Partida Rol por web

La sombra de Kotk pareció desvanecerse en un momento mientras compuso un gesto de sorpresa ante lo que le decía, pero no pudo evitar una ligera sonrisa- se nota que sóis la Señora del Tiempo -dijo- pues yo también tenía algo así en mente, aun así -puso un gesto pensativo- no puedo oponerme, al igual que Eon no quiere que sus hijos trasciendan a algo más, puedes hacer con tus hijos lo que quieras, solo te digo lo mismo que a Nith-Rah. Los que se sometan a mi juicio, será a mí juicio, ni intervenciones ni variantes por ser hijos de otro dios.

Otro ligero cambio en la consistencia de la imagen del señor de los muertos pasó antes de que volviera a hablar- Decidme hermana, ¿cuales son las propiedades de la magia de la que hablas? Me gustaría saber que es lo que va a haber en el mundo para saber si algo podría interesarme o no.

-Hermano, la creación progresa bien, pero creo que la vida necesita aun un pequeño empujón más para formar seres mas complejos.

-Dado que tu don es la vida, y de todo lo vivo eres padre ¿Qué tal si haces crecer a las células en diversos tipos de seres… tal vez en seres que naden, otros que se aventuren en tierra firme…?

- Me gusta dejar que la vida siga su curso. Pero viendo lo rápido que avanza el mundo, necesitamos seres que lo pueblen. Yo emplearé los elementos de la naturaleza para crear diversidad, y poblaré Heris con seres de todas las clases, para que estos se extiendan por su superficie, pueblen sus mares y sus llanuras, sus montañas y sus desiertos, incluso los lugares más inhóspitos. Me dirigiré a Heris y la poblaré, y cada rincón rebosará de vida. - Dicho esto, me levanté de mi trono y desplegué mis alas, y al abandonar la morada de los dioses mi aspecto cambió, y el aspecto antropomorfo dio paso al gran dragón que ocultaba. 

Los ojos de Sharashiel se iluminaron con un fulgor al escuchar la palabra magia. Normalmente sus hermanos se interesaban por el tiempo, y en muy poca medida. Pero ninguno preguntaba nunca por la magia. Excepto Kotk - Veras, la magia es mi manera de dar la chispa divina al mundo entero... es un regalo que hago a los futuros mortales para que puedan sentirse como dioses. La magia es el don que muy pocos conseguirán, pero que los que lo tengan. Podrán doblar la realidad a su antojo... La magia es para un ser de Heris como tocar a un dios- Dicho así. Podía sonar aterrador. Pero la regente del tiempo había visto que era necesario. Que ello ayudaría a los mortales a estar mas cerca de lo divino... y que la magia crearía catástrofes, pero también las repararía.

- Tu mismo puedes tener tu propio dominio sobre la magia... la magia de la muerte para los tuyos, que la desaten como una extensión de ti en la tierra. Escoge una de las piedras rúnicas y esta se conocerá como la piedra runica de la muerte- Añadió como regalo a su hermano por colaborar en sus planes- debes saber que yo acepte sin ninguna duda y desde el primer momento que el señor de la muerte y el juez supremo, hiciese lo conveniente con los mortales al llegar a su fin-

-Hermana -dijo esa sombra del Señor de los Muertos- creo que esto podría estar predestinado, pues creo que nuestros planes pueden complementarse, al menos en lo que me estás contando. Tu ofreces una ligera divinidad en el mundo, yo la ofrezco tras la vida y todo lo que me has contado me resulta bastante familiar.

Cerró un momento los ojos y pareció concentrarse en otro lugar antes de volver a abrirlos y contestar- La Piedra Rúnica de la Muerte será la situada cerca de Itza-Toatl -dijo dando por primera vez nombre al valle que acababa de crear del lugar donde había sacado la materia para crear Sabal-adum.

-Me alegro de tener algún hermano que no intenta imponer sus ámbitos o sus criterios -dijo sonriendo- somos pocos los que intentamos complementarnos, pero L O V O -dijo con un tono de complicidad- es el que más me intriga, no parece querer nada de nosotros, ¿crees que se podría hablar con él?

- Hacia alli se desplazara. Te otorgo el privilegio de bajar moverla y bañarla con tu esencia. Para que todos sepan que esa piedra runa es la piedra runica de la muerte- Dijo solemne, sellando asi el acuerdo con el dios del juicio. Era con el unico que podia compartir una conversación sin acabar crispandose de los nervios- L O V O - dijo cambiado de tema- Claro que se puede hablar con el. Otra cosa es que el se haga de entender o quiera prestarnos atención. Quizas podriamos salir a buscarle-

-Gracias, hermana, y si me gustaría que pudiéramos hablar con L O V O, pero antes quiero poder hacer ciertas cosas en Heris, así que si me puedes dar un momento para que pueda realizar los cambios que quiero realizar en Itza-Toatl -la imagen parpadeo una vez más antes de hacer una reverencia- dame un momento y volveremos a vernos -y la imagen se desvaneció.

Kotk-am-Toatl parpadeó y la mirada volvió a refulgir con esa luz dorada, la luz que le brillaba cuando había llegado a la decisión de crear algo más. Con lentitud premeditada avanzó hacia el lugar donde se podía ver Heris en su apogeo, como se movía por la creación de sus hermanos. 

-Creo que va siendo hora de que yo también modifique algunas cosas -dijo antes de bajar a ese mundo para dar un poco más de su ser en él.

Loof se encontraba junto a la gran mesa circular a la cual rodeaban los tronos, parecía estar concentrado especialmente en los actos que se llevaban a cabo en Heris, y cada nuevo cambio que las deidades producían ello lo dibujaba en la mesa, alterándola para que fuera un reflejo plano y fiel del mundo.

Dotando de relieve en algunas partes, separando unas cosas de otras, la superficie de la mesa era ahora una pequeña Heris esquematizada.

Tras terminar de crear el cristal de almas y dejarlo impregnado con su esencia Sharashiel apareció en su trono de arena algo mas demacrada de lo normal. Pero eso era algo temporal- Hermano, tal como hablamos, otorga tu don a el cristal de almas para que pueda cumplir su función- Dijo al dios del juicio y la muerte.

Tras esto cerró los ojos para poder reponerse. Todabia tenia mucho que hacer antes de poder sentarse a descansar plenamente.

Eon observó cómo la representación de Heris sobre la mesa que engoblaba a todos los dioses adquiría una nueva forma tras la creación de su hermano Atharon, y giró su atención al Señor del Caos.

- Hermano, tengo una duda, y quisiera me iluminaras. ¿Ese prodigioso vergel será sólo para ti y tus criaturas, o tienes pensado que podamos nosotros experimentar allí? - dijo, sin emoción ninguna, como caracterizaba cada una de sus palabras.

Observé a Eon que entonces me hablaba, y lo observé con detenimiento y contesté. - Hermano Eon, no es una tierra de experimentos, si no de salvaguarda. Aquí podréis guardar a vuestras criaturas, incluso buscando un hábitat adecuado para ellas, o diseñándolo, más no es un campo de pruebas, pues para eso disponemos del resto de Heris. Aquí los seres y las creaciones perdurarán, y si cambiasen, sería por su evolución natural, sin intervención directa por nuestra parte. Este es al menos mi propósito, es un pacto que dejo abierto a vosotros, con la posibilidad de usar esta tierra para preservar vuestras especies por si algo ocurriera a su hábitat en el resto de Heris. - Contesté así a Eon, pues aquel era un refugio para la vida, que debía preservarse.

Satisfecho con las palabras de su hermano, Eon le dedicó un leve asentimiento y dedicó su atención a observar algunas de las nuevas criaturas.

- Así que una fuente de saber inagotable, hermana - dijo, repitiendo las palabras de Ziltath - No sé cómo afrontar que ofrezcas esa sabiduría sin contar con mi aprobación, pero estás en tu derecho de crear tal joya en Heris. Tendré que pensar mi forma de actuar al respecto, Ziltath.

¿Eso que noto son emociones hermano? Ziltath sonrió al haber dado con el talón de Aquiles del dios de la energía y el conocimiento, al parecer se mostraba celoso con sus dominios. No entiendo a qué se debe tu enfado, pero no has de olvidar que tanto la verdad como los secretos son formas de conocimiento, y al ser estos mis dominios estoy en mi pleno derecho de ofrecerlos, más no debes preocuparte, ya que toda revelación tiene un precio, y no todas las mentes de lo que esta vivo son capaces de soportar algunas de las verdades primigenias, así que a pesar de ser un recurso apreciado no estará al alcance de cualquiera.

- No digas tonterías - espetó - las emociones son un gasto innecesario de energía que no estoy dispuesto a asumir.

Escuchó las explicaciones de su hermana y los orbes luminosos que eran sus ojos relampaguearon suavemente cuando ésta terminó.

- Fui puesto en este Reino por Padre para administrar el Conocimiento y la Energía, y es mía la potestad de distribuirla y atesorarla, no extenderla como si no fuera más que una chuchería - añadió - Guarda tus Secretos y responde con la Verdad a quien te pregunte, pero ofrecer una fuente de saber inagotable lo considero una afrenta personal. ¿Es eso lo que buscas, hermana?

La sonrisa de Ziltath desapareció al instante, no para dar paso a una nueva expresión, si no inmutable como la eternidad. Tómatelo como quieras, pero ocultar conocimiento se conoce como secreto, que es mi potestad, y el revelarlo se llama verdad, sobre la que reino desde el momento de nuestra existencia, y no necesito tu aprobación, ya que al igual que tú yo también llegué aquí por voluntad de Padre.

Volviendo a adoptar una postura más relajada la diosa se hundió en su trono de papel. No pretendo iniciar ninguna guerra, si así fuera habría hecho desaparecer a Candrana nada más la hubieras creado, puesto que algo así atenta contra los secretos, que me corresponden solo a mí, así que considéralo un intercambio equivalente.

- Candrana es una extensión de mí mismo, que no me permitiría ver más allá de lo que ya veo, ¿en qué puede considerarse una afrenta eso? No uses excusas ahora, hermana. Aún diría más, pues no te quedaste de brazos cruzados, e invocaste a Zenitar para tapar mi Ojo cada cierto tiempo. Siguiendo tu razonamiento, para tener un intercambio equivalente ahora debería actuar en consecuencia yo, y ocultar Riltath de la pura existencia - respondió, serena y calmadamente - Nunca obtendrás más Información ni Conocimiento del que yo poseía, poseo ni poseeré, así que insinuar que concederás saber inagotable a aquellos dignos es sólo una bravuconada que has lanzado al viento del desierto. 

Dejó que sus palabras resonaran en Ruth-adum, y luego continuó hablando.

- Creé a Candrana, y creaste a Zenitar. Ahora has creado a Riltath, por lo que me toca mover. Decide, hermana, si quieres modificar tu creación, o esperar mi respuesta.

Si así es tu deseo no pondré trabas hermano, sin embargo he de advertirte que por mucho empeño que pongamos los secretos no permanecen ocultos para siempre. Sin decir nada más Ziltath se enfrascó de nuevo en sus creaciones mientras observaba las medidas que tomaba Eon.