- solo pude pensar eso y a los pocos segundos me encontraba en el suelo junto a Patricia y Saiki -Es un maldito robot,no tiene ningún sentido- que sucedió era algo inimaginable y sin ningún tipo de sentido creí que habiamos resuelto todo,quién era Obake,mi disputa con Saiki y porque comenzo todo esto mi cabeza era un manojo de enredos que no sabría por dónde comenzar a desentrañarlo -No tiene sentido esto es imposible,esto es ilógico- respiraba agitadamente mientra intentaba calmarme y pensar las cosas más claras,temía que alguno de mis compañeros lo intentara atacar nuevamente asi que solo pude esperar que no entraran a una pelea que no podríamos ganar tan fácilmente.

Mientras me levantaba me puse al frente de mis compañeros para hablar con la máquina -Bien primero que todo ¿cómo deberíamos llamarte? dudo que seas Obake eres un robot así que alguien te construyo- me crucé de brazos intentando parecer más serio pero realmente era para esconder mi terror y como mis manos temblaban -Supongo que podemos tener una conversación civilizada sin tener que recurrir a algo tan barbárico como pelear.

Obake se relajó por un momento, el hecho de que Zaki decidiera no saltar sobre su rostro de lata de conservas le agradó ligeramente, pese a ello, se podía ver en su fría expresión de metal que no estaba del todo satisfecho con lo que había pasado en absoluto. Y aún menos con la pésima actuación de Patricia y Élan... aunque comprensible.

-Mi nombre... 

Comenzó a decir aquel Robot, antes de mostrar una ligera mueca, similar a una sonrisa; pese a ello se detuvo y continuó hablando sobre otro tema que parecía interesarle mucho más que hablar sobre sí mismo.

-Sabía de las consecuencias que habría, pero jamás me imaginé que tres niños de instituto que en mi vida vi, fueran los responsables de todo esto... ¡No sois más que fallas en los acontecimientos!. ¡Fallas que no se encontraban en mi memoria!.

Y eso me interesa...

Obake se acercó a la mesa, cogió el libro que estaba mirando hacía unos momentos antes de que le interrumpieran y se lo lanzó a Patricia para que lo cogiera y vieran lo que había en la página del marcador. Acto seguido; volvió a levantar la silla del suelo, cruzando una pierna sobre la otra preguntó:

-¿Quienes sois?.

El libro parecía ser un anuario escolar; en el se encontraban todos los estudiantes del SFIT, y en efecto, no se encontraba ni Zaki Yanko, ni Patricia, ni mucho menos Élan Saiki. Eso sí, aparecía Robert Aken en una página entera para él y para la profesora que habíais conocido en los días previos.

El robot parecía ser mucho más fuerte de lo que habíamos pensado y su contraataque repentino nos dejó a los tres tirados por el suelo. Me giré de inmediato hacía él, dispuesto a levantarme de un salto y volver a intentar otro ataque, pero Zaki se me adelantó, optando por la vía diplomática. El robot esquivó la pregunta de mi compañero.

-Eh, aquí las preguntas las hacemos nosotros. ¿Qué relación tienes con Bob y la profesora? ¿Por qué montar todo este tinglado por un chaval que, sí, sera todo lo listo que quieras, pero no deja de ser un crío? -solté. Aún estaba visiblemente cabreado con aquella cosa. Me incorporé mientras hablaba, sacudiéndome el polvo del almacén tras haber rodado por el suelo. Eché un vistazo al libro que le había lanzado a Patricia. -Pareces conocerles bien. Nosotros no somos nadie, sólo tres chavales intentando hacer lo correcto. Sea lo que sea eso. -respondí, echándome la llave espada al hombro.

-Me sorprende que aún no hayas atado cabos... Si resolviste un par de mis acertijos... Supongo que uno no es brillante a todas las horas del día... o te golpee demasiado fuerte...

-"Tres chavales intentando hacer lo correcto" -Repitió el Robot antes de fijarse en Patricia y en Zaki- ¿Y que opináis vosotros dos?

Estaba sorprendido el Robot había aceptado ir por un camino más tranquilo de diálogo pero mi mayor curiosidad fue ver como Tecno-Obake arrojaba un libro a patricia un anuario para ser más precisos siendo el motivo principal mostrarnos la imagen de Bob,no entendía bien a qué se refería pero algo era claro tenía sus propios motivos para buscarnos a nosotros tres en específico -Este anuario es de hace poco por ese motivo no hay fotos de ninguno de nosotros en él,lo cual es bastante extraño no puedo decirlo con certeza pero apuesto tu nombre está en el anuario,¿Me equivoco?.

Lo único lógico que podía pensar es que Tecno-Obake pertenecía de alguna forma al SFIT eso explicaría porque no nos reconoce y tienen tanto interés en nosotros pero no solo era eso,aunque hacer esa pregunta me costaba un poco -Tu- apenas podía encontrar las palabras para decir lo que quería -Estás preocupado por Bob ¿verdad?,nos culpas de la explosión por eso lo secuestraste del hospital y lo trajiste aquí,por eso mandaste al Burger-boy por nosotros,pero también te interesa la información buscas conocimiento pero Bob no puede contestarte- pero solo había una forma en la que alguien como él pudiera saber nuestra relación con la explosión en el SFIT -Tu ya estabas investigando a Bob desde antes que nosotros llegaramos o al menos el laboratorio y la única persona con el conocimiento de nuestra presencia esa noche era una profesora.

-En efecto, estoy interesado en Bob. -Dijo el robótico Obake mientras gira lentamente su cuerpo para echar un leve vistazo a la camilla donde se encontraba Bob durmiendo- Pero Bob no tiene nada que yo ya no sepa o yo ya no tenga.

-Es cierto, ahora estoy interesado en vosotros, porque vosotros no debisteis estar ahí, de hecho cuando el imbécil persiguió a ese inútil drogadicto, yo ya temí que mis planes se fueran por la borda... y así se fueron. Enhorabuena, "heroes". -Comenzó a aplaudir sarcasticamente usando sus manos robóticas.

-Pero no, la Profesora no tiene nada que ver, yo mismo me presencié en vuestra reunión en la vieja enfermería. Sinceramente, la recordaba menos... errática... -Dijo el Robot negando con la cabeza.

Rei un poco a lo bajo era una estupidez pero despues de todo lo que había visto ya no me importaba parecer un idiota frente a los demás -¿Heroes?,jamas dijimos que fuéramos algo asi,en lo personal simplemente siento que estamos en el lugar equivocado siempre.

Me acerque unos pasos a Tecno-Obake -Es extraño que no recuerdes nada pero ¿Que tendrías que recordar tu? claro hay muchas cosas que pueden causar amnesia pero la memoria se ve más afectada al momento del evento,Llámame loco si quieres pero ¿Acaso la explosión te afecto la cabeza? ¿Bob?- encare frente a frente a Obake esperando su respuesta.