Partida Rol por web

Ambos camináis desde la puerta hasta la parte baja del jardín, justo donde se encuentra la moto de Sergei. Es una impresinante máquina, realmente hermosa incluso para al que no le gusten ese tipo de vehículos. De pronto un punto rojo se refleja en uno de los hierros. Fue un instante, quizá solo un reflejo. Os miráis extrañados ya que ambos lo habéis visto cuando de pronto veis cómo dos pequeños puntos de luz rojiza se mueven por vuestros pechos.

Galatea bajó la mirada hacia su pecho y al ver el haz de luz, miró por un instante el pecho de Sergei, antes de moverse para evitar el tiro, no le apetecia que agujereasen la camisa de seda negra que llevaba.

-Pero que coño...

Galatea reaccionó antes que él apartandose a un lado. Sergei la imita yendo hacia el otro lado, para protegerse con el muro.

-Ah, que bien, lo que me faltaba

Los puntos rojos se mueven por vuestros pechos. Ambos sabéis lo que significan, así que pronto levantáis la mirada. La calle está totalmente despejada, y tan solo unos coches situados a ambos lados destacan un poco en la soledad. Entre los distintos coches estacionados hay un todoterreno de gran tamaño. Desde su ventana se observan varios fogonazos seguidos del inconfundible sonido de disparos.

Los disparos os impactan aunque en menor medida a Galatea que consigue moverse ligeramente antes de ser alcanzada. Una puerta del coche se abre tras los primeros disparos.

Las balas impactan de lleno a Sergei, pero no consiguen penetrar demasiado en el duro vástago.

Aunque empujado hacia atrás por la fuerza de las balas intenta recuperar el equilibrio y protegerse por si hay otra ráfaga.

¿Quien les había disparado? ¿Le habían estado siguiendo? Intentó ver si alguien salía del coche.

Galatea miró enfadada las balas, habían estropeado esa preciosa camisa negra. Había conseguido apartarse a tiempo, así que buscó refugio tras el árbol y buscó la mirada de Sergei. Si le era posible se acercaría velozmente hasta el coche.

Los impactos se sucedieron prácticamente al unísono. El proyectil de Galatea se aplastó contra su hombro produciendo tan solo un rasguño en su piel. La de Sergei sí consiguió penetrar en la carne aunque provocando una herida muy leve.

Las puertas del vehículo se abren. De su interior salen dos hombres vestidos de negro y con las cabezas cubiertas por pasamontañas. Llevan lo que parecen rifles de asalto con mirillas láser acopladas. Aún se dibujan las trayectorias de otros láseres que asoman desde el coche. Alguien grita desde el interior.

- ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Coged a uno! ¡Coged al menos a uno!

Los hombres comienzan a atravesar la calle con las armas listas para disparar mientras vosotros os encontráis tras el muro del jardín, aún en el interior del recinto. Varios balazos más impactan en muros e incluso la puerta de metal.

Galatea sintió una ansiedad creciente, no entendía qué estaba pasando, y de lo único que tenía ganas era de salir corriendo. Ella no estaba hecha para la lucha, ese no era su sitio.
Miró a Sergei y con la mirada le señaló la moto, tenían que salir de alli... como fuese. En ese momento se arrepintió, y mucho, de no haber hecho caso a Yvette y la verdad, de que ella no estuviese alli.

Sergei miró a Galatea. ¿La moto? Imposible, nos acribillaran. Miró hacia atras. Si no recordaba mal allí es donde estaba el coche.

-¡Al coche rápido! dijo mientras comenzaba a correr hacia allí.

Galatea salió corriendo hacia el coche tan rápido como pudo, sentándose en el asiento del copiloto.

Mientras os miráis y tomáis alguna decisión los hombres terminan de atravesar la calle. Podéis escuchar cómo uno de ellos se apoya contra el muro y da órdenes a su compañero. Éste se mueve con rapidez frente a la puerta y el láser se desliza por el interior del jardín. Una vez se mueve dice unas palabras más a su compañero que se gira y comienza a escalar el muro con rápidos movimientos.

Pronto estarán dentro del recinto.

Galatea corrió hasta el coche, y encendió el mismo para que Sergei la sacase de alli

Voy corriendo detras de Galatea, intentando cubrirme. Veo a Galatea meterse en el asiento del copiloto, pero será.... Así que voy corriendo al del conductor.

-¡Abre la puerta!

Se lanza contra la otra puerta y la abre...