Partida Rol por web

El policía iba apuntando en su pequeña libreta cosas, seguramente lo más importante, cuando Yuka dijo que los padres de Aoi trabajan en China alzo un poco la mirada, parecía que eso le llamo un poco la atención. Después mira a Sota y le responde con tranquilidad:

Esa chica ya la he interrogado y a la otra que sale… Aki y Yumi… Yuki…. No, Yui creo que se llaman. Por lo que vi son las típicas yankees de instituto, pero no creo que tengan nada que ver, solo estaban ahí y decidió grabar y ponerlo en redes como hace ahora todo el mundo

El policía se frota la cabeza con cierto disgusto y comenta más para sí que para ellos:

Estos niñatos que lo suben todo a las redes sociales… subir a esa pobre chica reventada… Bueno a lo que iba… no les va a pasar nada por el momento porque parece que no han tenido nada que ver, lo único que evidentemente la grabación ya ha sido eliminada de la red social y no me extrañaría que le borren la cuenta por subir esas cosas la verdad.

El hombre se pone de pie y mira el cristal de la ventana donde golpeo el cuervo, lo observa unos segundos y dice:

¿Qué ha pasado ahí? Hay restos de un fuerte golpe y… sangre negra, ¿un cuervo?

-Sí, agente, se estrelló un cuervo contra el cristal. -La voz de Natsuki apenas se podía entender. Aún estaba en shock tras lo sucedido y su tono era muy bajo. Se escondía tras la espalda de su mejor amigo para hablar.

En principio la idea le desagrada a Rin, compartir mesa con una de las posibles culpables del “accidente” de Aoi le desagradaba, pero aun que fuere desagradable podría ser un buen momento de iniciar sus investigaciones sobre esta chica.

Asiente con la cabeza -Bien y perdona mi reacción- responde agregando una falsa disculpa, “mejor que no sospeche, así puedo investigarle mejor” piensa y camina hacia la cafetería.

Nao quedó desconcertada al oír la voz de Aoi. Con el estado en el que la había visto, no imaginaba que fuera a despertar pronto. Y mucho menos que pudiese hacer una llamada.

—¡Mureyama! ¡Estás despierta! ¿Cómo te encuentras? —exclamó Nao en una mezcla de sorpresa, alegría y preocupación—. Sí… Sí, claro. ¿Qué necesitas?

Al fondo, oía una voz que sugería que nadie sabía que ya estaba consciente. O sea, que lo primero que había hecho tras volver en sí había sido llamar a Nao. Fuera lo que fuese lo que le iba a pedir, debía de ser extremadamente importante.

A primera hora de clase un cuervo se estrelló.- Corroboró lo que dijo su amiga ya que al fin y al cabo toda la clase lo había visto, podía preguntar a quien fuera.- Fue poco después de que llegara la estudiante nueva para ser exactos.- Se encogió de hombros quitándole importancia al asunto, al fin y al cabo dudaba que el cuervo fuera el motivo por el que la chica decidió tirarse por la azotea.- Natsuki, no podemos ayudar más aquí, será mejor que nos vayamos.- Por si acaso miró al agente, esperando su confirmación de que evidentemente podían marcharse.

Todo es más fácil cuando te dicen lo que hacer. Cuando te dicen que lleves los libros a la sala de profesores, que hay que avisar de que el borrador de la pizarra no está, que hay que buscar firmas para el nuevo club del instituto. Son pasos simples para situaciones simples. Todo lo contrario a esto, en lo que además, mis referencias son inexistentes. Cuando Rin me responde, me cruzo de brazos y clavo la mirada en el suelo. Ya sé que no estoy siendo de ayuda. No es agradable saberlo.

Y mientras, las palabras de Sata bastan para calmar la situación y preguntar por Aoi rápidamente. Nunca sabrá lo mucho que me alivia que esté acompañándome ahora mismo, aunque no es suficiente para contrarrestar mi preocupación por Aoi. Había entendido, quizás porque era lo que quería oír, que Aoi ya estaba fuera de peligro, no que estaba todavía en una operación. Espero que los médicos de verdad estén muy cualificados....

—No pasa nada...—murmuro ante la disculpa de Rin. No sé si tendrá muchas ganas de sentarse a hablar, pero ahora que lo pienso... ¿dónde estaba él cuando ocurrió lo de Aoi? Pensaba que eran de los que no se separaban... 

Rin echa a andar, y aprovecho a girarme a Sata y gesticular un silencioso "gracias", antes de seguirles hacía la cafetería.

El policía mira con una mirada mezcla de extrañeza y de sorpresa y dice:

Vaya, pues sí que se ha tenido que dar un buen golpe… que clase…

Con un movimiento rápido y habituado a hacerlo se guarda la libreta en el bolsillo interior de la chaqueta y parece que hurga en esta para buscar algo, saca un paquete de tabaco, pero parece recordar donde esta y lo guarda, después mira a Sota y asiente:

Sí, claro, podéis iros… si os acordáis de algo llamad a la policía, preguntad por mí.

Deja caer una tarjeta con su nombre, Jin Kashiwagi y antes que los chicos se marchen dice:

Y podéis estar seguros que si ha sido culpa de alguien esto no se va a quedar así y lo vamos a descubrir y le vamos a hacer pagar

Al igual que ellos Yuka también sale del aula apurada, casi corriendo, aunque aún mantiene esa mala cara que tenía desde que vieron a Aoi en ese estado.

Como solía pasar en los hospitales la cafería era punto de reunión de muchas personas, sanitarios, pacientes, familiares estaban allí descansando o simplemente esperando. Sata les indica que se siente y dice:

Voy a ir a pedir algo, ¿Qué queréis que os pida?

Tras escuchar lo que quieren tomar asiente y añade en un tono conciliador:

Descansad un poco, ahora vengo, voy a pedir

Decía mientras se alejaba de la mesa. Ambos podían ver que había un poco de cola y seguramente tardaría unos 5 minutos en ser atendido, el chico caminaba observando el lugar, a simple vista podía verse que estaba pendiente a lo que sucedía y con cierto disimulo incluso a algunas conversaciones cercanas.

Un par de mujeres que llevaban cada una un café en la mano se sientan cerca, las dos llevaban uniforme de enfermera, una de ellas hablaba con la otra:

Pobre chica… me dijo Miho, la enfermera de la ambulancia que daba miedo verla, tenía las extremidades destrozadas y estaba todo lleno de sangre.

La otra con una cara mezcla de pena y mezcla de desgrado dice:

Pobrecita… estas chicas jóvenes que se suicidan… no sé qué le habrá llevado a eso, ¿y sobrevivió?

La primera de las mujeres estaba terminando de sorber el café y asiente con la cabeza, es entonces cuando la otra dice:

Esta con el doctor Seto… si alguien puede hacer algo por ella es el…

La voz de Aoi sonaba cansada, pero se podía notar como había sonreído, con su forma de hablar habitual, pausada y tranquila dice:

¿Podrías decirles a todos que estoy bien? Estoy un poco cansada y dolorida, pero estoy bien, el doctor Seto es un gran doctor. Muchas gracias por preguntar. Y, bueno, no quiero que avisen a mis padres, desde el hospital no les van a llamar, pero ¿podrías decirle a Rin que no les diga nada si habla con ellos?

La chica parecía que hablaba de forma normal, como siempre, salvo por el tono cansado. Entonces parece acordarse de algo y dice:

Ah y dile a Rin también que no se preocupe por Maki, que ya me acorde de que me sonaba y ya lo hable con ella pero me equivoque era otra chica que se le parecía… Perdona que te moleste, pero no le he podido llamar y… e que tú me ayudaras ¿verdad?

Una vez en la cafetería Rin tomo asiento, el hombre que acompañaba a Takenaka San le pregunto que deseaba de la cafetería, a lo cual el responde que no desea nada, miro a su compañera e iba a comenzar un interrogatorio, pero dos enfermeras comienzan a hablar cerca de ellos, cuando una de ellas menciona la palabra suicidio el voltea y la mira con gran odio, pero cuando la otra menciona a un tal doctor Seto es como si su corazón se detuviera, “¿y si es familiar de esa loca?, podría dejarle morir para que ella no cargue con la culpa” pensó, tomo rápidamente su celular he intento averiguar sobre el tal doctor Seto que trabajaba en ese hospital.

—Yo no quiero nada.—contesto a la oferta de Sata, pero acto seguido me suena el estómago. Se me había olvidado por completo que no he comido apenas en toda la mañana...—Bueno, un bollo estaría bien...

Hago nota mental de pagarle luego. Cuando tenga dinero.

Rin y yo nos quedamos solos en la mesa. Me miro nerviosa las uñas, evitando su mirada. ¿Cómo empezar...? En ese momento, unas mujeres se sientan cerca y empiezan a hablar, como no, de Aoi. Las imágenes de su cuerpo destrozados vuelven a mi mente, demasiado nítidas para mi gusto. Me froto los ojos, como si eso fuera a ayudar. Es la primera vez en mi vida que desearía no tener buena memoria. Necesito distraerme, pero Rin ha sacado su móvil. Casi instintivamente hago lo mismo. Los últimos mensajes recibidos siguen ahí, sin contestación. Paso de conversación a conversación, intentándome obligar a responder algo, antes de dejar el móvil con fuerza sobre la mesa.

—¿Estabas con ella cuándo pasó?—mi intención no es acusarle, pero la brusquedad con la que hablo puede parecerlo. Tomo una bocanada de aire.—¿Cómo pasó? ¿P-por qué?

Si Yuka quería marcharse sin levantar sospecha o no siendo el flanco de miradas, había fallado por completo. Entendía que la chica, si realmente era amiga de Aoi, pudiera estar afectada como para no querer hablar, pero de ahí a salir corriendo como si quisiera huir de la clase era algo que no entendía. Dudo, parece ser más de las que le sufrir bullying a la que lo hacen.- Reconocía que una parte de él tenía cierta curiosidad por el asunto, esa “morbosidad” que todos los seres humanos tenían y provocaban acercarse a los escenarios de tragedias para saciarse. En un primer momento lo achacó a que había sido un intento de suicidio, que la chica tendría problemas y de manera exagerada había llegado a que la mejor opción era tirarse por la azotea, pero si había alguien detrás que buscaba esa muerte era algo digno de mención.

Podría ponerse a investigar, rebuscar entre todos sus recuerdos sobre momentos que hubiera coincidido con la chica, pero la realidad era que había sido tan insignificante para él que apenas se acordaba de su cara.

Te acompaño a casa.- Indicó a su amiga, imaginándose que también querría salir de allí.

Le alegró saber que sus amigas Yui y Aki no eran sospechosas ni tenían nada que ver con el caso aparte de grabarla y subirlo en sus historias de Instagram, queriendo hablar con ellas para asegurarse del todo de que así era. Cogió su teléfono y marcó un rápido mensaje para ambas, bloqueando después el teléfono y guardándolo en su bolsillo, estando ahora pendiente de Natsuki.- ¿Estás bien? ¿Prefieres salir a tomar algo?

Natsuki no quería permanecer más tiempo con aquel hombre. Se sentía incómoda. Así pues, cuando su mejor amigo le comentó que no hacían nada más allí, ssus hombros de relajaron. Había sido un día muy duro e intenso. 

-A casa..., vamos a casa. 

La dulce Natsuki quería un abrazo de su madre y comer aquellas galletitas de arroz que tanto le gustaban junto a su mejor amigo. 

Rin estaba enfrascado en la búsqueda de este doctor y si tenía alguna relación con Maki Seto, cuando escucha el comentario de su compañera, dejo a un lado el celular e intento calmarse antes de responder:

-Nos separamos en cuando debíamos cambiarnos luego de la clase de educación física, al salir la espere por un rato, pero parecía que ya había vuelto al aula, pero al llegar ello no estaba, tampoco estabas tú o Seto San, de algo estoy seguro ella no salto, fue un accidente o más probablemente alguien la empujo, y personalmente sospecho de las otras dos personas ausentes en clase- Rin lo dice con un tono de voz muy frio, se nota como si las palabras de ella le hubieran sonado como una acusación y que él está bastante molesto por ello.

-¿Dónde estaba nuestra chica modelo y exdelegada de clase cuando estábamos en medio de clase?- pregunta con un tono de ironía en su voz y mirándole fijamente.

En su búsqueda en internet Rin encuentra la siguiente información sobre el doctor Seto de ese hospital:

Tetsuya Seto

Responsable Medicina Interna Hospital Central Perfectura de Iwate

Director de Proyecto en EEUU

Responsable del departamento de Genética del Hospital de la Universidad de Tokyo

Doctor en Medicina por la Universidad de Tokyo con doctorado en Genética y Virología

Al buscar un poco más ha encontrado un artículo de un periódico de hace unos 3 años, es un artículo breve de un periódico de Tokyo.

Trágicas muertes durante una conferencia

En la noche de ayer se produjeron dos hechos terribles. Uno de ellos durante una conferencia en la que el Doctor Tetsuya Seto y el Doctor norteamericano James Willis debatían sobre ingeniería genética relacionada con la reconstrucción de órganos gracias a las células madre.

Durante el transcurso de un intenso e interesante debate entre los dos doctores un hombre que responde a las iniciales A.H. ataco con fatal desenlace a uno de los asistentes a la conferencia acabando con su vida por diversos cortes en el cuello. El atacante que se movía en silla de ruedas fue rápidamente reducido y arrestado.

Tras la suspensión de este evento en el exterior del centro de congresos se produjo un accidente de tráfico, la hija del doctor Seto M.S. resulto brutalmente atropellada cuando descendía de un autobús urbano. Según testigos presenciales fue un atropello brutal y la joven promesa del atletismo falleció al instante.

No puedo dar crédito a las palabras de Rin. ¿Qué tipo de teoría es esa? Parecía la trama de una historia mala de misterio, acusando a gente sin tener ni idea de posibles móviles. No, no compro su teoría. Y sería capaz de dejarlo ahí, pero lo peor es como me mira, cómo se refiere a mí. 

—Tienes toda la razón, fui yo. No tengo nada mejor que hacer que ir tirando a amigas de la azotea y luego ir a visitarlas al hospital, ¿no?—he alzado la voz más de lo que me gustaría, y encima, siento que como siga así voy a empezar a llorar. Todo mi cuerpo está tenso, me esfuerzo por mantenerme bajo control. Cruzada de brazos, inhalo aire y bajo el tono de voz.

—Me fui del instituto en cuanto acabó el recreo. No pude hacerlo, y aún así, ¿por qué haría yo eso, o Seto-san? ¿Por qué estás tan seguro de que Aoi no lo hizo?—después de todo, no es que fuera raro que una estudiante se suicidara. Lo que si me era raro, claro, era conocer a una en persona... 

Nao escuchó extrañada lo que le decía Aoi. ¿Qué quería decir con que no iban a llamar a sus padres desde el hospital? ¿Cómo no iban a informarles sobre el estado de su propia hija? Y en cuanto a lo que decía sobre Rin… ¿cómo es que había podido contactar con Nao pero no con él? ¿Y por qué no quería que dijera nada a sus padres?

Todo aquello inquietaba a Nao. Saber que Aoi estaba consciente y podía hablar era genial pero… había algo extraño en todo aquello. Algo no encajaba. Aún así, Nao accedió a lo que le pedía.

—Vale…—contestó algo confusa, pero enseguida habló con algo más de decisión—. Vale. Les diré a todos que estás bien. Y hablaré con Rin para decirle… eso. Si necesitas cualquier otra cosa pídemelo. Y una cosa más… —añadió Nao, dubitativa. Quizás no era el momento, pero sentía la necesidad de confirmar que había sido un accidente—. ¿Por qué…? ¿Por qué te caíste?

Una vez hubiese terminado la llamada, Nao llamaría a Rin. Aquello la había dejado más inquieta aún de lo que ya estaba, así que sentía la necesidad de llamar de inmediato.

Sata llego en ese momento con lo que habían pedido, en un tono algo seco dice:

Además, que estaba conmigo en ese momento junto con todas las personas del recreativo

Deja prácticamente caer las cosas, incluso había comprado una botella de agua que coloca frente a Rin, él toma asiento con el café y dice:

Nunca sabemos realmente lo que pasa por la cabeza de las personas… intuyo que eras muy amigo de ella, pero eso no quiere decir que lo sepas todo de ella, a lo mejor había algo que no quería contarle a nadie y ese es el motivo, quien sabe

Comienza a remover el café con tranquilidad y mira a ambos:

Lo que si me resulta… extraño es como ha podido sobrevivir a esa caída. Esa caída… desde al menos 10 metros contra una mesa de hormigón y como se ve que ha quedado… no debería haber sobrevivido.

El camino fue bastante tranquilo a casa de Natsuki, la tarde iba avanzando y la actividad diurna de la ciudad iba cambiando a lo habitual en la noche. El día era frío y algo desagradable, poco a poco parecía que pronto empezaría a llover y de hecho no tardo en empezar a caer una leve llubia preludio de una lluvia mucho mayor que llegaría en poco tiempo.

Aoi se queda unos segundos en silencio ante la pregunta, pero después empieza a hablar:

No lo sé… estaba en la azotea hablando con… ay

Se escucha perfectamente cómo se toca la cabeza, parece que le ha venido un fuerte dolor, la chica dice entonces añade:

No… no me acuerdo… no sé qué paso… no me acuerdo incluso de lo que ha pasado aquí en el hospital

Se escucha como la puerta se abre, una voz grave de hombre pero que sonaba amable dice:

Aoi, no deberías esforzarte a hablar por teléfono, venga tienes que descansar

Aoi con un tono ahora más animado, pero aun así sonaba cansado dice mientras cuelga sin despedirse, algo que conociéndola es totalmente impensable ya que es una chica especialmente educada:

Si... doctor Seto, disculpe

Al poco tiempo, al intentar llamar a Rin puede comprobar como el teléfono de este no da señal.