Partida Rol por web

El primer día había sido movidito desde luego. Nada más llegar un ataque de vete tu a saber quién había ocurrido. Luego habían intentado hacerlo pasar por un simulacro. ¿O era al revés? Nada tenía sentido realmente. Pero todo se había ordenado en vuestra cabeza casi como una anécdota más.

Amanecía en la H.A y era vuestro primer día de clases y el horario había sido publicado y había una nota pegada en las puertas de cada uno de los dormitorios, al menos de vuestra planta. Esta nota decía:

Tras desayunar, venid al patio.

Wolfagang Breuer

Era una nota de lo más extraña y en prinicipio no sabeis quien es el remitente de la nota

Recordais que el hombre de la nota, es uno de los profesores que daba una clase.

Me levanto estirándome y dando un gran bostezo. Me doy cuenta de que me había quedado dormido con la ropa puesta y con el libro en la cara así que lo guardo y aprovechando que Gustaf aún duerme me cambio con una muda de ropa que tenía en la mochila y dejo la otra sobre mi cama tras hacerla. Salgo de la habitación sin hacer ruido y leo el papel de la puerta.

-¿Pero donde podre desayunar?- pienso en voz alta me encojo de hombros y decido que la mejor idea es seguir a los demás alumnos que parecen saber hacia donde ir.

Me despierto con los ruidos que hace mi compañero de habitación al levantarse a pesar de ser leves, y suelto un-Pufffff- Por el trabajo que me cuesta en ese momento abrir los ojos, no digo nada ya que parece que está apunto de irse, voy al baño a lavarme bien la cara y tras vestirme cojo uno de los botes de cristal que puse en mi mesilla, lo lleno de agua y escribo en el papel "agua" lo dejo en la mesilla y me guardo otro vacío en el bolsillo de la camisa, según salgo veo un papel en la puerta. La mención del desayuno en este hace mis tripas rugir y buscar un comedor o algo por el estilo para callar mi estómago.

Ayer fue un día muy movidito: ataques, simulacros, me habían dado y quitado la katana el mismo día... no había sido uno de mis mejores días. Me levanté temprano, con ganas de empezar el día con buen pie y conseguir que me den de nuevo mi Kagegekijō. Nada más me levanté, me acerqué a la cama de Blanca para despertarla -Sara, wake up!!- le grité para que se espabilara; no quería que se quedara dormida el primer día de clase. Me fui al baño, me duché y me puse ropa limpia.
Luego abrí de la habitación, por si veía a algún compañero o algo así; pero lo que vi fue la nota. La leí; creo que ese tío era un profesor de algo relacionado con poderes... ¿o era de educación física? No me acuerdo con certeza. Deje la nota para que Sara la leyera -Vamos Sara, quiero que salgamos las dos juntas a desayunar y al patio luego- le dije animada metiendo un poquito de prisa.

Estaba soñando mis cosas con tranquilidad cuando de repente un grito en inglés me despierta. Lo primero que hago es pensar: que raro, ahora sueño en inglés. Luego abro los ojos, y es Julia rodeada de una habitación casi desconocida, y al instante me acuerdo de que la habitación está rodeada de una escuela para héroes, y casi al instante recuerdo lo que pasó el día anterior en esa escuela para héroes.

El mismo sentido tendría, si todavía estuviera soñando. Creo que hay alguna obra de teatro que dice algo al respecto...

Me incoporporo en la cama, despeinada y poniendo los ojos pequeños por el esfuerzo de enfocar sin gafas y saco una sonrisa haragana para mi compañera y para el nuevo día.

Hola Julia, buenos días.

Luego cojo las gafas, las limpio un poco con el aliento y la manga, y las dejo sobre mi nariz, entre el mundo y yo, más o menos. Ya me siento persona. Pero no mucho.

Como me noto un poco nerviosa, todavía sentada en la cama me pongo a meditar un poco mientras Julia se ducha. Quiero tomarme el día con calma, y diez minutitos de respirar con tranquilidad me serán de ayuda.

Julia sale de la ducha y se va para la puerta. Yo acabo mi meditación y doy un bostezo largo y casi silencioso. Julia vuelve con la nota del tal Martin Breuer, que si no recuerdo mal daba física de los poderes o educación física con los poderes o algo así. Supongo que si tenemos que ir al patio será educación física. A ver como va...

Después Julia me invita a desayunar con ella, metiéndome un poco de prisa por el camino. Pero no mucha, creo. 

Gracias, me apetece que vayamos juntas. Eso sí, todavía me tengo que duchar y eso.

Todavía sentada en la cama, estiro el cuerpo tanto como puedo en otro bostezo y me levanto. Mientras voy hacia la ducha, me detengo un instante mirando fijamente a Julia a los ojos durante un segundo más de lo socialmente normal porque he pensado que con la calma de después de meditar y eso es un buen momento para recordarle a Julia que

Julia, yo no me hago invisible. Me da rabia que lo digan. No lo vuelvas a decir, por favor. Me caes bien.

Y voy a ducharme, a vestirme, y supongo que si no nos encontramos un ataque-simulacro sorpresivo, a desayunar con Julia.

después de ver la nota, me lavo la cara en el lavabo del baño(si es que hay uno) y ya menos dormido me dirijo al comedor para desayunar algo.... que mi tripa rujía como si no hubiera un mañana.

Todos os habíais levantado con mas facilidad o no y con mas dificultades o menos habíais localizado el comedor en la planta baja al lado del cuarto donde os habían examinado el día antes. El comedor era una sala inmensa, la cual a alguno de vosotros le recordaba al comedor de Hogwarts con mesas de madera increiblemente largas, lo cual desentonaba con el aspecto pulcro y metálico del resto de las instalaciones.

Ahí visteis como había chavales de todas las edades. Algunos con aspectos extraños mientras otros parecían los típicos estudiantes de instituto que os habríais encontrado de no haber elegido ingresar en la H.A. Además de ellos había pululando por ahí, una especie de ovnis los cuales transportaban la comida y los platos vacíos

Los desayunos aparecieron delante de vosotros al instante gracias a los robots que había por la sala. Parece como que hubiesen detectado que alguien se hubiese sentado en ese sitio y habían llevado raudos la comida hasta vosotros. Al dejaros los platos, hicieron un sonoro pitido como si se despidieran de vosotros o os dijeran "Que aproveche".

Tras el desayuno copioso, fuisteis hacia el patio donde os esperaba un hombre con el pelo blanco y gafas que sonreía como si tuviese un rictus en la cara. Junto a él se encuentra Salvatore levitando bajo control a su lado mientras le pregunta algo que no llegais a oír.

¡Buenas chicos! A veeeer uno, dos, tres, cuatro,.... Me falta uno. 

Nada más decir eso, podeis escuchar un grito. "MIERDA" que sale del edificio donde estaban los dormitorios, seguido una persona corriendo y llegando como una estela hasta donde estabais vosotros. Era Adwin, quien por su cara había dormido demasiado.

-Perdón, perdón, perdón

-Tranquilo, hombre... Has llegado a tiempo. Bueno, ahora que estamos todos os cuento porque os he reunido aquí. Soy el profesor Wolfgang Breuer y estais aquí porque necesito recopilar algunos datos de vosotros para determinar en que equipo poneros para las pruebas finales del curso. La mayoría ya han pasado estas pruebas pero vuestros expedientes se traspapelaron y no hay datos vuestros, quitando vuestros poderes. Además estoy bastante entusiasmado porque sois los supervivientes que pelearon ayer contra los atacantes de ayer, así que tengo muchas esperanzas en ver cosas impresionantes.

Bien empezemos. Carrera de 100 metros lisos. Como si estuviesemos en el colegio. ¿Quien quiere ser el primero?

Antes de que se me olvide... Una gran onda de poder parecía emanar del profesor hacia vosotros. Sois libres de usar vuestros poderes ahora mismo. Notareis que teneis control total sobre ellos y por supuesto sois libres de usarlos para machacar a vuestros compañeros.

Lo dicho, ¿algún voluntario?

Al ver que nadie se presentaba voluntario di un paso hacia adelante y levante la mano. Decidí aprovechar lo que había hecho el profesor para intentar algo nuevo. Sabía que mi cerebro funcionaba por impulsos eléctricos así que respire hondo me concentre en esos impulsos y los acelere todo lo posible por consecuencia mi cuerpo empezó a chisporrotear electricidad.

Note como todo ocurría ligeramente mas lento a mi alrededor así que me coloque en posición y empece a correr hasta el final y al llegar deshice lo que había hecho antes. Sentía un cansancio increíble como si hubiera corrido 10 veces mas pero al menos me alegraba de que había salido bien.

Al ver como el de los mikados corría dije: -Sigo yo- me puse en posición y empece a correr sin una idea al principio de como utilizar mis poderes, no corría mal pero en medio del camino se me ocurrió algo, ¿Porqué no utilizar el fuego para impulsarme? pero la verdadera pregunta era ¿Como haría eso?, decidí tratar de expulsar fuego por mi espalda para propulsar me pero las llamas fueron tan pequeñas que no me sirvieron de mucho apoyo.

Solté una leve risita al ver a Adwin llegar tarde y disculparse. Me alegré de ver que estaba bien luego del golpe que le propinaron en el ataque -Hi Adwin, me alegro de verte de una pieza- le dije con una sonrisa.

Al parecer, había que realizar pruebas físicas para que vieran nuestro nivel… uff, podría haber sido antes de que me hubiera comido un plato de huevos con bacon y un bollo como mi cabeza de grande en el desayuno, pero haría lo que pudiera -No tendría que haber comido tanto hoy… ¡Pero estaba todo tan bueno!- pensé un poco arrepentida. Lo primero era la carrera de 100m, a ver como salía. Los dos compañeros que tuve delante usaron sus poderes: uno parecía una centella, y el otro… un especialista al que han prendido fuego, no entiendo porque. Usar mis poderes sería un poco inútil; que corran cinco como yo solo serviría para cansarme como si hubiera corrido 500m.

-Voy ahora yo teacher- le dije animada, aunque aún no sabía como me saldría. Me coloqué en el sitio y empecé a correr cuando él indicó... corrí de pena, me sentía demasiado pesada como para avanzar en condiciones. Terminé muy decepcionada y alicaída -Jo... que actuación más penosa... maldito desayuno...- me dije a mi misma.

Me gustaron los ovnis, pero no mucho. No sabía si darles las gracias, pero igualmente, por si acaso, lo hice. El nuevo profesor es raro, pero no mucho. Me cae bien, pero no mucho.

El de los mikados parece un led volador. 

Mmm, y yo como uso mi poder para correr? Total, ni se notaría que lo estoy usando...

El que hace fuego hizo fuego. Y corrió mucho.

Es que no lo notaría ni yo...

Julia parece distraída por algo. Podría haberse hecho una catapulta de clones o algo así.

No lo notaría ni yo... no lo notaría ni yo... no lo notaría ni yo... mmm... y eso sería bueno? Si no me notara el cuerpo al tacto, no me notaría el dolor y podría sobreesforzarme. Pero no mucho.

Voy yo!

Doy medio paso adelante, me limpio las gafas con aliento y la manga, cierro los ojos y visualizo como el tacto de mi cuerpo se adormece. Como cuando me estoy durmiendo, hasta que no lo siento. 

Luego corro tanto como puedo, pero pienso algo gracioso, me desconcentro, y pierdo toda la concentración. De repente, no solo noto el cuerpo otra vez, sino que además también me cuesta un doloroso esfuerzo mover cada músculo, como si tuviera un esguince general. Y el mismo dolor no me deja concentrarme para quitármelo, y a duras penas se puede decir que esté corriendo. Así que acabo los cien metros como buenamente puedo y descanso aliviada. 

Vaya, pruebas físicas ¡Como lo odio! Afortunadamente se pueden utilizar los poderes y no será tan duro como otras veces.

Mientras que otros realizan la prueba trazo un plan para aprovechar al máximo mis poderes, tan solo pegar un fuerte impuso con mis pies y moverme a mi mismo moviendo mi ropa hacia adelante, quizá me convenga hacerlo tumbado para reducir la fuerza de rozamiento, de espaldas para que no se rompa la camisa por los botones y volar a ras para ganar mas velocidad, no desaprovechar mi poder ganando altura, sino longitud y así aumentar mi velocidad. Espero que no me diga nada el profesor por no tocar más que una vez el suelo.

-Voy yo ahora- Digo después de que la chica con gafas que llevaba un pelo parecido al mio.

Me pongo en posición de salida y me tiro en plancha contra el suelo, en el momento en el que empiezo a caer tiro con mi mente del cuello de la camisa, de las mangas, de la cintura del pantalón y de los zapatos para no rozar el suelo, volando muy bajo, completamente en horizontal y de espaldas, ir cien metros así acaba por cansarme bastante, pero el método ha sido de lo más acertado, llego muy orgulloso del tiempo que tardé, pero cayendo al suelo y rodando un par de veces, no pensé bien en el aterrizaje. Esta forma de moverse rápido puede serme útil en un futuro, pero no para llegar a una batalla, ya que les estaría sirviendo mi cabeza en bandeja, debería pensar otra forma o practicar ese aterrizaje, sería en todo caso una huida efectiva, y no queremos huir realmente a no ser que sea imprescindible.

Ya solo quedaban tres personas del grupo. Makoto había corrido como un chico de su edad, nada destacable en verdad. Adwin por su parte, había empezado a correr a cuatro patas a una velocidad un poco más rápida de la media hasta que se distrajo y empezó a seguir a un pájaro. Por último, Salvatore se hizo flotando frente a vosotros y empezó a avanzar llevado por una corriente de aire, llegando de los primeros de todos.

Todos habíais hecho unos tiempos bastante envidiables y para nada normales para chicos de vuestra edad, aunque algunos habíais tenido problemas para controlar vuestro poder. Tras la carrera de cada uno, podeis ver como el profesor, apunta notas en un bloc en un cuaderno y os sigue mirando y asintiendo con la cabeza.

Al acabar todos, el profesor dejó el bloc y empezó a aplaudir.

¡Muy bien todos! Vamos a pasar a la siguiente prueba. Os voy a separar en dos grupos y vamos a jugar a balón prisionero. Las reglas son muy sencillas. Lanzar la pelota, golpear a un contrincante y que ningun compañero suyo coja la pelota antes de botar.

Tras esto os separó en dos grupos lanzando una moneda para decidirlo:

El equipo 1 sereis Rin, Adwin, Sara y Makoto y el equipo 2 sereis Salvatore, Kuroe, Julia y Gustaf

Tiene la pelota el equipo 1 - proclamó lanzando la moneda al aire.

El profesor no tiene cronómetro. Lo más probable es que no haya tomado tiempos. Entonces ¿qué estaba apuntando?

¿Balón prisionero? Bueno al menos aquí puedo usar poderes.

Sabía que no serviría de nada intentar lanzar por pura fuerza así que tenía que tener una idea ingeniosa para usar mis poderes o no serviría de mucho. De repente se me ocurre una idea, agarro el balón que nos da el profesor y lo cargo con electricidad de carga positiva con cuidado de no quemarlo y lo lanzo hacía la persona mas cercana pero justo antes de que impacte lanzo un bola de electricidad también de carga positiva haciendo un efecto imán y provocando que el balón cambie bruscamente de dirección hacia Gustaf.