Partida Rol por web

Al parecer no les interesaba lo de ir a por un botiquín, así que me pongo a mirar por la ventana con aspecto algo molesto. Igualmente, cuando me fijo en que Wynnona va a llamar, le digo:

- Si llamas desde ese móvil lo comprometes también. -replico.

Con un suspiro, saco el mío y se lo entrego.

- Llama desde ese y luego quítale la batería. Total, ya tiene unos años. -digo, con el gesto algo más tenso que antes- No digas para dónde vamos. -concluyo mirándola antes de volver a mirar por mi ventanilla, habiéndome quedado el asiento de copiloto.

Mientras decidían que realizar para contactar con la doctora, si enviar un email, ir a San Francisco o cualquier otra ocurrencia, a la mente les viene una clínica situada en el centro de la ciudad. Era un pequeño hospital donde no solian hacer preguntas a los pacientes sobre de donde venían ni la causa de las heridas. Solo las justas para saber que habia sucedido. Muchas veces salian noticias por tratar a vagabundos. Su nombre era Medical College.

"La que está herida eres tu, Wynn. Tu decides. El Medical College creo que es lo que buscamos"

La joven le iba a decir a Hans que la idea del botiquín no era mala, aunque eso significara sumar un nuevo delito, allanamiento, pero uno de los dos recordó aquel centro médico, la chica vio la cara de preocupación de sus compañeros, no podía ver bien sus heridas y realmente debería estar dando un triste espectáculo, así que a regañadientes asiente, si no iba, terminaría muriendo de una septicemia o algo similar. 

 — vale... — toma el móvil que le estaba dando Hans, de hecho había pensando en usar el de Dominique y luego destruirlo, pero la idea de Hans era mejor, así que mientras la muñeca gótica los llevaba al hospital, ella marcaba el número de su padre, llevando el teléfono a su oreja, nerviosa de escuchar la voz del hombre. Hans, mientras tanto, podría escribirle el email a la profesora. Aun no sabían si no la dejarían internada. por fin la chica parecía dejar de hacerse la valiente, y en sus ojos se asomaba el miedo.  

Ya eran ciertas horas de la noche, y el telefono sonaba en casa de Wynnona. La voz de su padre suena al otro lado:

Que sucede Wynnona. Por que no estas a estas horas en casa? Ya es bastante tarde.

De mientras Dominique ya cogía la calle para llegar al hospital en un par de minutos. Aquel hospital era el buscado, y no les daría ningún problema para mantener cierta privacidad.

Goro y Erika evitaron que los soldados les pusieran las manos sobre los brazaletes. Convertidos en Liveman, estos ya quedaban ocultos y de más dificil acceso dado que estaban por debajo. Los dos soldados que los acompañaban inicialmente no sabían bien lo que sucedía, pero cogen sus armas y apuntan a los que han llegado con el cabo.

Yusuke dice nuevamente:

Sí, Erika. El general tiene una pierna de metal. Pero el enemigo lo tenemos aquí. Enfocaros en no recibir daño, e id golpeando como podais. Seguramente esto ha sido cosa de Olber. 

Yusuke se ponen en posicion defensiva mostrando sus conocimientos de artes marciales.

"Os dejo aquí" dice Dominique dejando a ambos justo en la puerta -no es plan que se fuerce ni un milímetro más de lo necesario- y aparcando al Domi-movil en una esquina.

Luego vuelve corriendo (tan rápido que nadie diría que lleva botas de gótica)

"En el peor de los casos" piensa yo soy la que lo tiene más fácil para pasar desapercibida

— Oliver — le responde masticando aquel nombre, casi le dice papá, estaba lo suficientemente asustada como para llamarlo así, pero no lo hace, tenía algo de dignidad aun — escucha bien... así que te calmas — como si ella pudiera — mira, dile al abuelo que lo quiero y que... que luego nos veremos — no sabia qué decirle de pronto, apretó los labios, se dio cuenta que él no sabia nada de nada de lo que estaba pasando y eso la alivio.

— eso, adiós, papá — colgó y puso el móvil en su vientre y miró a Hans, frunciendo el ceño, no supo qué decirle o buscar información pero saber que estaba bien, le alivió enormemente.

— ¿falta mucho? — preguntó a los chicos, intentando dejar atrás ese momento emotivo, justo cuando llegan, Wynn se intenta mover, pero necesita la ayuda de Hans para poder bajar el auto y entrar en El Centro médico. 

El padre de Wynnona le iba a contestar pero las palabras de ella fueron cortas, rápidas e inesperadas.

Que me estas contan... eso es lo que pudo escuchar ella hasta que cortó la llamada.

Ya delante del hospital, Hans la acompaña mientras Domi espera en la calle al lado de su coche. En la recepción le preguntan:

Dígame, en que le puedo ayudar. Quien es el paciente. Dice la mujer que atendía al ver a Hans y ella.

Erika consigue por poco que le pongan las manos encima en los aparatos que servían para transformarse, por lo que termina tomando la forma de Liveman, siente como su cuerpo se llena de energía, mira al doctor y a los soldados que había allí, lo que le llama la atención es que los soldados que estaban con ellos toman sus armas y apuntan a los otros, eso hace que se quede aun mas sorprendida, entonces el doctor habla de nuevo, parecía que aquellos soldados no eran precisamente soldados, ¿serian robots también?

Erika mira a Goro y a los demás, no tenía mas remedio, tenían que luchar, tenían que reducir a esos hombres, tras tragar algo de saliva lanza un ataque con su arma contra aquello tipos

No queremos haceros daño… dejad las armas

No sabe muy bien qué hacer, pero tenían que luchar, así que se dirige hacia el que esta más cerca y le ataca

El combate empezó sin dudarlo. Erika se sentía nerviosa, y su inexperiencia hizo que fallara su primer golpe contra un soldado. Se sentía comoda con el arma, pero sin destreza y movimientos torpes. Goro fue mas diestro y golpeo a uno en el torso haciendole bastante daño. El sable le hizo un tajo destrozando el uniforme.

Yusuke demostró su dominio de las artes marciales. No era tan ágil como en su juventud, pero si sus golpes fueron certeros eliminando a uno, y dejando a otro seminsconciente. Los duros golpes hicieron que se destapara la realidad de los presentes: eran jimmers simulando soldados. Los dos soldados de apoyo eliminaron a los restantes con ráfagas de sus rifles. 5 jimmers quedaron malheridos en el suelo mostrando sus partes mecanicas dañadas. Lo que era un efecto optico se deshizo, como magia.

El cabo viendose acorralado y siendo el unico supeviviente decidio escapar. Yusuke da una orden a Erika y Goro.

No dejeis que se escape. Apresadlo, no sabemos si es un jimmer o un monstruo disfrazado.

- Tienes mucha razón, Dominique. -le digo a ella cuando habla del Medical College, asintiendo con firmeza cuando Wynonna acepta ir.

Mientras Wynonna comienza con lo de su familia, empiezo a crear un correo electrónico nuevo, para no usar el mío ni el de la amiga de Dominique, aunque no puedo evitar mirar hacia Wynonna, cuando tiene esa conversación en la que duda de una manera que le hace verse tan distinta de cómo es habitualmente. Cuando me mira al terminar, me quedo unos segundos clavado en sus ojos. Tras unos instantes aparto la vista demasiado rápido como para parecer que había sido casualidad que me quedase mirando a sus ojos y los enfoco en mi teléfono, mascullando de paso:

- Acuérdate de quitarle la batería. -digo sin más, enfocándome en lo que hago, que no lleva mucho más de otro par de minutos.

Con el correo nuevo, tomo la dirección de correo electrónico de la página de Facebook de Inori y comienzo a escribir el mail desde ese correo nuevo.

señora ibochi, sé que va a sonar a Locura y muy dIrecto, pero la situación ha sido precisamente así y no sé si tengo mucho tiempo o hasta qué punto Voy a Estar Metido en un lío. ¿Sabe Algo de un proyecto cieNtífico de su madre, Erika, junto al ejército? Si tiene idea de lo que le hablo, necesito que nos reunamos cuanto antes para que vea a lo que me refiero.

Nos vemos en el parque XXXX* en X* horas

Tras pensar un momento, cambié las letras de "Señora Ibochi" a minúsculas y comencé a meter mayúsculas en las letras que me interesaba para tratar de evitar la búsqueda del ejército, si en verdad existía una vigilancia como la que decían los conspiranoicos. Tio Phil siempre insistía en que el gobierno vigilaba todos nuestros e-mail, así que complicarles la búsqueda es algo útil. Esperaba que fuese lo suficientemente astuta como para darse cuenta de la particular palabra de las mayúsculas, que le dejaría claro por dónde iban los tiros.

- ¿Te gusta esto o disimulo más? -digo, pasando el móvil para atrás a Wyn ya que Dominique está conduciendo.

Cuando un poco después para el vehículo, me bajo para tomar a Wynonna, sirviéndole de apoyo hasta el punto que quiera, y llevándola hasta el mostrador. Ante la pregunta de la mujer, señalo con la cabeza a Wyn y digo:

- Ella, abrasiones y contusiones por todo el torso.

Como era de esperar Erika no fue capaz de golpear al soldado, una cosa era pelearse contra un robot, pero aquello era un soldado y estaba claro que no iba a poder. Sin embargo, cuando el resto empezó a golpear pudo comprobar que realmente no eran soldados sino esas maquinas. La pelea fue bastante rápida y pronto acabaron con casi todos los Jimmer allí presentes, aunque uno de ellos se escapaba. Cuando dijo aquello sobre que había que apresarlo y no sabían si era un monstruo disfrazado o uno de esos robots, Erika no sabía muy bien qué hacer, asi que vuelve su arma en pistola, apunta y dispara esperando darle al enemigo en huida

"Sucio engendro masculino! ¡Escribe, con faltas de ortografía, rompiendo la palabra de por medio y cosas así, el nombre de Lles y kajons (Jessica Jones)!"

Quizá por hacer el chistaco del momento, pone una expresión de macarrilla. Aunque le ha dicho eso, por el tono se sabe que está de guasa. Intentando quitarle gravedad a la situación.

En estos momentos, es cuando lamenta no saber de electrónica ni de informática. De saber de esos, seguro que se le ocurrirían una docena de formas de ofuscar un mensaje, de crear repetidores a lo largo y ancho del mundo que envien mensajes con un cifrado tan disimulado que nadie podría seguir, o incluso hacer espadas en su casa, o usar las corrientes de aire para trucos especiales.

Pero por el momento, Dominique no sabe hacer nada de eso y simplemente es una animadora gótica

"Pero si. Buena idea, Hans"

mientras Hans escribía el mensaje y luego lo mostraba a las chicas, Wynn no entendía porqué escribía de esa forma, de hecho pensó que era tarado, o no leía mucho, (esto último le restaba muchos puntos, de hecho), pero cuando explicó las razones, la chica le hizo sumar uno o dos puntos más, sonriéndole, sin hacer muchos alardes, después de todo, al universitario se le podían subir los humos a la cabeza, es así que tal como él lo hizo segundos antes, cuando se le quedó viendo, ella ahora lo hacía, aunque no fue tan cobarde como para apartar la vista como él (nótese de que Wynn no se dio cuenta de ese gesto de Hans), sino que le volvió a sonreír justo antes de quejarse del dolor. 

Ya enviado el email y sacado la batería del móvil, solo quedaba lo del hospital, a la chica  no le gustaban los médicos ni mucho menos, pero estaba con mucho dolor y quería descansar, además que se había puesto muy sentimental y debía conservar algo de su dignidad, o eso pensaba. Dejando a Dominique aunque ella le pidió que los acompañara, así estarían más seguros. 

Ya ante la recepcionista, los tres estaban heridos, habían caído por el acantilado y estaban magullados y sucios, solo Wynnona tenía más daño porque había recibido aquel impacto de lleno en el pecho, la chica se apoyó más en Hans, y sus ojos se entrecerraron, estaba cansada. 

— me duele mucho... — agregó dando lástima, así la atenderían de inmediato, sin hacer muchas preguntas, por eso simuló casi desmayarse, por eso Hans tendría que sujetarla con mayor fuerza, lo bueno es que ya de por sí estaba pálida y herida, así que le podrían creer su estado. 

Todo el combate pasó tan rápido que Aki apenas se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. A un punto supo que tomó la espada y dio un sablazo a un soldado que luego se reveló ser un jimmer, como los demás…

realmente habían infiltrado el militar, no había más posibilidad de dudarlo. Cuán tonto había sido confiarse a las autoridades! Wynonna, Dominique y Hans habían hecho bien en insultarlo por su estupidez. Pero, por el otro lado, si no se hubiera confiado a ellos, quizá sólo habrían aprendido más tarde, con un coste mucho más alto, que las autoridades estaban minadas por los alienígenas. Aunque… aún no sabía cuán alto sería el coste ahora…

En este estado de semi-conciencia del combate alzó el arma y apuntó al capo huyendo en las espaldas, haciendo fuego tal como Erika.