Bajo las azules aguas del Océano Atlántico, una figura metálica, enorme y oxidada, se desplaza en silencio, siguiendo un trayecto en línea recta como si alguien lo hubiese marcado previamente. Era el U-2004, que tras varias semanas moviéndose entre las corrientes, aún no había conseguido abatir ninguna presa... hasta ese momento.
Extracto del diario de a bordo del U-2004
"A las 03:27 horas el sonar localizó en las proximidades un posible navío. Al aproximarnos, captamos un convoy de barcos mercantes, posiblemente canadienses. A pesar de detectar varios destructures en las proximidades, la tripulación está deseosa de lograr una captura y de noche, el riesgo es aceptable. Hemos decidido intentar destruir cuantos podamos. Después de todo, nuestra recámara de torpedos está intacta".
Franz escuchaba atentamente a través del ruido de fondo de las aguas y el avance continuo de aquel convoy. Mientras navegaran en silencio, el sonar únicamente registraría los motores que había más allá de ellos, y ahora podía oírlos con meridiana claridad.
Era todo un grupo de barcos. El gran premio... o el peor, según lo hábiles que fuesen. Pero su tarea era doble. No solo debía localizarlos, sino también, captar a tiempo si les habían detectado o no.
-Los barcos siguen su curso. No parece que nos hayan detectado, capitán -indicó Franz, casi en un susurro inaudible.
Envueltos en la luz roja de alerta, no podían distinguirse los rostros llenos de sudor y tensión, ni tampoco la excitación por la posibilidad, al fin, de lograr una presa. Pero así era como estaba la tripulación del Siegreich. El joven Eugen Strelitz parecía más preocupado por los sonidos que os envolvían que por continuar llevando el timón del submarino, pero es que no ser detectados era vuestra primera preocupación.
La otra consistía en abatir a cuantos barcos pudieseis y regresar a casa, con vida si podíais... pero con honor siempre.
Günther Maas, el contramestre, al ver el nerviosismo dominante, intentó tranquilizar los ánimos.
-Ssshhhh, chicos. No os pongáis nerviosos. Dejad que el capitán haga su trabajo -dijo en voz baja.
Venga, chicos. Sin presión. Solo tenéis a un buen grupo de cargueros y destructores y vosotros estáis hechos una mierda, pero ¡¡¡¡los buenos alemanes pueden con todo!!!!
Derek estaba excitado con la idea de hundir aquellos cargueros. Hubiera preferido que se tratara de un portaviones, por ejemplo, pero los suministros eran igualmente necesarios para hacer la guerra que los buques de guerra. Si lograban llevar al fondo aquellos enormes barcos canadienses, habrían dado un buen golpe al bando aliado. Un pequeño paso más para la consolidación del Tercer Reich, como la primera potencia mundial.
- ¿Tenemos esos torpedos listos? - Le preguntó a los torpedistas. - No podemos fallar. En el momento en que se produzca el impacto nos habrán detectado y si no hacemos blanco... - Sonrió. - Bueno, ya sabéis que nos puede pasar. ¿Eh?
Derek se acercó al capitán. Respiraba de forma entrecortada, parecía nervioso, más si se le sumaba un leve temblor en sus manos. Pero esos nervios no eran de temor por el enfrentamiento al que estaban a punto de vivir, sino que realmente estaba emocionado. Sentía emoción y orgullo patrio, pues iban a enviar al otro mundo a muchos de aquellos perros canadienses y con ellos, un sinfín de provisiones y quien sabe si de armamento que podía acabar cayendo sobre su amada Alemania.
- Capitán, los torpedos están listos. - Le comunicó. - ¿Doy la orden?
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+2)=12 [10]
Empezamos bien con mi tirada de percepción. Alemania 1, perro del infierno 0!
Las tiradas en oculto para la próxima. Así no sabéis lo mal que lo hacéis ;)
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+2)=8 [6]
Cierto... que lo dijiste!!! Tiro otra vez si eso!
Desde su cueva, a popa, en la sala de máquinas, Johann no estaba tan al corriente de lo que pasaba como el resto de oficiales, pero era su trabajo. Ahora que estaban en inmersión, dependían de las baterías de ácido y de los motores eléctricos. Nervioso, iba de aquí para allá, con un trapo mugriento en la mano, esperando... esperando... Una cadena de tripulantes iba pasando en un susurro lo que se oía desde el puesto de mando; sabía que había un puto convoy.... ¿Es que no les daría igual navegar de uno en uno, para que les fuesen cazando como Dios manda, o sea, como en el 40?
Los convoyes son mala cosa; muchos ojos mirando alrededor, y destructores, los jodidos destructores... Hacía tiempo que no veía en puerto a viejos conocidos... mala señal, demadiadas pérdidas. Quizá esos cabrones habían dado con algo para joderles a ellos...
Agarrado con una mano a un asidero, esperaba, con la miada fija en dirección a proa, y rezando... si, rezando, para no oir los "ping" de los sónares enemigos... por una parte, nosotros tenemos que usar métodos más pasivos de detección, y el sigilo es nuestra defensa.. Por otra, esos tíos tienen todo un arsenal a mano, y tienen tiempo para el juego del gato y el ratón.
Y el juego empezará... inevitablemente. Y lo harán ellos, detectándonos, o nosotros, disparando y descubriéndonos ante ellos de ese modo.
¿Por qué no me quedé a trabajar en el Metro? ¿ Por qué?
-Señor Maas, gracias, ya me hago cargo. -Dijo von Agstein, llegando de su pequeño camarote. Observó con atención las caras ansiosas de sus tripulantes, las almas que dependían de él, y que deseaban volver a casa... Con algún éxito. Verdammt! Si hasta él estaba ansioso por eliminar a algunos enemigos de Alemania...
-Por favor, señor Strasser, indíqueme número y posición de los barcos, y si es posible, si son cargueros o destructores. Señor Strelitz, mantenga el rumbo, mientras decido el objetivo primero. Señor Strauss, dispararemos en cuanto tengamos el blanco idóneo, atento a mí señal. ¿Cuanto podría tardar en reponer los torpedos una vez lanzados?
Por el rabillo del ojo, esperó a ver cómo se movían para cumplir las indicaciones, y rezó internamente para que todo saliese bien, y pudieran salir con vida... Y si podía ser, con alguna presa. O varias. Se sentía con ánimo, era el primer convoy que veían en su patrulla...
Cuando el capitán escucha las informaciones pertinentes, hace un gesto con la cabeza, pensativo, y tras unos segundos, da la orden: Dispare los torpedos 2 y 4, señor Strauss. Intervalo de 20 segundos entre uno y otro. Anote coordenadas de disparo...
Luego, se dirigió a timonel y sala de máquinas: Atentos a posibles cambios de rumbo para escoger otro objetivo.
Cuando todo estuvo listo, se dispuso a mirar por el periscopio para ver los impactos de los torpedos...
Tirada oculta
Motivo: Inteligencia
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+4)=8 [4]
Las coordenadas se supone que vienen dadas por lo bueno o malo de la tirada, ¿no?
El procedimiento es mirar por el periscopio para observar el objetivo (no lo habéis indicado pero no pasa nada, ya os acostumbraréis), tirar percepción para apuntar, luego inteligencia para hacer los cálculos finalmente, ordenar lanzar torpedos.
Obviamente, debéis decidir si apuntáis a uno o dos objetivos, y eso lo hace más difícil cuantos más sean.
Perdona, ya no se me escapará otra vez.
¿Quieres que redacte otro comentario indicándolo correctamente? O al menos, dando las órdenes pertinentes para que lo hagan por mi
Noooo jajajajaja no tiene importancia. Si es para darle más realismo, tranqui. Ya iremos habituándonos ;)
El Teniente Strauss se estaba dejando llevar su excitación. Tanto tiempo dentro de aquel glorioso submarino comandando por cobardes y agotados oficiales que no demostraban el poderío del Tercer Reicht, pero ahora por fin, serían capaces de dejar patente su valía. Adelantándose a todos, incluso al capitán, observó a través del periscopio.
En cuanto el aparato estuvo a su alcance, giró su gorra hacia atrás y se acercó al visor. La flota apareció delante de ellos, majestuosa, pero no por que en verdad fuese algo digno de ver, sino porque ahora tenían una gran cantidad de objetivos disponibles.
A pesar de su nerviosismo, que le hacía rozar la indisciplina en el puente, sus observaciones parecían ser precisas. El capitán no se inmutó. Simplemente asintió en silencio y pidió información al operador de radio.
-Detecto... seis barcos, posiblemente dos destructores... y dos cargueros, capitán. Los dos cargueros están... en el centro del convoy -informó el joven Strasse, prestando mucha atención a lo que oía.
Finalmente, el capitán dio la orden. El sonido de los torpedos siendo lanzados se oyó como si alguien hubiese succionado el aire y rápidamente, todos convtuvisteis la respiración... a la espera del resultado.
Cuando el capitán se asomó, divisó como ambos torpedos aparecían bajo la superficie y se acercaban hacia los barcos.
- Bien... - Dijo Strauss con el corazón en un puño.
Aquello era como el sexo para Strauss. Cuando sintieran la honda expansiva tras la explosión y vieran como aquellos barcos se hundían, sería como un orgasmo para él, aunque ahora, de momento, sólo estaba en esos momentos previos a la eyaculación, en la que cualquier despiste, cualquier ruido inesperado, podía hacer que todo se bajase y rompiera la magia. Pero en ese caso solo pasaría algo así, si aquellos torpedos no hacían blanco.
- ¡Torpedistas, carguen otros dos torpedos, ya! - Les exigió. Entonces se acercó al capitán. - En unos pocos minutos podremos volver a disparar...
El capitán miró a través del periscopio y expectante, esperó a ver si el primero de los torpedos daba en el blanco. Finalmente, éste impactó de lleno en el costado del barco de carga, sintiéndose como una onda expansiva que removió todo el submarino y lo agitó.
De todas partes del mismo se oyeron gritos de alegría y hurras por haber logrado su primer objetivo. Ahora solo debían esperar a ver si el segundo daba en el blanco.
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d10
Resultado: 2 [2]
Lanza int por el segundo.
Aquella estela de los torpedos le emocionaba. ¡Claro que si! Pero no lo suficiente como para olvidar el resto, el que toda la nave dependía de él y sus decisiones. Estaba ansioso por ver si terminaban de impactar , y mientras miraba, se dirigió al teniente Strauss: -Señor Strauss, precisas indicaciones. Espero su aviso para los tubos 2 y 4. ¿Los tubos 1 y 3 están dispuestos? -Y, sin dejar de mirar por el periscopio, dijo: ---Strasser, informe desde radio de cambios en los navíos enemigos. - Respiró profundamente. La espera le agobiaba, y la incertidumbre. No sabía lo que podía pasar con aquellos torpedos, y... ¿Si fallaban ambos? ¿O si sobraba alguno? No debía dejar que esas dudas le paralizasen, pero... Ojalá volviesen con unas cuantas toneladas hundidas... Como en el 40.
- Señores, prepárense. En breves instantes sabremos... ¡Si! -Asintió, con rabia- El primero ha impactado. Unos segundos para el segundo, señores. Radio, informe de sus movimientos. Si impacta, viraremos al segundo carguero.- Estaba que se había quitado un peso de encima. Algo se estaban ya llevando a puerto, pero ahora, venía el momento de luchar un poco más ... Y saber moverse para atacar de nuevo mañana...
Tirada oculta
Motivo: Inteligencia
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+4)=13 [9]
No sabían más que los rumores que llegaban, y lo que el agua circundante les transmitía a través del casco. Primero, sl susurro de los dos torpedos, con un intervalo entre ellos que hacía penar que tenían sendas soluciones de tiro diferente... o sea, quizá buscaban dos éxitos con una misma salva... Después, el silencio, la espera, mientras contaban...
Conocían la velocidad de los torpedos... unos 30 nudos. Con una simple cuenta atrás, si oían una lejana detonación, podrían estimar la distancia. Misma cuenta harían en el puente, solo que en su caso, conocían la distancia, de modo que servía para saber si habían fallado los disparos. Johann contaba en voz alta...
Llegó el sonido de una detonación, un ruido sordo, lejano. Ahora a esperar un segundo sonido similar, y después... a ver qué solución tomaba el capitán... Si disparaba de nuevo, estaría demasiado tiempo en la misma posición, y eso, estando a profundidad de periscopio, unos... 18 pies, podría ser peligroso... demasiado.
No veía el momento en que sonase la orden de inmersión, en busca de los 100 pies que les diesen algo de seguridad.... relativa, siempre relativa. Miró el indicador de las baterías; de momento no habría problemas, pero una caza prolongada podría ser una muy dura prueba para el temple de estos hombres.
Sí... sabía de qué hablaba....
El segundo de los torpedos que habíais disparado no tardó más de unos pocos segundos en alcanzar el blanco. De nuevo notasteis esa explosión contenida y la onda de choque sucesiva, que hizo que más de un marinero se removiese en su litera y estuviese a punto de caerse al suelo, y que buena parte de los utensilios de cocina, a duras penas aguantasen en su sitio.
Sin embargo, había una figura que no parecía participar de la algarabía general. El oficial de radio Strasse, permanecía atento, más que nunca, a cuanto el sonar le transmitía.
-¡Esperad! ¡Esperad un momento, silencio!
El submarino se quedó en completo silencio, como si fuese un cementerio, y entonces, de repente, una explosión hizo temblar a todo el submarino de un lado a otro.
-¡Tres destructores se aproximan por estribor! ¡Nos han localizado!
Tirada oculta
Motivo: Ataque1
Tirada: 1d10
Resultado: 4 [4]
Según la maniobra que hagáis, habrá que hacer una tirada de navegación. Eso debería hacerlo Max.
Tragó saliva, a la vez que notaba que empezaba a sudar...
-Empieza el juego -murmuró. Las dos explosiones se habían notado claramente, y el rumor de que tres perros de presa venían a por este conejo,... era la promesa de un rato movidito. Solo podía hacer una cosa, tener alerta al equipo, porque loq eu venía ahora se lo sabía de memoria.
-Atentos a las llaves, listos para las válvulas; cada problema que aparezca, lo quiero solucionado por la vía rápida. Nos la jugamos, no hace falta que lo diga. Los piés siempre bien afianzados, y si tenéis una mano libre, agarraos a lo que sea, menos a vuestra propia polla; una carga cercana y os caeréis de culo
El personal de la sala de máquinas estaba listo; si tocaba mover lastres, las tuberias internas empezarían a mover agua de un lado a otro, y eso siempre podía provocar problemas.... Además, los de arriba podrían medio localizarles y regarles con una lluvia de mierda, en forma de cargas de profundidad...
-Estoy viejo para esta puta mierda...