Partida Rol por web

Con las percepciones atenuadas por el sedante efecto de la música, a Nauj le costaba discernir si quien le hablaba era amigo o enemigo. En cualquier caso, se mostró de acuerdo con sus palabras.

- En efecto, tenéis razón; esa charla, puede esperar. -le contestó, desde la semioscuridad de su capucha- Y lo que urge ahora es aclarar en qué situación nos encontramos.

Y entonces, miró de nuevo el rostro azul de la joven, esperando que aquella aportase un rayo de luz sobre aquella oscura realidad.

-No hay de que -contestó a Shadar- Solo ha sido un intercambio justo.

-La verdad soy algo novata en el tema de instrumentos, pero fue algo que se me ocurrió al vuelo. Suelo inventarme cosas a marchas forzadas -comentó de forma encantadoramente sincera.

Por unos instantes se quedó observando algo pensativa el grupo.

-Lo que esta pasando es muy completo de explicar, y lo que va a pasar también. Depende de que tanto estéis dispuestos a escuchar, en cierto modo la mayoría tiene una percepción erronea de lo que se desarrolla "en la actualidad". Una parte importante de la historia de hoy en día siempre ha estado en las sombras, y ninguno la ha oído antes.

Apoyó los brazos en el regazo.

-Esta vez ha sido de día...eso quiere decir que afuera esta Helios. De momento este refugio aguantará, parece que ha cedido a intentar hacer salir y esta esperando a que se me acabe la energía. Sin embargo aún me queda bastante.

Pareció reparar en que no todos se enteraban de lo que decía, y decidió agregar:

-La posada en la que estamos no existe realmente, el edificio que se ve es solo una referencia física de un límite. En realidad este es un plano incompleto.

Miró al goblin de forma casual.

-Seguro que Blog está tan intranquilo porque no puede guiarse por sus sentidos básicos como suele hacerlo, siempre es igual. Esto se debe a que realmente nadie está aqui físicamente. Perdón por el empujón para haceros entrar -se disculpó de forma despreocupada- pero peor habría sido dejaros afuera ¿no? Intentando resumir...alguien os esta buscando, y no os gustará lo que quiere.

Al subir a la segunda planta, me sorprendí al ver a la chica de mirada perdida tocando aquel instrumento. Permanecí en silencio como todos los demás esperando a que finalizara aquella estupenda melodía.

Las lágrimas que bañaban su rostro, llamaron mi atención. Sentí un poco de pena al verla en aquel estado y no comprendía su tristeza; quizás tocar aquel instrumento le traía recuerdos melancólicos o quizás ella también había tenido ilusiones poco gratas como nosotros.

Dí unos cuantos pasos hacia ella en el momento en que los demás le agradecían, esperando un tiempo oportuno para hablar. Con un leve inclinamiento de cabeza, me dirijo hacia ella -Darte las gracias es muy poco para lo que has hecho por mí y por los presentes, pero es lo único que puedo ofrecerte- le digo con sinceridad y algo emotiva. Jamás podría olvidar aquel momento y estaría agradecida de por vida con ella, por haber aliviado aquel dolor indescriptible.

Recupero mi posición después de unos segundos y escucho con atención el argumento de Scire con atención, el cual cada vez me confundía más. Enarco una ceja al tiempo que hablaba y sin duda mi rostro mostraba confusión.

-Personalmente estoy dispuesta a escuchar todo y algo me dice que los demás también. Si nos cuentas todo lo que sabes, quizás pueda comprenderte, porque sinceramente, he logrado entender poco- le digo mientras miraba por todo el lugar, pensativa, intentando entender ¿Un plano incompleto?.

-Quizás no nos guste saber lo que aquella persona quiere, pero, debemos saberlo y así, estar preparados para lo que viene- agrego, ésta vez mirando nuevamente a Scire.

Aguardó a que Scire terminara de contarles lo que sabía.

No le importaba si los demás no habían entendido la explicación. -Si no entienden la magia tampoco necesitan entender que esta posada no es mas que un punto de referéncia donde proyectar nuestras consciencias. Una fracción de realidad... en la que no estamos solos.-

Tan sólo hay dos preguntas importantes que responder.

-Nos buscan... ¿Quién? y sobretodo ¿por qué?-

Bolg miró suspicaz a la chica. ¿Había dicho su nombre? ¿Le conocía? ¿O simplemente había oído a Nauj pronunciarlo? Se como fuere, el goblin estaba más nervioso y alerta de lo normal. La explicación sencilla de la chica había ayudado a que Bolg entendiera algo mejor lo que estaba pasando, y no le gustaba nada.

- ¿Y como zalimos de aquí? Siseó el goblin, mientras miraba de forma amenazante a cuantos le rodeaban, como un animal marcando su territorio.

- A Bolg no le guzta nada ezto, nada de nada...

- Podemos esperar a que se te agote la energía, Scire - empecé a hablar, casi para mí mismo - O bien intentar salir de aquí, desconozco cómo. Antes me gustaría saber quien nos busca y y por qué. No suelo tratar con la magia salvo la que haceis Shadar y tú, ignoro que a quien he podido atormentar para este castigo...

Comencé a reír socarronamente ante esto. Eso era, un castigo. Sin margen de actuación, ni una salida. Ni siquiera teníamos la elección para estar allí. Por suerte, todos estabamos relajados por el efecto del arpa, y era de agradecer. Cuando saliera, pensaba en continuar con mis objetivos. Quitandome de en medio a todo aquel que intentara detenerme

-Yo no entiendo demasiado como he venido a parar aqui...

Bajó la vista, evidentemente confundida. Era evidente que se sentía muy fuera de lugar, y cada poco se miraba a si misma de arriba a abajo. Parecía extrañada de si misma, y a tal punto que parecía dejar como secundario todo lo demas. Sin embargo no dejaba de prestar atención, espectante como el resto.

-Ah...me llamo Azur, por cierto... -este comentario pareció decirlo en respuesta a las miradas que recibía, que a todas luces le incomodaban.

-Bien -comentó de forma casual- Comandantes, Azur, me vais a tener que disculpar. Probablemente os aburra un poco la parte inicial, pero es necesario repasarla ya que básicamente la mayoría no tiene mucha idea sobre la historia antigua. Es mejor dejar todo claro a que estemos deteniendonos con preguntas sobre la base del asunto en si. Probablemente durante el transcurso os preguntaréis todos "que tiene que ver esto con el presente". Ya llegaré a eso. Tampoco a Blog le va a interesar mucho probablemente pero tendrá que soportarme -agregó, siempre con esa agradable actitud suya.

Se puso de pie de su asiento, prefirió caminar algo por la estancia antes que quedarse sentada. Estaba haciendo memoria.

-En un principio, la tierra de Kysuta era sumamente inhóspita, territorio de demonios que destrozaron hasta el último ápice de vida cualquier planta, animal y a los mortales se les permitía intentar vivir aqui como mero entretenimiento y ocasionales víctimas de su sadismo. Estos venían de otro continente que ahora ya no existe debido a que el eje que lo sostenía por encima del nivel del mar se partió debido a un falla en el mismo.

Esto dejó a Kysuta como única tierra habitable, por lo que las diversas razas tuvieron que emigrar a la fuerza como mejor pudieron, y las que no pudieron quedaron en el olvido. Y como dije, los huespedes anteriores les permitieron arribar básicamente para dominarles mas que para convivir. No tardó en llegar la guerra, pero era muy dificil para cualquiera lidiar con no uno, sino una legión de esos seres cuyos poderes que se considera rivalizan con los del ente al que se le llama Dios.

Algunos pocos hicieron tratos con ellos para vivir practicamente como sus iguales. Claro que el precio a pagar fue demasiado alto, aunque no les importó: Cambiaron su alma por ese derecho. Arrebatar un ánima por la fuerza nunca será lo mismo que recibirla por voluntad propia de su dueño, digamos que permite conservar en su totalidad sus propiedades para aprovecharlas. A estos individuos se les llamó Réprobos.

Sin embargo de un momento a otro todos los humanos que habían pactado con los seres infernales fueron asesinados. Sin excepción, a todos les vaciaron las tripas del cuerpo. Y los demonios...solo empezaron a morir y los que pudieron moverse a tiempo se exiliaron un plano donde aún podían ver este mundo, pero no verse afectados. Como si de una plaga se tratase para ellos. Supongo que volver actualmente les cuesta muchisimo sin ayuda de un invocador de este mundo de por medio. Inome por ejemplo, probablemente fuera bastante fuerte del otro lado, pero pasar aquí lo consumió en tal manera que se vió obligado a poseer un cuerpo de resistencia nula para sobrevivir. Aún así es todo un logro.

Pero volviendo al tema, ese fue un nuevo comienzo para todas las razas, libres de la amenaza que les impedía prosperar. Bueno, hasta ahí figura en los libros de historia. Luego le sigue la repartición de territorios, las guerras entre razas y cosas así. Pero...claramente hay una parte que esta vedada.

Los demonios no se fueron solo por una peste entre ellos como es interpretado. Sino por una...purga. Luce.

Hizo una pausa en aquel monólogo, como para dejar digerir a quienes desconocían aquello por completo.

Todo lo que ha dicho la hechicera de cabellos negros te suena como algo lejano. De esas cosas que uno puede llegar a estudiar de pasadas, pero no se les presta demasiada atención por uno u otro motivo. Es parte de la historia antigua y si bien la conocías de forma superficial, el lujo de detalles y la fluidez del repaso incluso te enseñaron un tanto mas sobre el tema. El termino "réprobo" también te es nuevo.

Lo dicho por Scire trae a la memoria tus tiempos de estudio cuando eras mas joven. Lo que acababa de contar era el punto practicamente inicial de la historia de Kysuta como reino, como nación. Tenías bastante presente todo lo que te había dicho, aunque en la actualidad hay poca gente que le preste atención al pasado. Despues de todo, la gente vive el presente ¿no?

Aquellas palabras, aunque muy de lejos, te sonaban a un cuento que habías escuchado antes. Claro que de una fuente poco fiable, en algun momento por cualquier taberna, escuchando una conversación ajena, o simplemente algo que de algun modo te había enseñado alguien. La cosa es que ese mito lo conocías mas o menos superficialmente, aunque antes casi podía decirse que lo habrías considerado una tontería.

Realmente es la primera vez que escuchas esta historia. Debido a tu modo de vida hasta ahora, la educación sobre historia no ha sido tu punto fuerte. Realmente, esta pieza ha sido bastante aleccionadora...

 El muchacho llegó allí de la mano de Syara. Todo el mundo se deshacía en abalanzas a la muchacha, y el no fue menos.

No podía llegar fisicamente a ella, pero le agradeció con una sonrisa preocupada y unas palabras de corazón.

-Gracias por salvarnos la vida. No se que podría haber sucedido si nos hubiéramos quedado mas tiempo. Todos habríamos cedido...y muerto.

La historia, la conversación. A todo permaneció callado, demasiado callado para aquel silfo. Demasiado inquieto, demasiado pensativo.

Cuando finalizó por segunda vez... aquella historia, aquella historia, la había escuchado de algún lugar. Y sin embargo, la había tomado como algo sin ningún rigor. Los fantasmas de dioses, las quimeras de la naturaleza... ahora aparecían en el mundo. ¿Estaba este acechando el plano terrenal? Si era así... ¿Cual era su misión? 

Cerró sus ojos, y con ello sus orbes esmeralda dejaron de despedir aquel brillo que por unos momentos despidieron. Si, sus ojos se habían humedecido. Su querida tierra estaba sufriendo ante el acecho de criaturas que escapaban a su control. La mano que alcanzaba la de Syara, se apretó mas.

Era cuestión por primera vez de sentimientos, que se escapaban a su control, de su raciocinio. Era una cuestión que se veía obligado a hacer.

-¿Como podemos deshacernos de ellos? ¿Porqué han reaparecido? Necesito....necesito...

Su cuerpo tembló de rabia por unos segundos, aunque se controlaba y trataba de mantenerse neutral ante todo aquello, como si nada le afectara.

Su mente sin embargo seguía dándole punzadas a su corazón

¿Y si el mundo no estaba siendo destruido por aquel tirano, sino por fuerzas que jamás podría detener? ¿Cual era su gesta? Debía de haber algún modo de detenerlo... y aun si su vida le costara, debía de encontrarlo. Aquel horrible pensamiento de aquel mundo destruido, reducido a cenizas, eliminando los bosques y convirtiéndolos en pura hojarasca, quemada y sin vida... era demasiado para el. Era demasiado para la construcción de su propia forma de pensar y actuar. Para su forma de ser, para su corazón.

No pudo evitar que la energía brotase de sí cuanto menos levemente, mientras que sin querer de vez en cuando una lágrima empañaba sus ojos e impedía ver a la muchacha y a todos los allí presentes con claridad.

Pestañeé unas cuantas veces, confundida, cuando Scire nos contaba un poco acerca del pasado de Kysuta, lo cual era nuevo para mi. Surgieron varias preguntas en mi mente, pero no era el momento para ello, debíamos ser breves y preguntar lo necesario.

Sostuve la mano de Seryu en toda la plática y al sentir un poco de presión por su parte, en mi mano, lo miré y ví su rostro sombrío, lleno de tristeza. Mi otro mano se posó sobre la suya; con éste gesto quería brindarle un poco de tranquilidad, pero sabía que aquello era imposible y sentía mucha pena por él y por lo ocurrido, por supuesto.

-¿Luce?- repito aquella palabra, en un susurro. Había generado más intriga, al menos a mí y deseaba conocer la historia por completo, debíamos saberla, para así saber a que nos afrontábamos -¿Podrías contarnos un poco más?-

Nauj escuchó atentamente las palabras de Scire. Ninguna de ellas las había escuchado anteriormente y toda aquella historia de demonios dominando el mundo, siendo expulsados a causa de una misteriosa purga y tratando de volver con la ayuda de invocaciones le vino totalmente de nuevo.

Mientras asimilaba toda aquella información, su cabeza trataba de conciliar aquellas historias con la realidad hasta ahora vivida por él. ¿Tendrían relación esos seres endemoniados con el azote al que era sometido el mundo en la actualidad por el tirano D'Thyre? Pero, sobre todo, le intrigaban unas palabras que resonaban en su interior desde que la chica de la marca roja las había pronunciado.

- ¿Quién es el que nos busca? ¿Y por qué? -se atrevió a preguntar en aquella pausa que hizo la muchacha.

Según avanzaba el relato, Shadar asentía ligeramente con la cabeza, haciendo memoria de una historia conocida aunque algo olvidada.

En el momento que Scire hizo una pequeña pausa antes de proseguir la narración, aquellos desconocidos volvieron a dedicarse a lo que, por lo visto, era su mayor afición. Resopló ligeramente, frunció el ceño y les miró con una mueca de disgusto. -Un buen oyente no hace preguntas hasta que el relato no termina.-

-Aún no ha salido el Sol y ya tienen ganas de que se ponga... Si todos los que la componen son como ellos, me sorprende que la resistencia aún se sostenga.-

"¿Pretende conducirnos a los demonios, tal vez?"

Toda aquella narración hacia un eco en su propia historia, en los profundos abismos del estudio, un pasado que pocos se dedicaban ahora a contemplar. Ese era el gran error. Todo consistía en avanzar, siempre avanzar

"El que olvida su historia está condenado a repetirla"

Había escuchado esa frase largo tiempo atrás, y en aquel momento parecía cobrar especial fuerza ¿Acaso alguien con gran potestad había dejado un detalle por alto? ¿Se había dejado algún asunto sin concluir con un demonio?
Recordé a Inome, el pequeño gato que había dejado su presencia como algo oportuno, casi sin imaginar lo que estaba por suceder. Dejé que Scire continuara con su historia, ya que quedaban muchos datos por escuchar

Por su parte, ella se mantenía callada. Tampoco se movía demasiado, su herida no se lo permitía. Se mantuvo apoyada en la pared conforme transcurría la primera parte de aquella cascada de información.

-Me suena a historia muy vieja, de esa que te enseñan de pequeño. Luce es como se le llama al día en que los demonios se fueron. O eso tengo entendido...

Magos...

En el corto tiempo en que el encapuchado llevaba fuera de su reclusión en los Bosques, apenas había tenido contacto con tres o cuatro de ellos. Poderosos, sabios, seres capaces de modificar las leyes naturales a su antojo y provocar grandes daños en sus enemigos o milagrosas curaciones con el simple movimiento de su vara o una nimia gesticulación de sus manos.

Pero por otra parte todos ellos, excepto uno al que Nauj conoció hace tiempo, eran muy dados a juzgar los actos de los demás con la firmeza del que se siente superior. Tenían la manía de opinar sobre las actuaciones de los menos dotados, y de dar gratuitamente sabios consejos con frases lapidarias.

Cuando Shadar habló, recriminándoles sus actuaciones con el disgusto reflejado en su cara, Nauj se giró hacia él. Ningún sentimiento negativo oscureció su corazón. El efecto de aquella música maravillosa aún perduraba, y simplemente pensó que los magos, eran así.

Después volvió de nuevo su mirada sobre la chica, esperando que acabase de dar las explicaciones oportunas.