Partida Rol por web

Mantuvo la expresión, conteniendo una sonrisa.

-Así es, señor. Al volver de los restos del campamento a las afueras de Yrubac, recibimos un aviso de que en el lago Wrad se estaba manifestando un extraño fenómeno y que en medida de lo posible evitáramos la zona circundante. Así que decidimos tomar el desvío que pasa por Ivere.-

- Extraños sucesos ocurrieron aquí que captaron nuestra atención, y así supongo que será también el motivo de que estéis Lord en este lugar - dije con la mejor de mis sonrisas, aunque mantenía la frialdad

Preguntaba, pero no soltaba prenda. Sin duda, había sabido tomar la situación en un momento y sin apenas esfuerzo. Cosas del rango, que todos se postran a sus pies. Al menos, habría garantizado la intimidad de aquella conversación, ya que aquella magnífica bestia que era Vetraell alejaría a todo aquel que quisiera realmente vivir

Elevé una ceja con interés. Parece que la misión que el rey me había encargado era como me había prometido, la mar de interesante. Miré hacia el pueblo, como esperando que alguien mas saliera de alguno de los edificios.

-Tengo entendido que hay una teniente aqui, una chica de cabello negro demasiado callada. La he visto a veces por el pasillo del castillo, pero jamás he tenido la oportunidad de hablarle. Lástima que ahora que es posible no será en buenos terminos, parecía interesante.

Sonreí, despues de todo no era nada fea. Dejando esto de lado, los dos que tenía delante de mi eran altos rangos y la orden era informar a ellos también sobre la novedad. Y despues de todo las charlas "amistosas" siempre debían circundar en estos casos.

-El rey esta muy molesto, y esta noticia que traigo obligación que la conozcan. Aparentemente, en este mismo pueblo hace unos días algunos servidores de Lord D'Thire estaban en plena actividad para capturar a ciertos individuos problemáticos. Es un poco escasa la información que recibí, pero nuestro rey prefiere guardar cosas para si mismo. A pesar de que no conoce la identidad de ninguno de los objetivos estaba seguro de que serían atrapados aqui, tenía mucha confianza en estos misteriosos servidores que menciona. No le gustó para nada recibir noticias de que fue un fracaso, está seguro de que esta tal teniente Seimhel intervino de alguna forma. Probablemente para hacia el crepúsculo de mañana tenga la identidad confirmada de los revoltosos que esta buscando y ponga una orden de captura a nivel de todo el reino...Me pregunto porque tanto interés, si rebeldes hay hasta debajo de las piedras. Serán algún grupo de amiguitos del líder de Idu.

Caminé unos pasos alrededor.

-Oí que su misión incluía algo de la de la Capa Blanca. Encantadora ciertamente, ya tuve el placer en otras ocasiones. Vetraell aún tiene ganas de devorarla viva.

-¡¿La teniente Seimhel!? Fue ella quien nos mandó el aviso. Se comunicó conmigo telepáticamente y puso especial énfasis en que evitara el lago Ward por ser peligroso.

General, si me permite, le sugeriría que empezáramos la búsqueda de la teniente en aquel lugar. Si puso tanto esmero en que no pasáramos por allí debe de ser por algo.

En cuanto a la de la Capa Blanca. Nos presentó batalla en Yrubac, pero cuando empezábamos a demostrar nuestra superioridad, huyó y no fuimos capaces de atraparla. Lo siento mi general.-

Bajaba las escalas aún molesta por el momento interrumpido, quizás aquel ruido no era importante, pero... no podía darlo por hecho y sabía que tarde que temprano se desataría una batalla, así que no podía ignorar aquello, aunque era lo que más deseaba.

Al llegar a la planta baja, me detengo y suspiro al tiempo que miraba a mis dos compañeros, Nauj y Bolg. No sabía que era lo correcto, si acercarnos a ellos y preguntarles si tenían conocimiento de lo que ocurría o averiguar por cuenta propia.

Dejo escapar un suspiro más al encontrarme con la mirada de Seryu. Aún sujetaba su mano y por un momento, la contemplé.

-¿Qué debemos hacer? Quizás aquella mujer esté brindándole información a Nauj ¿Nos acercamos?- miro por encima del hombro a Nauj, sólo por un instante, para luego fijar nuevamente la mirada en Seryu, esperando su respuesta.

Aguzando el oído, pudiste captar algunos comentarios con voces tan variopintas como hablantes, y algunos bastante disconexos entre si.

¿Eso es un dragón? Se ve extraño...

¿Será del norte?

Olvidalo, me largo, he oído de esas pintas y esa bestia, es un tipo poderoso en Alanku.

Seguro es algún Zandiense estirado.

¿Viste esa sonrisa? No me gusta, ¡pero se ve tan guapo por todo lo demas!

A ver si no joden el pueblo de nuevo...

Shhht, te digo que estoy seguro, es la mano derecha del rey...

¿Quienes son esos dos que salieron fuera y le hablan?

El de armadura negra estuvo defendiendo la posada.

Mejor te dejas de cosas locas y quedate aqui quietecito, me faltaría que te fueras a meter en un probelma.

Syara y Seryu se aproximaron a la mesa donde el goblin y Nauj se encontraban tras que este asintiera con suavidad a la Innhue y la guiara hacia allí. Este último había llamado la atención de la camarera y de nuevo volvió a prestarles atención reparando en que los había dejado desatendidos.

-¡Lo siento! -se disculpó enérgicamente- Es que les dije a sus amigos que podían quedarse el tiempo que quisieran, comer y beber lo que necesitaran y en general, cualquier atención que deseen. Ya todo el mundo está al corriente de que se han portado de forma ejemplar con el pueblo, así que es lo menos que se puede hacer para agradecer.

Miró a Blog con curiosidad.

-Su amigo en particular se ha ganado cierta fama, no es usual que un goblin haga de heroe. ¡Pero es mono si lo piensas!

Tras una risilla simpática, siguió respondiendo:

-No se quien es ese hombre, pero muchos estaban preocupados porque pudiera ser otra desgracia nueva sobre el pueblo. Pero parece que es un noble y viene con sus propios asuntos.

Las palabras de la joven al referirse a él como "héroe" desconcertaron al Bolg. Entre su gente había adquirido cierta notoriedad, y se podía decir que era respetado por sus habilidades, pero que un humano lo tratara de héroe, eso nunca había pasado por su mente.

Se removió algo intranquilo en su sitio, no sabía como reaccionar a esas palabras, y olfateó descaradamente a la camarera, intentando captar alguna especie de engaño.

Algo en su interior empezó a florecer, una sensación parecida a cuando regresaba junto a su tribu con el botín recién adquirido. Por unos momentos sintió que no era rechazado por aquellos patilargos, una sensación que ya había experimentado al encontrar a Nauj, y a la niña de Seini.

Algo parecido a una sonrisa se dibujó en el rostro del pequeño guerrero.

Cerré los ojos con verdadero pesar. Aquella situación era muy peligrosa, mentir a un general de semejante manera. De descubrir la verdad, perderíamos la cabeza en el instante

Agaché la cabeza fingiendo vergüenza, aunque en parte también la sentía. Por haber llegado aquella situación que pronto se escaparía de nuestras manos, y también por haber sido derrotado por Azur. Aquella afrenta había sido pagada, pero seguía siendo herida abierta en el orgullo

- Lamentablemente, así fue... - dije en susurro

Nauj asintió conforme a la explicación de la mujer y, con un gesto de cabeza invitó a Seryu y Syara a que se sentasen con ellos.

- Una pregunta más, si no te importa. -le dijo a la camarera- Nuestros amigos y yo queremos ir hasta la frontera con Orem, junto al Bosque de los Sauces llorones. El caso es que tenemos algo de prisa y... bueno, ¿nos podrías indicar qué camino hemos de tomar? No sabemos muy a ciencia cierta cuánto tiempo nos puede llevar el llegar hasta allí, ¿conoces algún modo de ir lo más rápido posible?

Con el rabillo del ojo, el encapuchado iba echando alguna mirada hacia la puerta. Parecía que, depués de todo, aquel jinete de dragón no tenía intención de entrar pues el vampiro y el mago habían acudido a su encuentro.

¿Amigos o enemigos? Se preguntaba Nauj. ¿Qué debían hacer? Parecía que tenían a tiro a los principales brazos de D'Thyre. ¿Debían atacarles o aquello sería un suicidio? ¿O debían confiar en Scire y creer que todos ellos compartían un mismo destino?

Sin duda, preguntas que deberían intentar aclarar los cuatro sentados a la mesa, en cuanto la camarera respondiese y continuase con sus tareas.

Asiento ante la invitación de Nauj y me siento en la mesa junto a Syara, corriendo la silla para que ella se siente primero como un caballero debe hacer, luego escucho el comentario de Nauj a la camarera y pienso que realmente ha sido una buena pregunta, por otro lado no pido nada y solo espero que estemos los 4 tranquilos para comenzar a hablar…

Al percatarme del gesto de Nauj, miro por unos segundos a Seryu y tirándo de su mano, me encamino hacia la mesa del encapuchado y el piel verde.

Sonrío a Seryu por su cordial gesto y me siento en la silla que me ofreció. Apoyo ambos brazos en la mesa, miro a cada uno de los presentes y permanezco en silencio, esperando escuchar noticias por parte de ellos.

Me encogí de hombros para restar importancia al asunto.

-Su misión despues de todo era buscar a la expedición, lo de la chica de la capa blanca no era lo principal aunque si importante.Tenía la esperanza de encontrarle por aquí...pero mi misión sigue estando en pie y también la suya. Si no esta en este poblado, entonces iré a revisar el lago Ward tal cual me has dicho comandante Fezbane.

Me giré hacia mi montura.

-¡Vetraell! Si no hay nada que te llame la atención nos vamos, nos han ahorrado tiempo.

-Sauces...¿sauces llorones?

La camarera pareció hacer memoria.

-Ahh ¿en Orem? Eso esta muy lejos, además de que ese sitio no tiene nada de importante. Al menos eso le escuché a un cliente que andaba de paso. Se supone que antes de que creciera el bosque mismo había una especie de santuario, pero ahora es "una suerte de laberinto con cortinas de verde por doquier". La ruta, si...pues la verdad no se mucho, supongo que lo mas sencillo sería ir hacia Orem tomando rumbo al este y desde ahí ubicarse. Pero esta muy cerca de Idu, así que igual será un camino largo...

-O quizá quieran ir por un método mas rápido. Yendo a pie al menos tienen tres días de viaje, pero podría llevarlos en un instante.

Quien hablaba era nuevamente aquel muchacho con la mejilla marcada, el que había hecho rabiar antes a la clériga de cabello rojizo. Miraba distraído al perro de Nauj, Manzana, que ahora mismo estaba dandose el gusto de comer algunas sobras que le estaban echando en una esquina bastante contento.

Sekh, que según habían escuchado antes en la habitación era su nombre, continuó con su ofrecimiento. Su porte era serio y frío, pero a la vez inteligente.

-Mi fuerte es la magia astral, y eso incluye el teleporte. Pero mis habilidades no llegan a tanto como para mandarlos tan lejos. Excepto...si usara esa vara que tiene este amigo suyo -hizo un gesto sobre Seryu- Siento su energía, es un instrumento perfecto para los conjuros que impliquen mover cosas de un sitio a otro dicho de forma simple. Concentrandome perfectamente podría dejarles en Idu, que es mi tierra y la conozco, en concreto en algun sitio cercano a la frontera para que no cueste demasiado cruzar a Orem y llegar donde quieren. Claro que si estoy usando la vara y los teleporto...la vara se quedará aqui de forma irremediable. A mi tampoco me molestaría demasiado conservarla, así que ya verán ustedes que hacer.

La dragón wyvern del general pareció algo inquieto de repente, como si habiendo entendido las palabras de Vlado quisiera indicarle algo. Resopló con insistencia y miraba alrededor de una forma un tanto agresiva. Luego sin avisar levantó vuelo, agitando con brusquedad ropajes y cabellos ante aquel poderoso batir de alas.

Con un vuelo bastante suave para un ser tan enorme, se alejó un tanto del pueblo, pero se pudo ver claramente donde aterrizó: entre las copas de árboles numerosos a cierta distancia de Ivere.

Elevé la vista al ver a Vetraell comportarse así, y seguí su vuelo hasta que decidió aterrizar.

-Parece que ha percibido algo conocido que quiere que vea, es la única explicación. La nariz de los dragones es sumamente sensible, mas aún que la de los perros.

¿Que podía ser tan importante como para que reaccionara así? Por alguna razón no me gustaba nada aquello, no dudé en emprender camino hacia el sitio que Vetraell me indicaba, con una mirada seria pero dibujando una sonrisilla misteriosa en los labios.

-Lástima.-

Sin cambiar la expresión, siguió al general hacia la dragona.

-Veamos que a husmeado la "sabueasa".-

El encapuchado escuchó las palabras de la camarera y luego las del mago levitador de bollos, que les hacía una interesante oferta. Giró la cabeza hacia Seryu, esperando a que éste se pronunciase sobre si la aceptaba o no.

A Nauj le continuaban obsesionando las últimas palabras de Scire: "Esperaré hasta mañana en la noche en el bosque de los sauces llorones, en Orem..."

¿Cuánto tiempo había pasado desde aquellas palabras? ¿Cuándo sería esa noche hasta la que la muchacha de la marca roja les iba a esperar? Y sobre todo... ¿podrían llegar a tiempo?

Al igual que Nauj, giro la cabeza hacia Seryu, esperando una respuesta por su parte. Podría decir que lo conocía un poco más que los presentes, quizás mucho más, y algo me decía que no aceptaría, pero otra parte mía decía que si lo haría, pues, su objetivo (al igual que el de todos) era salir triunfantes y si su bastón estaba en juego, podría aceptar.

Lo miraba expectante. Estudiaba su serio pero angelical rostro, en busca de una señal, de una respuesta. -¿Y bien? ¿Qué opinas, Seryu?- pregunto en una voz baja, pero tranquila.