Ok, a eso me refiero. Si queréis conseguir algo más que eliminar al guardia, deberéis contarme cómo lo hacéis. Y cuanto más os lo curréis, mejor para ustedes.
Me giro en mi puesto un momento y compruebo donde se ha colocado Jay. Muy oportunamente, esta controlando el acceso a la sala en cuestión.
Gracias hombre.
Digo yo a través del micro del casco.
Y no dudes en sumarte a la fiesta si lo crees adecuado.
Y ya es que no me contengo. Distorsionadas por el micro, resuenan mis carcajadas.
El pardillo cabeza cubo que se ha metido el solito en semejante atolladero, corea mi carcajada. Y yo, aproximandome hasta el, le doy un leve empujón, que pretende ser amistoso mientras digo.
¡Adelante hombre!. Aprovechemos el tiempo antes de que pase por aquí algún oficial con ganas de cortarnos la situación. Que ya sabemos que demasiados de nuestros oficiales son demasiados estirados.
El pobre pipiolo avanza, yo siria algo torpemente, hacia la belleza insinuante que tiene enfrente. Y yo vuelvo a reir, esta vez entre dientes mientras pienso.
No creo que ni siquiera necesite de sus capacidades especiales para ocuparse del asunto. Hay que ver como esta la compinche.
No obstante, por aquello de estar prevenido, mantengo mi arma levemente alzada. Lo justo para no perder ni una décima de segundo en apuntar pero, al mismo tiempo, con cierto aire indolente por si el cabeza cubo se girara precisamente en ese momento.
Aunque claro, yo diría que no esta por la labor de girarse teniendo en cuenta la visión que tiene delante.
¿Un tipo de guardia durante no se cuantas horas?. Y por decirlo suavemente, un poquito agobiado por la rutina Sonsacale pues apuesto a que no tardas ni cinco minutos.
Contoneándose provocativamente la Twi'lek se adelanta, no como si se adentrara en una sala de interrogatorios, sino como si estuviera entrando en una suite de lujo de un hotel principesco. Se gira levemente y sonríe al cabeza lata, torciendo el gesto al final, pícara, juguetona.
-¿Vais a jugar los dos a la vez...? -Comenta refiriéndose a Jarno- ¿O prefieres empezar tú solo, soldado...? -Y su mano se dirige al pecho del imperial, posándose en la armadura. -Eres alto, y fornido... me pregunto cómo será tu aspecto... Tu rostro... y el resto...
Tras su cabeza sus dos tentáculos se desenlazan, y se bambolean.
-Tengo dos manos, pero mis dos tentáculos son igual de hábiles, ¿sabes...? ¿has estado alguna vez con una mujer como yo...?
Y con un gesto les invitó a entrar en la sala, como una verdadera anfitriona, y no una prisionera.
Vamos a intentarlo hablando, seduciéndolo, o lo que sea. Luego ya decidiremos si sólo lo noqueamos o nos lo cargamos.
El guardia, confiado, no tarda en entrar en la sala. Como hipnotizado, avanza hacia la prisionera - ¡los dos, los dos! - dice algo enardecido ante las insinuaciones de ésta.
Luego, mientras se quita el casco, no sin antes asegurarse de que la Twi'lek está desarmada, cierra la puerta de la sala para mayor intimidad, no sin antes darle unas palmaditas de comprensión al pobre Jay, que se quedará fuera de la misma.
Jay, te dejamos que leas, pero no sabrás nada de lo que pase en la sala mientras no te lo comuniquen tus compis
;)
Tras cerrar la sala y dejar su casco y su arma reglamentaria en una esquina a buen recaudo, el guardia se acerca a animar a Jarno - vamos, compañero, ya sabes que no hay que hacer esperar a las 'damas' - dice sin dejar de mirar a su 'presa'
- Venga, ya sabes lo que toca. Portate bien y nosotros también lo haremos - arengó a Zeenah para que empezara a desnudarse.
Por tu insuniación sobre 'acabar' con el pobre soldado, te paso el código Jedi
Piensa que un Jedi es una persona justa, calmada, que controla sus pensamientos y sentimientos y no se deja llevar por ira, dolor, pasión, etc., si no es inevitable.
Si matas a este guardia puede que empieces a perder poderes.
Para que quede más guay nuestra partida, si quieres usar poderes inventados o cualquier otra cosa, dímelo, lo mismo te dejo sin más.
Entendido, además ya es mi modo de jugar habitualmente, y en este caso, más. Pero si el soldado ataca, la cosa está clara.
A ver, lo que propones me gusta mucho.
Quisiera seducirle pero con la mente, que me proporcione el ordenador estando "en trance", y luego le haré olvidar todo, y creer que se lo ha pasado muy bien.
Es decir, quiero hipnotizarlo a fondo.
¿Puedo?
La azulada figura de Zeenah se aleja del soldado, y se sitúa frente a él, lejos de su arma y su casco, aunque se desplaza lo suficiente para que éste, al girarse para mirarla, deja a su espalda sus cosas. Y, por tanto, a mano de Jarno.
Empieza a tararear una melodía sinuosa, en voz baja pero suficiente, y a moverse a ese son. Baila, sin dejar de mirarle, de sonreir libidinosa y coqueta. Al moverse ondula su cuerpo, suavemente, y empieza a desabrocharse la chaqueta muy lentamente.
Sus tentáculos se desplazan como péndulos, balanceándose, atrayendo la mirada.
Entonces su canción sube de tono, y murmura palabras, aunque son extrañas, sin sentido para los que la están escuchando. Suenan apacibles, profundas. No desentonan con la danza de striptease que se está marcando, pero no dejan de ser sorprendentes...
La joven comienza a acceder a las peticiones del imperial y éste no le pierde ojo. El baile sensual y bello de la prisionera empieza a embelesar al pobre incauto que, con una apertura de boca algo inusual, por la que empieza a verse algo de sus fluidos propios, aparenta quedar a merced de ésta.
- Sigue así, guapa, y conseguirás más de lo que te imaginas - comenta el guardia comenzando a quitarse su armadura.
Tirada: 2d6
Motivo: Resisitirse a los encantos de Zeenah
Resultado: 4
Perfecto, pero piensa que más que hipnosis, lo que estás haciendo es influenciar en sus actos y actitud, ¿ok?, más al estilo de las pelis y los jedi.
Zeenah se acerca al imperial, y se desabrocha otro botón, mostrando ya un generoso escote.
-¿Sí...? ¿Te gusta lo que ves...?
Cuando se acerca, sin dejar de contonearse sensualmente, fija sus ojos en los de él, y pasa una mano por entre los dos, mientras sus palabras ahora se hacen perfectamente comprensibles, pero insidiosas. Son una orden, aunque dada con una voz modulada, extraña, que no parece de la Twi'lek:
-Ahora vas a decirme "Espera, quiero darte algo..." Y me traes el pequeño ordenador requisado a un rebelde hace poco. Si tu compañero te pregunta le vas a decir que vas a buscar "un juguete para pasarlo mejor". Lo vas a hacer con rapidez, de inmediato. Porque esperas una buena recompensa...
Y se desabrocha un botón más, sin dejar de mirarle intensamente, autoritariamente. Mas de la mitad de unos pechos firmes y redondos se entreve por un segundo, tras el cual se abrocha de nuevo.
-Ve ahora. Te espero para seguir, amigo...
La voz se dulcificó, y la mirada. Pero no la actitud expectante de Zeenah. ¿Habría salido bien su intento...?
La cara del soldado denota algo de emoción a medida que Zeenah va mostrando 'su interior', y se muestra receptivo cuando la voz le cambia - Espera, quiero darte algo - repite el hombre de manera aséptica. Parece como si supiera qué le has pedido, así que, sin casco, se vuelve y abre la puerta
Al salir, comenta a Jay - voy a buscar un juguete para pasarlo mejor - comenta mientras sale de la habitación con presteza y se dirige ante la estupefacta mirada de los guardias presentes en la sala contigua.
Jay, observas con algo de asombro, intuyendo lo que está pasando, como el guardia en cuestión avanza hacia un armarito, obtiene una llave de apertura y abre una taquilla de seguridad, sacando un pequeño bulto que no puedes reconocer.
El guardia vuelve a mirar a los ocupantes de la estancia en la que se encuentra jay con una sonrisa de éxito en la cara mientras comenta - ya falta poco para que cante - dice a modo de escusa, tras lo que se vuelve a introducir en la sala de interrogatorio y vuelve a cerrar la puerta.
- Ya puedes continuar - comenta el guardia de manera algo ansiosa mientras le ofrece el ordenador a Zeenah.
Apoyado contra una de las paredes del cubículo, y naturalmente con el arma lista por si acaso, pues es una costumbre que tengo, me alegro enormemente de no haberme quitado el casco.
Pues solo tengo que echar un vistazo a la cara del pobre cabeza cubo para darme cuenta de que ya no le queda mucho dominio de si mismo no.
Pero claro, cuando fijo la vista en Zeenah y contemplo como se mueve, sinuosa y sugerente, mientras canta para si misma, poco me falta, pero vamos, ¡¡Muy muy poco!!, para que empiece a quitarme pedazos de armadura imperial a toda velocidad.
Agito la cabeza tratando de mantener la sangre fría y, tras haberlo logrado mas o menos, emito para que el pobre Jay pueda oírme.
Compinche, no tienes ni idea de lo que estas perdiendo. ¡Menudo talento que tiene nuestra compañera!.
Y aunque estamos en medio de nuestro asunto particular, cuando Zeenah le ordena salir a buscar cierto trasto que tanto nos interesa, que poco falta para que yo salga también disparado.
Cuando el imperial se larga, resoplo, que remedio y me permito decir.
Espectacular. Menos mal que no me lo has hecho a mi. A saber como hubiéramos acabado.
Poco después aparece el imperial en cuestión portando un trasto en particular. Trasto al que le he de prestar atencion por mucho que me cueste apartar la mirada de la impresionante figura de Zennah.
Y como el pobre soldadito, ha olvidado hasta su arma reglamentaria dejándola por ahí tirada en una esquina de la celda, asiento levemente mirando Zeenah y doy un paso al frente. Agarro el segundo fusil láser y con uno en cada mano, encañono al imperial mientras digo.
Quieto ahora. Se te acabo la fiesta pipiolo. Es hora de dormir.
Y nada mas decir esto, golpeo con fuerza en su nuca con el fusil que empuño con la diestra.
Por que eso es lo que he entendido, creo. Que esta tan absorto que ya no sabe ni lo que hace.
Y por cietrto, para la proxima, pienso que yo tambien deberia hacer una tirada de resistencia.
Je,je,je. Excelente escena.
En serio, ¿que tiro para drle en la nuca con el cañon de una de las armas?
En el momento en el que Zeenah se disponía a coger el micro ordenador, el imperial agarró fuermente su mano e intentó tirar de la mujer hacia sí - ¡antes haz lo que todos estamos...! - un ruido seco, como al abrir una nuez, fue lo último que se oyó antes de que el guardia cayera a plomo en el suelo.
Fácilmente, Zeenah no tuvo más que sujetar el ordenador para que no cayera con el hombre...
Ya tenéis el ordenador. Ahora, estáis solo en la sala. Jarno, tienes dos blasters y a Zeenah algo ligerita de indumentaria... ¿qué hacéis? ^^
La twi'lek recompone su aspecto con rapidez. Le da el ordenador a Jarno, por si algún otro imperial decide cachearla.
-Bien, ya lo tenemos. Hay que salir de aquí. Yo propongo que me saques a punta de pistola, como si, satisfecho con lo que te he hecho y me has hecho, me trasladaras a otra parte. Habla con Jay y salimos hacia la nave, ya debe estar repostada. Y hay que recoger a Luther. Si alguien pregunta por éste, se ha quedado vistiéndose. Y ha dejado claro que no quiere que le molesten, porque tiene una botella que terminarse. ¿Qué te parece? Oh, y antes... espera.
Se acerca al pobre soldado noqueado y le susurra al oído:
-Te ha gustado. Te lo he hecho MUY bien, y estás exhausto. Nadie te ha hecho daño, al contrario. Y has bebido, ahora no quieres que te molesten.
Cazo al vuelo el trasto que me lanza Zennah y escucho su propuesta mientras echo un ultimo ojo, como evitarlo, a sus impresionantes curvas. Pero como es hora recuperar la seriedad pues seguimos en medio de un nido de imperiales, así que mientras mi compinche se dedica a terminar de desorientar al pobre imperial noqueado, yo evalúo las posibilidades.
Zennah, creo que Jay va a necesitar unos instantes para examinar el chisme este. Y mira por donde, esta sala es ahora totalmente segura gracias a tu actuación.
¿Cuanto tiempo crees que permanecerá este soldadito en el paraíso en el que esta ahora mismo?.
Pues yo preferiría que Jay examinara ya mismo el chisme este y largarnos de aquí con la total seguridad de que ya lo tenemos en nuestro poder. Además, hemos de ocuparnos del asunto del Capitán. Supongo que no vamos a dejar tirado en la enfermería.
Propongo llamar a Jay, que examine este cacharro y, una vez que estemos todos aquí, echar un vistazo a la enfermería mientras te escoltamos con la escusa de un traslado o algo así.
Dicho esto, golpeo con el índice derecho el costado del casco de cabeza cubo que llevo puesto, dando a entender que estoy listo para hacer esa llamada a Jay.
-Bueno, no veo por qué Jay tiene que revisar el ordenador, lo que nos han pedido es que lo recuperemos. Y ya lo tenemos. Ahora sólo falta recoger a Luther y largarnos de aquí. Y rápido.
Y asiente ante el golpecito que acaba de darse Jarno y que muestra el intercomunicador de su casco.
-No sé si este tipo va a estarse mucho así, pero cuanto antes nos vayamos, mejor.
No hay que examinar el cacharro, hay que llevárselo.
;)
Dicho y hecho. Hago un gesto a Zennah para que se mantenga detrás de mi y le digo.
Pues en ese caso, larguemonos de aquí sin mas dilación.
Dicho esto, mientras me giro en dirección a la puertas del cubículo de detención, activo el panel de control de la puerta de seguridad y una vez que esta se abre, lo primero que hago, es asomarme con cierta cautela por si hubiera algún moscardón pululando por la zona de acceso.
Hago un gesto a Jay, el cual se mantiene al lado de la puerta de guardia y le digo.
Paquete recogido. ¿Como esta el asunto por aquí?. No olvido que antes de ponernos a corretear por el espacio puerto, hemos de recoger a nuestro capitán particular.
¿Y si no es el cacharro en cuestion?. Nunca te fies del master. Je,je,je.
Mientras aún tus compañeros continúan en la sala de interrogatorios, el Cabo que os recibió en la puerta entra en la estancia en la que estás.
- ¿Has rellenado ya el modelo A5 de estancia en Módulo de Detención? - te pregunta algo imperativo, y mira al otro guardia que hay allí, negando éste con la cabeza.
Desmarca a los otros dos