Partida Rol por web

Nith-Rah asintió a Rata Cornuda, complacido de que al menos se mostrara algo cortes.

-Todos y cada uno de nosotros somos hermanos, y cada uno de nuestros ámbitos se ha de complementar con los otros para mantener un Orden en este panteón, al margen de nuestros sentimientos y pareceres.

Después volvió su mirada a Sharashiel, Ziltath y Eon.

-Aunque lo apropiado seria que actuáramos todos juntos en este tema, dado que hay variedad de opiniones será mejor que los interesados actúen por su lado. Si no os importa, me uniré a vosotros en el estudio de estos seres. Al menos hasta que pueda discernir qué papel ocupan en el Orden del lienzo.

Continuar escribiendo En su habitación. Donde solo había una alfombra en el suelo de diferentes colores y con formas extrañas bordadas en ella y una Loof en un rincón que nunca dejaba de mirar a la diosa. Estaba Sharashiel sentada meditando. Ante la repentina llegada de sus dos hermanos abrió los ojos y sonrió.

- Todavía falta un ultimo miembro para estar todos. Se que hay discordia entre algunos de nosotros. Pero no he invitado a los mentirosos ni a los ciegos. Tan solo a los que buscan el equilibrio, la verdad y el conocimiento. Esperemos

- La voz de la diosa apareció en la mente de su hermano. Pues su cuerpo ya no estaba alli- Puedes encontrarnos en mi habitación hermano. Eres bienvenido, mientras no intentes interferir de manera erronea en el desarrollo de la investigación. No siento ningun desprecio por ti. Nith-Rah

-No entiendo… ¿Por qué dices eso hermana? ¿Acaso no buscamos el mismo objetivo de conocer estos seres y porque se ha aparecido aun cuando no los hemos creado ninguno de nosotros? ¿O es que piensas que deseo destruirlos por lo que dije al verlos por primera vez?

- Solo espero que tu intención no sea meramente destuirlos, si no que descubrir que hay algo mas tras ellos. Te esperamos en mi habitación-

Nith-Rah se levanto de su trono de diamante, salió de la Sala de los Dioses y acudió al salón de Sharashiel para hablar sobre las criaturas sombrías.

Todos los dioses parecían haberse puesto de acuerdo por fin en algo, en abandonar la sala de lo tronos. Unos antes y otros después, pero prácticamente todos se movilizaron, el tiempo era difícil de medir en Ruth-adum.

Loof volvió a dar un paso al frente.

-Solo contesto cuando se me pregunta.

Y volvió a dar un paso atrás.

Eon no parecía disconforme con la pequeña reunión, ni con la presencia de Ziltath.

- Por mi parte no hay rencores, pues no albergo tales sentimientos - dijo, mirando a la Diosa de la Verdad y los Secretos - de hecho, de entre todos mis hermanos quién me resulta más afín eres tú, pues con la Verdad, llega la Iluminación. ¿Qué hay mejor que eso para mí?

Medité mientras mis hermanos marchaban a discutir, quizá les siguiera, pero ahora me fijaba en Loof y observé que despertaba mi curiosidad. Era un ser dotado de consciencia, que era parte de la propia Ruth-Adum, tal vez la consciencia de Ruth-Adum...

- Dime, Loof ¿Tú sabes quién creo Heris? No fuimos nosotros ¿Nos la legó Padre? ¿Sabes lo que son las sombras que habitan Heris? No se si has visto lo mismo que nosotros hace unos instantes, esas visiones de otros en este mismo sitio... ¿Ha habido más dioses a parte de nosotros siete? - Pregunté a aquella consciencia tan misteriosa y en la que tan poco nos habíamos fijado.

Cuando la mayoría de sus hermanos habían salido de la sala y sólo quedaban él y el señor del caos, la Rata Cornuda se frotó las manitas y, descendiendo de su trono de maderos y harapos, se acercó al único hermano que quedaba. Su larga cola se movía inquieta.

- Atharon, hermano. ¿Hasta cuando soportaremos la soberbia de de la señora del tiempo? No debemos soportar sus amenazas sin más. jejeje. ¿Sabes cual es su problema? Se cree mejor que nosotros, hermano. Me ha amenazado a mi y a mis hijos sin la menor provocación. ¿Quien le ha nombrado guardiana de Heris? - La Rata Cornuda miró con sus ojillos maliciosos por encima del hombro y habló en murmullos - Yo digo que debiéramos hacer algo ahora, antes de que sea tarde y quiera imponerse a nosotros.

Como siempre que alguno de vosotros se dirigía a Loof, dio un paso al frente.

-No tengo mayor conocimiento que el que vosotros mismos tenéis en conjunto -dijo con su voz, fría y mecánica.- Vosotros disteis nombre y forma a Heris, es vuestra creación.

Tras ello camino hacia el mapa de la mesa de Ruth-adum, ese esquema de Heris. En Heris, las sombras a veces estaban y a veces no, podían pasar años sin vérseles, ahora estaban pero no se reflejaban de forma alguna en ese mapa, había que mirarlas directamente para percibirlas.- Os oigo hablar de sombras, pero no hay sombras en Heris, no tengo información. 

Se volvió a separar del mapa, en silencio, se movía con movimientos pocos naturales, comparados son los seres que habíais creado en Heris o con vosotros mismos. Pareció dudar, si es que eso era posible ante la última pregunta.

-Solo sirvo a lo dioses, los dioses sois vosotros. Existen fragmentos de esencia divina, que no son vuestros.

Me alcé de mi trono para recibir al Señor de la enfermedad y la pestilencia, la cual no me causaba recelo, como a diferencia de algunos de mis hermanos. - Puede que tengas razón, Rata Cornuda. Debo decir que la hipocresía de algunos de nuestros hermanos me sorprende. Algunos creen saber más que ningún otro, y muchos se atreven a adentrarse en campos que no conocen mientras defienden como fieras los suyos... Más no deseo mal a ninguno de mis hermanos, así como no te lo deseo a ti. Sin embargo tendré en cuenta tus palabras, prepararé a mis hijos y mis fuerzas. No seré el primero en golpear, pero si me golpean, seré quien de el último golpe. - Deposité entonces una de mis manos sobre los hombros de mi hermano, extendiendo y encogiendo de nuevo las alas a mi espalda. - Gracias por tus palabras, hermano. Me alegra pensar que podemos contar el uno con el otro, tal vez deberíamos hablar con Nith-Rah, el señor del orden parece más razonable que algunos otros hermanos nuestros. - Tras estas palabras me giré y me dirigí a Loof, que de nuevo había dado un paso adelante sin haber dado otro hacia detrás, por lo que cada vez estaba más cerca.

- Cierto, nosotros dimos nombre y forma al mundo ahora conocido como Heris. Pero el mundo simplemente apareció, una esfera de tierra situada en mitad de la nada... Esa no fue obra nuestra, debió ser de Padre pues... Por lo tanto sigue en algún lugar... Observando. - Dije mientras caminaba en derredor de aquella misteriosa creación. - En efecto, vemos sombras, seres similares a nuestras creaciones, pero que ninguno a creado y ante ninguno responden... Seres que parecen no reaccionar ante el mundo, seres que parecen ser y no ser a la vez... - Expliqué, mirandola.

- ¿Los fragmentos de divinidad a caso no proceden de dioses? Si no son nuestros... ¿Son de Padre? También sería posible... ¿O eran tal vez diferentes? - Volvía a dirigirme a Loof, aunque también hablaba a la vez para la Rata Cornuda y para mi mismo. No sabía cuanto podrían mostrarles las sombras a los demás, pero si seguían sin hacer nada tal y como hacían en Heris , poco podrían aprender. Pero todos parecían haberse olvidado de la extraña sensación de ser rechazados por sus tronos, de ver sus lugares ocupados por otros seres. ¿Sería el futuro? ¿El pasado? ¿O ninguno de ellos?

Nunca he considerado que hayamos tenido verdaderas disputas, tan solo pequeños roces inevitables en la convivencia, por mi parte tampoco percibirás rastro de rencor. Tras confirmar su afinidad con el dios del conocimiento Ziltath permaneció en silencio esperando la llegada del tercer invitado.

-Hermana, tus palabras no es lo que me molesta, sino esa necesidad de juzgar mis actos y contradecirme, como si todo lo que yo hiciera está mal, cuando yo no doy opinión sobre sus actos pues no soy omnisciente, ¿alguien lo es? -negó ligeramente sentado en su trono de la Sala de Juicios, donde Kotk-Gar en su forma espiritual seguía haciendo sus labores de guía en el más allá, pues el tiempo que podía mantenerse en Heris eran unas pocas horas, lo que en realidad era un parpadeo para los habitantes de Ruth-adum.

-El único objetivo que busco es que se mantenga la justicia y haya un ligero equilibrio entre todos nosotros, que ninguno se alce por encima del otro, pero es difícil cuando parece que todos los demás es lo único que intentan -miró a la diosa de las Revelaciones- A veces pienso que Atharon solo quiere traer el caos y por eso está metido en todas las discusiones que hay -volvió a negar con la cabeza- perdona mis divagaciones, ¿qué tipo de alianza querías plantearme?

-Kotk-Gar ya lo ha hecho, y tenemos ciertas cosas preparadas para cuando aparezca, pues será la primera presentación de otra criatura inteligente que no haya creado yo y también que conozcan esa energía que usan ligeramente en el rito pero sin conocer su control. Muchas gracias por tu don, hermana, si quieres que yo haga algo parecido, dilo, y cuando me vea con suficiente fuerza les enseñaré algún otro rito que tengo preparado para mis hijos.

Ziltath sonrió complacida, pues le agradó saber las intenciones de su hermano Kotk-am-Toatl. Al igual que tú pienso que el equilibrio es la mejor opción para todos, no es difícil adivinar por mis dominios que mi existencia representa la dualidad, pues son dos caras de la misma moneda, el trato que yo te propongo trata de una alianza, unamos nuestras fuerzas para mantener el equilibrio que tanto apreciamos, si lo hacemos bien podemos ser la guía invisible para que ninguno de nuestros hermanos se desontrole.

Por ultimo entraron Nith-Ra y Kotk-am-toatl. La habitación de Sharashiel no tenia ningún misterio, una alfombra en el suelo con miles de colores y formas imposibles Y Loof en un rincón mirándolo todo. Allí dentro ya estaban Eon y Ziltath.

- Entonces mucho mejor para nuestra investigación- la diosa intercambiaba palabras con ellos. Hizo una pausa y miró a los recién llegados- Estamos todos, Nith-Ra se a ofrecido a acompañarnos en nuestras investigaciones. Hermanos, os he reunido aquí para que investiguemos las extrañas criaturas. Pese a que cada uno de nosotros tenemos diferentes opiniones de que hacer, o que son. Estoy seguro de que aquí los cinco podremos avanzar en los estudios sin ponernos trabas. La justicia se encargara de que ninguno cometa ningún acto que interfiera con los deseos de cualquier otro. El conocimiento nos ayudara a descubrir el porque. La verdad nos revelara los misterios. El Orden nos permitirá analizar cada uno de los pasos necesarios para conseguir todo esto. Y el tiempo... es justo lo que necesitamos para investigar- Hechas las presentaciones y el porque de la reunión dejo que sus hermanos expusieran sus opiniones. Pero antes, puntualizó- Yo misma bajare a Heris a por uno de ellos, no sufrirá ningún daño en el proceso y sera aislado en mi propia cámara.

-Yo no estoy aquí por placer, es más, estoy aquí para asegurarme que no se hace nada a esa criatura. No puedo hacer nada por impedir que la investiguéis, pero si puedo evitar que la hagáis daño de forma gratuita o en nombre del Conocimiento -miró a Eon, pero no con dureza- ese es el primer paso para comenzar un camino por el cual no pienso permitiros caminar. Si queréis hacer eso con vuestros hijos, no lo voy a impedir, pero igual que no os gustaría que que yo cogiera uno de vuestros hijos para investigarlo y hacer experimentos con él, no pienso dejarlo que lo hagáis con esos, a los que propongo llamar Incorpoóreos, pues no tienen un forma propia definida que hayamos conocido, parecen imitar lo que hemos creado -miró a sus hermanos- todo tendrá que ser sin hacerle daño, o la Justicia tendrá que ejercerse, ¿de acuerdo?

La voz sonaba dura y disgustada, sabía que esto podría ser el inicio de un camino tortuoso y peligroso por el cual no iba a permitir que sus hermanos caminaran sin obstáculos y justicia. Tenía algunas ideas en mente que no quería ejecutar, pero que tendría que realizar.

Sharashiel enarco una ceja. Aquello era algo totalmente imprevisto para ella, se volteo del todo hacia su querido hermano Kotk y le miro directamente a los ojos- Si no deseas participar en esto puedes retirarte, tienes mi palabra de que no sufrirá la criatura que traigamos. Pero no nos digas que estas aquí por obligación. Al igual que dije a el resto de nuestros hermanos de que nadie debe molestar al resto. No voy a permitir que tu lo hagas. Todos los que estáis aquí tenéis mi confianza, por favor no la destruyáis...- Las palabras del dios de la muerte habían destrozado por completo a la guardiana del tiempo- Todo esto es para preservar Heris-
 

-Lo cierto es que tengo mis dudas de que estos "Incorpóreos" puedan considerarse como seres vivos… por lo poco que les hemos visto, yo diría que se parecen más a los hijos de Eon… pero algo más desordenado y caótico. Ni tan siquiera parecen alimentarse de ninguna fuente de energía, excepto tal vez luz, dada su forma sombría.

-Creo que, desde un punto de vista objetivo, nadie de los presentes quiere herir a estos Incorporeos… primero porque sería un gasto innecesario de energía, y segundo, porque no sabemos si “muerta” podría darnos la más mínima información. Es más, dada nuestra falta de información no estoy seguro de que podamos herirla o matarla siquiera.

-De todas formas, hermano Kotk-am-Toatl, es difícil que te prometamos que no le haremos daño, dado que no sabemos siquiera QUE le hará daño. Lo único que te puedo prometer por mi parte, es que durante la investigación no le hare daño de manera intencionada, y procurare tratarla con tanto respeto como trataría a cualquiera de las creaciones del lienzo.

Como siempre, el dios del Orden hablo con diplomacia y serenidad, procurando dejar claro su punto de vista.