Partida Rol por web

Cuando Cliff entra en el cubo de la caja la compuerta se cierra tras de sí.

Zoe se asoma al cubo del que parecía provenir el grito lejano de una mujer. Es un cubo blanco, en la escalerilla de enfrente hay un hombre joven y atractivo, bajando. También ve una caja de cartón tirada en un rincón.

Cliff (joven atractivo y atlético, viste informal y lleva una Polaroid colgada del cuello) entra en el Cubo242, en el que hay una caja de cartón tirada en un rincón. Al entrar la compuerta se cierra y comienza a bajar lentamente la escalerilla.

Antes de tocar el suelo la compuerta de la pared opuesta se abre rompiendo el silencio con el ya conocido ruido de pistones. Al volverse ve a una joven pelirroja (Zoe, muy atractiva, viste un poco pija) agazapada en la escotilla entre el cubo del que viene y el cubo en el que él se encuentra.

Suena una voz de hombre desde la habitación contigua a la de la caja de cartón:

- Pero, qué es lo que hay ahí? Es la calle?

A mi espalda hablaban de números correltativos y coordenadas. Algunos parecían saber demasiadas cosas, así que seguía sin descartar que todo aquello fuera alguna especie de broma. Miré la compuerta en la que estaba asomada, a ver si allí también había números. Empezaba a sentirme ansiosa ¿Habría comida en algún sitio? Necesitaba fumar, y en vista de que el crío chino había sido el primero en sacar un cigarrillo yo no iba a ser menos.

Apoyé los codos en la compuerta mientras lo encendía. Sentía como si hubieran pasado siglos desde la última vez que había dado una calada. En año nuevo tendría que volver a intentar dejarlo...

Por las escaleras de enfrente bajaba un chico. Y vaya, menudo culo... Llevaba algo colgado del cuello que aún no podía ver.

-Bienvenido al cubo de los horrores.-  dije con la mejor de mis sonrisas.

Los números que ves son 232 y 242.

Entro en la habitación de la caja de cartón y enseguida se abre la compuerta de enfrente a mi apareciendo una chica pelirroja, la chica esta aun dentro de la compuerta encendiéndose un cigarro y me da la bienvenida con una sonrisa muy agradable. -Hola, veo que no somos los únicos aquí.- La comento con mi acento irlandés mientras me acerco a la caja de cartón. -De los horrores? Ha pasado algo aparte de lo obvio? Que es que nos han encerrado aquí a contra voluntad...- Pregunto curioso. -Soy Clifford, Cliff, si quieres, es más corto.- Añado devolviendo la sonrisa a la chica.

-Encantada, Cliff, yo soy Zoe.- Dije sonriente.- ¡Espera! ¡Antes de que bajes... ¿Qué números hay en tu puerta?

Señalé alargando el brazo, aún sin salir de mi cubículo.

-Pelirroja, ¡apunta!- le dije a Patricia, leyendo los números bajo mi brazo y esperando la respuesta del chico. Esperaba que la chica dibujara bien, como mínimo que fuera organizada y que no escribiera los números sin ton ni son. A saber cuántos cubos había ahí adentro.

-De momento no ha pasado nada interesante. ¿Has sido tú quien ha gritado antes? - pregunté, juraría que había escuchado una voz de chica, Cliff tenía la voz bastante más grave que una mujer.

-Encantado Zoe, los numeros son 252 de la habitación que vengo y 242 esta de aquí.- Le digo a Zoe, despues bajo y me encamino a la caja. Zoe comenta a alguien que apunte. -Cuantos sois? Yo vengo con dos chicas, están en la otra habitación.- Añado tras oirla pedir que alguien más apunte.

Zoe me dice que no ha pasado nada interesante, asiento haciendola ver que por mi parte igual. Cuando me pregunta si he sido yo quien ha gritado niego con la cabeza. -No, nosotros oímos gritar a un hombre. Fuistéis vosotros?- Comento, aunque por como a llamado a su acompañante debe ser otra mujer.

Miro hacia la puerta por la que he venido, me extraña que no entren estas chicas, ni Alexia ni Cassie, me encojo de hombros y cojo la caja. -Habéis visto otra cosa como esta en la habitación? Es la primera en la que estáis?- Añado un par de preguntas más.

-Nosotros somos cuatro -Explico.- No nos hemos movido de nuestro cubo aún. Debajo tenemos uno con pelotas, el 132, y en frente de este uno vacío. Y no, nosotros no hemos gritado, de hecho he abierto esta compuerta porque he oído una voz decir hola.

El de debajo del suyo era el 132, lo que debía de significar que, si tal y como decía Patricia, eran coordenadas, estaban muy cerca del uno de los bordes. ¿Qué pasaría si abrían la compuerta de abajo del cubo 132?

¿La pregunta era: En qué parte del borde estaría la salida? ¿O se saldría desde el centro del cubo?

Escucho a Zoe con atención, parece que todas las habitaciones serán iguales, quizás varien en color y contenido, pero exactamente iguales todas... -Con pelotas? Es una habitación valiente o esta llena de esferas de plástico?- Bromeo para quitar un poco de hierro al asunto que cada vez pinta peor.

-Parece ser que hay más gente por todo este entramado de habitaciones...- Deduzco facilmente. -Sabes que significan los números?- Pregunto finalmente, Cassie había indicado que había números, y Zoe los manda apuntar, esta claro que son importantes.

Abro la caja y le echo un ojo a ver que hay dentro de esta...

-Tenemos la teoría de que son coordenadas. Parece que el primer numero es la altura, el segundo el ancho, y supongo que el último será el largo. -Digo, señalando las puertas de los lados que seguían cerradas, eran las únicas que no habíamos mirado. ´-El piso de abajo es el primero.

Patricia era una chica inteligente, lo había deducido solo con ver dos números, a mi en cambio, me había costado más aceptarlo, pero vista la sucesión... tenía lógica.

Hasta la habitación llega de nuevo el sonido de la voz de Mario:

- Perdona guapa, ¿puedes entrar definitivamente o bajar de la escalerilla? Quiero echar un vistazo a lo que hay ahí. Después os dejaré seguir con vuestra conversación de tortolitos...

Miro hacia el cowboy. No soporto al tío este. Pero tiene tanto derecho como yo a mirar, así que, sin apagar el cigarrillo, paso al otro cubo con toda la elegancia que puedo.

Mario (ya en la esclusa hacia la 242) y Zoe, veis cómo Cliff se acerca a la caja, la coge y la levanta con facilidad (tiene el tamaño de una caja de zapatos), parece que no pesa mucho. La abre y mira en su interior.