Partida Rol por web

Sitió como las heridas se iban cerrando a medida que Yoon y el viejo lo iban curando, y le dedicó una sonrisa XHu Lei ante la pregunta - Mucho mejor anciano, gracias a ambos. - dijo mientras partía en busca de una presa viva.

Alex buscó el camino más rápido hasta el Ogro que aún respiraba que no tocase la telaraña, y estuvo tentado de aplastar al trasgo que se había rendido al pasar a su lado. Si embargo había cosas más importantes y reservó su furia para el enemigo que aún representaba una amenaza.

Las espadas buscaron su objetivo y sintió la resistencia de los golpes, pero la telaraña no le dejó saber si había hecho sangre con alguno de ellos, o si la armadura de la besta los había deflectado.

El ogro había caído tan miserablemente como cualquier otro ser que pierde la vida. Se le veía estúpido ahí tirado en el suelo, pero a Belbara le daba igual, su sangre había servido para glorificar a Brook, pues no es que su dios fuese un asesino, pero todo parecía indicar que aquellas criaturas inferiores habían profanado aquella ciudadela sagrada y por ello debían ser castigados, y el castigo era la muerte, y no había mejor muerte por filo de hacha.

La enana contempló la runa en su arma, la runa grabada en el metal, símbolo Brook, brillaba en rojo sangre y eso la complacía, porque también complacería a su dios.

Miró alrededor y se vio de nuevo encerrada, sin acceso a otro enemigo y sin camino por el que adentrarse en la sala, puesto que las telarañas la atraparían como a cualquier piel verde. Contempló a la semielfa acabando finalmente con aquel Varag, ¿se estaba regodeando? 

No, no dejes que lleven tu alma a la oscuridad...

Sí, habían usado su cuerpo, le habían herido en la carne y el alma, pero no podían ganar más allá de lo que Aenifer les dejase. A Belbara le atraía la venganza, pero tampoco es que fuese la enseñanza de su fe, su dios no olvidaba aunque era capaz de perdonar, la memoria de un enano es portentosa como para borrar el pasado. Pero también era ejemplo de fuerza y disciplina, y cuidaba de los suyos. Belbara no era muy amiga de los elfos, pero aquella chica no era del todo elfa y estaba en aquel lugar ayudándoles.

Vale, vale... tendré que hablar con ella.

Respondió mentalmente como si el mismísimo Brook le hubiese lanzado un mensaje.

-¡Venga chicos, que vamos a llegar tarde a cenar!- es lo que se le ocurrió en aquel momento soltarles para apremiarles, había que limpiar la sala de enemigos, debían rescatar a los enanos y después a la pelirroja de la torre, no se le olvidaba, porque Brook no abandonaba nunca a los suyos ni a los aliados, por estúpidos e impulsivos que fuesen.

De pronto senti la presion del momento. Aun no habia acabado y tenia la oportunidad de rodear al que quedaba para que Belbara pudiera atacar y si no acaba con el yo podria terminarle.

Y si acababa con el solo esperaba que su hacha partiera su craneo en dos para ser bendecida por la sangre del enemigo que salpicaria de aquel impacto. 

Corri para ponerme del otro lado.

Aenifer se movió y Belbara vio como poder acercarse para atacar ambas a aquel engendro.

Bien, chica lista.

Tal y como tomaba su posición alzó su hacha para que esta describiese un arco en el aire.

¡Muere maldito!

Lo pensó, no lo dijo, porque aquel enemigo estaba cegado y hablar podría revelar su posición dándole la oportunidad de atacarle o defenderse adivinando de dónde le iba a llover el filo.

El ogro empezó a lanzar ataques a la desesperada lanzo su poderosa maza a un lado y a otro sin alcanzar a objetivo alguno y finalmente por razones únicamente de azar, conectó un golpe con su escudo armado contra la enana barbada. Fue un golpe doloroso, pero de esa saldría sin duda alguna.

- ¡Volveré a buscaros desde el infierno! - Gritó terriblemente enfadado aquel ogro melenudo.

-¡EL TICKET ES SOLO DE IDA, MAMÓNNN!-, replicó épicamente aquel beligerante enano, satisfecho de la paliza que se estaban llevando los pielesverdes a pesar de que el tal Tarkhan y su hija tenían un concepto de la guerra un tanto arácnido, cosa que ya discutiría con el conjurador más adelante, durante el banquete de la victoria.

Draxler canalizó entonces toda su rabia en un último y demoledor golpe, tan violento y preciso, que la sangre manó a borbotones por doquier, salpicándole el rostro al completo, el bigotazo, la barba y las orejotas. ¡Menuda pringue más vomitiva!

Vaervhan estaría orgulloso, miccionando doradas cataratas de oro a mayor gloria de aquel rocoso enano de tez extramorena.

Valyëvan vislumbró al fondo del pasillo, lo que no creía que volviera a ver nunca. ¡Se trataba de Tarkhan, también estaba la pequeña Yoon-Shun y el monje desfigurado del que no recordaba el nombre. Parecían estar peleando contra un ogro en la habitación que venía a continuación.

Tanto ella como su nueva amiga, la anzana, se acercaron hasta la posición donde se encontraban los otros tres anzanos y fueron testigos de como Álex, Aenifer y Belbara, junto con un desconocido enano, estaban peleando contra un ogro, el cual se encontraba atrapado en el interior de una enorme telaraña que ocupaba prácticamente toda la estancia y en el suelo, un reguero de cadáveres de trasgo, sangre y vísceras.

La anzana se acercó cabizbaja a Tarkhan y cuando estuvo a su lado se puso de rodillas agarrando de las piernas al embajador. Se la veía realmente afectada y si no lloraba era por tratar de conservar el poco orgullo que todavía le quedaba. Yhu-Lien sollozaba y no podía articular palabra, aunque finalmente, se armó de valor y miró al Gato Sonriente.

- Siento mucho lo sucedido, Tarkhan-Sama. - Le dijo aparentemente arrepentida. - Después de la ofensa supe que solo quedaban dos opciones. El seppuku o resarcir el daño y pensé que encontrando a Feyrya para ti podría compensar lo sucedido. Aunque... - Tragó saliva. - ...casi pierdo la vida en el intento...

Lo último que esperaba encontrarme era a todo el mundo, literalmente, en aquella sala. Yo no estaba aún recuperada pero al darme cuenta de que los demás parecían estar en problemas, ni siquiera lo dudé. Sonreí un instante, miré a Tarkham y Yhu-lien, que se acercó a él sumisamente, y pensé que ahora solo había una cosa que me quedaba por hacer.

Luchar.

Lancé un grito enorme que esperaba resonara por toda la sala, entré en furia y me lancé a por el enemigo más próximo, con todo lo que tenía*. Lo único que deseaba ahora era ayudar en lo que pudiera, quitando de en medio a cuantos fuese posible, antes de que mi cuerpo dijese basta.

Dejando atrás a los anzanos, tenía por delante cosas más importantes, como ogros y trasgos, criaturas que habían acabado con Eli y a punto habían estado de hacer lo mismo conmigo, y por lo tanto, que merecían recibir todo cuando pudiera darles en forma de sangre y muerte.

-¡AAAAAAHHHHH!

Solo quedaba uno! 

Corri por el lanzandome en carga contra su cuerpo para que mi hoja penetrara aun mas con todo mi peso. 

No parecia poder esquivarme y mucho menos estar en condiciones de aguantar mas. Pronto podriamos descansar.

Valy????

Valy nos habia encontrado. Parecia que si, o al menos aquella era su voz.

Entonces la vi pasar con ganar de compartir nuestra masacre. Quien era yo para quitarle semejante placer?

La hoja penetro aquella carne llena de vicios y asquerosidad, casi era sacrilego ensuciarla de esa manera pero estaba purificando al mundo, aquellas montañas quedarian libres de bichos y profaciones, pronto no quearia ninguno en pie y luego la naturaleza se encargaria de limpiar aquella inmundicia si es que el fuego no llegaba primero. 

Era un buen uso para mi arma, la purificadora.

Senti como la hoja se abria paso mientras escuchaba aquel llanto angelical, mi cuerpo pegado a la bestia casi podia sentir lo mismo que el, pero mientras el chillaba de dolor yo llegaba al paroximo del placer sintiendo que avanzaba en mi limpieza de aquellas cuevas. No era venganza, era una nueva mision de vida.

- Siiiii..... sufreeee... gemi junto a su oido mientras disfrutaba de su dolor y de sus ultimos segundos. 

Cuando finalmente cayo a mis pies no era mas que un pedazo de carne expulsando aquella asquerosa sangre. Patee su cuerpo con desprecio y despues limpie mi hoja en sus ropas para correr a ver a Valy.

- ESTAS VIVA!!!!!! y practicamente salte a abrazarla mientras se me salian las lagrimas al ver que no solo estaba viva sino completa. Ya sabia de lo que eran capaces aquellos malnacidos. 

No venia sola, pero ya habria tiempo de las presentaciones.

- Tonta cabeza dura!!!!! Estas bien?? Pregunte mientras revisaba sus heridas, aun me quedaba una pocion o dos por si la necesitaba.

Luego de ver a Valy, supe que tenia que chequear a Alex, pero antes de eso mire la sala y como habia quedado. 

Era una masacre.

Sabia muy bien que nuestro exito era principalmente gracias al Anzano. El hechizo de Yoon habia fallado y gracias a el pudimos contener la oleada, ademas la fuerza del miccionador estrella, Draxler, habia sido voraz y todos habian hecho su parte. Tal vez tenia mis dudas antes de adentrarnos en esta oscuridad sin fin, pero ahora no queria estar con nadie mas que mis compañeros y con Valy estabamos completos.

- Alex... estas bien?

Era impresionante como habia quedado su rostro de bien despues de que habia estado desfigurado. Tenia mucho que agradecer a Belbara y a los demas.

- No me quedan conjuros... - Dijo Xhu viendo como algunos de los allí presentes se encontraban malheridos. - Y no creo que seguir aquí sea una buena idea. No han llegado refuerzos por ahora pero...

Y como si de un agorero se tratase, al decir aquello empezaron a escuchar ruido de combate procedente de la zona del pasillo sur y segundos después, también empezaron a oír cruce de filos en la zona oeste. Aquello desde luego no había acabado, sino todo lo contrario, parecía que acababa de empezar. Al menos los enemigos de aquella estancia habían caído en su totalidad, salvo por aquel trasgo que había depuesto las armas.

- ¡Oh, oh...! - Dijo el monje con un hilo de voz.

El Gato Sonriente sonrió cuando vio aparecer a Valyëvan. Cruzó una pierna sobre la otra, en el aire, mientras se llevaba la mano al mentón en un fingido gesto pensativo.

—Me encanta cuando los planes salen bien —le dijo a nadie en particular.

Fue el momento que eligió Yhu-Lien para arrojarse a sus pies a rogar por su perdón. Tarkhan recuperó su compostura y su ademán imperativo.

—La muerte es ligera como la pluma, el deber pesado como la montaña. Demostrad de qué lado estáis, Zorra de Jade.

Tarkhan esbozó una sonrisa confiada y palmeó el hombro de Xhu Lien.

—Yo tengo las mangas llenas, amigo. Que vengan.

Puso la mano a modo vocina.

—¡Enanos! —dijo, llamando a Draxler y a Belbara—. ¡Vovits! —llamó a Aenifer, Alex y Valyëvan—. Feyrya y sus enanos deben estar luchando por sus vidas mientras hablamos. ¿A quién le apetece matar unos cuantos trasgos?

Sin esperar una respuesta, Tarkhan deshizo el hechizo de telaraña para dejarles paso.

Estaba claro que nuestra aventura era interminable. Estaba preocupada por Yoon tambien, aunque esa niña habia demostrado mucho mas valor e inteligencia que muchos otros adultos que habia conocido, pero aun asi suponia que algo podria afectarle aquella chica cuando todo terminara, pero esa era la cuestion. Habia que terminar primero. 

Viendo que Tarkhan levantaba el hechizo y que los demas estaban bien estire mi cuello y mis brazos preparandome para lo vendria ahora. Teniamos que ser rapidos. 

Si ambas refriegas llegaban a la sala ibamos a estar rodeados y en desventaja, teniamos que movernos rapido y la salida era la mas proxima, aun asi espere por los demas.