Partida Rol por web

La habitación está llena de libros de toda clase, novelas, drama, manga...

También podéis encontrar una cámara de vigilancia en uno de los extremos, un televisor y unos altavoces, como en el resto de las salas.

Maxwell llega al lugar y comienza a buscar una especie de registro, pues era una Biblioteca debería tener un registro de los libros que allá se encontraban, en particular buscó algo que pudiera relacionarse con la Escuela, con Monokuma, libros de defensa personal y libros de detectives o con relación a asesinatos y sus métodos; también buscó si había alguna Biblia -o varias- en la estancia.

Por último, pero no menos importante, se fijó en lo que había sobre la mesa y en aquel cartel.

Investigando la biblioteca podéis encontrar todos los libros que estáis buscando, incluso uno de Monokuma llamado: "Las diferentes caras de Monokuma" parece que el libro esté hecho por un niño de cuatro años y contiene un montón de fotos con expresiones nunca vistas en vuestro secuestrador.

También encontráis una cuerda larga y resistente y poleas que podéis usar para un asesinato más complicado.

El cartel lee: "Podéis hacer ruido en la biblioteca, nunca me han gustado los libros. Firmado: Monokuma"

Estáis agotados, no creeis que podáis investigar más.

Enrico Maxwell agarró aquella cuerda larga, pues al parecer era algo peligroso que no deseaba que nadie usara, pues a fin de cuentas esta podía crearse para hacer una soga y el suicidio era un pecado mortal. Sin perder de vista a aquel rastafari que también deambulaba por la sala y aún así sin dirigirle palabra alguna.

Yukiashi observa cómo el pastor tomaba la cuerda de la mesa antes de intervenir.

Buena idea, deberíamos comunicar a los demás este hallazgo.

Con un tono glacial, Yukiashi deja bien claro que no se fía de que aquel chico tenga la cuerda.

Fukumori entra en la sala para ver una escena de tensión entre Maxwell y Tenko, parece este último no le quita el ojo de encima al primero. ¿Qué habrán encontrado investigando la biblioteca? Fukumori no puede ver nada a plena vista que resalte excepto un libro abierto con un montón de dibujos que parecen hechos por un niño de cuatro años.

- Veo que os lo estáis pasando bien. - Dejo la maceta improvisada a un lado.- No le hagas ni puto caso al fanático este. 

Miro el libro con dibujitos.

- Me esperaba que le tuvierais gusto a un tipo de lectura más adulta.

"Vamos a ver, si fuera un psicópata que cree que la vida escolar es maravillosa y los encerrados son mis espécimenes...". Dudaba que hubiera unos archivos sobre nosotros, o en todo caso deberían estar en el despacho del director. Pero si nos tenía capturados como si fueramos Pokemons, igual tenía algo de información sobre nosotros en las enciclopedias. 

Maxwell viendo que aquella silenciosa biblioteca poco a poco se estaba convirtiendo en un lugar bullicioso dejó de lado su silencio y comenzó a hablar, o mejor dicho a explicar a aquel recién llegado acerca de lo que estaba ocurriendo en la biblioteca antes de que él hubiera aparecido en el lugar.

-Descuida, no hago caso a lo que diga el Rastafari. ¿Te puedes creer que ellos piensan que Jesús no es más que un Profeta y que el último profeta fue un Rey de Etiopía?. Además que odian por naturaleza al hombre blanco. Sí, me he informado bastante sobre los tipejos de tu calaña... Antiguos Judíos Negros que degeneraron en eso que llevas en la cabeza...

Podría rebatirte tus argumentos, pero me parece más interesante hacerle notar a nuestro nuevo amigo qué es lo que te has apropiado ahora mismo.

Y dirigiéndose entonces al recién llegado, sigue explicando.

Encontramos una soga con algunas poleas. Aquí, nuestro amigo de la religión supremacista, se la ha agenciado enseguida, me preocupa que con no muy buenas intenciones. Al fin y al cabo, ¿qué puedo esperar de un sectario tan radical que no ha hecho más que mirar por encima del hombro a cuantos no comparten sus estúpidas creencias?

Maxwell niega con la cabeza, al parecer aquel tipejo lo odiaba por algún motivo y no decía más que tonterías en su contra, quizás sea porque cree en un falso profeta y que sus ideales y creencias han sido trastocadas por el Maligno o por los Intereses Económicos de Particulares o Empresas. Una vergüenza.

-En primer lugar, acepto que otros estén profundamente equivocados en escoger una creencia falsa. En segundo lugar, si no fuera porque hay tanto ignorante suelto, yo no estaría aquí con el objetivo de convertirlos a todos y salvar sus pecaminosas almas. Así que, ya me agradecerás luego.

-En tercer y último lugar, he cogido una cuerda con el objetivo que nadie la use para malos fines, como puede ser por ejemplo, suicidarse. Siendo pues uno de los más altos incumplimientos a la Ley Divina, pues la auto-preservación es un mandato del Señor.

-Ya ni que decir tiene, que alguien la use para dañar a otros, algo que ha sugerido nuestro compañero porreta. Un pensamiento agresivo y diabólico propio de alguien de su color de piel, y no lo digo yo, lo dicen las estadísticas. ¿Cómo es posible que el 10% de la Población cometa el 70% de los crímenes?. No me extrañaría que sacaras una navaja de esos pantalones caídos y comenzaras a asaltar a las jóvenes que hay ahora desprotegidas... Que Dios te guíe por el camino de la rectitud y no te deje caer en los bajos deseos cual animal.

No puedo evitar volver a reírme del tipo este.

- Ahora lo entiendo, no eres el Super Obispo, eres el Super Cuñao.-No me podía creer que el tipo este fuera tan ridículo.- En todo caso, todo el mundo está garrapiñando cosas. Igual le podemos dar algún uso no letal.

    Monokuma:

Ahí le has dado bien, Fukumori-kun. ¿Qué hará el apuesto y confiado Maxwell? Oooh, este episodio está poniéndose muy interesante.

La figura del director osezno sólo se hace clara cuando escucháis su voz, parece que ha estado allí durante un tiempo comiendo deliciosa miel mientras os escuchaba discutir. 

Pese a que se sobresaltó levemente por la repentina aparición del Director de la Escuela, Maxwell no dejó entrever a aquellos dos hombres su aparente nerviosismo por la presencia de aquel oso infernal. Así como la ira que estaba creciendo dentro de él al escuchar a tanto hereje hablar. Por desgracia Dios permitió que el hombre abrace la estupidez.

-Pese a que sus palabras tengan como objetivo herirme; he de decir que no le guardo ningún rencor. A fin de cuentas es el Padre el que sufre de los devenires de un hijo descarriado y es el Padre el que ha de enderezarlo por el camino de la firmeza, el ejemplo y el amor y la comprensión.

-Perdono tus palabras ponzoñosas, hijo mío.  Sé que estás pasando por numerosas pruebas en estos momentos y es lógico que te sientas confundido, herido e indefenso ante la situación en la que nos encontramos. Es lógico que no seas capaz de distinguir de amigos y de enemigos. Por tanto, esos ataques verbales contra mi persona, no son más que meros mecanismos de defensa ante un alma aterrorizada por lo que está a ocurrir a su alrededor.

-No se preocupe. Siempre que necesite confesar sus pecados, un hombro al que llorar, o un amigo al que pedir consejo. Ahí estaré. Pues la Santa Iglesia me ha concedido el Don de la discreción y de la absolución de los pecados de los arrepentidos. Y, pese a que la situación no es tal y como debería, haré lo mejor que pueda mi trabajo en este lugar.

La cuerda aún seguía en su posesión y no parecía tener ganas de hablar sobre ella o incluso de entregarla a aquellos hombres o dejarla en donde la había encontrado. Pues esta cuerda puede ser dañina para uno mismo y para otros, su deber como el Pastor de este rebaño es que nadie resulte herido y que nadie caiga en las garras del maligno.

Es activa, tendrás que esperar a que alguno de los dos abandone la sala, de momento tú tienes el toro cogido por los cuernos, mientras tengas la cuerda y no te muevas de la sala, tampoco se moverá Tenko. Otra cosa es Fukumori, tendrás que ingeniártelas para que quiera marcharse y poder usar tu poder.

Sí, sí, muy bien, Minwell. Entonces, si tan comprensivo eres y tan preocupado estás por la situación, entenderás que lo más correcto sería mostrarles la soga a nuestros compañeros y decidir como equipo cuál es la mejor manera de proceder, ¿no crees?

Se vuelve hacia Monokuma, con una mirada inquietante.

Y tú, cara culo. ¿De dónde has salido? ¿Quién te controla? ¿Por qué está pasando esto?
 

Maxwell niega con la cabeza ante tal absurda proposición por parte de aquel porreta piojoso, la democracia solo sirve si la sociedad a la que vota está completamente formada y tienen los mismos ideales y puntos de vista, con ligeros matices, pero con un mismo objetivo no egoísta.

-El Hombre siempre tenderá al pecado porque su condición así lo indica. La Virtud y la Fé es lo único que lo aleja de las garras del Maligno y los mantiene en el camino de la rectitud moral. Así pues, ¿Como espera hacer unas votaciones democráticas y que el resultado se bueno, si la sociedad a la que se le permite decidir está corrupta?.

-No, no, no... La Soga la guardaré y nadie la usará, ni en contra de otros, ni en contra de uno mismo.

-El deber de un Pastor es guiar al rebaño, ante el plácido sol y la terrible tormenta. Y ahora, más que nunca; nadie puede ver una tentación para cometer el crimen mortal, para sí como para otros.

Maxwell entonces se fija hacia el otro compañero, que por algún motivo parecía demasiado relajado y distendido, y su ropa era demasiado casual, no al estilo del porreta piojoso, sino más bien al estilo "voy semi-desnudo cual hombrelobo de crepusculo".

-¿Acaso no tienes decencia?. Ponte algo encima, no es bueno ir tentando a la gente con esos abdominales de acero. Mmm...

Maxwell se lame levemente el labio superior en un completo trance y de forma involuntaria, cuando se de ello abre los ojos sorprendido y gira la cabeza hacia otro lado, con claros signos de reprobación en su rostro, los cuales van contra el Abdominales de Acero.