Partida Rol por web

¿Matar a alguien? No, no tengo motivos, a no ser claro, que me intenten matar a mi, así que si no vas a cometer alguna acción maligna contra mi, puedes estar tranquila Miyazono-san. - le contestó a la violinista mientras miraba al pecho. Miró al techo ahora, pensativo - De todas formas ¿quienes son los más probables que maten a alguien? Es fácil, lo que necesitan salir de aquí, yo por mi parte aquí me encuentro perfectamente cómodo, puedo seguir escribiendo mis novelas de misterio, Anata-san tiene una buena variedad de tés aquí, por lo que puede hacer tantos como quiera... Así que supongo que con nosotros dos puedes estar cómoda y tranquila. - dijo obviando el hecho de que hace un momento el propio Obinata estaba haciendo un Santa Claus con un montón de cuchillos o que la misma Miyazono tenía necesidad de ir a su concierto.

Observó que la violinista dejó de lado su tristeza para rebuscar, encontrando un osito de peluche que estaba escondido en la habitación - Que curioso, se parece demasiado, por no decir que es exactamente igual, que el oso que nos ha dicho de matarnos entre nosotros. Seguro que te trae mucha suerte quedártelo Miyazono-san ¿pero buena suerte o mala? Quien sabe, quien sabe... - miró ligeramente perturbado a aquél oso que había hecho cundir el pánico entre alguno de sus compañeros.

Kizoku no puede evitar ruborizarse ligeramente cuando sus dos compañeros muestran haber disfrutado el té; rubor que invadía su rostro únicamente cuando la felicitaban por sus infusiones.

- N-no es nada, fue un simple té para aliviar la tensión... quien sabe lo que puede pasar aquí si alguien se pone demasiado inquieto y quiera... herir a alguien.

 La expresión de la muchacha pasa a la seriedad nuevamente.

- Mientras ese oso no nos ponga ansiosos o juegue con nuestras cabezas, creería que no va a pasar nada; pero... ¿Y si alguien necesita ir al exterior con urgencia? ¿Algún familiar enfermo, una medicina que necesita para vivir... un concierto al que no puede faltar? No lo digo por ti en particular, Miyazono-dono... pero no a todo el mundo le va a gustar la idea de quedarnos encerrados aquí indefinidamente.

 Su rostro mostraba una mirada más decidida, aunque la seriedad seguía reinando el temple de la sommelier.

- Obinata-dono... Miyazono-dono... pueden confiar en mí tanto como ustedes puedan confiar en alguien en una situación como esta. Yo haré lo mismo... ¡Siempre y cuando Obinata-dono deje los cuchillos donde estaban, que no me podré hacer ni un emparedado sin ellos!

Kaori escuchaba las palabras de ambos que iban orientadas a su urgencia en salir de aquí Es cierto que tengo un concierto en tres días, por eso estoy convencida que mi manager estará buscándome como loco y nos sacará de aquí, pero mi vida es la música y tocar el violín, aquí dentro me tiembla el pulso de miedo y no sé si podría tocar, quiero salir, pero no es solo por mi concierto, es por la sensación de que mis manos están agorratadas miro avergonzada a los compañeros, es una sensación de que no volveré a tocar y es como que me falta la vida... 

Nuevamente se le encharcan los ojos, normalmente soy una chica más fuerte, no sé qué me pasa, se sentó cerca de katsumoto, agradezco vuestra ayuda y el poder hablar con alguien, y agradecería un poco más de te 

¡Oh no, no! - exclamó tras escuchar a Anata llamarle con un honorífico tan formal - Por favor, Anata-san, no me llames Obinata-dono, siento que tengo como cuarenta años más cuando usas tal formalismo. Sé que es común usarlo en la ceremonia del té, pero me hace sentir increíblemente viejo. Usad "kun" si queréis, yo creo que esta charla nos ha ayudado bastante a conocernos entre nosotros tres, por mi parte dudo que ninguno de los presentes haga daño a otra persona, al menos por voluntad propia. - miró la bolsa de basura que había llenado con cuchillos. - Tienes razón Anata-chan, con la motivación y la imaginación suficiente, pueden usar cualquier cosa como arma, ahora que estoy más relajado gracias a la infusión, lo veo con total claridad. Voy a ponerlos en su sitio. - realizando nuevamente la maniobra del Santa Claus, siendo esta cargar con un saco grande a su hombro, avanzó hasta la posición original de los cuchillos y los fue recolocando uno por uno, con bastante tranquilidad.

Una vez terminó la tarea que se había autoasignado, volvió a sentarse junto a Miyazono y Anata - Seguro que vuelves a tocar pronto, Miyazono-chan, como yo seguiré escribiendo mis novelas y Anata-chan seguirá preparando deliciosos tés que beberé con gusto. - miró su PDA nuevamente, había pasado ya algo de tiempo con aquellas chicas en la cocina y ya habían cumplido su objetivo de ver que había comida de sobra para los dieciséis alumnos - Ahora cuando termine el té iré a buscar a los demás e informar de nuestro descubrimiento, supongo que se alegrarán todos. Pero aún tengo como un cuarto de taza de té y no tengo prisa alguna tampoco, así que no me lo tomaré ahora de un sorbo ni me iré corriendo. - dijo haciendo alusión a lo que podía ser una confusión si no se especificaba, pues podía haberse dado a entender que se terminaría la taza y se iría a otra estancia, a pesar de que todos los presentes podían verle perfectamente sentado y sin tomarse el té, pero aquellos dioses ciegos que no podían ver al propio Obinata como tal, quizá si necesitaban aquella especificación en concreto.

Ante la muestra de confianza que Obinata hace, Kizoku no pudo evitar que sus mejillas volvieran a ponerse rojas. Parecía que apelar a lo emocional desmoronaba el temple serio de la sommelier. Le sirvió otra taza de té a Miyazono mientras miraba a otro lado, posiblemente para que no vieran que estaba ruborizada. Aún sin mirar, sirvió el té sin derramar una gota.

- Tsk... supongo que ya hemos entrado en confianza, Obinata-san. Mi familia suele ser muy aristocrática con la formalidad, así que "dono" es el único sufijo que tiene lugar en mi casa. Ahora que lo pienso, debo admitir que muchos de mis compañeros en la escuela elemental me miraban raro cuando los llamaba así... diferentes contextos supongo...

 Dejando de lado el rubor inicial, Kizoku sonríe ante el agradable momento que estaba teniendo con sus dos compañeros en el medio de aquella bizarra situación.

- Miyazono-san, si este edificio es realmente Hope's Peak... o es algo bastante parecido a la academia real... estoy segura de que debe haber alguna habitación destinada al arte musical. Obinata-san y yo tenemos la suerte de tener talentos más versátiles: mientras él tenga lápiz y papel podrá escribir; y yo solo necesito una cocina o incluso menos que eso. Seguramente encontremos algún instrumento si exploramos lo suficiente... y quien sabe, tal vez entre nosotros hay algún estudiante talentoso que puede construir un violín.

Kaori se sonrojó al decir...

Katsumoto-kun, se dice así no? He estudiado en colegios europeos y allí conseguí mi Stradivarius prestado por una familia aristocrática italiana, si no es mucha molestia puedo ir contigo? Tengo miedo de moverme por ahí sola.

Y como dice Kizoku quizás pueda obtener un violín para practicar y evadirme de este encierro, no sé si en mi habitación estará, no tuve tiempo de revisar el contenido de la misma.

Os doy las gracias por escucharme y levantarme el ánimo, si consigo algún objeto bueno os lo daré, que es para lo que sirve estas monedas no?

estaba muy avergonzada por pedir ayuda a un chico desconocido, pero se sentía más segura con alguien que la protegiera, y que mejor el chico más guapo, quizás no es el más fuerte, pero le parecía alguien de fiar, no alguien que le pudiera clavar un cuchillo por la espalda.

Si... Yo también creo que esto es Hope's Peak, esperemos que todo se quede en un susto y una broma de muy mal gusto... - se encontraba pensativo, pero no quería comerse demasiado la cabeza - Bueno, ha sido un rato muy agradable chicas, pero va siendo hora de moverse. - les dedicó una sonrisa y se acabó el té que tenía enfrente. - Sí, se dice así Miyazono-chan y por supuesto que puedes acompañarme, puedes estar conmigo tanto como gustes. Me dirigiré al comedor ahora, supongo que es el lugar más lógico para quedar todos, así que antes o después todos acabaremos allí. - se acercó a la puerta y la empujó para salir y mientras salía, se dirigió a la que le había servido un delicioso té - ¿Vienes Anata-chan?

- Hmp... bueno, aprecio la compañía que me han dado hasta el momento. Así que sí, los sigo...

 Kizoku limpia de una forma bastante rápida todos los utensillos utilizadas para la preparación del té, tirando todo lo descartable a la basura. Luego mira como Obinata sale de la cocina y se acerca a Miyazono, que todavía se encontraba allí.

- Miyazono-san... personalmente... diría que te quedes con lo que consigas con esas monedas. Pueden ser cosas realmente valiosas, y en esta situación... la gente precavida vale el doble. Si quieres devolver el favor por el té, simplemente invítame a un concierto tuyo cuando tengas un violín a mano, ¿vale?

 Con una sonrisa, Kizoku sale de la cocina.

Kaori les sigue tímidamente

Comedor

Al entrar en la sala del comedor junto a Kizoku, Kaori solo puede fijarse en una cosa... 

Pero que perro más guapo!!!! Hola perrito!!! Me acerco a acariciar al perro con cuidado por si le da por morderme, No me gustaria que se llevase un dedo mio para jugar, luego no podría tocar, aunque parece muy amigable.
Katsumoto, mira que perro más bonito? Miro a Katsumoto para llamar su atención a ver si se acercaba, al menos le iba a dedicar una sonrisa de la asustadiza y llorosa niña a la que habian tranquilizado él y Kizoku.

Me acerco olisquear su mano y le doy un lametón. A la espera de una caricia.

Vio que iba entrando cada vez más gente en el comedor - ¡Hola a todos! Investigamos la cocina, tenemos comida de sobra para varios meses, así que no hay que preocuparse de eso, al menos por el momento ¿qué habéis descubierto los demás? - preguntó a todos los que entraron después que él. Aprovechó para sentarse en la larga mesa, en un extremo, dando la espalda a la cocina, le gustaba ver quien entraba a la estancia a través de la puerta principal.

La violinista se entretuvo con el perro de la veterinaria - ¡Ah claro! Como te quedaste dormida no llegaste a conocerlo en el gimnasio, nos los presentó a todos Mori-san, se llamaba algo parecido a Cookie... Me alegra verte sonreír Miyazono-chan. - le contestó.

Ahora se fijó en Mori y Shimada, los cuales mostraron su preocupación por estar aquí - Como dice Mori-san, es muy probable que sea una novatada muy pesada, no te preocupes Shimada-san, seguro que podrás salir de aquí y encargarte de tus plantas e insectos. Aunque de todas formas los alumnos suelen residir aquí, en Hope's Peak, durante el transcurso del curso académico me refiero, no es una situación tan inusual ¿no dejaste a nadie a cargo de tus cosas Shimada-san? - le preguntó extrañado a aquél hombre que se hacía llamar alumno de Hope's Peak, aunque perfectamente podrían decir que tenía cuarenta tacos - Bueno, el oso parecía estar hablando bastante enserio. ¿Alguien tiene un motivo de peso para salir de aquí? Porque de momento no sé a los demás, pero yo tampoco tengo demasiadas quejas por estar aquí haciendo convivencia pacífica con el resto de alumnos.

Al escuchar a Katsumoto abro los ojos alarmada Mi madre...no me había dado cuenta de que mi madre estaría sola ante el borracho de mi padre. Tengo que salir de aquí! Me empiezo a mover nerviosa por la sala, buscando ventanas, puertas ocultas por las paredes, respiraderos, agujeros de ratones, sumideros...lo que fuera que se pudiera romper o sacar para poder huir.

Poco a poco llegaban más compañeros al Comedor y respondí al saludo de la mayoría asintiendo con mi cabeza. 

Escuché a Katsumoto atentamente y estaba bastante de acuerdo con sus palabras. Pero en estos momentos no podía concentrarme en otra cosa que no fuese comer. Espero que haya algo delicioso que pueda cocinar... Y que sea sencillo.

Comencé a caminar en dirección a la cocina, pero antes de adentrarme en esta, pregunté a los demás: ¿Nadie más tiene hambre? Porque veré que hay para comer.

Había muchas más personas de las que esperaba era un poco incómodo pero al menos yo había venido con mi propio grupo aunque no sabía que motivos tenía River-san para venir o solo no quería estar sola -Yamada...Kun dijeron que hay bastante comida para mucho tiempo podemos comer algo sin problema...¿River-san También buscas algo de comer?-.

Kizoku se sienta en la mesa larga en el medio del Comedor, pensando que seguramente allí se reunirían cuando todos se encontraran en esa sala. Seguramente tendrían que reunirse para pensar en un plan de acción si querían llevar a cabo algún intento de escape o investigación... a menos que la resignación ganara en los corazones de sus compañeros. Si bien parecía haber gente que necesitaba salir de allí con prisa, como Ainam. Kizoku verificó el nombre de la muchacha rápidamente en su PDA antes de dirigirse a ella.

- River-san, ¿no es así? Mantengamos la cabeza fría e intentemos pensar en algún forma de salir de aquí... ya que por mi parte creo que esto no tiene el aspecto de ninguna "novatada" que una academia de alcurnia como Hope's Peak llevaría a cabo. Si realmente estamos en peligro, tenemos que mantenernos calmados y pensar en la forma de lidiar con la situación... ¿te gustaría que te haga un té para aliviar la ansiedad?

Me notaba realmente alarmada mientras buscaba una forma de escapar, pero al escuchar a Kizoku me paro en seco. Respiro profundamente nientras cierro los ojos. Tienes razón, siento haberme puesto así digo un poco avergonzada mientras jugueteo con los dedos. Por mucho que había buscado en mis bolsillos no había encontrado ni un solo cable, ni nada que me ayudara a relajarme. Acepto ese te, creo que me vendrá bien, muchas gracias. Le digo sonriendo e inclinando mi cabeza agradecida. 

Estaba preocupada por algo tan tonto como un concierto, por lo que se sintió avergonzada, ella no habia pensado en su familia, la verdad es que de pasar largas temporadas en europa, no tenía un apego familiar tan fuerte, pensaba que su manager la buscaría con más insistencia que su propia familia... por lo que se sintió un poco triste, intentó disimularlo jugando con ese perrito tan gracioso.

Perrito sabes dar la patita? a ver perrito guapo, me das la patita?

Miro a Kizoku, perdona podrias mirar a la que vas a hacer el té si hay galletitas o comida para perro? no creo que sea bueno que le demos comida humana, gracias.

Tras la pregunta del escritor de novelas, a River le dio un pequeño ataque de ansiedad y buscó desesperadamente una salida. Por suerte y como pasó con Miyazono, Anata le ofreció un té y la tranquilizó. - Una manzanilla te sentará realmente bien River-san, a los tres que estábamos antes en la cocina tomando una nos ha relajado mucho. - se sorprendió también en que la gente parecía más centrada en querer ir a la cocina a darse un buen atracón que en buscar cosas útiles por las instalaciones, como por ejemplo, saber si había agua caliente o si cada vez que se ducharan iban a tener que sufrir una tortura helada. Obinata supuso que tendría que descubrirlo cuando se diera una ducha o un baño, siendo esto último algo más típico japonés y viendo si la experiencia era algo agradable, pues el agua tenía una temperatura agradable o a partir de ese día se dedicaría a acumular roña por su cuerpo.

Observó a Miyazono con el perro - Creo que será mejor que Mori-san sea la que se encargué de buscar comida para el perro, después de todo ella es la Ultimate Vet, así que sabrá que es lo que mejor le sienta al can. Pero yo también tengo curiosidad, al igual que Miyazono-chan ¿el perro está entrenado? ¿Es capaz de hacer cosas? - preguntaba por unos motivos más oscuros que la inocente violinista, pues si el perro estaba entrenado quizá podría realizar acciones muy complicadas, como por ejemplo, abrir a cabezazos un conducto de ventilación.