Partida Rol por web

La comandante piensa cuidadosamente antes de responder, -Capitán, qué buena sugerencia me ha dado -manifestó reposando una mano sobre la otra -Creo que después de todo sí podría ayudarme en mi investigación -dijo, un poco para sí misma. -Le contaré sobre mi proyecto, y de hecho, la idea de que lo utilicen en patrullaje me parece brillante, pero necesitaría que me dé un poco más de información sobre qué están haciendo aquí realmente, ¿Qué hay detrás de la muerte de Johnson? Ya que voy a hablarle sobre información clasificada creo que lo mínimo sería que me despejara un poco las dudas Acaso... ¿sospechan de alguien de aquí?- te pregunta sin cambiar el tono amable pero poniendo el semblante serio.

No parecía que Ledger tuviese mucho tiempo para hablar. De echo el tono del oficial de seguridad era tan gélido que parecía hacer descender la temperatura alrededor del comunicador.

-Ahora no tengo tiempo de hablar Comandante, el Comandante Mathew Eclecson ha tomado el mando de una operación de seguridad referente a una probable emisión de información procedente de la base a un receptor desconocido. Ledger fuera.-

Respondió a la comunicación con cierto interés por aquello de la privacidad. No obstante no quería dejar el entorno del puente por si surgía cualquier otra contingencia.

-Está bien, preséntese en el "ready room" del puente.

Miró a Lightman antes de levantarse.

-El puente es suyo. Aunque si surge algo importante, llámeme. Estaré cerca.

Dicho esto se dirigió hacia aquella sala anexa al puente destinada a reuniones, briefings y entrevistas con embajadores.

Vaya, aquí todo el mundo se da el piro y me dejan sólo con la nave...

Me levanto de mi puesto y me siento en el sillón del capitán. Creo que un sitio así es lo que necesito, pero creo que cierta actitud mía no agrada más arriba en la cadena de mando. Si todo hubiera ido de manera diferente, ahora seria el capitán de al Algernon y no tendría que aguantar según que cosas...

Luego de arrastrarse por más de 300 metros de conducto bajo las indicaciones de Edison en ingeniería (pues arrastrarse con el padd en la mano es lo más incómodo que puede haber) llegan a un claro, una pequeña sala intermedia de 5 x 5 metros entre los ductos que les permite estirar las piernas momentáneamente; están bastante cansados pero agradecen poder descansar en posición vertical y sin forzar las piernas.
La sala es octogonal y tiene varias puertas además de salidas y entradas a otros ductos. A la izquierda hay un panel en el que se pueden conectar con el resto de la base y activar y desactivar códigos de seguridad.
Pronto se oye la voz de la teniente Edison -La señal viene del panel a la izquierda, si no me equivoco.

La comandante Strasera se mantiene a un lado, dejando el lugar libre para que los dos hombres de la Excalibur trabajen; antes de hacerse al costado activa por voz el código de seguridad de ingeniería para que el sistema les permita a los foráneos hacer su trabajo.
Luego de repetir la secuencia alfanumérica la voz de la computadora le devuelve un mensaje inquietante -Código de acceso denegado -se escucha decir a la voz metálica.
-¿Pero qué...? -deja escapar la mujer visiblemente sorprendida -No, no, no; no puede ser... me han dejado afuera de mi propio sistema -dijo entre abatida y furiosa, pudieron ver que apretó las manos, que se le pusieron blancas de la tensión.

La doctora iba a esbozar una sonrisa al escuchar al Ledger, pero se tornó en una mueca al escucharle tan frío y preocupado.

- Entendido, dijo casi automáticamente, tras lo cual pensó que debía haber preguntado más pues era importante, pero realmente no le salieron las palabras. Además seguro que el capitán ya les informaría cuando fuera el momento.

El comandante Sokar no pudo evitar oír la respuesta de Ledger a la doctora, se giró hacia el pasillo dejando por un momento de buscarle conversación a Kunaar y le preguntó a la doctora -¿Podría repetirme lo que le dijo su compañero? ¿Una emisión de aquí al exterior? ¿A un emisor desconocido? -se veía alarmado, visiblemente alarmado.

- Esto... yo... no sabía exactamente cómo debía proceder, seguramente debía saberlo, pero si se había abierto una investigación, no debía interferir. Sin embargo, empatizó con él, se le veía claramente afectado, ha dicho que el Comandante Eclecson ha tomado el mando de una operación de seguridad referente a una probable emisión de información procedente de la base a un receptor desconocido. ¿Sabe usted algo al respecto Comandante Sokar? A la doctora no le gustaba usar los cargos oficiales más que cuando era completamente necesario, pero cuando se enfadaba o debía mantener la seriedad o el alejamiento personal, lo usaba algo bruscamente, lo que denotaba en seguida que algo ocurría.

La teniente Daerx se apersonó en el nivel del puente y se dirigió directamente al ready room, al accionarse la puerta de la sala el comandante Mertens pudo notar que la teniente llevaba una casaca oficial debajo de la cual tenía un uniforme con más rango que antes, para ser más específicos, con rango de comandante. Sin embargo, la casaca seguía siendo de teniente, lo cual era confuso. Había pasado una semana y unos días desde la última vez que se habían visto pero la tensión sexual era inclusive más intensa y palpable.
-Comandante Mertens, siempre es un gusto el verlo -lo saludó formalmente, con las manos en la espalda y muy erguida -Espero que tenga tiempo, creo que tenemos bastante de qué hablar.

Sonrió, encantador. El asunto parecía serio, así que la invitó a sentarse extendiendo la palma de la mano. Procuró en aquel momento parecer profesional, ya que el impulso natural hubiera sido hacerle el amor apasionadamente sobre la mesa.

-Usted dirá... mmmm... ¿Comandante? Disculpe, ¿Quiere un café?

-Sí, me encantaría -agradeció la trill abandonando su postura marcial, aunque manteniendo la distancia; si hubiera sido por ella le hubiera arrancado el aliento de un beso, pero en ese instante había demasiado para aclarar y poco tiempo para hacerlo. -Permiso, para hablar libremente -pidió, consciente de que por más que tenían el mismo rango Mertens era ahora el capitán de la nave mientras no estuviera Tova'Daq.

Ordenó al sintetizador de alimentos que hiciera un par de tazas de café, luego las sirvió con ademán calmo. No había asunto importante que pudiera esperar 30 segundos.

-Soy todo oídos -dijo- Hable sin tapujos. ¿Azúcar?

-Dos de azúcar, por favor -contestó rápidamente. -Comandante Mertens, el almirante Paris ha decidido que el capitán Tova'Daq y usted conozcan la verdad acerca de mí -te miró pestañeando ligeramente, -Soy una agente especial de la Flota, una agente de infiltración y control: infiltración en líneas enemigas, control en líneas propias -musitó simplificando -He venido aquí porque hay un proyecto de vital importancia para la Federación desarrollándose y creemos que hay un traidor que está tratando de malograr ese proyecto. Mi rango verdadero es el de comandante pero es mejor que los demás piensen que soy una chica tonta que apenas ha llegado a teniente.

El ocampa tenía leves sospechas acerca de lo que estaba diciendo. Así que sonrió sin mirarla mientras ponía los azucarillos en el café y le pasaba luego la taza.

-Pero usted y yo sabemos que salta a la vista que no tiene un pelo de tonta

La miró entonces con una breve sonrisa.

-Bien, ha captado mi atención. Ahora me veo en la obligación de preguntarle sobre ese proyecto de alto secreto y acerca de ese traidor. Comprenda que no puedo ayudarla a reparar algo si no se lo que tiene roto. O donde comenzar a buscar las piezas.

Se rió elegantemente y se echó hacia atrás en la silla, palpó el cuero sintético que se estilaba en los muebles de la Flota en ese momento. -Me temo que estamos ante un problema, comandante -sonrió afiladamente y ladeó un poco la cabeza -Del proyecto no puedo decirle nada y del espía... no tenemos más que la sospecha, firme, pero sospecha al fin -la trill bajó la cabeza, sabía que sus próximas palabras podían alejarla irremediablemente de Mertens, cosa que le rompería el corazón porque el ocampa la había hechizado con su inteligencia y su sencillez, con su ser genuino y transparente. Pero el deber era el deber, se dijo mientras volvía a mirarlo directamente a los ojos -No he venido aquí a pedirle ayuda, he venido aquí a informarle que por orden de la Flota deben dejarme interrogar al espía si es que da señales y logramos atraparlo -entrelazó las manos solo para contener las ganas de tomárselas a él. Sus labios hablaban de cosas importantes pero su mente volaba en los recuerdos de la noche que habían pasado juntos. -Y estoy casi segura de que intentará hacer algún movimiento de contacto con nuestros enemigos ahora que el equipo de la Excalibur se halla investigando en la base.

La vulcana escucha la conversación y detiene su trabajo, así como los pensamientos que le venían sobre la propuesta del Comandante de la Base para pasar un tiempo luego juntos y solos. Se gira y queda expectante ante la información recibida, aguardando la respuesta del Sokar.