Tras matar al buen Joao aquella bestia abisal aun parecía no estar saciada de muerte y se abalanzó sobre ellos con la clara intención de devorarlos a todos.
Orazío vio su oportunidad cuando aquel engendro de múltiples cabezas se lanzó a por el joven Rui, dejando su flanco desprotegido. Con un poderoso envite acompañado por un tronánte grito de guerra, el guerrero lanzó un golpe con su macana dispuesto a romperle la columna vertebral a aquel ser demoníaco.
Motivo: Ataque con macana
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 2 (Exito)
Motivo: localización
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Motivo: Daño Macana
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Motivo: bono al daño
Tirada: 1d4
Resultado: 3
Impacto en localización 6 haciendo 7 puntos de daño.
Resumen turno 2:
De nuevo, aquel ser bicéfalo se encaramó corriendo hacia Rui ¿acaso le había mirado mal? Sus enormes fauces se abrieron de nuevo, pero de nuevo volvió a esquivar a su depredador. Tras ello, Iktán realizó una lanzada fallida, y fue de nuevo Gonzalo quien continuó con otra de las suyas, y esta vez si acertó en su pata delantera izquierda (el ente no pudo esquivar):
Daño: 5 (+ 6 de Bonus) (sin protección) /2 por pata: 5 puntos de daño.
Haine, por su parte, cargó una flecha y la lanzó, pero de nuevo sin precisión, por lo que no pudo acertar. Rui tampoco pudo hacer nada: demasiado hizo en esquivar los dientes del "medio-jaguar", y era normal que entonces la lanzada que le dedicó no fuera acertada, quizá del nerviosismo.
Pero entonces, buscando la redención que un día se obligó a cumplir en el Nuevo Mundo por razones del pasado, Orazio levantó su macana y casi la parte en los cuartos traseros del animal o demonio, golpeándole de forma brutal.
Daño: (Crítico, máximo) 1d6+2+1d4 (sin protección): 12 puntos de daño
Veis que el ente está gravemente herido, sobre todo el golpe de Orazio le ha hecho polvo. Sin embargo, a duras penas se mantiene en pie.
*La macana tenía de daño 1d6+2 (y con el crítico que has hecho, Orazio, haces el máximo daño posible).
¡Venga, hermanos! -gritó Guerrero levantando su lanza en alto para arengaros- ¡Resarciremos a los dioses con la sangre de ese ser del Xibalbá!
_______________________
Para agilizar esta lucha, tiraré yo las iniciativas.
Iniciativas:
Ente
Gonzalo
Iktán
Haine
Orazio
Rui
Ahora sólo declararemos:
-Ente embiste (luego veremos hacia quien lo dirige) y esquiva.
-Iktán ataca y esquiva.
-Gonzalo ataca y esquiva.
Declarad chicos.
Motivo: Ini Ente
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+28)=35
Motivo: Ini Iktán
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+20)=23
Motivo: Ini Gonzalo
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+20)=27
Motivo: Ini Orazio
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+15)=17
Motivo: Ini Rui
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+15)=17
Motivo: Ini Haine
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+10)=20
Vuelvo a lanzar flecha gastando suerte.
Yo ataco y esquivo.
Esquivo y ataco con la lanza
La cabeza de astas parecía mirar ahora, con sus otros ojos, de nuevo a Rui*
Motivo: Embestida
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 47 (Exito)
Motivo: Daño (1d6+2d6)
Tirada: 1d6
Resultado: 1
Motivo: Daño (1d6+2d6)
Tirada: 2d6
Resultado: 6
Motivo: Localización
Tirada: 1d10
Resultado: 9
Motivo: Embiste a: 1 Iktán, 2 Guerrero, 3 Haine, 4 Orazio, 5 Rui, 6 Repite tirada
Tirada: 1d6
Resultado: 5
* Tienes la negra con este ser, ¿eh?
Motivo: Lanzada
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 49 (Exito)
Motivo: Daño (1d6+1)
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+1)=2
Motivo: Bonus Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 3
Motivo: Localización
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Motivo: Lanzada
Tirada: 1d100
Dificultad: 65-
Resultado: 36 (Exito)
Motivo: Daño (1d6+2)
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+2)=6
Motivo: Bonus Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: Localización
Tirada: 1d10
Resultado: 10
Turno de Haine.
Jodido monstruo, si salgo vivo me encomiendo a todos los santos.
Motivo: uso Suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: 15-
Resultado: 29 (Fracaso)
Motivo: local
Tirada: 1d10
Resultado: 1
Motivo: daño
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: +1d4
Tirada: 1d4
Resultado: 2
Acierto usando 14 puntos de suerte.
Cabeza?
Turno de Orazio.
Luego te digo, Haine. Venga chicos, dadle caña que nos eternizamos.
Aquella monstruosidad estaba gravemente herida, Orazio estaba seguro de ello. Podía verlo en su manera de moverse mucho menos ágil de la que hacía gala escasos momentos antes. El golpe que le había asestado había sido crucial cuanto menos y aquello le emocionó de una manera visceral.
Ahora todo el grupo atacaba a la criatura desde todos los flancos y él no estaba dispuestos a ser menos. Con un fiero grito se abalanzó de nuevo al combate pero se había dejado llevar por la emoción y su ataque falló por bien poco.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 47 (Fracaso)
Aich, debería haber gastado suerte XD
La bestia quiere mi sangre, puedo olerlo. Por suerte mi agilidad no se ha mermado en estas tierras lejanas y vuelvo a apartarme de su sanguinaria trayectoria. Por desgracia vuelvo a fallar con la lanza, hoy no es mi día y no podre vengarme del monstruo.
Motivo: Esquivar con Suerte
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 21 (Exito)
Motivo: Ataque lanza
Tirada: 1d100
Dificultad: 15-
Resultado: 95 (Fracaso)
Uso suerte en la esquiva, gasto 1 punto.
Resumen turno 3:
Aquel ser bicéfalo no tenían en mente más que quitar de enmedio al joven Rui, y otra embestida que hubo de acertarle, a no ser porque éste la esquivara sin problemas. Acto seguido, Guerrero le otorgó una buena lanzada en los cuartos delanteros.
Daño: 2 + 3 de bonus (sin protección): 5 puntos de daño.
Tras él fue Iktán, siempre decidido, e impactó la misma arma en la pata trasera del animal:
Daño: 6 + 2 de bonus (/2 por pata) (sin protección): 4 puntos de daño
Finalmente, fue Haine quien acabó definitivamente con la vida de la criatura. Tensó fuertemente su arco y su flecha fue dirigida a la cabeza del jaguar, cuyo virote se clavó dentro de su boca, en un momento en el que rugía: éste cayó por el peso al suelo.
Daño: 2 + 2 de bonus (*2 en cabeza) (sin protección): 8 puntos de daño.
La criatura había muerto, cayendo lateralmente sobre el suelo de la gran cavidad rocosa. Orazio y Rui, por su parte, estaban ya preparados con sus armas, aunque no hizo falta.
Aquella bestia había sido la primera vícitima de las Guerras Floridas...
Rui y Haine, restáos los puntos de suerte.
Haine, te añadí el bonus, que no lo habías tirado.
Entonces Iktán y Guerrero soltaron sus lanzas y fueron corriendo a ver el cuerpo de Joao, que permanecía tendido, yaciente. Entonces Iktán cogió su cabeza y comenzó a abrazarla con cuidado, meciéndose sobre sí mismo y con un aspecto de dolor interno importante...
- Ve con los dioses amigo -dice colgándose el arco a la espalda, aún jadeante se acerca hasta donde está Iktán y tras carraspear dice -deberíamos irnos, hay que continuar camino o se nos escaparán.
Muerta la bestia dejo caer mis brazos y hasta la lanza me parece una dura carga, zafarme de las embestidas mortales me ha consumido, es por ello que llego cabizbajo ante el cadáver de Orazio. Rezo en silencio una oración por el eterno descanso de su alma, o eso quiero creer. No puedo quitarme de la cabeza lo terrible que sería morir sin tener cristiana sepultura.
- Hay que enterrar a nuestro compañero... alcanzo a decir con un hilo de voz.
¿Enterrarlo? ¿Qué es lo que dices? -señaló Iktán aún apenado mientra se incorporaba-. Hemos de llevárselo hasta su familia, son ellos quienen han de entelar su cuerpo bajo la tierra cerca de su hogar.
Y aquella criatura quedó allí, tumbada y tendida, mientras Iktán comenzaba a cargar con el cuero de Joao. Guerrero volvió a liderar el grupo, esta vez hacia la salida de la cueva, descendiendo por aquel pasillo rocoso bien sumergido bajo tierra. Éste encontró otros pasadizos, y se internó por uno de ellos. Enseguida vísteis la macabra escena que quizá alguno sospechara: el resto de contrincantes de las Guerras Floridas yacían (más bien lo que quedaba de sus cuerpos), en una parte de la gruta, los cuáles estaban desfigurados, sangrientos, cercenados a base de mordiscos y arañazos; allí había una matanza muy severa, y lo más plausible es que aquel ser de dos cabezas hubiera acabado con su vida antes de que vosotros entráseis.
Reanudásteis la marcha hacia la salida. Por fín vísteis la luz del sol.