Partida Rol por web

Bueno señores,

Abro ya la partida para ir iniciando la confeccion de vuestros personajes, aunque la partida no empezará hasta que acabemos La Tormenta de Arena. Solo seréis dos jugadores ya que quiero que sea una aventura relativamente corta utilizando el sistema genérico C-System y una adaptación del mismo que encontré para el mundillo de Witcher.

Como sabéis, el mundo de Witcher se caracteriza por ser una ambientación de fantasía oscura, con referencias a leyendas y cuentos europeos,  por lo que dista del carácter más fantasioso como Pathfinder o Reinos Olvidados para pasar a un plano más oscuro, en un medievo donde las distinciones entre el bien y el mal no son tan claras, donde los gobernantes suelen ser tiranos, el populacho es maltratado y la sangre corre a menudo por la violencia entre los humanos o por las víctimas del amplio bestiario de monstruos, maldiciones u otros seres que aterrorizan la población. Los elfos, medianos y enanos son razas marginadas y a menudo víctimas del racismo de los humanos, y prácticamente carecen de hogar propio. 

Vuestros personajes serán dos brujos de la escuela del Oso (En la escena "La senda del brujo" he añadido toda la información de trasfondo para crear el PJ e interpretarlo correctamente) que se caracterizan por un perfeccionamiento de su fortaleza física y suelen llevar armaduras pesadas. Suelen ser más dados al combate cuerpo a cuerpo que al uso de las señales de brujo, a diferencia de otras escuelas. 

Este sera el punto de partida de vuestros historiales:

Ambos estáis de viaje por los reinos del norte y procedéis de una fortaleza indeterminada de Nilfgaard donde los pocos brujos de la Escuela del Oso que pueblan la tierra suelen reunirse para formar a nuevos adeptos y hallar un lugar de reposo. Uno de vosotros interpretará el papel de un brujo más veterano que deberá enseñar al otro, mucho más joven, la profesión de brujo ya que su entrenamiento finalizó hace muy poco y aún no ha completado ningún contrato importante. Como es habitual en los brujos, disponéis de muy pocas coronas y vivís casi de la hospitalidad que recibís a cambio de pequeños trabajos con plagas de cosechas y pequeñas monstruosidades que causan problemas a la gente común. Recientemente habéis empezado a deambular por las tierras pantanosas de Velen en busca de algún buen contrato que os asegure unas coronas para pasar el invierno...

En relación a la imagen de personaje, a poder ser debería ser de tinte de fantasía oscura. Podéis buscar referencias en google de otros juegos como por ejemplo Dragon Age (buscar por artwork) y cosas así. La apariencia física lo único obligado son los ojos, que debido a la mutación que desarrollan los brujos se transforman en ojos de gato.

En cuanto equipamiento poca cosa más aparte de las dos espadas (la de acero para los humanos y la de plata para los monstruos), el medallon de vuestra escuela (vibra al detectar magia, maldiciones y fenomenos paranormales) y la armadura de brujo correspondiente. Cuando os ponga las reglas podéis hacer la ficha. 

Vuestros historiales podéis colgarlos aquí por post al director. 

Bienvenidos miembros VIP Amelia, Stranger, Gris, Mavros, Dresden, Mukuro, Jennifer Stark. Cómo véis, de momento la partida está en construcción y poco a poco se van añadiendo contenidos. Tenéis acceso a escribir al off-topic lo que os plazca.

Gracias por dejarme ver la partida, veremos si nuestros brujos extranjeros están listos para el loco norte :)

Edit: El mapa de la seccion de geografia no se ve bien.

Gracias master. Yo estoy preparando una partida con C-system también, pero de ciencia ficción :)

Según creo, ryback (el creador de C-system) aún no ha actualizado su sistema con cosas de los juegos nuevos, pero aún así su adaptación es bastante exhaustiva, ¿no? No la he revisado a fondo, pero las veces que la he ojeado antes parecía bastante completa.

Stranger, por tema dimensiones es complicado hacer que se vea con más detalle, pero he añadido enlace al mapa justo debajo de la imagen para quien quiera verlo con más detalle y calidad.

Dresden, yo lo que utilizo es una variación del C-System adaptada al mundo de The Witcher que encontré y parece bastante seria. Igualmente en esta partida el tema reglas serán básicamente para los combates, ya que para esta ambientación prefiero un tono más narrativo y de investigación. 

Ya, te entiendo, te entiendo. Pero en un hilo aquí en Umbría donde el propio ryback hablaba de su sistema, comentó que aún no había actualizado la adaptación, básicamente porque quería jugar los juegos antes y no había tenido tiempo. Pero vamos, que aún así está genial el reglamento.

Muchas gracias por dejarme ver la partida ^_^ Me encantaron los libros y los juegos, y me hace much ilusión ver más aventuras de este mundo.

Dresden ¿pero te refieres a la específica de The Witcher que hay publicada bajo licencia C-Commons?

Amelia, de nada, es bueno que las partidas se abran para personas interesadas más allá de que sean jugadores o no.

Por cierto, actualizada la escena "La senda del Brujo" con información acerca de los mismos, poco a poco ire añadiendo más contenidos mientras los dos jugadores preparan sus historiales. 

Sí, sí, a esa. Es sólo que el creador la sacó por los tiempos del primer juego, vamos, que tiene ya un tiempecito.

Hola a todos y muchas gracias, árbitro. Es mi serie de fantasía preferida y siempre me interesa saber más de lo que se cuece (y a quién se cuece) en el mundo de Sapkowski.

Bienvenido pues Mavros. De momento esta todo en construcción como puedes ver,a la espera de que los jugadores confeccionen sus historiales. 

¿Al final esto aun sigue?

Sigue, pero la partida no dará comienzo hasta pasadas las vacaciones de verano.

¡Eso es! Perdonad la demora por responder. 

Aunque sea muy habitual por estos lares dejar proyectos de partida abandonados, ese no es mi caso ni el de los dos jugadores seleccionados. Debido al periodo vacacional se iniciará en septiembre, como dice Dark Golgota 

Gracias por el interés Stranger!

Dale, lo comprendo. Entonces sigo esperando en las sombras a que empiece :)

Tras estudiarlo a fondo, he decidido emplear el sistema de Aventuras en la Marca del Este para esta partida debido a que me gusta bastante su sencillez y adaptabilidad. Además y como comenté en la presentación de la partida busco una partida más enfocada a la narrativa, interpretación e investigación.

Ambos jugadores conocen el sistema, sin embargo por cortesía con los usuarios VIP he añadido un resumen en la escena correspondiente. 

Sé que aún falta un poco para comenzar, pero he subido un pequeño historial provisional. Cuando mi compi suba el suyo, podemos poner algunas cosas en común y cambiaré lo que sea preciso.

Me queda poco para acabar el historial. Mañana intento subirlo.

Capa Raída... Ése era el mote que tuvo durante su dura infancia. Huérfano de nacimiento -o eso le dijeron en el orfelinato Tretogor en el que creció como un hambriento pordiosero- el chiquillo tuvo que vivir desde muy tierna edad en la capital de Redania como pedigüeño en una primera parte de su vida y como intrépido cortabolsas en la segunda cuando la pubertad aún quedaba lejos. Poco amigo de compañía, era feliz entre la inmundicia y las ratas de los peores callejones de aquella ciudad, demasiado grande y despiadada para pequeños trúhanes como él.

Las enfermedades o el mal de la soga eran los futuros más posibles para timadores y ladrones de poca monta como él, pero a lo largo de los primeros ocho años de vida, se las compuso para no meterse en líos... Bueno, al menos no en muchos...

Pero el destino quiso que una vida que parecía marcada desde el nacimiento, cambiara de la noche a la mañana…

Algo grave comenzó a asolar en las calles de los mentideros de Tretogor. Normalmente, la guardia no solía preocuparse en demasía de los sucesos que acontecieran en los barrios más humildes de la ciudad – por no decir que se le iba todo al pairo mientras no contaminara a aquellas zonas más nobles y residenciales- pero una extraña epidemia comenzó a diezmar la población de borrachos, matones y prostitutas de la ciudad.

En un principio todo podía apuntar a que tal suceso, era una bendición de los mismos dioses, pero aquello, pronto corrió expandiéndose por todos los rincones y el temor comenzó a hacer mella en la urbe. Los ricos mercaderes cerraron sus comercios, el toque de queda se instauró en la ciudad y la guardia – más nerviosa de lo habitual- no necesitaba muchas excusas para curtirle el lomo al primer desgraciado que tuviera la mala suerte de caer en sus manos para responder algunas preguntas...

Durante semanas, el número de desapariciones fue en aumento y como era de prever, pronto comenzó a afectar a las gentes más pudientes de la ciudad, elevando el problema a niveles de mayor calado. La guardia pensó durante los primeros días que podía tratarse de un  asesino sistemático, luego que tal vez se fuera la labor de una siniestra secta consagrada a cultos antiguos y paganos, pero a medida que fueron pasando los días, muchas personas informaron de la aparición de terribles humanoides surgidos de las alcantarillas para cazar a los descuidados transeúntes.

Rápidamente se dio la orden de que un escamote de la guardia - aquellos guerreros de mayores condiciones- se adentraran en los vertederos y eliminaran a lo que allí se cobijara, pero tras oírse los desgarradores gritos de aquellos que bajaron al subsuelo de la ciudad, ninguno logró salir para explicar qué era lo que habitaba en las entrañas de Tretogor.

A cada día que pasaba, el pánico que asolaba a la ciudad se hacía más patente y pocos eran los que se dignaban a salir a la calle sin la presencia de guardaespaldas contratados.

Y he aquí que el pobre Capa Raída, cayó en las despiadadas garras de aquellos depredadores nocturnos. Volvía al orfelinato un día poco productivo. Robar bolsas de cintura se había convertido en una misión imposible desde que comenzaran las desapariciones y los rumores de monstruos. El chaval no deseaba salir pues sólo era un crío asustadizo, pero la necesidad de comer, siempre a insuflado de valor a los desgraciados. Así, una tarde se retrasó más de lo debido en retornar, y los guardias comenzaron a aflorar por los corredores y estrechos callejones. Como dije, toparse con uno de ellos podía ser tan pernicioso como hacerlo con lo que se estuviera llevando a las gentes de Tretogor, pues calzaban mano ligera si por infortunio tenían mala noche. Debido a ello, llegó la oscura noche y cuando el chico estaba a punto de llegar, unas criaturas bípedas, grandes pero ágiles, cayeron sobre él.

Nada pudo hacer. Eran muy fuertes, mucho más que él, con lo que no tuvieron ninguna dificultad en reducirlo. Debido al trance, el muchacho perdió el conocimiento, pero apenas podía hacerse una idea de lo que tendría que sufrir.

Cuando lo recuperó y consiguió abrir los ojos, sólo pudo contemplar oscuridad. Tardó un rato en que su nublada vista se acomodara a la penumbra que iluminaba aquel húmedo lugar de aguas residuales. El hedor que se desprendía allí era mucho más fuerte que el de la inmundicia que le solía rodear. Allí se respiraba el agrio y corrupto olor de la muerte. Cuando ya pudo ver mejor, una mueca de horror se le grabó en la cara. Jamás podrá olvidar ese momento.

Se encontraba en el punto más alto de una miríada de cuerpos en descomposición y a medio devorar, que habían sido apilados en una macabra colina. Aquello era una fosa común atestada de muertos que habían servido de despensa a sus captores. Capa Raída se intentó alzar, pero aquellos hinchados y viscosos cadáveres hicieron que perdiera el equilibrio y cayera desde lo alto de aquella loma de carne muerta. Cuando llegó a la base de la misma, el agua estancada chapoteó, y de la oscuridad emergió uno de aquellos seres deformes de grandes garras y boca acolmillada. Su piel era macilenta y húmeda, mientras que una fragancia a podredumbre la envolvía.

Rápidamente se acorraló contra la pared, deseando que aquel monstruo se comiera primero a uno de los cientos de cuerpos que allí se pudrían, pero tenía ganas de jugar al gato y al ratón. El chaval se dio por muerto y sin poderlo controlar sus lágrimas comenzaron a fluir por sus osudas mejillas.

Entonces sucedió…

La criatura repentinamente quedó envuelta en fuego, al tiempo que gruñía por el incesante dolor que las llamas le causaban. Capa Raída pensó que se trataba de un milagro, pero unos brillos metálicos que anunciaban los tajos de un par de guerreros, le hicieron cambiar de opinión.

Eran tan fuertes como las alimañas a las que se enfrentaban y luchaban con maestría combinando la fuerza de sus relucientes hojas junto a conjuros capaces de calcinar o inmovilizar a los enemigos. Eran dos y de forma conjuntada se debatían contra un número mayor de aquellos seres horrendos.

El chico intentó huir sigilosamente reptando de aquel lugar, mientras aquellos valientes extraños seguían combatiendo, pero aquello estaba infestado de monstruos. Uno de ellos, el más joven, extrajo un odre y lo lanzó contra el túnel de donde surgían más y más humanoides, estallando en una nube incendiaria que arrasó con todos los que intentaban entrar en aquella cámara. Pero los ruidos de muchos más comenzaron a resonar desde las profundidades de las alcantarillas

-¡¡Vamos Breigan!! ¡¡Tenemos que irnos!! Este nido de alghules parece demasiado grande incluso para dos brujos…- razonó el joven intentando ayudar al más veterano, pero éste estaba exhausto por la escaramuza.

-Creo que ha llegado el momento de que vueles solo, querido Aldous…- y lamentándose, le mostró la pantorrilla de su pierna derecha. La herida era brutal, enorme, con pérdida de tejidos y sangraba profusamente.

-¡¡No digas tonterías!!- interrumpió al brujo veterano mientras se descolgaba la bolsa. Mientras tanto, Capa Raída contemplaba atónito a esos hombres que parecían no tenerle miedo ni tan siquiera a un dragón. – Por suerte llevo en la mochila un filtro de golondrina- dijo el tal Aldous, mientras buscaba el filtro de entre sus pertenencias.

-Pásame el aliento de dragón- Exigió el brujo veterano. En ese momento, el niño pudo contemplar los ojos gatunos del hombre y su rostro lleno de arrugas y cicatrices. El sudor perlaba su cara y a pesar de saber que iba a morir, mantenía la calma. Aldous negó con la cabeza ante la petición del que era su compañero. – Vamos hijo... Tú sabes que la golondrina no conseguirá mantenerme vivo.- dijo con una sonrisa.

Aldous salió al exterior de las alcantarillas, justo cuando un terrible estallido reverberó por todo el complejo. No quiso mirar atrás. A su lado caminaba ese muchacho enclenque de capa ajironada y sucia. El brujo lo miró fijamente:

-¿Cuál es tu nombre muchacho?- preguntó. Aldous apenas llegaba a la veintena, pero las dotes marciales y arcanas que había demostrado eran realmente impresionantes.

-Capa raída, señor.- contestó el mocoso. El brujo miró al cielo y mientras sonreía respondió:

-A partir de ahora tu nombre será Janos Andrinelfus.- dijo de forma solemne – Este es el nombre que merece un iniciado en Brujería.- Sentenció.

Y tras esto se encaminó hacia el lugar donde cobraría la recompensa. Trescientos orens no era demasiado para compensar la pérdida de un maestro, amigo y compañero, pero al menos daría para una buena borrachera en un prostíbulo.

Aldous Evrouin

Nada sabía Aldous acerca de sus progenitores. Cuando creció lo suficiente, supo que Breigan le encontró en la puerta de un templo en Novigrado. Ni él mismo es capaz de relatar por qué optó por acoger al neonato, si fue por piedad u obedeciendo designios más elevados.
Así pues, se llevó al niño a un recóndito lugar de Nilfgaard, a una oscura y vetusta fortaleza. Se le dio el sobrenombre de Evrouin, que en la antigua lengua significa “hijo del destino”
Allí creció al amparo de los que se convertirían en su única familia; aprendió a vivir junto al inflexible maestre Draezor y los hermanos Prarius, Brozhar e Ivedhur. Pero entre todos ellos, el pequeño siempre sintió predilección por Breigan, quien solía consentirle todos los caprichos.

A muy temprana edad, cuando apenas contaba cuatro años, sus instructores decidieron que su entrenamiento formal debía dar comienzo.
Fue aleccionado en historia –antigua y reciente- y geografía; también le instruyeron acerca de todo cuanto precisaba saber acerca de política y ciencia.
Así, entre mohosos pergaminos y húmedos tomos el chico fue creciendo intercalando las interminables horas de estudio con sus juegos y travesuras.

Al contar con 7 primaveras, Draezor llamó a cónclave a todos los brujos que habitaban en aquel momento en el alcázar. Debían decidir si Aldous estaría preparado para dar un paso más en su formación. Todos estuvieron de acuerdo en que, pese a lo impetuoso de su carácter, sería capaz de hallar la fortaleza y sabiduría necesarias para aprender a combatir debidamente.
De este modo, un jovencísimo Evrouin recibió su primera réplica en madera de una espada.
Su adiestramiento fue brutal, rozando lo inhumano. Dolor, desesperación, miedo e ira, sentimientos que desconocía por completo se afincaron en su corazón como un enemigo más al que vencer. Pero su destreza y pericia aumentaron de modo tal, que sus mentores no podían hacer más que asentir, el pecho henchido de orgullo por ver a su pequeño hijo crecer internamente en poder y conocimiento. Tanto era así, que al cumplir los diez, pudo sentir por vez primera en sus dedos el frío tacto del acero. Los ejercicios bajaron de intensidad en gran medida, puesto que si mantenían el mismo ritmo con un filo cortante auténtico, el chico podía salir gravemente herido.
También fue aleccionado en la biología de los diversos tipos de monstruos y el método más adecuado de hacerles frente.
Pese a ello, sus habilidades no hicieron más que mejorar día tras día.

Tiempo después introdujeron en su férrea programación el aprendizaje de las siempre útiles señales de brujo. Tras llevar años practicando con la espada, le costó sudor y lágrimas aprender aquella extraña hechicería.
Cuando ya prácticamente conocía todo cuanto podían enseñarle –exceptuando las señales, que aún no las dominaba- los brujos volvieron a reunirse para tomar la decisión definitiva: el último paso en su preparación.

Estuvo demasiado cerca de las puertas de la muerte cuando sus instructores comenzaron a administrarle los brebajes y drogas mutágenas. Al principio, su cuerpo rechazó tales pócimas, pero su organismo logró por fin sobreponerse y adaptarse a sus nuevas facultades. Cuando abrió los ojos tras permanecer en coma durante dos semanas, sus maestros le dieron la enhorabuena. Ahora sí: se había convertido en un brujo por derecho propio.

En una pomposa ceremonia le fue entregada la que sería su segunda espada, la argéntea, azote de monstruos.
Pero su formación no terminaba aquí, aún tenía pendiente dominar totalmente el uso de las señales de brujo. Arte que, con tesón logró por fin domeñar.

A los 17 años salió por primera vez de aquellos muros de piedra. Por consejo de sus ahora compañeros, partió de viaje para perfeccionar y afilar su intelecto, habilidad y experiencia. Siguiendo la tradición, Breigan le acompañó en su peregrinaje.
Mucho tiempo estuvieron vagando por tierras que sólo había conocido en los libros, ayudando cuando era necesario y viviendo de la caridad la mayor parte del tiempo.
Al final del tercer año, hicieron un alto en Redania. Las noticias hablaban de misteriosas desapariciones y de horribles sombras que se deslizaban en lo más oscuro de la noche.
Para la pareja aquello sólo significaba una cosa: trabajo. Una vez estipulados sus honorarios, se dispusieron a dar muerte a lo que fuera que estuviese atemorizando al pueblo.

Triste y aciago fue aquel encuentro. Tras una ardua batalla en la que se vieron superados en número, Breigan sacrificó su propia vida para darle una oportunidad de escape a su aprendiz. Antes de salir, Aldous logró poner a salvo a un muchacho que se encontraba allí, cautivo.
Con el corazón roto en mil pedazos, el joven brujo se despidió del chico para llorar a solas la pérdida de su amigo y mentor. No obstante, algo hizo que Aldous girase la cabeza cuando el otro ya se alejaba. Una extraña vibración en lo más profundo de su alma, un presentimiento hizo que Evrouin supiese en el acto y con total certeza que ese niño podía iniciarse en el Arte con garantías. El triste brujo corrió a su encuentro y habló con él sobre el futuro que se abría ante él. Tras darle un nombre más apropiado para su nuevo estatus, se pusieron en marcha.

Fue así como el ahora maestro y su nuevo alumno comenzaron su viaje juntos. El brujo le enseñó todo lo que necesitaba saber; todo aquello que en su momento él mismo había aprendido por medio del bueno de Breigan.
El tiempo pasó y paulatinamente entre los dos fue creándose un fuerte vínculo de amistad, confianza y cariño. Cerca de cuatro años después, cuando el joven conocía la teoría al dedillo, quedó patente que debían volver al alcázar para que finalizase su adiestramiento.

Al regresar, Aldous se vio obligado a dar la triste noticia en persona. Los brujos ya conocían el destino de su hermano, pues el joven había tenido la precaución de enviarles una misiva tras su fallecimiento, pero ahora, al rememorar aquel fatídico día, las viejas heridas volvieron a sangrar y los habitantes de la oscura morada lloraron juntos.

Bajo la tutela directa de Evrouin, Janos continuó su entrenamiento, perfeccionando sus artes día a día.
Con el tiempo, también el joven logró recibir el ansiado nombramiento de brujo. Ahora, el mundo se abría ante él y, una vez más, siguiendo una innata curiosidad y un ansia por viajar, maestro y alumno se pusieron una vez más en camino.