Partida Rol por web

Fuco se quedó paralizado ante el ruido ya conocido que venia de las paredes, las cuchillas se habian activado de nuevo. Solo en el último momento fue capaz de reaccionar, no sabia si lo conseguiria...

El espacio libre no es lo suficientemente grande para los dos y una de las cuchillas arranca una pernera del pantalón a Fuco y le raspa la pierna entera, donde se ven varios cortes pequeños, parecidos a los que tiene ya el propio Konrad. No sangra mucho, pero es bastante doloroso.

JODER... A poco te quedas sin pierna... ¿te encuentras bien?

¡¡¡¡¡¡AAAAHHHHHH!!!!!!... ¡¡¡¡¡DIOOOOSSSSS!!!!!... ¡¡¡¿Que cojones pasa aqui?!!!!

Fuco olvidó la nacionalidad de un compañero por unos momentos y comenzó a hablarle en español a la vez que gesticulaba sin parar...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿Que es esto tio?... ¿Te ha pasado antes?... ¿Porque no avisas?!!!!!!!!

Pronto se dio cuenta de lo absurdo de la situación, se quedó muy callado y comenzó a reir en un gesto muy típico suyo, era su forma de liberar la presión, la risa. Cuando pudo controlar la situación volvio a hablar a su nuevo amigo.

No te preocupes, duele, pero estoy bien, parece que hay algun tipo de mecanismo que activa las cuchillas al movernos. Solo nos falta saber si es al hacer algún movimiento brusco o con un simple gesto. Imagino que debe ser al moverse bruscamente, ya que las puertas de los laterales se deben poder alcanzar de alguna forma. ¿Se te ocurre algo para poder llegar a ellas?

Creo que si... pero debemos de encontrar algo capaz de obstruir las cuchillas cuando salgan de nuevo, para que, una vez paralizadas, sean inofensivas.

Debes estar bromeando tio... no hay absolutamente nada aquí, yo no llevo nada en los bolsillos y los zapatos no creo que nos sirvan de mucho, las cuchillas los cortarian sin esfuerzo. ¿Ves tu algo que nos pueda servir?

He pensado que puede que no salgan si nos movemos lentamente, no me importaria intentarlo, ¿Como lo ves?

La compuerta del techo se abre y, desde lo alto, un muchacho gordo y con gruesas gafas de pasta os mira sorprendido.

Fuco miró hacia arriba, no pudo menos que pensar la pinta que debian tener los dos ahí, en medio de la habitación, juntitos y con cara de asustados. Cualquiera que los viese no sabria que pensar.

Tras unos segundos de sorpresa inicial consiguió articular unas palabras que más bien sonaron a gritos de advertencia.

¡EH!, ¡NO SE TE OCURRA BAJAR AQUI!

Enseguida se dio cuenta de la brusquedad de sus palabras, miró a su compañero que seguramente no había entendido nada puesto que en un acto reflejo había hablado en español, luego miró al chico con expresión arrepentida y esperó a que hablase.

El muchacho, aterrorizado, dice,

Cita:

Fuco miró al nuevo inqulino:

No te muevas, bajar aquí puede ser peligroso. Salen cuchillas de las paredes. ¿Es segura la habitación de arriba?. Podemos intentar subir y buscar una salida desde allí.

Luego miró a su compañero de celda:

¿Que te parece si intentamos alcanzar la trampilla de arriba subiendonos uno encima de otro?. Luego los que esten arriba pueden ayudar a subir al que esté abajo, arriba no hay trampas, al menos eso me pareció a mi cuando estuve allí.

La verdad es que es una buena idea... No creo quie lo que haya ahí arriba sea peor que lo de aquí...

Vamos, yo te aupo, que tu eres más ligero que yo...

Ok, intentaré subir. Luego desde arriba te ayudaremos con los brazos o haremos una "cuerda" con nuestros monos para ayudarte a ti. Fuco intentó sonar convincente, aunque el plan le parecia peligroso no veia otra salida, además contaban con la ayuda del chico de arriba. Miró hacia arriba y habló al chico que estaba asomado en la trampilla:

Vamos a intentar subir, me voy a alzar en los hombros de Konrad, tu intenta ayudarme cuando yo esté arriba, luego intentaremos subirle a él.

Acto seguido comenzó a auparse sobre los hombros de su compañero ya en posición e intentó estirar los brazos buscando la salida superior...

Una de las portezuelas laterales se abre y aparece un hombre con un brazo desgarrado y sangrante. Parece bastante malherido, asustado y se ha precipitado al hueco que hay entre las salas, acurrucado en ese mínimo espacio a pesar de su gran tamaño.

El muchacho gordo se quita el mono y lo cuelga a través de la compuerta. Fuco se agarra fuertemente a él, y se quedas colgado, oscilando, mientras Konrad intenta mantenerle en el centro para evitar las cuchillas que vuelven a circular por la habitación.

Cita:

Intenta hacer fuerza para tirar de ti, pero le cuesta bastante.

EL muchacho continúa tirando, suda copiosamente y parece que en cualquier momento va a caer rendido. Al final consigue izar a Fuco hasta el piso de arriba, se escucha que le pregunta,

Cita: