Partida Rol por web

- Hermano, en realidad todos habéis creado vida más allá de mis reglas, habéis hecho caso omiso de mis dones para crear vuestras propias criaturas, más allá de lo que yo pudiera decir. Algunos más que otros, es cierto, y puedo decir que varios sí me han escuchado. En realidad me congratulo con toda la vida, sea mía o no ¿A caso no debería a ti regocijarte toda justicia, la impartas tú o no? De todas formas, no te he impedido juzgar, pero no es el juez que el dicta las sentencias, solo el que las impone tras encontrar a alguien merecedora de ellas, o no. No desprecio tu poder, no me he negado a que juzgues a mis hijos, pero quiero dictar yo las leyes por las que se regirán sus sentencias. Además, los demás no hemos vedado nuestros territorios a nadie, jamás me negué a que depositarais vuestras creaciones en el Arca, aunque hayáis rechazado hacerlo. De modo que ¿Por qué vas a vedar tú tus terrenos? Las almas podrán ascender hasta allí, pues es un lugar físico, y estas pueden alzarse de la tierra. - Así contesté al dios de los muertos, aunque no me había negado completamente aún a su ofrecimiento, simplemente pretendía llegar a un intercambio de ideas con él.

Nith-Rah suspiro y proyecto su mente a la de Kotk-am-Toatl

-Hermano tus palabras me hieren, si algo de lo que te he dicho te ha molestado me disculpo, pues no es esa mi intención, pero hemos de dejar esto claro. Yo no deseo acaparar tu dominio es lo último que quiero.

-Me dices que prefiero negarme sin saber lo que ofreces... si no te he comprendido bien, te pido que me lo expliques de nuevo, pues lo que tengo entendido es que sencillamente dejaras que los muertos queden en tus dominios en una vida eterna después de la muerte, o bien sean destruidos.

-Hermano, a mi ver la justicia y el orden son hermanos que deben de estar juntas, pues tu usas leyes para juzgar, y yo creo leyes para mantener el orden. Acepte que impusieras tus leyes a todos pues tu eres la justicia... ¿pero consideras justo acaparar las almas de nuestros hijos, cuando deberían de estar con sus creadores?¿y para qué?¿para permanecer inactivas por toda la eternidad sin propósito alguno? Las almas de mis hijos están hechos con parte de mi esencia, y dejar que se amontonaran en tu reino después de la muerte me destruiría.

-Puedo tolerar, aunque me duela, que no des segunda oportunidad a mis hijos como a ningún otro... pero al menos te lo suplico, permite que las almas de nuestros hijos vuelvan con nosotros y formen parte de sus creadores.

-Si no me escuchas en esto, tendré que buscar el modo de cerrar el ciclo sin ti, pues no me quedaría otro remedio que no fuera desaparecer de la existencia.

...

-Así pues hermano... ¿cuál es tu respuesta?¿no hay esperanza de que alcancemos un mutuo acuerdo que pueda beneficiar a todos?
 

La diosa, agotada por los acontecimientos que habian ocurrido en Heris y el pacto con ella misma en el futuro saldado escuchaba las conversaciones de sus hermanos. De nuevo el tema de la muerte. Muchos de los suyos habian caido en la llegada de los Ithazi del futuro, aun no habia enseñado a los primeros el arte de las piedras de alma y los ultimos que han caido habian perdido tambien sus piedras en el accidente "¿Que ganas tenian de debatir sobre unos miseros mortales?... Si, eran nuestros hijos, pero nos nutrimos de su adoración no de su muerte"

- Hermano estare encantado de acudir al primer juicio. Quizas despues puedas enseñarme como juzgaras a los Ithazi que dieron su vida por llevar Aruthan a tierra. como el llamado exarca Manthu- Despues miró a sus hermanos- ¿que planes teneis para vuestros muertos? no entiendo a que viene la negación de que un juez dicte sentencia. Nos nutrimos de su adoración, no de su muerte-

La respuesta de Eon fue sencilla y eficaz, como lo eran todos sus dictados.

- No puede morir lo que no ha nacido, hermana - dijo - Mis hijos son eternos e infinitos, no siguen un ciclo de crecimiento ni reproducción, y su desaparición no será en vano, sino que será el origen de uno nuevo. Por lo tanto, no sufrirán el Juicio de mi preciado hermano, si bien aplaudo su iniciativa.

-Hermano -dijo con una voz cansada- yo en ningún momento he dicho que se tuvieran que quedar en una "vida eterna lejos de su creador", solo dije que no tendrían más oportunidades, pues no es justos para los que si consiguen superar esa prueba que es la vida. Yo les he preparado una zona a los que son dignos para que puedan vivir allí, pero en ningún momento he dicho que no pudiérais verlos o estar con ellos, solo que no podríais intervenir en el juicio.

Se le notaba cansado- mi intención era que, la divinidad de los no trascendidos volviera a sus creadores, pero parece ser que no me he explicado de forma adecuada. Los trascendidos vivirán en una pequeña sala de Ruth-adum en la que podréis verlos, hablar con ellos y vivir con ellos y, así, que puedan disfrutar del don que se les otorgó durante toda la eternidad. Si no te importa, dame un momento que os muestre lo que hay, y si quieres, después podremos seguir debatiendo, aunque tengo muy claro que tengo que aplicar a todos lo mismo, y algo que no vea justo para una de las muchas razas no lo aplicaré.

Al igual que algunos de nuestros hermanos deseo ver el juicio, me servirá para decidirme, y ahora te recordaré una verdad Kotk-am-Toatl, al igual que Eon se sintió invadido por la presencia de Zenitar y contestó con un invasor en una de mis creaciones, tú has entrado en los dominios de la vida pues los Couatl son seres sin antepasados, ¿entonces no sería justo que al igual que tú has podido determinar un tipo de vida tus hermanos puedan determinar las leyes por las que se rigen los juicios a sus hijos? Antes de proseguir Ziltath dejó un espacio para la meditación. ¿Consideras justo no dar voz ni voto a tus hermanos? Me da igual lo que hagas, pero si de verdad quieres proclamarte como justo aplica las mismas leyes sobre ti mismo.

-Hermana, los couatl son seres sacados del fragmento de divinidad que damos y la magia. No están vivos ni muertos, son los portadores de almas, los que acarrearán las almas de los difuntos hasta mi juicio. No morirán mientras yo exista y serán tantos como sean necesarios, ni más ni menos, pues esa es su labor. No son seres vivos, son herramientas para llevar a cabo mi trabajo. Ni más ni menos -mientras hablaba, el couatl de su brazo seguía enroscándose y moviéndose- Y vuelvo a decir, no creo que yo sea alguien para hablar sobre la verdad y los secretos al igual que tu no eres nadie para comprender la justicia tanto como yo. La justicia puede tener muchas versiones según los pirncipios e intereses de cada uno, y no quiero que se enarbole como una excusa para realizar los actos que se quiera. Y no se si es que no escucháis, pero yo ofrezco a todos exáctamente que les ofrezco a mis hijos, por lo que no entiendo porque dices que me aplique las mismas leyes sobre mí, pues repito, me baso en la justicia, no en las leyes, ni en el caos, es algo más subyacente -señaló a la puerta- seguidme y podréis ver lo uqe os ofrezco.

Se giró y se encaminó hacia la puerta que había tras su trono y la abrió, siendo seguido por los hermanos que se interesaban ante ello. 

La sala era amplia con unos espacios a los lados para los que fueran a contemplar los juicios. El centro era un lugar diáfano y estaba frente a un trono alzado sobre unos escalones para estar por encima de los que se sometían al juicio pero a la misma altura que los que lo veían desde los lados.

-Seguidme por aquí -y los dirigió hacia uno de los lados, que daba a lo que parecía una pradera enorme en la que había un Ssra-Toatl que parecía hacer crecer ligeramente las plantas con gestos de sus manos- Ese es Kotk-Gar, el primer trascendido y, como véis, ahora mismo está intentando comprender el don que de verdad tiene. Hasta hace un momento, esto era una sala de piedra, pero está diseñada para que puedan modificarla ligeramente -señaló a su hijo- ahora mismo no puede vernos, pero es porque aún no se si estaría preparado para presenciar a todo el panteón que representamos. Hay que dejarle un poco de tiempo para que se acostumbre.

El Ssra-Toatl parecía muy curioso, pues no paraba en un sitio, observando, experimentando y comprobando de qué era capaz- tranquilos, esa sala será tan grande como los trascendidos deseen que sea, pero no podrán salir de allí, donde podrán hacer lo que quieran o les plazca y, con suerte, poder seguir viviendo junto a sus familias o seres queridos -la voz del Señor de los Muertos tenía ahora mismo un tono de compasión, como si esperara que pronto hubiera más como esos- Queríais presenciar un juicio, pues ahora mismo podemos someter uno. Hay varios de los futuros hijos de Sharashiel esperando su juicio pues los cristales de almas no pudieron retomarlo, así pues, si me acompañáis -les señaló los lados de la sala de juicios y él, con uno de esos pasos que le trasportaban cierta distancia, se situó frente al trono donde se sentó.

Una vez en su lugar, apareció una réplica de la puerta al otro extremo, por la que entraron las almas de los caídos de Sharashiel portadas por couatls, los que desaparecieron, a la vez que la puerta, en cuanto dejaron sus almas en la sala. Estos eran cuatro pilotos de la nave que viajó a través del tiempo, tres brujos que venían con ellas y el llamado Manthu. Pero poco después aparecieron también unos pocos Ithazi caídos a manos de los animales salvajes mientras se intentaban hacer con un lugar para vivir.

-Este es el Juicio de los Muertos -dijo con una voz potente y cavernosa Kotk-am-Toatl y, en ese momento y con un ligero parpadeo, Kotk-Gar apareció a su derecha- y este es Kotk-Gar, el primer trascendido. Él es la muestra de que existe una vida más allá para los justos -inspiró profundamente- En los Albores de la Creación, vuestra madre y hermana mía, Sharashiel, llegamos a un acuerdo por el cual un servidor juzgaría vuestras almas, y no voy a demorar más eso.

De la mirada del Juez Supremo salió una gran luz dorada que bañó toda la sala durante unos segundos, durante los cuales solo los dioses pudieron ver que pasaba. Pudieron ver como uno de los pilotos del futuro y uno de esos brujos desaparecían como quemados por esa luz que proyectaba, mientras que los otros no parecían ni siquiera notarla. De los que desaparecieron, un ligero humo surgido de ellos se dirigió hacia Sharashiel, devolviéndola la esencia que le había otorgado a esos seres, o que otorgaría en un futuro. Parecía que en el juicio de los muertos no había ni pasado ni futuro, solo el presente.

Cuando la mirada de Kotk-am-Toatl desapareció, los supervivientes se miraban unos a otros- Dos de vosotros no superaron el juicio, pues se creían por encima de las divinidades al poner su fe en el cristal de almas y creerse más allá de la muerte -miró a los demás- vosotros sabíais que podría darse este caso y vivisteis aceptando las consecuencias, intentando resolverlas en lugar de ignorándolas -hizo un gesto con la mano y Kotk-Gar se acercó a ellos- él os mostrará el Hogar de los Trascendidos -y tras decir esto desapareció y se situó junto a sus hermanos.

-¿Y bien? -dijo esperando críticas, que otros renegaran de su juicio, que otros se unieran... mientras que Kotk-Gar guiaba a los hijos de Sharashiel como si fueran hermanos suyos hacia la sala en la que se le había visto al principio.

- Sencillo y efectivo - respondió, secamente, Eon, Revelador de Nombres - Has diseñado un sistema rápido de aprovechamiento de recursos y energía, eso me place. Ten mi más sincera enhorabuena, hermano.

Observé atento el juicio, y luego me dirigí hacia el dios de los muertos. - Estoy de acuerdo con el proceso si la esencia divina de los que son destruidos se une a nosotros de nuevo. Pero... ¿A caso a los justos solo les corresponde una sala cerrada de piedra por el resto de su existencia? ¿Qué clase de premio es ese? Casi más les valdría entonces regresar a la gracia divina de nuevo. ¿Crees que preferirían no volver a ver los valles, ni ríos, ni los mares ni montañas, no volver a disfrutar de la belleza de un amanecer o de una noche estrellada? ¿Crees que es un premio consecuente a una vida justa y recta el permanecer encerrado en una sala de piedra por los años venideros? Dales un Eden, un Paraiso, permiteles morar en algún lugar hermoso del Mundo, construye un pequeño satélite al que podamos dotar de belleza para el goce de los justos, pero no los encierres. Más que un premio pareces estar castigándolos, creo que pueden entender las verdades del mundo en un lugar más hermoso que ese. - Y cuando terminé me dirigí a Eon, el creador de nombres.

- Hermano Eon, ahora entiendo por qué tus seres no se rigen por las normas de la vida, pues en realidad son un ente de energía dotado de consciencia... pero carente de vida. No son seres vivos, de modo que no se rigen por esas normas. Pero aún debo preguntarte algo. Si bien no pueden morir, sin duda pueden ser destruidos, pues ninguno de nosotros puede crear algo indestructible, ya que no nosotros mismos lo somos. ¿Qué ocurre si alguno es destruido? ¿Cómo crearás otro? Si bien no pueden destruir su energía, podrían dispersarla y quebrar su consciencia ¿Deberás hacer un esfuerzo para crear otro nuevo? La energía no es infinita, eso lo sabemos, pues nosotros mismos no lo somos, ya hemos experimentado nuestra propia mortalidad, incluso tú. Por eso los necesitamos, para alimentarnos de la energía que generen, o más bien que nos devuelvan gradualmente. No tomes esta cuestión como una afrenta, hermano, pues se trata de simple y mera curiosidad. ¿Cómo puedes afirmar que tus hijos son eternos e infinitos, si ni siquiera nosotros lo somos? Fuimos creados, y hemos sentido que podemos morir, incluso nosotros tenemos un Padre y esperamos la muerte, o al menos sabemos que podemos experimentarla... ¿Cómo pueden tus hijos superarnos en tal caso? - Así hablé, ávido de conocimiento, pues entendía que incluso a nosotros abarcaba el ciclo de la creación y la destrucción. Todos habíamos podido sentir, durante un instante, incluso a nuestros precursores, y todos hablábamos de un padre que nos había creado, y todos sabíamos, aunque no lo admitiéramos de viva voz, que podíamos morir. ¿Sería que aceptar nuestra propia mortalidad nos alejaría de nuestra esencia divina? ¿No pueden a caso los dioses morir? 

Eon observó a Atharon, quizás sorprendido por sus amables palabras. Al fin y al cabo, le había atacado en el pasado, pero ahora acudía a él en busca de respuestas. Eso complació al Padre de la Energía.

- Buscas Claridad y Conocimiento, y me place otorgarte ambos. Resolveré tus dudas, y eso nos unirá un poco más - dijo, repitiendo la fórmula que ya había usado en el pasado - Aunque camuflada como una sola, en tu duda hay varias preguntas, y te responderé a todas ellas.

Primero preguntas, si bien no la formulas como tal, si mis hijos, los Vish´anur pueden ser destruídos. Sí, sin duda alguna su estructura física puede ser desestabilizada. ¿Qué pasaría entonces, preguntas? Mis primeras palabras a mis hijos fueron también una Regla, que indicaba que la Energía, como tal, no nace ni muere, sino que sólo cambia de forma, de vector. Por lo tanto, cuando uno de los Vish´anur desaparece, surge otro en su lugar, aprovechando la propia energía que fue dispersada por el primero - dijo, girando su rostro hacia Heris - El proceso quizás te resulte familiar, pues es el mismo ciclo de tus Dragones Guardianes, y así honro a la Vida, pues aunque hayamos tenido disputas en el pasado, te aprecio como Hermano mío que eres.

Me preguntas que cómo me alimento de mis hijos, si no acude su esencia a mí cuando desaparecen. Te respondo que mis criaturas me nutren a través de sus Descubrimientos, de cada nueva Información que descubren, puesto que soy Conocimiento, y así vivo entre vosotros - añadió - El día que no haya nada más que descubrir, ese día no seré necesario y desapareceré para unirme a las estrellas.

Y como regalo, permíteme que te dé una nueva información, respecto a los aposentos de nuestro hermano - dijo, para finalizar - El Reino donde morarán las almas de los Justos no es una sala de piedra, sino un terreno moldeable a su antojo, pues el Primero creó una hermosa pradera, y será lo que ellos quieran que sea. No estarán encerrados, sino que tendrán, por fin, todo lo que desearon.

El dios de Orden medito sobre lo que le mostraba su hermano, así como lo que habían hablado en su mente.

-Reconozco que malinterprete el funcionamiento de tu juicio hermano. Ciertamente, ahora que lo conozco debidamente, me gusta tu creación. Me duele que las almas de algunos hijos sean reducidas a nada, pero mientras su esencia vuelva a mí para servir a un bien mayor es aceptable.

-Mis hijos son de vida corta, y muy pronto muchos de ellos llegaran a tu salón, si así lo permites, para someterse a tu juicio.

-No obstante tengo una petición que hacerte. Permite que aquellos Avoral que hayan trascendido y moren en tu reino, tengan la libre elección de unirse a mí, formando un solo ente conmigo mismo. Así el ciclo estará cerrado, pues está escrito en la voluntad de mis primogénitos el deseo de ser parte del orden que represento.

El Señor de los Muertos esperaba que estuvieran a favor o encontra, pero la respuesta de Atharon lo frustró, pues en realidad parecía que no era capaz de explicar lo que estaba haciendo o, quizás, ellos fueran incapaces de comprenderlo. Cansado y harto, Kotk-am-Toatl iba a contestar cuando Eon respondió antes que él, explicando como era el funcionamiento de sus hijos y, de paso, explicando lo que era en realidad la sala en la que ahora habitaban varios trascendidos.

Nith-Rah pareció comprender, al fin, lo que quería hacer y lo que era en realidad el juicio, y eso le agradó y le quitó una carga de los hombros. Parecía que iban comprendiendo lo que hacía, no que estuvieran a favor o encontra, eso le daba igual, pero al menos que fuera comprendiéndolo.

-Eon, Atharon, Nith-Rah -dijo mencionando a los tres que se habían pronunciado tras el juicio- esa sala es algo más que una sala. Esto es Ruth-adum, y esa sala responde a ellos como Ruth-adum a nosotros. Ellos crearán ahí su paraíso, su lugar ideal y eso implica que, puede que todos estén en la misma sala y en ninguna. Por ejemplo, si los hijos de Nith-Rah desearan un lugar solo para ellos, pues aunque estuvieran en el mismo lugar no lo estarían con los Hijos de Sharashiel, pues responde a sus deseos -miró al señor del Orden- si la voluntad de sus hijos es desaparecer para formar un solo ente contigo, ese será su paraíso y yo no soy nadie para negárselo, pero no podrás obligarlos a ello, pues eso es lo que les ofrezco. Libertad para que en ese espacio tengan todo lo que quieran o hayan deseado siempre -miró un momento a sus hermanos- una vez sometidos a mi juicio, si son merecedores, podrán elegir, puede que prefieran dejar de existir, puede que prefieran volver a ser uno con su padre, pero lo que no podrán hacer es volver a Heris. Ese es el precio de mi juicio.

- En ese caso, de buen grado comparto tu visión, y acepto que mis hijos se sometan a tu juicio, pues libertad es todo lo que deseo para ellos. Así en la Vida como en la Muerte. - Así contesté a mi hermano Kotk-am-Toatl, justo antes de dirigirme a Eon una vez más. - Agradezco tus explicaciones, hermano. Además, debido a ellas me congratula ver que no somos tan diferentes como pueda parecer. Pues ambos aplicamos la misma fórmula, aunque sea sobre diferente material, pues sea Vida o Energía, ambas forman un ciclo de partida y retorno para mantenerse estables. - Y así regresé a mi trono, con mucha más serenidad que antes.

Ziltath observó la sala con detenimiento mientras Kotk les contaba emocionado la obra que había hecho para sí mismo, no tardó mucho en mostrarles el juicio al que eran sometidas las alamas, la diosa desconfiaba de un juicio tán rápido, pero la rápida explicación de su hermano la tranquilizó en cierta medida. Los ziltanitas también se someterán a tu prueba hermano.

Finalmente todos lo habian comprendido. La falta de confianza en un hermano quizas habia sido lo que a el resto del panteon le habia asustado al negarse a compartir lo propuesto por el dios de la muerte. Siendo ella la unica que acepto de primeras someter a los suyos al juicio. Sonrió satisfecha al ver como se celebraba el juicio y despues regresó a la sala de los tronos.

- Es justo como debia ser hermano. Y al fin el resto del panteon comprende cual era tu don y tu regalo-

Tras observar cómo se desarrollaba Heris y actuar de nuevo haciendo caso a sus instintos, Ziltath decidió descansar, tan rápido como su vitalidad se había marchado, había vuelto, tan solo para volver a esfumarse de nuevo en cuanto la diosa intentó guiar una vez más a sus hijos, y todo en el espacio de un bostezo. Provocar estas visiones resulta agotador, sin embargo es emocionante, y mirad, ya han levantado las primeras ciudades, seguramente dentro de poco se lancen a explorar nuestra creación, estoy ansiosa por ver qué harán cuando se encuentren.

-De acuerdo -dijo tras un tiempo prudente para que su hermano más reciente se pronunciara si quería que sus hijos fueran juzgados o no- Ahora, como me habéis dado vuestro permiso, mostraré a vuestros hijos los ritos funerarios para que los couatl puedan traer sus almas al juicio por medio de Sabal-adum. Tranquilos, no me presentaré ni físicamente ni los afectaré, solo añadiré el mismo conocimiento que añadí a mis hijos para sus entierros -y dando uno de sus pasos, desapareció de Ruth-adum.

- Justo Kotk-am-Toatl, se que estoy algo retrasado, pero mis hijos ya moran las profundidades del inframundo. Esta creación tuya me ha parecido la más maravillosa para que se desarrollen. Quisiera que ellos también gozaran de tu juicio tras su muerte. Son algo caprichosos y seguramente el destino de la mayoría será el olvido eterno, pero algunos de ellos serán capaces de superar el juicio, estoy seguro de ello.

Eon estaba satisfecho, si podía decirse eso de un ser como él, de que las disputas iniciales se hubieran desvanecido, haciendo que cada especie y cada miembro del Panteón concentrara sus esfuerzos en prosperar. Para el Revelador de Nombres eran todo ventajas, porque a cada minuto que pasaba, aprendía más de lo que sucedía en Ruth-adum y en Heris, permitiéndole anticiparse a las necesidades de sus hijos que, afortunadamente, seguían el Plan que él había diseñado.

- Ahora que nuestros Hijos son capaces de caminar sin ayuda, creo que debemos regresar nuestra atención a estas criaturas de sombras - dijo, con potente voz, resonando en las mentes de los miembros del Panteón - Propongo una votación a mayoría simple para decidir qué hacer a continuación.