Partida Rol por web

Stigga iba a arrancarse la mata de pelo rojo de los nervios. Nada de suministros, más bocas que alimentar, unos putos tanques. Preferiría estar en la colmena Verbum, en las minas, actuando a modo de guerrilla.

Inspiró profundamente antes de irse a un lado y dejar sus cosas. Dejó las armas de forma que pudiera usarlas sin tener que echarse la mochila encima en caso de necesidad, y buscó un par de ramas lo suficientemente buenas como para hacer lo que tenía que hacer.

Mientras Logan, el Volpone y Hojalata se disponían a tener una reunión, Stigga sacó su cuchillo y comenzó a tallar ambas ramas. Las partió por la mitad a lo largo y cogió los dos trozos que más le gustaron dejando los otros dos para leña. En un de los lados comenzó a tallar su nombre y fecha de nacimiento, pero lo más escabroso es que la fecha de defunción que puso era la del día siguiente. Cuando el grabado fue lo suficientemente legible, la pelirroja cortó un trozo de la solapa de los bolsillos laterales de sus pantalones de faena y lo usó para unir los dos trozos formando una cruz, la cual dejó encima de sus cosas.

-Jeremías -dijo mientras se ponía en pie- vamos a ver qué están aprendiendo esos milicianos, si yo puedo aprender algo o si puedo enseñaros algo -tenía que mantenerse en activo, y si podía ayudar a la supervivencia de esos aspirantes a guerrilleros tendrían la base más protegida.

Tras las palabras que el explorador le había emitido, T.E.R. se inclinó ligeramente en una reverencia de agradecimiento, "Ésta unidad agradece su sinceridad y su exposición. Informe grabado." Lo dicho por aquel hombre sería de utilidad, pero lo sometería a sus logaritmos de lógica lingüistica para buscar información extra que pudiera haber dado sin darse cuenta. Los humanos solían hacerlo. Una pequeña parte de su antiguo yo se sorprendió de la sinceridad del explorador en presencia del Volpone, pero el sentimiento quedó rápidamente ahogado por la fría lógica que se obligaba a emplear en cada uno de sus pensamientos. "Si tuviera acceso a una PCE de una prisión planetaria podría confirmar si cuentan por defecto con el material necesario para comunicarse con el exterior....pero auguro que hay un 75% de probabilidades de que esté en lo cierto."

La historia entre los Tanith y Volpone era interesante. Ella conocía la enemistad que porfíaba entre ambas facciones, pero no tenía los detalles. Ahora le habían dado más datos. Cuando pudiera, profundizaría más en ésa historia, pues tenía, al parecer, a un superviviente directo de los hechos delante, así que, si no lo aprovechara, sería un desperdicio. Y a T.E.R. no le gustaba desperdiciar cosas. Además, era fascinante poder estudiar las interacciones entre seres biológicos al 100%, eran tan ajenos a lo que T.E.R. estaba acostumbrada, que le resultaba muy estimulante.

"Entiendo." fue la respuesta de la Tecnosacerdotisa. "Mis circuítos lógicos me sugieren la siguiente cuestión: Si el responsable de la enemistad entre ambas facciones, el ex-general  y traidor al imperio Noches Sturm ya recibió su castigo y el actual máximo responsable de las tropas Volpone, el Sargento Armand aquí presente, es calificado como un soldado competente por usted....¿cuál es la finalidad de seguir con la actual enemistad y no propiciar un escenario de confianza para la mayor cohesión de la tropa? ¿Incrementa dicha finalidad la efectividad en combate de la tropa? Si es así....estaría muy agradecida de un informe detallado de esta finalidad, pues escapa a mi comprensión lógica."

Armand aguardó estoico la perorata del explorador y la precisa estadística de máquina hasta que se decidió a hablar. No tenía el ánimo habitual, parecía sinceramente derrotado, abatido, la pérdida de Illium había sido un mazazo - Yo te contestaré T.E.R - Era la primera vez que pronunciaba su nombre, y es que el tono de las palabras del sargento había cambiado por completo, a decir verdad parecía una persona totalmente diferente.

Sólo soporto lo que dice Logan - era poco usual que se refiriese al explorador por otro nombre que no fuera "Tanith" - por el respeto que le tengo como soldado, y porque a decir verdad creo sinceramente que salvó mi vida en una situación muy similar a esta, con un hábil francotirador cazando blancos - Tras una pausa en la que cogió aire continuó - La muerte de Illi ha sido un mazazo, era un compañero de los que no quedan, un hermano de sangre. Lo lideraba únicamente por la desgracia que tuvo lugar aquel día y que no viene al caso. Pero estoy tocado - La sinceridad del Volpone era patente.

Es cierto que aquel traidor Volpone nos avergonzó a todos nosotros y a la honorable sangre que representaba - dijo refiriéndose a los Volpone - y hay ya muchos de nosotros que renegamos de aquello, aunque en silencio. De cara a la galería los Volpone son como habéis visto..., pero eso no me impide ver la realidad de los hechos y saber que aquel día pasamos a estar en deuda con los Taniths, a los que debemos una disculpa.

T.E.R, soy un fiel servidor del Emperador y un soldado razonable. Pero soy un sargento Volpone - añadió mientras alzaba los hombros - y me temo que no se explicarte en términos estadísticos lo que eso significa, pero no es sencillo.

Desde que estamos en este planeta mi juicio no ha fallado en las diversas decisiones que se han tomado, y tras largas discusiones se ha hecho aquello que planteaba en primera instancia. No se el motivo pero desconfío del Pater, no obstante considero que es nuestra mejor y única baza para enfrentarnos a aquello que tememos y desconocemos - Y con profundo pesar añadió - de forma que puedo darle un voto de confianza y rebajar el tono.

La muerte de Illi altera el equilibrio de fuerzas. No soy estúpido, se que no podría dirigir este grupo sin el apoyo de Logan, y tampoco obvio el hecho de que es él quien genera simpatía entre los nativos. Mi posición de liderazgo se ve por tanto muy alterada - hizo una pausa, para remarcar la excesiva concesión que estaba haciendo - Pero también se que no podemos prescindir de mi juicio y dirección. Motivo por el cual considero que las decisiones deberían tomarse tal y como estamos haciendo ahora, pues la moral del grupo está destrozada y sólo un fuerte liderazgo podría recuperarla.

Sólo podemos confiar en nosotros mismos, tenedlo claro - y señaló al Tanith con el dedo mientras decía - y coincido plenamente con el juicio de Logan, tanques, comida, y tratar de contactar con el exterior.

Respecto a este último punto, cuándo llegamos al planeta este sitio me recordó a un relato para asustar a los niños, que hablaba de una estación orbital que otrora fue del Imperio y que ahora fue capturada por el Caos y trasladada al ojo del terror mediante medios desconocidos. La hacían llamar "El crepúsculo" y ahora, en manos enemigas se llama "El ojo" - Seguro que esta información no era relevante, pero no estaba de más ponerla en conocimiento del grupo - Por lo tanto, ¿qué necesitas T.E.R? ¿Acceder a una PCE de una prisión? Lo tendrás.

Y para finalizar su aportación preguntó al Tanith - Logan, ¿en quién confías? ¿ves prudente preguntar a Jeremias acerca al respecto de la prisión?

-No son tanto las personas como la historia en común, y lo que arrastra cada uno detrás de sí mismo con las insignias que lleva-explicó el explorador-los Volpone son, por norma general, unos creídos y estirados. Por contra, en el Primero y Único tenemos varios mundos de origen, y en todo caso todos son humildes, nada que ver con los Volpone. Suma algunos problemas con la autoridad y... En fin, tienes la situación actual. Pero todos aquí servimos al Imperio, así que estamos condenados a entendernos. Y coincido con Armand, creo que lo mejor es mantenernos a ambos como cabeza.

Ante las palabras del cuento del sargento, Logan resopló.

-No me jodas, Volpone... Si de verdad estamos en el Ojo, más nos valdría usar la munición que tengamos en volarnos la tapa de los sesos y acabar ya. No, no creo que estemos allí. O, al menos, espero de corazón que no sea así. Sobre la confianza...-dijo, dudando visiblemente-no lo sé. Son leales al Emperador, eso está claro, y están dispuestos a luchar contra esos cabrones hasta las últimas consecuencias. Y, sinceramente, aunque sean penales es todo lo que tenemos. Y están aguantando cuando podrían rebelarse, obtener el control de su collar y pasarse al bando traidor. Aunque, claro, lo mismo reaccionan de manera hostil si les confesamos que lo sabemos. Me fío, moderadamente, de Jeremías, sí. Y quizás si hablamos en privado con él, sin juzgarles por lo que son, hable.

Armand estuvo a punto de hacer un comentario violento como reacción al de Logan, pero se contuvo, no el sargento chusquero al que estaban acostumbrados no apareció, salvo un leve pensamiento - Creídos y estirados porque podemos y merecemos, sí. Somos mejores, es un hecho.

Hablemos con Jeremías entonces - la decisión estaba tomada, sólo se necesitaba el acuerdo de ambos. Quizá sería conveniente que la tecnosacerdote estuviera presente en las conversaciones, aunque sólo fuera por deferencia, pues era ella quien había provocado esta situación de encuentro entre ambos líderes.

Y de repente, Armand cambió el semblante a un gesto serio e irguió su cuerpo cuadrándose, con la rapidez y precisión de una posición mil veces repetido - Una cosa era mostrar su cara amable ante un viejo lobo y una máquina, y otra muy diferente hacerlo en público - Jeremías, precisamos de tus conocimientos sobre el terreno para un asunto táctico.

"Toda ésta información sobre los Volpone y los Tanith es valiosísima." pensó con cierta admiración T.E.R.. A pesar de su entrenamiento y su condicionamiento, tanto social como parental, para reprimir sus emociones, no pudo cuanto menos admirar a aquellos dos hombres que eran historia viva del Imperio. 

Pero aún habían muchas cosas que se le escapaban en sí. Ellos mostraban con suma facilidad sentimientos y emociones en los que basaban sus decisiones, algo que T.E.R. no terminaba de entender, pues su calculus logi le decían lo que era eficiente o no, desde un punto de vista lógico y pragmático. Eficiencia. Eso es lo que buscaba ella, y lo que le habían enseñado que era lo correcto. Anteponer un problema personal o un sentimiento a una decisión que podía afectar al grupo de hombres que comandabas, simplemente estaba fuera de los patrones de comportamiento lógico de T.E.R....y no lograba entender del todo la idea. 

De todas formas, ellos habían ido derechos a la "trampa" que ella les había tendido. Sus cálculos le habían dicho que si conseguía unir a aquellos dos y hacer que trabajaran en equipo, se incrementaría en un 80% la eficiencia de la unidad de combate. Había trabajado para ello, aunque tenía que reconocer que tampoco le había costado mucho. Quizás es que estaban condenados a entenderse en una situación tan extrema como la que le habían contado.

Viendo las confesiones que ambos hombres habían hecho, y sintiendo un extraño deseo, T.E.R. moduló el vocotransmisor de su máscara para que dejara oír su voz, su verdadera voz, durante unos instantes. Un sentimiento que hacía mucho tiempo no pasaba por su cuerpo humano la recorrió. Vergüenza. 

Titubeó.

"A......Agradezco su sinceridad." les dijo una dulce voz de mujer. Era impresionante escuchar una voz tan melodiosa en un cuerpo de tal envergadura. "Comparto su opinión sobre el Pater y los nativos...y creo que ambos son buenos en lo que hacen. Sería de tontos no verlo, y sobretodo, no compartirlo. Por mi parte, haré todo lo que esté en mi mano para ayudar, conforme...." dudó un momento pensando en el tratado de marte....."...porque es lo correcto." 

Tras ése instante de sinceridad espontánea, en el cual pensaría largo y tendido durante los siguientes ciclos, devolvió su modulador de voz a la posición original, donde se escuchaba una voz metálica e impersonal. 

"Sí. Hablemos con Jeremías. Me gustaría estar presente para intentar detectar patrones de falsedad en su voz". 

Y de repente, Armand cambió el semblante a un gesto serio e irguió su cuerpo cuadrándose, con la rapidez y precisión de una posición mil veces repetido - Jeremías, precisamos de tus conocimientos sobre el terreno para un asunto táctico.

Stigga se había ido con Jeremías mientras que Logan, Armand y T.E.R. se apartaban del resto para hablar entre ellos. Los demás, se mantuvieron donde estaban a la par que los hombres de Jeremías que les cedió como apoyo, volvían con sus camaradas a compartir las nuevas experiencias de ese fatídico día que peor no podría ir ¿o si? 

Stigga no pudo aprender nada nuevo de las instrucciones del barbudo montaraz, más bien, ella aportó nuevas ideas o tácticas típicas de guerrilla, al fin y al cabo, ella nació como guerra en la colmena Verghast. Los voluntarios tenían una voluntad pura para luchar, para combatir por su mundo, para vengar a hermanos, familiares y amigos muertos en aquella cruenta guerra civil desatada por el Caos; pero solo tenían eso, voluntad. Eran torpes en su mayoría, lentos en el aprendizaje... pero claro, ese era su primer día. 

Para la veterana Stigga le quedó claro que al menos necesitarían un mes de duro trabajo para que aquellos hombres pudieran ser utilizados en algún combate, pero por ahora, ni de broma. No valdrían ni para carne de cañón. La voz de Armand los interrumpió a los pocos minutos, y Jeremías, el dedicó una furibunda mirada a Stigga a la vez que gruñía. Dejó a un hombre al que le explicaba como iba el condensador de energía del rifle láser y se marchó.

Llegó hasta ponerse frente a los tres que estaban reunidos. Los miró valorando un poco la situación y suspiró al ver la seriedad en el rostro de Armand y Logan - ¿qué necesitáis? - preguntó directo teniendo la esperanza de que Armand había dicho la verdad... pero algo le decía que él sargento de Volpone tenía otras intenciones. 

Tenía razón, el sol ya se había puesto en lo que llevaban hablando y ni se había percatado de ello. Asintió con la cabeza y viendo que el médico no se había preparado aún para curarla fue hacia Pater un momento.

-¿Podría decirme en que fecha estamos?  al final no ha podido responderme señor Pater.-

Tras decir eso esperó respuesta y una vez contestada* se sentó en el mismo lugar de antes sacando un cuaderno de un bolsillo interno y empezó a escribir en el mientras seguía atenta a lo que dijesen los demás.

Parecía que nadie se decidía a hablar, así que finalmente el explorador suspiró y lo hizo él.

-Bien. Sabemos que sois fieles servidores del Emperador, y que estáis luchando contra los malditos traidores, que Feth les confunda... Así que, por favor, permanece calmado, por que también sabemos lo de la prisión, y que al menos parte de vosotros lleváis collares de legión penal. No os juzgo, ni os voy a tener por menos. Pero si en esa prisión hay un modo de contactar con el exterior, necesitamos hacer uso de él para limpiar este planeta. 

Así es. Nadie os juzga - a pesar de que en su fuero interno Armand despreciaba aún más que antes a la escoria planetaria salvaje - Pero la cooperación se basa en la confianza, por lo que necesitamos todos los detalles que puedas contarnos de la situación. Puede que el Imperio no se halla olvidado de vosotros.

El trío que hace poco estaba hablando apartado del resto, había solicitado el consejo de Jeremías. Se volvieron a retirar del resto de hombres y mujeres que pululaban por ahí. Jeremías les daba la espalda a Stigga y los demás, pero la seriedad del rostro de Logan y Armand invitaba a pensar de que algo serio y que los demás no sabían se estaba dando lugar, evidentemente, tratar de adivinar algo de la "expresión" de T.E.R. era una tarea totalmente imposible.

Logan hablaba en susurros, pero Armand lanzó una pregunta que hizo que la espalda de Jeremías se pusiera recta como la quilla de un acorazado imperial. Algo daba mala espina; pero ¿el qué?

Cuando la buena de Valshe trató de averiguar en que fecha imperial estaban, se dio cuenta de que le estaba preguntando al Pater Stephan, el cual, dormido con los ojos abiertos, le respondió a la Volpone con un sonoro ronquido más propio de un oso que de un ser humano. 

Viendo aquello, Liam se acercó a la mujer. Se quitó la gorra que lo identificaba como oficial del monitorum y le dedicó una ligera genuflexión de cabeza - Buenas noches Sacerdotisa... soy el oficial Liam Anton Sollus, antiguo responsable de una bodega de carga de esta difunta nave - algo en su tono parecía denotar nerviosismo en su voz - no sabría decirle en que fecha estamos, pero si que hace seis días que esta nave se estrelló... por si le sirviera de algo - y sonrió levemente colocándose las gafas en su lugar. 

Jeremías se envaró y apretó los puños ante las palabras que acababa de oír de la boca de Armand y Logan. Una mirada peligrosa asomó por sus ojos y miró a los tres, de manera rápida como valorando una posible agresión. No estaba nada calmado y la violencia parecía ser una opción dentro del pensamiento de Jeremías, aunque por ahora, solo se mantuvo en una tensión extrema.

 - Aquí no hay ninguna prisión - respondió escueto y seco, con la voz dura, dando la impresión de que estaba hablando con la mandíbula tan apretada que podría partir una nuez al aplicar un poco más de presión - este mundo esta tan atrasado que da hasta pena - 

T.E.R., situada en segundo plano, detrás de Armand y Logan, pero sobresaliendo por encima de ellos más de un palmo de altura, con su máscara inexpresiva y lentes rojizas observando fíjamente a Jeremías, se limitó a ponderar las palabras de aquel humano en su interior.

"Examinando datos.....respiración acelerada, expresión corporal violenta, mandíbula apretada...conclusión, el objetivo no parece mentir, o al menos cree en lo que dice. Los parámetros de comportamiento indican un 65% de probabilidades de que el sujeto se sienta "ofendido"....", computó para sí misma mientras seguía observando al barbudo explorador. Al no mentir, no creía que fuera necesario realizar ninguna indicación en voz alta sobre ésto. Se mantuvo callada.

Una línea de pensamiento nueva se abrió "Nueva entrada: ¿Es posible que provengan de una nave de transporte de esclavos o prisioneros accidentada?"

Las incógnitas le gustaban a T.E.R., pues le encantaban los retos mentales. "¿Y por qué sus hombres llevan collares penales? Es muy interesante éste giro en los acontecimientos." Su voz impersonal no dejó traslucir nada más que curiosidad.

Seis días...Parece que hubieran transcurrido dos años.

Baltar pensaba en lo mucho que habían ocurrido en los últimos. Si se remontaba una semana en el tiempo podía verse a sí mismo con acceso a medicamentos, lho, comida de verdad (ahora la bazofia de la cantina de la nave le parecía un manjar) y otros servicios que aquel asqueroso lugar no podía proporcionar.

Para colmo solo se sentía útil cuando las cosas iban mal, cuando había heridos, y era una circunstancia de la que no estaba sacando el suficiente partido: ser el único médico disponible.