Partida Rol por web

Saludó con un leve asentimiento al capitán, y luego escuchó su tradicional explosión de órdenes. Reaccionando rápido, mandó un mensaje a Lightman para que pusiera rumbo a las coordenadas establecidas a velocidad warp. Caminó con el capitán hacia el turboascensor, dispuesto a volver al puente de mando. Había entendido que las coordenadas estaban en el espacio, y no en Calder.

-Por supuesto, señor. ¿Que tipo de prototipo?

Se moría de ganas por saber que demonios había pasado allí abajo.

La mujer de ciencias se adelantó para saludar a Mertens -Comandante, qué gusto -saludó estrechándole la mano, luego volteó hacia Jor y manifestó -Una estación de operaciones con alta seguridad que se dedique a sondeos bastará, tengo el sistema cargado aquí -señala su padd -y lo pasaré a su computadora momentáneamente para trabajar -luego se acercó a los dos hombres de la Flota y le dijo al capitán bajando la voz -Recuerde el grado de secreto de esta investigación, trabajaremos con el mayor sigilo.

-Ante la cara de confusión de Mertens le aclaró.  Ledger descubrió dos señales, una receptora, en el espacio, a donde nos dirigimos, la otra en tierra, en el sistema de cuevas.  Él, la doctora y la comandante Kunaar van hacia allá en estos momentos. 

Luego, usó la telepatía: Y la comandante Krafel probará un prototipo que -quizá- pueda detectar indirectamente emisiones de naves camufladas.  Hay que darle un espacio de alta seguridad.  Hasta el momento sólo usted y yo sabemos de esto.  Mantengámoslo el mayor tiempo entre el menor número de personas posibles.  Según necesidad y previa aprobación de la científica.

Es sólo una posibilidad, nada seguro aun, me dice, pero es un tercer flanco.  Prefería subirla para poderla proteger mejor de otro atentado.

La vulcana responde sin perder tiempo en saludos u otras muestras de cordialidad tan habituales en la sociedad humana.

Para entender qué le sucedió al Capitán Johnson, deberíamos reproducir su misión. Deberíamos ir nosotros por aquí, aunque sin duda eso implica que el mismo peligro que él encontró podría estar esperándonos.

Kunaar mira a su alrededor un instante. Al parecer de nuevo es ella la oficial de máxima graduación y debe empezar a poner órden en el curso de acción.

Bien, procedamos como aconseja Ledger y Strassera. Vayamos por donde accedió Johnson, y que Ledger contacte a la USS Excalibur para enviar un destacamento de seguridad por la ruta de las cuevas.

Mira al resto del grupo para ver si están ya preparados, o alguien quiere discutir lo que parece ha sido una órden.

La doctora quedó pensativa un momento y después se adelantó para hablar al grupo, tampoco hizo ningún saludo previo, algo mucho más raro en ella que en la Comandante Kunaar, y que denotaba la preocupación de la oficial médico.

- Comandante, todavía no hemos podido averiguar la forma en la que el capitán Johnson contactó con el agente patógeno. Es arriesgado seguir ahora sus pasos sin protección alguna, al menos deberíamos tener las mínimas precauciones. Aunque este lugar haya estado en cuarentena, no podemos verificar nada todavía, y mucho menos que la exposición a ese patógeno en esas cuevas sea... ¡Cielos ni siquiera sabemos cómo se propaga! Debo oponerme tajantemente a que nadie acceda al lugar sin el equipo adecuado, dijo la mujer muy segura y seria, mirando a todos, incluido a Ledger.

Tras lo cual pulsó su intercomunicador, sin dejar de mirarles y habló: Capitán, aquí la doctora Nerys, me opongo total y tajantemente a que nadie acceda al lugar indicado sin el equipo necesario para una protección total contra un agente patógeno, cuya propagación desconocemos todavía y que es mortal. Dijo sopesando sus palabras, pues daba demasiada información a oídos no deseados, pero creía que debía hacerlo, era una de esas pocas veces en las que la doctora asumía su poder de "situaciónes médicamente comprometidas". Pido permiso para preparar el equipo que considere más idóneo, junto con el apoyo de la Comandante Kunaar. Después podrá acceder a la zona un equipo formado por personal médico y de seguridad.

No solía pedir permiso o más bien dar órdenes al Capitán, pero no le tembló la voz ni se puso nerviosa, sabía perfectamente lo que pedía y las circunstancias, pero no dejaría a nadie ir a una posible muerte, no, no moriría otro compañero en sus manos.

Señor. No aceptaré otra medida. Señor. concluyó y esperó la respuesta.

Kunaar, que dando por aceptadas sus instrucciones ya se dirigía hacia la zona a explorar, se detiene en seco cuando escucha la respuesta de la doctora.

En silencio, se gira y escucha cómo interpela directamente al capitán su procedimiento. Mientras la doctora habla, Kunaar en silencio, flexiona sus brazos en posición de espera. Las manos quedan curiosamente cerca del faser de su cinturón. La vulcana activa su comunicador y habla.

Capitán, aquí la Comandante Kunaar. Desaconsejo este curso de acción. La detección de la comunicación puede detenerse en cualquier momento y es prioritario esclarecer el origen y motivo de la misma. Retrasar nuestra intervención puede ser un error fatal, y creo que justifica poner nuestras vidas en peligro.

La vulcana habla seria y firmemente.

He dado instrucciones para seguir los pasos del Capitán Johnson de inmediato, mientras enviamos un equipo de seguridad a rastrear el complejo de cuevas cercano. Este debería ser el curso a seguir según mi criterio. Y debo recordar que, aunque no hay confirmación todavía, por las pruebas que he realizado existe evidencia suficiente para defender la improbabilidad de contagio por aire, y más bien parece producto de un ataque de un arma.

Conforme habla la vulcana, parece crecer la tensión en la sala entre la doctora y la oficial científica. Por un segundo, que parece una eternidad, queda todo en silencio a la espera de que alguien hable o el capitán intervenga.

- No pondré en peligro más vidas, Comandante, alegó seriamente la doctora, aun sabiendo que estaba cuestionando una orden directa. Su enfrentamiento continuó sin palabras, pues a pesar de que sus brazos se cruzaban ahora sobre su pecho, era obvia la intención de ambas, tal como mostraba al menos la doctora en su mirada.

Para la bajorana no había ninguna situación por urgente que fuera, que fuese más importante que la vida de un ser vivo y no iba a ceder en aquello, tal vez terminara cumpliendo órdenes, pues no se la conocía por desobedecer, pero tampoco iba a quedarse de brazos cruzados.

Asintió, despacio.

-¿Tomará usted el mando en el puente mientras tanto, señor? -preguntó.

Y aprovechó para responderle con su telepatía: ¿Ha contemplado que he establecido un protocolo de seguridad contra los espías infiltrados de la base Calder según nos ha informado a usted y a mi la comandante Daerx? Habría que poner un ojo sobre las actividades de Krafel, por simple precaución.

Eclecson estaba allí como invitado al parecer. Pues no había nada que fuera de su campo en la situación en la que se encontraban.
No le hacia mucha gracia ir directamente al lugar donde el capitán enfermó, y le alegró escuchar a la doctora y ver que eran de la misma opinión.
En un primer momento, pareciera que la doctora Nerys estaba contradiciendo una orden directa, pero en cuestiones médicas y exposiciones patogenas podía tener más repercusión que incluso el capitán de la nave, ya que era la doctora jefe de la Excalibur.

El ingeniero se sentó esperando la respuesta del capitán, sería quién tuviera la última palabra en este caso. Se dedicó a conectar su pad y tricorder personal con la señal de comunicación de la estación. Así podría tener acceso a las novedades que la teniente Edison pudiera observar.

Ledger se había mantenido en silencio mientras las dos mujeres discutían. Sus ojos fríos centelleaban de un extraño modo, casi como el de un felino apunto de lanzarse a por su presa. Lo único que permitía hacerse una idea de las ansias de actuar era que cada cierto tiempo abría y flexionaba las manos para cerrarlas luego en un puño.

-Ya he pedido al capitán los equipos de contención vírica- Añadió con tono neutro -Los trajes NBQ tardan apenas unos minutos en poder colocarse. Lo que no voy a permitir es que una oficial médico y la oficial científico se arriesguen inutilmente. Son las mejores mentes de la nave. Si ustedes enferman nadie va a poder curarnos. 

El capitán no contesta, quizás por algún tipo de interferencia de los metales de la mina cercana. En su lugar se oye la voz de Sokar -Aquí el comandante Sokar desde ingeniería, los he oído y puedo reemitir su mensaje a la Excálibur, aguarden.
A los pocos minutos los trajes EVA se materializaron en el pequeño cuarto, se oyó la voz del comandante Sokar nuevamente -Les he reenviado lo que me mandaron desde la Excálibur, lo he triangulado. Al parecer hay una interferencia allí abajo que les impide recibir o transmitir cosas o mensajes desde el exterior de esta base. Ha dicho vuestro capitán que ha mandado el equipo de seguridad con estos mismos trajes a las cuevas en donde estuvo Johnson y que ustedes prosigan por el camino subterráneo con extrema cautela. Cualquier cosa que necesiten pídanmela, Sokar fuera.

Nota: Jinx, contesté con Sokar una consulta de los jugadores para dar más agilidad a esto y que vos puedas focalizarte con lo que pasa en la Excálibur. Hay una interferencia con la zona subterránea de la cueva y no se pueden comunicar con ustedes, Sokar te pidió un equipo de tenientes junior para ir a las cuevas por la zona externa y decidieron enviar a algunos de los que estaba allí haciendo tareas de ingeniería con un par de oficiales de seguridad, además del equipo de los jefes que va a ir por la zona subterránea; será un ataque en pinza.

Sin esperar ninguna orden Ledger empezó a colocárselo con la celeridad y confianza que le daban las decenas de veces que lo había practicado con sus hombres durante el viaje. Ajustó el traje y lo comprobó dos veces cada uno de los sistemas. Antes de colocarse el casco y sellar el ambiente en su interior ayudó solícito a la doctora a ponerse el suyo. Afianzó los agarres con manos firmes pero que a la vez resultaban delicadas al tocar las partes más sensibles del traje. Comrpobó los sistemas de la doctora tres veces cada uno.

Si, estaré en el puente. Lo espero ahí antes de que empiece la acción, ¿eh Mertens?  -le sonrió divertido, con una línea de preocupación en medio.

Y si, hay que estar al pendiente.  Entre más guapa, más probable que sea espía...

¿Donde está localizado el sitio de la transmisión?  ¿Ruta de romulanos o klingons?

La vulcana se mantiene seria y cuando llegan los equipos de protección parece transformarse y dirigirse con premura a los trajes de protección. 

El no estar tan entrenada en este tipo de equipamiento no le hace olvidar su entrenamiento en la academia, y es la primera en acabar de colocarlo correctamente. Cuando ha acabado, espera al resto con una mirada seria.

Han pasado 8.42 minutos en el proceso de vestirnos y las probabilidades de llegar tarde van incrementandose. Por favor, finalicen de inmediato y procedamos.

La sonrisa de la doctora fue en aumento con los minutos que transcurrían, primero las palabras de Ledger, que denotaba su buen entrenamiento para situaciones adversas, el que hubiera pedido ya los trajes había adelantado mucho. Después Sokar, que definitivamente era un buen hombre y mejor oficial, remitiendo las órdenes del Capitán y los trajes.

Si bien era cierto, que era demasiado arriesgado que las dos oficiales médico-científicas acudieran, nadie, ni siquiera Ledger iba a impedirlo, por lo que la doctora no dijo nada al respecto, pero miró al oficial como diciendo: no voy a quedarme aquí de brazos cruzados.

Cuando llegaron los trajes, la doctora comenzó a ponerse el suyo, si bien no era habitual que los usase, tenía experiencia en ponérselos, aunque agradeció a Ledger su ayuda e incluso le dejó hacer a pesar de que ella hubiera podido perfectamente sola. Por suerte, el casco evitó que se notase su rubor en las mejillas.

Una vez estuvo equipada dijo: Por favor extremen las medidas, como ha dicho la Comandante Kunaar, a quién miró, a pesar de que podemos descartar un contagio por el aire, no sabemos mucho más del patógeno. Cualquier cosa que noten, por mínima que sea, por favor avísennos, aunque sea que les pica un pie... Parece una broma, pero no lo es esta vez, cualquier mínimo detalle puede sernos de gran utilidad. Iba a dar la orden de avanzar, pero esperó a Kunaar que tenía mayor rango, ya la había cuestionado bastante y realmente no deseaba discutir con ella, ambas tenían parte de razón y todo se había solucionado en la mayor brevedad posible.

Después miró a Eclecson, no le gustaba no estar en contacto directo con la Excalibur, y así lo expresó, tal vez él pudiera dar una solución o revisar los motivos de aquel inconveniente.

A Eclecson no le gustó nada saber que no podían contactar directamente con la Excalibur, de hecho estaba trasteando con las comunicaciones cuando Sokar lo dijo. Iba a contestar algo pero en ese momento llagaron los trajes.
El ingeniero se los puso tan rápido como pudo, no estaba acostumbrados a este tipo en particular, pero sí a otros parecidos. Los de proteccion de radiación también eran complicados de ponerse, y tenían la misma base. Por lo que no fue dificil.

Estos chiquillos... pienso al ver al teniente junior teclear sin parar sin obtener ningún resultado.

Oigo la orden de dirigirnos a unas coordenadas, por lo que primero le indico al timonel que establezca el rumbo, y luego digo al teniente junior que me deje la consola.

- Mira y aprende - les espeto en tono paternal.

Ha sido decisión del personal prioritario de la nave decida bajar al equipo de misión Comandante -dijo dirigiéndose a Kunar- mi principal obligación es velar por su seguridad.

-Coloquen los phaser en modo de aturdir -Recordó- necesitamos respuestas.

-¿Nos vamos?- Preguntó sin parpadear.