Partida Rol por web

Flanagan asiente, pero no entra en el coche, sino que se queda apoyado en él. Ya que hay un compañero que está concentrado, y no puede saber qué pasa a su alrededor, se dedica a apoyar, mirando la calle, por si sucede algo que le llame la atención.

Luego, lo piensa mejor y se mete en el asiento trasero, donde tiene su maletín. Saca de él sus gafas especiales y, protegido de las miradas indiscretas por los cristales tintados del vehículo, hace, esta vez, una vigilancia sobre parámetros poco comunes.

Mientras Jackson, Payne y Daphne esperan en el auto Meyer se acerca a Borcky cuando le ven salir. Flanagan se mantiene junto a Or-Deux que realiza intrincados dibujos y murmuraciones mientras observa al bibliotecario.

La conversación entre Borcky y Meyer no se alarga demasiado, tan solo unas cuantas preguntas al bibliotecario que va acompañado de su esposa, una avejentada mujer de quizás unos 60 años.

Al Meyer volver con ustedes, Or-Deux ya había terminado su trabajo. A unos 50 metros de allí Borcky se subía a un taxi junto a su esposa.

El resultado es bastante claro, efectivamente alguien había estado jugando con los patrones mentales de Borcky. El efecto ya no existía pero sí habían algunos residuos, al parecer una pequeña parte de su memoria había sido modificada aunque no parecía ser demasiado. Parte de una conversación quizás o pequeños recuerdos visuales como podría ser un tatuaje o un color. Además de ello parecería que por algún tiempo Borcky había sido más receptivo a consejos y pedidos, quizás incluso quedara algo de ese comportamiento pero dificilmente se le podría ahora obligar a hacer algo con lo que no estuviera de acuerdo.

Los patrones de cambio esta vez eran completamente diferentes a los del exhibidor. Mucho más desordenados que antes y con un tinte codicioso y vanidoso.

Tras comprobar las energías simpáticas recibidas por el reñor Borcky volví junto a los demás sin poder evitar un gesto de preocupación o bien, de desconcierto.

Efectivamente, he sentido influencias mentales sobre él; has debido estar sugestionándolo para conseguir algo pero aún con todo, el rastro es débil para relacionar impronta con artesano. Desgraciadamente, me temo que es un agente distinto; la resonancia era más desordenada a la par que teñida de codicia y vanidad. No tengo forma de averiguar que detalles de la memoria del señor Borcky han sido modificados, pero sospecho que ha sido de forma sutil como eliminando la existencia de un tatuaje o tal vez el color o un color relacionado con...lo que fuera que supiera Borcky

Entonces es posible que nos las veamos con una cábala al completo. Al menos dos despiertos.

Flanagan menea la cabeza, preocupado. Luego la levanta. Bien, señores, ¿seguimos el plan?

A lo de Dutra, entonces. --- digo y me subo al auto.

Una sonrisa aparece y desaparece igual de repentinamente de mi cara. ¡Ja, una cábala completa! Qué paranoicos... No puede ser, ¿no?

El hogar del eterita es bastante alejada de allí, llegar les lleva casi hora y media con ayuda del gps, llegando a salir de la ciudad. Dutra vive en una pequeña ciudad satélite que prácticamente es la directa continuación de Praga, sería imposible distinguir el comienzo de una y el final de la otra de no ser por los carteles que lo indican.

La zona, alejada del bullicio de la capital, es realmente tranquila y a juzgar por las casas que se ven allí debe ser una zona de un alto nivel económico. La propia casa de Dutra tiene un gran jardín rodeado por una reja metálica de casi dos metros de altura. Es una casa de ladrillo visto, dos pisos y con garage. Sobre el techo se ven varias antenas de diferentes tipos y tamaños. El jardín, aunque grande, está bastante descuidado. El pasto está crecido en exceso, una bicicleta bastante oxidada se encuentra tirada a un lado junto a un barril metálico y algunos escombros.

Las ventanas están cerradas y con las cortinas bajas menos una que está de postigos abiertos y cortinas levantadas, es el segundo piso y desde fuera resulta imposible saber qué es esa habitación.

Flanagan viaja todo el camino en silencio, con las gafas del éter puestas, y murmurando de vez en cuando para si. Cuando ya están llegando, saca su bolsa, y de ella un mono de trabajo, limpio. Aparentemente no tiene nada de especial, salvo que es de buena calidad, pero se ven cables en un pequeño dispositivo a la altura del pecho, que terminan en algunas clavijas y, tras dos miradas, también se nota que en la urdimbre de la tela, hay hilos metálicos. Se pone el mono, encima de la ropa.

Cuando el coche llega, está un rato más mirando por ellas, antes de salir... murmura una vez más:

No hay que descuidar el subsuelo...

¿Llamámos? o ¿debemos tener en cuenta algo Doctor Flanagan? suponía que entrar sin permiso odía ser bastante poco decoroso e incluso ofensivo u hostil. de todas maneras traté de estar atento a los alrededores por si había algo aparte de nosotros que no encajara en el paisaje.

Utilizando los lentes ves con bastante claridad la energía que desprenden las antenas que pueblan el techo de la casa, los patrones de materia, fuerzas y cardinal así como otros que no logras identificar son modificados al acercarse a las antenas. A su vez notas que hay algunos restos aún latentes en el desordenado jardín.

Te llama bastante la atención que haya tanta actividad en la casa, las antenas son un faro para cualquiera que lo sepa ver, difícilmente pasarían desapercibidas para un tecnócrata o cualquier otro enemigo que Dutra pudiera llegar a tener.

No hay nada que te llame mucho la atención, la zona es tranquila y no parece que nadie se preocupe por ustedes. Escuchas que algunos perros ladran a lo lejos y si haces silencio se escucha una discusión en una casa cercana, pero nada más. Todo parecería estar en paz.

Mmmmh, dice, mirando las antenas que salen del tejado de la casa. Esos dispositivos están distorsionando la naturaleza de los patrones de fuerza, materia y cardinal, además de algunos otros que no logro comprender.

Cuando os mira, sus ojos aparecen tremendamente ampliados por las extrañas gafas, y rielan de curiosos colores, pero se ve claramente la contracción de la pupila y el iris, con los cambios de luz.

Hay, además, restos de manipulación de naturaleza desconocida en el jardín.

Cuando se quita las gafas, para prepararse a salir del coche, comenta: me parecería muy extraño que nadie más se hubiera dado cuenta de tales fenómenos. Esta casa es como un faro. Preparaos para lo peor. Por lo que yo se, la tecnocracia, o es muy estúpida, o ha tenido que plagar todo el lugar de dispositivos espia. Eso sin contar con las posibles defensas del propio Dutra.

Deberíamos esperar sin entrar a que todos hayamos investigado, según su conocimiento, cualquier patrón que pueda ser peligroso.

Tras escuchas las descripciones de Flanagan, miro detenidamente la casa para comprender su forma, y busco mi lápiz y anotador.

Sentado en el piso junto al auto, comienzo mis invocaciones, realizando una imagen del tiempo mientras susurro a los espíritus para consultar en su lenguaje sobre la actividad. (O sea, cardinal+tiempo para tratar de descubrir en qué momento empezó a emanar esta fuerza.)

Tras eso, pregunto a Flanagan en dónde notó las modificaciones al jardín, y si puedo alcanzar alguna planta afectada, arranco un par de hojas.

---No tengo todos los elementos que me servirían para un análisis exacto, pero espero que esto sea suficiente---, digo, y comienzo con mi análisis primitivo, cortando y aplastando las hojas para analizar los patrones que dibujan sobre el papel

Se hace imposible comprender las corrientes temporales en la casa. Los residuos en el jardín están desperdigados todo a lo largo de este pero desde fuera no se llega a alcanzar ninguna planta ni nada que sea fácilmente apresable más que algo de cesped.

---Es... muy confuso. No puedo detectar nada. Evidentemente quien sea que hizo esto tiene disponibles herramientas de mejor calidad que lo que yo tengo a mano.

Alzo la vista hacia la antena que señaló Flanagan, y continúo ---O posiblemente eso esté causando una obstrucción

¿No sabes si hay alguien en la casa, Flanagan? Podría ser tan simple como llamar a la puerta.

No, no se si hay alguien en casa. Nuestra exploración ha podido disparar algún dispositivo de espía automático, o de protección, aunque seguramente seamos difíciles de detectar, así que colijo que deberíamos estar razonablemente seguros.

Llamar a la puerta, desde luego, no creo que suponga peligro de electrocución inmediata: no veo qué puede tener Dutra en contra de los vendedores de enciclopedias, por ejemplo. Pero si que podría disparar sistemas de espía más potentes, y ponernos en evidencia definitivamente. Por tanto, sugiero que aprovechemos la discrección todo lo posible, y que la señorita Wind-Holly, el señor Payne y el señor Or Deux hagan una exploración análoga a la que acabamos de hacer usted y yo...

... espero haberme explicado bien. Acaba con una ligera sonrisa.