Partida Rol por web

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- Lo siento hermano, hable de mis conjeturas sin analisarlo mucho... ya han visto a uno de nosostros y aun asi no rinden pleitecia a este y no les importa... Los no nacidos les indican que hacer, mediante palabras y mostrandoles que hacer, lo que me hace suponer que tampoco tienen control directo sobre ellos. La magia. Una pausa como organizando sus ideas. Supongo que es inerente en ellos al ser hijos de dos dioses, es lo logico. Sin embargo podemos pedirle a Airla que revise en el mundo onirico si hay trazos o residuos de los no nacidos haber estado ahi.

Loke parecia pensativo y cansado. Todo estaba tomando mucho tiempo y las decisiones apremiaban.

- Si aun quieres Tabahätta podemos probar mi teoria, y si darles sueños ayuda a calmar sus ansias y evitar una confrontacion, seria una ganancia.

- No perdemos mucho por probarlo. Si me permites, ya que son mis hijos y en cierto modo sé cómo piensan, lo haré yo.

Y diciendo esto, se incorporó, provocando que al instante el trono de ceniza sobre el que se apoyaba se deshiciera, desapareciendo como si nunca hubiera existido. Dió unos pocos pasos por la habitación mirando al infinito, y de repente ya no estaba allí. ¿Acaso había estado en alguna ocasión?

-Nada directo nuestro les hara entrar en razon, tenemos que probar cosas indirectas y asi es como voy a tratarlo, una de mis tropas se posicionara en el bosque para impedir que los orcos lleven a cabo el ritual en dicha zona. Sera mi primera medida. Respecto a quien ira, sera Cenarion, mi campeon, el elegido. Ya ha demostrado tener unos dones muy superiores al resto y todos saben que ha sido con mi bendicion, asi que quien mejor que el para comentar el mensaje en el que queden.

Raiza se retiro a su habitacion a pensar... sus barbaros estaban mermados, mas la ayuda de sus hermanos le habria facilitado enormente su recuperacion, ella era una diosa orgullosa y preferia ver como sobrevivian y se adaptaban, sabian que su numero era reducido, y sus capacidades de lucha deberian mejorar para poder hacer frente a un nuevo ejercito que se avalanzara sobre ellos, no iba a dejar morir a sus pequeños frente a los engendros verdes que habia creado sin querer... en un pasado, habia pensado que los orcos podrian ser veneficiosos para el mundo, o incluso, poder pertenecer al ciclo de este, pero la amenza que acechaba tras ellos era algo aun peor... habia intentado dialogar con los no nacidos, pero no habia funcionado...

Los barbaros seguirian cerca de los enanos, para una posible fuga en caso de ataque, no repetiria el mismo error de dejarlos a su suerte en la aldea, esta vez si tenia que uir, lo haria hacia las tierras de los hijos de su hermano, de galmaro, el mas pacifico de todos, sus ciudades podrian resguardar a sus barbaros, y estos podrian ayudar  a la defensa de su ciudad.

Sus roces con el resto de dioses por defender en el pasado a los orcos ahora pasaban factura, su orgullo era demasiado grande como para entrar de nuevo en el gran salon y admitir su error, pero mientras ubiera esperanza para sus barbaros, no se doblegaria para pedir disculpas, y esos no nacidos... iban a morir antes de ver el mundo, como que ella se llamaba Raiza y el dolor esta escrito entre las letras de su nombre.

Furioso, el titán se alzó y se volvió inmenso. Sus llamas abrasaron la estancia, cegando a sus hermanos aunque sin dañarles. Estaba furioso, colérico.

- ¿Qué aberración es esta? ¿Cómo es posible que no sea capaz de ver lo que piensan, o influir en ellos? ¡Mi esencia corre por sus venas!

Su piel metálica brillaba, incandescente, y pareciera que iba a explotar de un momento a otro.

- Esos No-Nacidos son historia, ¿me oís? ¡Y los orcos! ¡Y TODO AQUELLO QUE REPRESENTAN! ¡Nadie va a enfrentarse a mí de esa manera!

Con un destello, desapareció de la sala, dejando el suelo y el techo carbonizados. Todos los dioses sabían dónde estaba, pues su presencia se hacía palpable incluso allí. Estaba flotando en el vacío, inmenso como Suris. Era una bola de fuego gigantesca y rabiosa, donde se distinguía una boca feroz y unos ojos coléricos. Y estaban mirando fijamente a El Mundo.

- ¡NADIE DESAFÍA MI PODER!

Loke mira la reaccion de su hermano y la comprobacion de sus teorias, si el siendo el padre de estos seres verdes no podia hacer nada,menos pudieran hacer cualquiera de los demas.

- ¡Lo sabia!, no estaba seguro pero ya lo estoy y esto complica mas las cosas.

Volviendo a mirar a los demas.

- ¿Ya han decidido que van a hacer con la reunion?... he pensado sobre lo que dijeron sobre dejarles una marca que permanezca al levantarse, y creo que deberia tener mas funcions que decirles que no fue un sueño... Esta marca deberia tambien permitirles el comunicarse verbalmente con cualquiera de las otras razas y deberia poder ser heredado, no por sagre sino por meritos.

... o por la decision de sus Dioses.

La tensión se palpaba en el ambiente mientras los centauros preparaban la emboscada. Pero luego todo sucedió en unos pocos segundos. Tabahätta observó con detenimiento cómo las flechas de los hijos de Medusa segaban la vida de sus hijastros.

Y sonrió cuando comprobó cómo su energía se disipaba al morir.

- ¡Buen trabajo, Medusa! - dijo, apareciendo de la nada junto a su hermana y palmeando sonoramente la espalda del dios - Has criado bien a esos hijos tuyos, ¡ahora es momento de arrasar su aldea, están desprotegidos!

Parecía frenético, ansioso por ver la sangre de los orcos caer. Si bien había prohibido que ninguno de sus hermanos intercediera, estaba contento de ver cómo los pielesverdes morían. Estaban siendo utilizados por los No-Nacidos, y además escapaban a su control. Su existencia tenía fecha de caducidad.

Pero entonces frunció el ceño, y vio cómo una sombra se materializaba. Un reverso tenebroso de Raiza surgió al engullir la sangre de bárbaro... así que eso era lo que querían.

- Ya sabemos sus intenciones, hermanos - dijo, sombrío, y se volvió hacia Airlia - Mi oferta sigue en pie, hermana ¿deseas que devuelva tu isla a su sitio?

Medusa esperaba un exito total ... y casi lo consiguio, habia logrado defender sus bosques de la intromision Orca pero la sombra oscura habia emergido finalmente

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-No ha sido  todo lo exito que pretendia...no tenia que haber logrado beberselo, pero en una batalla de ese calibre es bastante dificil.

Medusa acepto de buen grado la enhorabuena de Tab con una delicada sonrisa, pero su cuerpo empezo a deslizarse hacia la ventana mas cercana.

-Si tienen forma corporea quizas podamos tomar medidas al respecto.

-Y si no puedes vencerla así...Raiza debería destruirla en persona, puesto que es "su" no-nacida.-

Serune no está nada contenta...después de todo, odia la muerte, y en una guerra...tras sus palabras, se encoge de hombros.

-O no...como querais, solo me parece lo más poetico.-

Asomandose a la barandilla observa a sus hijos, aunque con "un ojo" puesto en medusa y la no-nacida...ya nacida. Observa a sus elfos, pensando que la hora de que se expandan está cercana...tal vez cuando su pueblo crezca aún más...

Un rictus de ira aparecio en el rostro de Medusa, el cual empezo a cambiar, para convertirse en aquel otro alter ego suyo que tan pocas veces habia salido a la luz.

-Si es guerra lo que quereis, guerra tendreis...

Todo su cuerpo habia cambiado, unas grandes alas verdes y muy puntiagudas salian de su espalda

Su mirada era muy fria y penetrante

-Raiza no podria ni mirarse al espejo despues de su actuacion frente a los orcos y ver como otra raza ha hecho lo que ellos no pudieron. Ha llegado el momento de la caceria, si no querian al bueno, defensor de la naturaleza tendran a la Ira de la naturaleza.

Medusa se dio la vuelta para volverse a una de las habitaciones de Ruth-adum, de momento habia dejado por un tiempo su reclucion en la torre o quizas, esta personalidad suya no se acordara de aquella promesa echa.

Raiza Observo lo que ocurria en la creacion, Medusa intento destruir o dañar a la Raiza no nacida, pero eso no era cosa sulla, cogio su espada, un casco y bajo a la tierra sin decir nada a sus hermanos esta es mi batalla fue lo unico que se escucho en las cabezas de sus hermanos.

Como si un destello iluminara los cenagales de acido recien creados por el ataque de medusa, Raiza aparecio con la espada con la mano, ante su clon oscuro- he venido a limpiar esta tierra- afirmo, mirando a la Raiza oscura, y levanto la espada contra ella, sin esperar reaccion.

La Raiza oscura sonrio- vaya, no pensaba que me regalarias tu poder como regalo de bienvenida- y saco su hacha, espada y hacha cruzaron sus filos una vez mas, no era la primera vez que se encontraban, pero hoy seria la ultima, las heridas en los hombros de ambas diosas palpitaban mientras las espadas chocaban una y otra vez, movimientos agiles correspondian a cada choque, la espada alcanzo a Raiza oscura en la cara, provodandole un corte trasversal, mientras que el hacha alcanzo a Raiza cerca del cuello, provocando otro corte en ella.... cada golpe hacia estremecer la mismisima creacion, la lucha titanica hacia encogerse de miedo y correr a cualquier mortal que se acercara, por lo que nadie podia presenciar la batalla, solo los dioses sabian que ocurria alli.

Cada golpe con exito de Raiza sobre su enemiga, hacia que esta le asestara uno a ella, el combate estaba muy igualado, ambas poseian caracteristicas muy similares, el combate podria estar durando una eternidad, mas no queria que ninguno de sus hermanos la ayudara.

proteger... a los... barbaros

se escucho de nuevo en la mente de sus hermanos y despues, Raiza olvido cualquier guardia y lanzo una amago y una estocada rapida al pecho de la Raiza no nacida, esta aprobecho la guardia baja de Raiza y oscilo su hacha ante ella, la finta consiguio que el primer movimiento fallara pero... justo cuando clavo la espada en el pecho, el hacha paso por el cuello... y ambas se desplomaron en el acido..... desapareciendo ambas... su esencia se apago...su chispa divina se disipo... Ambas Raizas habian desaparecido.....

basicamente, has creado un lago de acido, aprobechando los puntos gastados.

-NOOOOOOOOOOOOOO!!!-

Serune no contuvo su grito de angustia al ver morir a su hermana. Tanto apretaba la balaustrada del balcón de Ruth-Adum que esta se agrietaba. Serune lloraba, casi sin ver más.

Su hermana más querida...pese a sus diferencias...ya no estaba.

-Idiota...¿Por que me has hecho caso? Podias pedir ayuda...a la mierda la poesia...-

Serune desaparece poco a poco.

-Su ultima voluntad, la cumpliré.-

Serune bajó al mundo.

Supo lo que iba a ocurrir justo antes de que el hacha de la Raiza Oscura seccionara el cuello de la Diosa de la Guerra. Podría haber bajado, interpuesto su mano, y todo habría sido distinto. Pero no podía moverse. Sólo podía clavar la mirada en el combate, paralizado. Sentía miedo.

¿Qué era todo eso? ¿Cómo estaba ocurriendo? Sólo eran ellos tras la Chispa, ¡¿por qué Raiza había desaparecido?!

Comenzó a temblar, haciendo que la armadura tintineara. El miedo dio pasó a la ira. Envuelto en llamas, produjo una tremenda explosión que barrió la sala, destrozando mobiliario, paredes y techo, y cubriendo a sus hermanos por oleadas de llamas que no les afectaron, pero que sabían que en otras circunstancias serían letales. Tabahätta ya no era tal, sino una gigantesca mole ardiente que ocupaba tanto como El Mundo, como Suris, o como La Casa del Cosmos. Estaba desatado, incontrolable.

- ¡RAIZAAAAAAAAA!

Gritó, mas en el vacío no se pudo escuchar su voz. Rugió, pero sólo sus hijos sintieron su frustración y su rabia. Lloró, pero nadio pudo ver sus lágrimas.

Podría haber barrido el planeta entero. Haberlo convertido en un yermo ceniciento, exterminando toda vida. ¿Qué más daba todo? Pero sin embargo, sólo se apagó, descendiendo lentamente mientras Ruth-adum recuperaba su forma original, reparando sus grietas como si nada hubiera ocurrido.

Y allí se quedó, mirando sin mirar, siendo sólo una armadura vacía, donde apenas se distinguía un leve brillo en los ojos. Porque había perdido a su igual, a su Diosa, a su amor. Y ya nada podría volver a ser igual.

 Gálmaro dejo de lado su martillo y observo la batalla entre Dioses. Raiza luchó con valentía y el final resultó trágico, tal y como cabía imaginar. Ningún resultado podría ser un final feliz. 

Cuando todo hubo terminado y la esencia de las dos combatientes se disipó. Gálmaro, en silencio, descendió al mundo, allí donde había ocurrido la batalla, allí donde su Hermana había fallecido, levanto un túmulo, un mausoleo, donde solo podrían entrar aquellos que honraran a Raiza, en especial, sus Barbaros, a los que amó por encima de las demás cosas.

En el interior, situó una estatua, una bella piedra tallada a la perfección con la imagen de la Diosa, allí le dijo adios. 

Luego volvió al encuentro de su hermana Serune y le dijo:

- Antaño le ofrecí a Raiza el hogar de mi pueblo, ahora te lo ofrezco a ti. Si los Barbaros o tus Elfos, necesitan donde refugiarse, mis Enanos los acogerán y juntos les harán frente a cualquier amenaza. Lo mismo os digo a los demás. tener como último refugio el Hogar de los Enanos, la ciudad fortaleza. 

Dicho esto, Gálmaro se alejó, para seguir con sus tareas.