Partida Rol por web

Daemoniorum Eventa in Salmantica

Buscando al judío - Escena de juego

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02/11/2022, 12:51
Pablo de Bracamonte

Pablo aun con dudas en su rostro.

-Vamos a asaltar a todos los que pasen por el camino o a todos los que vean al cerero? Como dijo el padre, es posible que aparenten ser gentes normales, padre no tiene alguna descripción de los hombres? algo para reconocerlos?

Al escuchar la propuesta de seguirlos o interrogarlos.

-No somos un grupo muy discreto por lo que hacerlos hablar por la fuerza seria casi seguro...Y si intentamos seguirlos y los perdemos nos quedaríamos sin pistas.

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03/11/2022, 09:42
Pedro Ramírez

Son noticias que van y vienen a esta iglesia, muchacho -le dijo el cura a Pablo-. Ninguna descripción tengo de ellos... Niños, mujeres, ancianos... quién sabe quién puede estar ayudando a ese malhechor.

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03/11/2022, 09:43
Lope Girón Fernández

Respecto a combatirles, esperemos que no sea necesario, pero habrá que ir pensando en que tal vez opongan resistencia a ser interrogados.

No dejaré que mi señor padre arruine su fortuna -respondió eso a Lope-. Si hemos de encontrarles y lo hacemos, daos por seguro que cantarán más que el gallo por la mañana -Don Lope dio unos toquecitos al pomo de su espada, que estaba atada al cinto-.

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03/11/2022, 16:52
Ignacio Durango

-Tan solo tenemos esa información Pablo, podemos tratar de buscar en otro lugar de Salamanca, o ir a vigilar quien visita al cerero de Cantalpino. Y aunque nada sabemos de como serán los esbirros de Eleazar, ir a vigilar al cerero me parece que es nuestra mejor opción. ¿Qué hacemos?- A el tampoco le gustaba tener que actuar con tan poca información, pero era lo mejor que tenían y no pensaba que fuesen tantas las gentes que irían en un día a ver al cerero, aunque no lo sabía. De cualquier forma, tenían que tomar una decisión y hacerlo cuanto antes. 

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04/11/2022, 18:13
Julia Brito

Quedé a la expectativa y uno a uno fueron contestando. La mayoría queríamos ir a Cantalpino, pero a Pablo parecía que no le gustaba mucho la idea. Medité sobre todo lo dicho y expuse mi opinión.

-"Está claro que yo no valgo para combatir u otra acción que sea física. Ni tengo vuestra talla ni vuestra fuerza, pero Dios si me dio una cabeza para pensar. ¡Tampoco vamos a ir asaltando a nadie por los caminos, Jesús! No sé qué opinión tienes de nosotros, Pablo, pero no es esa a la que aludes. Si vamos a Cantalpino es porque allí podemos obtener una pista sobre el paradero de Eleazar. Si llegamos antes que esa chusma, podremos hablar con el cerero y tratar con él. Si los secuaces del judío van a hacerle un encargo, puede que el cerero luego se lo mande a algún sitio, con lo que no tendríamos que lidiar con esa gente. Si en cambio van a comprarlo y llevárselo directamente, entonces sí tocaría pensar en qué hacer: o seguirles o sacarles la información por la fuerza..." Les comenté.

Me quedé con las manos en jarras, esperando la orden de don Lope.

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05/11/2022, 12:30
Pablo de Bracamonte

Pablo pensativo lleva su mano a tu barbilla.

-Entonces el plan es seguirlos y si nos descubren los asaltamos? Es buen plan. Quien es el mas discreto de nosotros? Para que esa persona pueda acercarse mas y al vez escuchar algo, en caso de que lo atrapen los demas vamos en su ayuda.

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05/11/2022, 14:18
Julia Brito

Cuando veo que Pablo intenta cogerme la barbilla, se la aparto de un manotazo. Siempre he tenido genio, y más si era para proteger mi integridad física. No sé qué se pensaría, pero yo no era ninguna fulana.

-"No, creo que no me has escuchado bien o no me has entendido." Le dije, pensando si estaba bien o le aquejaba alguna enfermedad.

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05/11/2022, 15:18
Pablo de Bracamonte

Pablo mira a la mujer expectante unos segundos para responder.

-Esos hombres son pistas, no podemos dejar que desaparezcan así como si nada. Todo lo que has dicho podríamos hacerlo sin problemas, pero el debate actual es que hacemos con los hombres del brujo?

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06/11/2022, 12:56
Ignacio Durango

Nacho se quedó un tanto sorprendido con la mano de Pablo y la barbilla de Julia. Y también con las preguntas de Pablo. Tras unos minutos cavilando que decir, comentó.

-No se que es lo que tendremos que hacer con los hombres del brujo, llegado el caso habrá que tomar esa decisión. En cuanto a quien puede acercarse para escuchar, y hacerlo con disimulo, supongo que cualquiera de nosotros excepto Don Lope, bien podríamos pasar por pueblerinos, a fin de cuentas es lo que somos. Pero insisto, deberíamos ir ya a Cantalpino y hablar con el cerero. Aunque no sea mucho, es lo mejor que tenemos, siempre que lleguemos antes que los secuaces de Eleazar.- Había que partir ya y dejarse de diálogos, no podían perder el tiempo, si llegaban tarde, habrían perdido su mejor oportunidad, y la única que tenían de momento, para encontrar al judío.

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06/11/2022, 18:33
Lope Girón Fernández

pero el debate actual es que hacemos con los hombres del brujo?

No hay ningún debate... los pasaremos a cuchillo, como a ese judío malnacido cuando demos con él -interrumpió don Lope, quien os dejó unos minutos para dar vuestra opinión-. Nadie sabe que les buscamos. Podemos ir allí como quien va de viaje o regresa a su hogar... No he estado sirviendo al rey con mi espada para amilanarme con unos delincuentes de poca monta...

Sabía don Lope que no érais estricamente soldados, sino las personas que adquirieron un pago por un favor. Por ende, aún así, confiaba en que pudiérais, entre todos, dar con Eleazar antes de que cobrase el talonario de su padre y lo arruinara...

Déjalo, Pablo. Estas cuestiones iremos viendolas en camino, y el camino se hace andando... Padre Pedro -ahora al cura de la iglesia de Santiago-. Gracias por el aviso. Nos ponemos ya en camino.

 

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06/11/2022, 18:38
Pedro Ramírez

Gracias a vos, señor -respondió-. Tened cuidado en esos caminos. Id con Dios.

Y después salísteis del templo

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06/11/2022, 18:39
Director

De tal forma quedásteis atrás, a las puertas del templo, al párroco de Santiago. Volvísteis a la ciudad, pues si habíais de viajar a Cantalpino habríais de viajar al noreste (como comentó don Lope). Y por ello que recorrísteis la ciudad amurallada de sur a norte, saliendo por la salida del lienzo noroeste. No obstante, antes de salir de la ciudad, tomásteis en una taberna unas cuantas provisiones, cecina, higos y algo de queso (todo por voluntad y pago de don Lope).

Y tal que así, pronto dejásteis atrás la ciudad. El camino se estimaba, como ya sabíais, en un día a pie, aunque lo bueno es que la dirección que había hacia Cantalpino la componían terrenos planos y extensos, sin ningún tipo de elevación (tan sólo arroyos aquí y allá). Sin duda que al menos eso teníais por suerte.

* * *

Habiendo ya parado a descansar, comísteis algo de lo adquirido y seguísteis camino. Durante el viaje daba tiempo a propiciar los pasos con chanzas y charlas, estaba claro.

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06/11/2022, 18:42
Lope Girón Fernández

Caminaba Ignacio primero por la vereda, y detrás de él estaba el señor noble. Detrás de ellos estaban Pablo y Julia.

¿Quien sabe...? -dijo en un momento de silencio-, si ese cerero del que sabemos no está metido en este asunto, si colabora con ese Eleazar... ¿vosotros... habéis oído historias de brujería y malignidad alguna vez? -quiso saber don Lope-.

Notas de juego

Vais camino de Cantalpino. El terreno es suave y comienza la tarde, soleada.

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07/11/2022, 14:42
Ignacio Durango

A Nacho aquellas palabras que dejaban bien claras las intenciones de Don Lope, le preocuparon. El era un joven cazador, que había aceptado un trato con el noble por las monedas que tanta falta le hacían, pero de ahí a ir matando a semejantes, había una buena distancia, que el joven ni tan siquiera se había parado a pensar. No quería matar por matar, ni tan siquiera se creía capaz de hacerlo. Una cosa era matar un lobo, un zorro, una liebre o un venado, y otra muy diferente era matar a una persona. Aun así, nada dijo, pero no sabía si llegado el momento tendría el arrojo como para acabar con un semejante. Si su vida o la de sus compañeros corría riesgo, suponía que lo haría, o al menos lo intentaría, pero a sangre fría, sencillamente se veía incapaz de hacer tal cosa. Tan solo pensarlo le horrorizaba.

El camino sirvió para despejar su mente y traer un poco de alegría a su cuerpo y mente, decididamente el no estaba hecho para la ciudad, tanta gente le producía una sensación de agobio y le incomodaba, era un alma libre, hecha para vagar por montes y caminos. A las palabras de Don Lope, contestó:

-Es posible que el cerero este implicado, pero también pudiera ser que no lo esté, y que necesiten de sus servicios, de todas formas, mejor que cuando hablemos con el seamos prudentes, por si estaría compinchado. Respecto a brujerías, poco o nada se, algo escuche en mi pueblo de una joven que estaba endemoniada la cual yacía con el mozo que podía, y que decían que su presencia cortaba la leche de las cabras. Pero el cura hablo con el obispo y se la llevaron a un convento. Desde entonces nada más supimos de la Paulina. No se de estas cosas, pero más me parecía a mi, moza casquivana que persona embrujada, pero donde manda iglesia, tan solo decir amen.- Allí en su pueblo tenían un gran respeto por Don Marcelo, cura estricto y severo, que casi inspiraba miedo a niños y mayores. 

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09/11/2022, 09:22
Director

Escuchó atento don Lope la anécdota del cazador Ignacio mientras hacían camino. El tiempo acompañaba, y si no fuera por la desazón interna del noble por el asunto de su padre, bien que habría disfrutado aquel largo paseo.

Aún os quedaban unas horas de luz, pues habíais caminado gran parte de la mañana. La tarde era soleada y apretásteis un poco el paso, en base a vuestras posibilidades. Os cruzásteis con algún viajero, pero poco más: vuestra única compañía eran arroyos, un punte de piedra y algún otro pastor que se veía en la lejanía del sendero que seguíais.

* * *

Un par de horas después, a media tarde, veíais la localidad de Cantalpino a lo lejos. No era un punto pequeño en el horizonte, sino que estaba bastante más cerca. Sus pocos tejados no se dejaban ver desde aquella distancia tanto como su iglesia, que se alzaba por encima de las casas. Entonces vísteis dos figuras que se aproximaban a vosotros. Eran dos siluetas, a pie: una de ellas era un tipo alto y fuerte, con ropas de cuero y otra era un tipo más menguado, con unas prendas como de hábito y capucha, pero sin serlo. Ambos tenían el cabello oscuro. Caminaban en sentido contrario al vuestro dirección a Salamanca. En pocos minutos os cruzaríais con ellos.

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09/11/2022, 11:52
Pablo de Bracamonte

Pablo ante las dudas ha estado observando a cada viajero del camino buscando algo extraño, "personas que no vivieran de la tierra o del comercio?". Teniendo a Cantalpino se encuentra con dos individuos fuera de lo común en el camino por lo que Pablo los examina con cuidado pues algo no cuadra del todo.

- Tiradas (1)
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09/11/2022, 16:16
Ignacio Durango

Nacho disfrutó de aquella jornada, andando por caminos respirando el aire limpio del campo, y más aún con aquel buen tiempo. No fueron muchas las personas con las que se cruzaron, y justo a las afueras de Cantalpino se encontraron de frente con dos viajeros, que ya echada la tarde abandonaban el pueblo. Aquellas no eran horas para vagar por los campos, ese detalle ya por si solo, le hizo fijarse más en aquellas personas.

Pero tras mirarlas con cierto disimulo, pensó que se trataría de dos vecinos que vivían en alguna casa de las afueras, o que tendrían que realizar algún trabajo en alguna finca cercana. Nada extraño vio en ellos. 

- Tiradas (1)
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10/11/2022, 00:49
Julia Brito

Dejamos atrás la ciudad de Salamanca para recorrer el camino que llevaba a Cantalpino y entrevistarnos con el cerero. No sabía qué nos íbamos a encontrar allí, y las dudas en mis compañeros me ponían nerviosa. ¿Qué hacer si el cerero estaba conchabado con Eleazar? No quería ni pensarlo, dado que la solución de los demás era usar el acero y la fuerza bruta. Yo ahí me mantendría al margen, no fuera a salir herida.

-"Parece que se acercan dos personas a nuestra vera. Tengamos cuidado, no vayan a ser dos esbirros del judío que vuelven de sus pesquisas." Dije algo asustada.

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11/11/2022, 11:21
Hombre encapuchado

Con el pueblo a sus espaldas, aquellas dos figuras se acercaban por el camino, y vosotras hacia ellas. Minutos después, unos os alcanzásteis a los otros en un punto del sendero.

A las buenas... -dijo el hombre menudo y bajito, deteniéndose, y con él el otro, más alto y corpulento-. Perdonen el atrevimiento, ¿no serán ustedes siervos... -se paró, al ver las ropas de don Lope, que no eran de servidumbre-, o enviados de don Froilán, verdad? -quedó con cara de espera, con las cejas levantadas-. Don Salvador está ya desesperado... -añadió-.

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11/11/2022, 11:22
Hombre alto

El otro os miraba sin decir nada, callado. Su rostro era serio y prudente.