Partida Rol por web

La teniente entró con paso ligero nuevamente al bar y se acercó a su grupo. -Comandantes hay un mensaje de parte de las autoridades de Rómulo que está siendo transmitido a todo el Imperio y a toda la Federación -dijo y señaló una pantalla que se accionó en el cristal principal de la sala, todo el mundo se paralizó y permaneció en silencio.
En ese momento entraron al bar al menos 20 oficiales romulanos, entre los cuales había dos que la comandante Kunaar ya conocía: la oficial Lovok y el capitán Lhoell, que la saludaron con una inclinación de cabeza.

En la pantalla podía verse la figura del capitán Jor Tova'Daq y a su lado una hilera de oficiales y autoridades de alto rango romulano.
-Estimados oficiales del Imperio Romulano y de la Flota de la Federación Unida de Planetas -comenzó la mujer romulana, la Secretaria del Estado Imperial -En el día de hoy a las 04:35 hs del tiempo de Rómulo se cerraron las negociaciones entre Rómulo y la Federación Unida Planetas sellándose un tratado de colaboración y asegurando así, el ingreso de Rómulo a la Federación -una exclamación recorrió la nave, el mensaje se estaba transmitiendo en todas las cubiertas. -Desde el día de hoy se cesarán todas las actividades de inteligencia y espionaje abriendo los archivos clasificados a los inspectores de la Federación. Asimismo, la Federación permitirá a los observadores de Rómulo el acceso a sus archivos clasificados. En los meses venideros se firmarán más tratados referentes a tecnología, política espacial y comercio por lo que esperamos una relación fructífera y de mutuo beneficio entre Rómulo y su nuevo aliado.
La secretaria se hizo a un lado, dejando que tomara la palabra un romulano de barba y rostro afable, el doctor Miaell Merek.
 

-Estimados oficiales y altos mandos, les habla el doctor Miaell Merek. Fui encomendado por el fallecido Cónsul para conformar un equipo interdisciplinario con los mejores médicos y especialistas del Imperio -dio una mirada alrededor dramáticamente como si estuviera hablando frente a una multitud, consciente de que estaba siendo visionado por una gran parte del Cuadrante Beta y Alfa. -Nuestra misión: encontrar la cura a la enfermedad desarrollada para la aniquilación de nuestra raza que se estaba cobrando sin cesar la muerte de incontables hombres, mujeres y niños romulanos. Luego de horas y días de arduo trabajo me complace anunciar que esta enfermedad terrible y traicionera que se cobró la vida de más de 2 millones de romulanos ha encontrado su fin: gracias al trabajo en conjunto junto con dos especialistas de la Federación, la doctora Nerys Koral y la comandante Kunaar -la doctora, que estaba colocada junto al doctor Merek, se removió inquieta ante su nombramiento- el misterio que escondía la cura de esta enfermedad fue develado.
No voy a aburrirlos con detalles científicos pero debes bastarle con saber que los sueros han sido sintetizados y las vacunas generadas. En la actualidad todos los casos registrados de Fiebre Hemorrágica Romulana han sido tratados y están en proceso de reversión.
Gracias a la inestimable y desinteresada colaboración de estas oficiales de la Federación y de toda la tripulación de la nave Excálibur, en especial de la empatía demostrada por el capitán Jor Tova'Daq ante nuestra situación, es que se ha firmado un tratado de intercambio médico interdisciplinar entre la Federación y Rómulo y se preven más tratados que aseguren el progreso científico y sanitario de ambas partes.
Nuevas exclamaciones de contento en toda la nave.
 

Finalmente el almirante Velal tomó la palabra -Oficiales, altos rangos, pueblo de Rómulo y la Federación, les habla el almirante L'ehrar Velal, comandante en jefe de las tropas Romulanas y alto rango de la Tal Shiar. Este mensaje forma parte de la nueva política de transparencia que el Imperio se compromete a adoptar, en días pasados se tejían intrigas en todos los niveles políticos y sociales de la sociedad, nuestra cultura, rica y prolífica, quedaba sepultada bajo el peso de la desconfianza y el ostracismo. Una nueva era comienza de entendimiento y progreso entre Rómulo y las culturas vecinas. Como primer medida se decretan dos días de asueto para las celebraciones relacionadas con el tratado firmado con la Federación, en el día de mañana se realizará una entrega de medallas y reconocimientos, altos funcionarios de la Federación, Vulcano y Rómulo estarán presentes, será un día de fiesta nacional en honor al renacer de Rómulo a una era.
Fin de transmisión.
Toda la nave estalló en una exclamación de alegría como nunca habían oído surgir de la boca de un romulano y quienes estaban alrededor de nuestros oficiales volvieron a acercarse para estrecharles las manos y palmearlos.

- Caramba, Mathew - digo dirigiéndome al ingeniero - ha pasado de espía a salvador de Rómulo. Supongo que ahora sí que le dejarán visitar la nave.

La vulcana parece reevaluar todas y cada una de las palabras que ha escuchado.

El resultado es superior a mis previsiones. El acercamiento con Rómulo ha sido grande y parece que el Capitán ha hecho un buen trabajo en la negociación.

Se gira a Eclecson.

Quizá sí pueda visitar la sala de ingeniería antes de bajar de la nave después de todo.

Habían hecho historia. Eso le enorgullecía. No solo formaba parte de una gran tripulación, si no que pasarían a los anales de la historia de la Federación. Estrechó muchas manos romulanas con una sonrisa en el rostro.

-Damas, caballeros. Creo que ahora es preceptivo celebrar ésta histórica alianza... vaciando las existencias de alcohol de ésta cantina.

Levantó su jarra de cerveza.

-¡Por Rómulo y por la Federación!

Eclecson sonrió ante los comentarios de Lightman y Kunaar. Y le dio un codazo de complicidad a Edison mientras le guiñaba el ojo.

Parece que nos saldremos con la nuestra al final.

Y cuando Mertens hizo el brindis levantó su copa y gritó tan alto y fuerte como los demás.
En verdad estaban en un momento histórico, podían sentirse orgullosos de lo que habían realizado. La Federación no volvería a ser la misma. Si uno paraba a pensar sobre ello podría incluso sobrecogerse. Menos mal que el ingeniero se contentaba simplemente con llevar a una joven teniente a dar una vuelta por los motores de una simple nave.

-¡Por Rómulo y por la Federación!

Alzo mi copa, embriagándome de la euforia colectiva de mis compañeros.

- Brindemos, pues. Y adentremos en ese pais desconocido: la Paz.

-¡Por Rómulo y por la Federación! -contestó el clamor general, en el aire había una vibración especial que les hermanaba, les acercaba luego de tantos años de guerra y confrontación. La algarabía se expandió por toda la tripulación, las bebidas corrieron gratis y los festejos se dilataron hasta entrado el Delta Watch, algunos se retiraron a descansar pues en pocas horas comenzaba su turno a pesar del asueto, otros prosiguieron con los festejos hasta que casi no quedó un alma en el bar de la nave.
Eclecson y Edison desparecieron de la vista, seguramente para hacer el tan mentado recorrido por ingeniería.

-Están de suerte oficiales, síganme -les pidió abandonando su copa sobre una mesa.

En ese momento, en medio del festejo, una figura conocida hizo acto de presencia en el lugar: el oficial de ingeniería Laclau parecía haberse recuperado, aunque todavía tenía un brazo en una especie de cabestrillo y cojeaba de una pierna. -¡Oficiales, esto es increíble! -exclamó mientras se unía al grupo -No puedo creer que hayamos tenido parte en un evento histórico como este -alzó su copa -Por nosotros -brindó en un tono de voz que solo quienes le rodeaban podían escuchar.

Faltaría más, diganos por donde y le seguirmeos hasta el infinito y más allá.

Eclecson agarró a Edison del brazo y juntos siguieron al oficial romulano. Le caía bien, claro que cualquiera que le enseñara los entresijos de una nave que no conocía solía caerle bien.

Bueno Teniente, no diga que no la llevo nunca a ver sitios interesantes ¿eh?

El oficial de navegación los condujo fuera de la sala de recreación, al turbolift, y desde allí varias cubiertas hacia abajo. Por suerte a través de la nave la tripulación estaba más relajada que de costumbre y no les preguntaron hacia dónde iban.
-Vamos -dijo Demethal con cara de sigilo y antes de entrar vigiló dos veces que no los estuvieran viendo en el corredor: si bien había sido levantado el sigilo en torno a la tecnología sus superiores de seguro no estarían contentos de que mostrara las instalaciones de ingeniería tan abiertamente.
Llegados a la sala de ingeniería había dos subtenientes llevando a cabo las tareas de guardia, el resto del personal se había ido al bar de la nave. -Bien, aquí estamos -dijo dándoles una mirada -Esta es la sala de ingeniería de la D'Ejiul Dar, nave clase Valdore -no dijo nada más, esperando sus preguntas.
 

La teniente soltó un silbido de admiración y sonrió -Vaya, comandante, usted me lleva a las mejores citas -bromeó y caminó unos pasos, abriendo los ojos grandes como platos y señaló una esfera al centro de la estancia cubierta por placas de lo que parecía ser algún tipo de metal, de ella escapaban esporádicamente algunos pequeños rayos luminosos -¿Eso... eso es la singularidad quántica del núcleo?

Eclecson estaba más que entusiasmado, aunque ello no hizo que le pasara desapercibido el comentario sobre la "cita". Si en verdad esto para Edison era un buen lugar para una cita, desde luego era una mujer entre un millón.

Al igual que a la joven, al ingeniero jefe se le iba la vista de un lugar a otro.

Increible.
Eso parece ser. Su sistema de potencia es diferente a nuestros nucleos, lo cierto es que consumen una gran cantidad de energia. Ya que tanto la velocidad, como el camuflaje como el armamento se nutren de la fuente. Nosotros tenemos torpedos de fotones, que nos liberan de sobrecargar los faser. Pero la tecnología romulana hace el equivalente a los tropedos con intensas descargas concentradas de plasma.

-Veo que, a pesar de que teníamos nuestra tecnología escondida han logrado descrifrarla bastante bien, comandante -sonrió de lado -Síganme, los llevaré al pasillo circular -dicho esto, comenzó a subir por una escalera que los llevaba un nivel más arriba dentro de la misma ingeniería desde donde podían ver panorámicamente el lugar. -Comandante Eclecson, espero que cuando vaya a la Excálibur a tomar ese licor caledonio que me ofreció me haga un tour también, yo mismo soy un aficionado a la ingeniería y me intrigan las naves de la Federación- te miró amistosamente.

-Espero que se habilite el intercambio de oficiales entre Rómulo y la Flota, me encantaría pasar una temporada en una nave como esta... -suspiró la teniente y apoyó su cabeza contra el hombro de Eclecson como si estuviera yendo en el túnel del amor para ingenieros.

Eclecson sonrió ante la alabanza del oficial romulano.

Es normal. La teniente Edison es una de las mejores ingenieras de la flota.
En cuanto al tour, delo por hecho Demethal, será todo un honor enseñarle mi humilde lugar de trabajo. Siempre es un placer encontrar a otro friki de los motores. No somos muchos de esta selecta especie.

No sabía si entendería el termino, pero no le importó. Estaba en las entrañas de una nave espacial desconocida, junto a una joven hermosa, y de la que se estaba enamorando irremediablemente.

Seguramente será un error, pero eso nunca me ha detenido. Y he hecho cosas más locas por motivos menos importantes.

El ingeniero jefe no dijo nada ante el gesto de Edison, e incluso le pasó el brazo por la cintura para poder sujetarla y así estár más cerca.
De vez en cuando miraba las consolas, o el estado del núcleo. Tratando de decidir su siguiente paso con la joven.

¿Cómo? ¿Y dejar la Excalibur? ¿Qué va a ser de la nave sin usted a bordo?