Partida Rol por web

Yugure sonríe. No gracias, pero cogeré algo de la nevera para picar. Yugure no puede evitar pensar que se está volviendo algo paranoico, pero se consuela diciéndose que lo extraño sería estar tan campante.

Fukumori llega a tiempo para escuchar lo último dicho por Yugure, que está junto con Tenko y Daichi

- Daichi, Yugure, ya he comprado la semilla. ¿Queríais verla no? Parece completamente normal. - cogiéndola entre dos dedos, les enseño la simiente.- Mi vasta experiencia en el tema no me ha ofrecido ningún conocimiento. 

Me siento en una de las sillas y apoyo la semilla encima de la mesa. Comienzo a liar unos petas. 

Acaba de llegar Joaquin Striker-Tanaka al comedor para ver a sus compañeros Daiki, Daichi, Yugure y Tenko esperándole.

Bienvenidos, he preparado un poco de café junto con Yugure-san - dijo dejando la cafetera encima de la mesa donde estaban sentados - Quien quería examinar la semilla esa el detective, pero creo que no sabremos que fruto dará hasta que la plantemos... - dijo mientras se servía una taza - ¿Has encontrado algo útil Tanaka-san?

-No he encontrado nada de utilidad, la verdad -dije, en tono cansado-. He estado con Maxwell en la biblioteca, escrudriñando si encontrábamos algo entre los cajones del archivo, pero nada. En los libros tampoco hay nada útil. Maxwell ahora está buscando mono-coins como si no hubiera mañana por todo el edificio. Cree que la clave para salir de este instituto podría estar en ese libro que cuesta diez mono-coins.

- Mira Yugure, ya tienes algo en común con el tarado de Maxwell.- El libro era tentador si, pero...- Si las Monocoins no son transferibles, es prácticamente imposible que alguien llegue a comprarlas. 

En ese momento, el ruido de la puerta del comedor abriéndose interrumpe a Fukumori.

Aparece en escena Togosaki para ver a sus otros compañeros: Tenko, Daichi, Yugure y Striker-Tanaka

 Togosaki llega nuevamente al comedor, más animado y activo que a la mañana, donde el recuerdo del juicio escolar parecía que le carcomía el alma. Se acerca a los presentes con una sonrisa... o por lo menos un intento de sonrisa. No eran su especialidad.

- H-hola a todos... ustedes han estado in-in... investigando también?

Hace su aparición detrás de Togosaki el Ultimate Luckster, Makoto. Puede ver a sus demás compañeros: Daichi, Daiki, Tenko, Tanaka y Yugure

Bienvenidos - dijo con una ligera sonrisa - Servíos algo de café, está recién hecho - dijo señalando a la jarra que había preparado junto con Yugure - Efectivamente hemos investigado, pero solo hemos encontrado Monocoins, los cuales los hemos transformado en una semilla de la esperanza, la cual sostiene ahora Fukumori-san entre sus manos. 

A estas alturas ya estaba sosteniendo los porretes que iba liando y dejando frente a mi en un montoncito cada vez más grande. Que me hacía falta tener toda mi cosecha lista. Con una sola maceta necesitaba prepararlo todo antes de poder plantar algo nuevo. 

- Deberíamos de poder sacar algo para relajarnos todos, a nivel emocional, quiero decir. A nivel físico, podéis serviros.- Hago un gesto con la barbilla a los que ya estaban liados.- Aunque os recomiendo fumaroslos por la noche, cuando estéis en la cama. No creo que estéis listos para soportar su intensidad.

- Oh, Haga-san... quería disculparme por mi actitud en los últimos minutos del juicio escolar, y c-como te acuse sin e-evidencia... el momento me supero y en mi afán de defender a Suzuki-kun... l-lo siento...

 Togosaki baja la cabeza con cierta vergüenza. Pero luego escucha la propuesta de los porros con curiosidad. Si bien le agradaba Fukumori y la idea de relajarse, no estaba del todo interesado en probar sustancias desconocidas...

- Mu-muchas gracias, Fukumori-kun, pero... el injerir estu-estu... estupefacientes no me parece lo ideal en una situación como esta. Preferiría relajarme de cualquier otro mo-modo...

Miró curioso el alijo de marihuanas que había puesto Fukumori en la mesa, cogió uno y lo examinó de arriba a abajo. - Bueno ya que es probable que muera aquí, supongo que no tengo nada que perder. - acto seguido cogió el mechero y se lo encendió. Dio una primera calada y tosió varias veces, no había fumado en su vida. - Ugh que sensación más desagradable.

¿Y cuanto dices que tarda en hacer efecto? - dijo tras la segunda calada - Que está intensa esta cosa dice, menudo jambo, intensa está la situación y no esto. - dijo con una risa y los ojos claramente ya rojos, había sucumbido a Santa María - Togosaki-kun, ni te rayes compañero, te caía bien, lo entiendo lo entiendo - le pasó un brazo por encima del hombro a modo de sentir su hermandad - Está bien eso de querer a alguien, pero recuerda que cualquiera te puede matar aquí, incluso yo, si aprecias tu vida, busca la verdad por encima de todo y no te dejes llevar por tu corazón. - dio otra calada más y se separó del tímido chico.

Miró un momento al infinito, le acababa de llegar a la mente algo que no tenía muy claro - Un momento, a ver, que está pasando aquí. ¿Cómo es que me acusasteis por no decir que el laboratorio era un sitio donde había pruebas? Si Monokuma dijo que no se usaron venenos no pensé en el laboratorio ese para nada ¿o que os pensáis que soy aquí el ultimate adivino o qué? - miró ahora al Ultimate Gardener - Pero esta mierda es buena Fukumori-kun, te perdono y ahora deberías plantar la semillita esa, ¡no vaya a ser que aparezcas degollado mañana y nos quedemos con el misterio! - dijo riéndose levemente.

Tenko mira a Daichi con desconfianza. ¿A qué propósito sirve mentir sobre los cafés? Desestimando ese pensamiento, se dirige a sus compañeros.

No va a morir nadie más, ¿de acuerdo? Y Fukumori-kun, tal vez sería conveniente que no andes drogando a nuestros compañeros. En otras circunstancias, podría entenderlo, y hasta participaría, pero no me parece el momento.

Por otra parte... ¿Ponemos en común nuestros hallazgos o esperamos a los demás? Ah, y Togosaki-kun... Sé que no me corresponde a mí decirlo, pero no deberías sentirte así sobre el juicio. Aquellas dos nos engañaron a todos.

Queriendo evitar la abarrotada enfermería, Maxwell busca consuelo esperando que el comedor esté vacío, para su desgracia, está lleno del otro grupo de sus compañeros: Tenko, Daichi, Daiki, Miko, Yugure, Makoto y Tanaka.

Maxwell entra en el Comedor con paso campante, como si fuera Pedro por su casa, mira a los que están por ahí esparcidos y en vez de unirse a ellos, agarra una butaca y se tumba en ella mirando hacia el paisaje... entiéndase por paisaje los abdominales y biceps de Daiki.

-Mmmm...

Se relame los labios inconscientemente, y friega las manos entre sí, solo para volver a ponerlas sobre su pecho entrecruzadas, mientras seguía mirando aquel paisaje, en verdad no le importaba lo más mínimo de lo que estuvieran hablando a fin de cuentas, las ovejas solo saben berrear. Pese a ello, le gustaba el sonido de un buen alboroto.

-Alguien ha abierto el estante de venenos del laboratorio de biología y ahora falta un frasco. No quiero decir que eso implique que alguien sea un asesino, pero si de repente alguien es envenenado... pues no sería una sorpresa para mi.

-Un brillante giro de los acontecimientos sería que el envenenado fuera el mismo que abrió el estante, así no podríamos rastrearlo siguiendo los monocoins que ganó y que debería tener. Y no intento decir nada, pero... si es uno de ustedes que sepa que no tiene la sarten cogida por el mango.

Acto seguido, se vuelve a acomodar en aquella butaca y espera el espectáculo.

Yugure no está sorprendido en absoluto; no sabe si creer a Maxwell, pero actuará como si lo hiciera.

Si eso es así, ¿en qué intervalo de tiempo se abrió el estante?

Yugure piensa un segundo.

Imagino que no habréis dejado los venenos restantes sin vigilancia para que cualquiera los pueda coger. Deberíamos tirar los restantes por el desagüe.

- ¡Daichi! Te avise que aquí no. Para cualquiera de vosotros es como un potentisimo relajante muscular. - Al terminar con los porros los dejo a un lado y voy a por mi maceta. Saco las semillas de Dixie que había metido antes de que germinen, y planto la Semilla de Esperanza.- Guardaré la maceta en mi cuarto, así sin importar lo que ocurra, podréis beneficiaros de lo que salga.- me quedo pensativo un momento.- Umm... pues tienen que haber hecho la compra esta mañana. Cuando yo he pasado por la tienda, confieso que no me he fijado si faltaba algo. No quería estar más del tiempo necesario con Monokuma. Pero por probabilidad, supongo que habrá sido Makoto. En el laboratorio consiguió dos monocoins, por su talento para encontrar más que los demás. Nosotros tendríamos en el mejor de los casos una o dos contando las del juicio, mas las de hoy, en el mejor caso dos... No dan los números para los demás.

Bueno Makoto, ¿qué opinas de esto?

Yugure, quien sigue sonriendo, mira a Makoto.