Partida Rol por web

++Accediendo a datos. Hay mucha información. Poca información contrastada. Datos no actualizados. Supervivientes no localizados.++

- De acuerdo Marcus te agradezco la información, ya sabes que tenemos un grupo de infiltración que por ahora sólo ha hecho tocarse los huevos. No sé hasta que grado de influencia puedo tener, pero creo que esos tipos estarían mejor en libertad que siendo ejecutados... Si le ayudamos a escapar de nuestras instalaciones con previa comunicación al grupo de infiltración para que los sigan... puede que consigamos más información de la que dan, y si se hacen con una nave adosar a ésta un dispositivo de seguimiento para saber dónde está su planeta. Creo que otra vez y me repito estarían mejor en libertad y vigilados que siendo ejecutados. 

Vespan como siempre que conseguía la suficiente información establecía su comunicación vulgar exenta de todo tecnicismo, y por su astuta mente ya intrigaba hasta en su propio sistema con tal de conseguir aquella valiosa información. Ahora su voz sonaba firme exenta de todo miedo, y su mirada en su ojo natural repelía más que su propia insinuación, pues aquel ojo examinaba con una astucia intrínseca que angustiaba a aquel que era observado. 

Interrogante llega al despacho del mayor experto en realizar ciberimplantes de toda Ritea. No es de extrañar que la consulta esté abarrotada de gente. Sin embargo, él tiene su uniforme de sargento de las fuerzas de defensa de Ritea.

Se encamina a la secretaria del doctor que lee tranquilamente. Ésta levanta un poco la vista.

Tengo que hablar con el doctor por un asunto oficial. Simplemente me quedo mirándola, esperando que apriete el interfono y diga a su jefe que le estoy esperando. Ni siquiera me he presentado.

- "Ah, pase, pase, Señor... Misterio." -

Miro extrañado al sujeto que tengo delante. ¿Señor Misterio? Llevo mi traje del equipo de seguridad Riteano. ¿Por qué señor Misterio?

Igual simplemente estaba hablando dado que no me he presentado. Con más dudas que respuestas entro, y observo al doctor.

Encantado, doctor. Soy Ron Campbell, de la unidad de seguridad riteana. Necesitaría hablar con usted por un asunto oficial y privado. ¿Sería posible? ¿O prefiere que espere? Veo que tiene algo de lío.

Tomo asiento en la silla que tiene ante él, preparada para que los pacientes le expliquen sus problemas, pero que ahora acoge mi cuerpo. La silla se siente cómoda y agradable, como no podía esperar menos de alguien que cobra tanto como este hombre. La consulta parece limpia y está pintada de colores alegres... que curiosamente me hacen sentirme alegre. Que raro... que raro estoy últimamente. Miro al doctor, esperando su respuesta.

- "Claro, cuénteme, hijo. ¿Qué se le ofrece?" -

Ahora que estoy frente a él, la duda me asalta. ¿Realmente será algo así posible o solo es una fantasía mía? Sin embargo, tengo que probar esta posibilidad.

Estamos persiguiendo a alguien. Los motivos son oficiales, y por tanto secretos, pero creemos que esa persona puede tener una serie de implantes y quería saber si es posible. No digo que usted tenga algo que ver, solo quiero saber si esos implantes son posibles y, en tal caso, si habría alguna forma de neutralizarlos.

En principio creo que puede tener dos, pero quizá los ha unido en una sola estructura. Uno de ellos le daría la capacidad de regenerar cualquier herida, curándose al instante. Otro le daría la capacidad de volcar su inteligencia en una IAV y luego volver a recuperarla, en caso que su cabeza fuese la herida.

Como le digo, quisiera saber si esos implantes son posibles, si abría alguna forma de averiguar donde los tiene (si son tan avanzados que no se podrían hacer como un implante subdérmico, sino algo que se pueda ver), y si se pueden neutralizar de algún modo (quizá alguna onda sonora que dañe al microchip, o un disparo al mismo).

Me quedo un momento pensativo antes de lanzar una última serie de preguntas, pero estas son más para mí que para Ritea. Por último, quisiera saber hasta qué punto alguien con ciberimplantes pierde su humanidad, si es posible alterar sus sentimientos y emociones merced a usar ciberimplantes.

Me quedo esperando su respuesta, aparentando estar calmado, pero nada más lejos de la realidad.

El científico, y uno de los principales consultores de Omnios, se queda pensativo.

- "Creo que ambos tipos de implantes son posibles, pero no con la actual tecnología riteana. El primero sólo lo he visto en operación en el caso de los Tecnomuertos de los planetas funerarios. El segundo es sólo un rumor sobre una tecnología perdida de Terra.

Si realmente hay alguien con esos implantes en Ritea, habría que dar la alarma general planetaria y avisar de inmediato a IAR Omnios y a IAR CONTROL. Y movilizar al ejército.

En cuanto a la humanidad perdida, ¿qué puedo decirle? Es posible que yo mismo sea el hombre más aumentado de Ritea. ¿He dejado de ser humano, de albergar sentimientos? Algunos le dirían que sí. Sin embargo, las IAR me siguen considerando esencialmente humano." -

Me quedo pensativo un rato, hasta que por fin asiento. Comprendo. Es solo una conjetura, y quizá ni siquiera sea así, pero... tenía esa curiosidad. Sin embargo, si mi conjetura llegase a fraguarse en algo real, informaré de inmediato a IAR CONTROL y IAR Omnios, por supuesto.

De todos modos, para ir cubriéndonos en salud, ¿alguna idea de alguna forma de neutralizar un implante como ese? ¿O siquiera de saber si alguien lo posee? Digo alguna forma sin  necesidad de someter a la persona a un escáner, claro, digo un modo de saberlo desde la distancia.

Me quedo mirándole un rato. Es cierto que parece realmente tener muchísimos implantes, pero siento que no estoy hablando con un robot, con alguien sin sentimientos. ¿Me engañó Gestor Omnios?

DIEZ AÑOS ATRÁS, EN EL SENADO DE ARCONTES DE ARCADIA.

AÑO: 773 D.

MES 1: HECATOMBEÓN.

MENÓS INSTAMENOU: LA DÉCADA DEL MES QUE COMIENZA.

DÍA 1: NOMENÍA.

- "Hermanos Arcontes, como sabéis, Arcadia lleva muchos meses sin Campeón, desde la renuncia del anterior, Escatos, quien solicitó convertirse en un simple portaestandartes.

Entretanto, el más perfecto Suprahumano Arcadiano jamás creado, Eteocles, no ha hecho más que acumular méritos y honores que lo harían más que merecedor del puesto de Campeón de Arcadia.

Planteo ante vosotros y en su presencia, para que podáis preguntarle cuanto queráis, la propuesta del Partido Conservador de Arcadia para que sea nombrado nuevo Campeón." -

DIEZ AÑOS ATRÁS, EN EL SENADO DE ARCONTES DE ARCADIA.

AÑO: 773 D.

MES 1: HECATOMBEÓN.

MENÓS INSTAMENOU: LA DÉCADA DEL MES QUE COMIENZA.

DÍA 1: NOMENÍA.

Era un día importante para Arcadia y por ende un día importante para él. Los motivos de la reunión no le eran desconocidos a Helicaón, antes de la realización del acto formal ya había comenzado a hablarse sobre los motivos del mismo. Él esperaba a que se hiciera oficial pues le alegraba lo que iba a suceder. El puesto de Campeón de los suprahumanos de Arcadia era el más importante y deseado en todo el planeta. Al mismo Helicaón le hubiera gustado ocuparlo pero era consciente de sus habilidades. Eteocles era sin duda la mejor opción, su hermano era el más dotado y poderoso entre los suyos y que él representara a Arcadia era sin duda la mejor de las opciones. Todo parecía indicar que el acto sucedería según lo previsto y que ni siquiera el conflictivo Senado de los Arcontes iba a entorpecer la más que obvia gestión.

Para un acto como ese, el Dorado había elegido una sencilla túnica azul con ribetes dorados que dejaban claro quién era el portador de la misma. Su cabello, que generalmente estaba peinado con una coleta, en esta ocasión estaba echado hacia atrás haciendo que su melena rubia no molestara, ni estuviera fuera de lugar durante el acto. Como él no era el foco principal del suceso y tampoco nadie que debiera intervenir salvo que así se lo hicieran saber, eligió un discreto lugar que le permitiera enterarse de todo lo que iba a suceder pero permanecer en un segundo plano.

Cuando Timeo comenzó a hablar una sonrisa cruzó el elegante rostro del herrero, con la misma elegancia asintió para si mismo conforme con lo dicho por el político. Así debía ser, si nada se estropeaba todo indicaba que iba a ser un gran día para los suprahumanos y un gran día para Arcadia.

DIEZ AÑOS ATRÁS, EN EL SENADO DE ARCONTES DE ARCADIA.

AÑO: 773 D.

MES 1: HECATOMBEÓN.

MENÓS INSTAMENOU: LA DÉCADA DEL MES QUE COMIENZA.

DÍA 1: NOMENÍA.

La servoarmadura de Dragón que llevo puesta destaca con los brillos del salón donde los hologramas de los Arcadios me esperan. Mis pasos son firmes y mi talante, orgulloso. Porto la espada de Dragón recién reformada por Helicaón junto con la armadura, orgulloso por todo lo que representan pues son aquellos logros los que han honrado mi propósito y creación. Ha sido gracias a lo que hecho y logrado, que en este momento soy nombrado Campeón de los Suprahumanos de Arcadia.

El Arconte Timeo de Tauronomio hace el anuncio y abre la posibilidad de hacerme preguntas. Mientras tanto, me mantengo con una rodilla en el suelo y cabeza baja en posición sumisa de respeto hacia mis creadores y amos. Soy un Suprahumano, una de las creaciones más poderosas de la galaxia y honro mi existencia sirviendo sin dudas en completa devoción a mi mundo.

Me mantengo en silencio y sé que mis hermanos me acompañan, brindándome el apoyo que necesito para este importante momento, tanto para mí como para Arcadia.

DIEZ AÑOS ATRÁS, EN EL SENADO DE ARCONTES DE ARCADIA.

AÑO: 773 D.

MES 1: HECATOMBEÓN.

MENÓS INSTAMENOU: LA DÉCADA DEL MES QUE COMIENZA.

DÍA 1: NOMENÍA.

- "¡Eteocles!" - Pronuncia con voz fuerte y profunda que produce reverberaciones por toda la Cámara del Senado.

- "Eteocles, el Matadragones, el Parfecti. ¿En verdad deseas ser el Campeón de Arcadia? ¿Posees acaso libre albedrío o estás aquí a instancias de los Conservadores?" -

AÑO: 782 D.

MES 1: HECATOMBEÓN.

MENÓS INSTAMENOU: LA DÉCADA DEL MES QUE COMIENZA.

DÍA 1: NOMENÍA.

EFEMÉRIDES: EL 28 COMIENZAN LAS FESTIVIDADES PANATEANAS.

PALACIO DEL REGIDOR DE VESPERIA.

Después de la exposición de su hermano sobre la situación con los prisioneros, el regidor Vespan propone dejarlos en libertad y seguirlos con la finalidad de localizar su base y poder obtener información sobre ellos.

- Estoy de acuerdo en que necesitamos saber más mi señor - dijo el Baronet William - la información es poder... y tal vez no sería difícil preparar una nave vieja que puede ser fácilmente "sustraída" por estos piratas en su huida para poder seguirlos.

Pocos días más tarde, el plan del Baronet de Devon se llevaba a la práctica. Todo pareció ir perfectamente bien, pero cuando los prisioneros "fugados" abordaron la nave con la que tenían que huir, sucedió algo extraño. Pasaron horas y la nave no se movía ni se veía el menor movimiento o señales de estar ocupada.

Cuando los soldados de Vesperia finalmente acudieron a investigar, los hallaron muertos. Degollados, probablemente por un cable muy fino. No se encontró ninguna evidencia del asesino.

DIEZ AÑOS ATRÁS, EN EL SENADO DE ARCONTES DE ARCADIA.

AÑO: 773 D.

MES 1: HECATOMBEÓN.

MENÓS INSTAMENOU: LA DÉCADA DEL MES QUE COMIENZA.

DÍA 1: NOMENÍA.

La atronadora voz que reverberó en toda la sala hizo que Helicaón guardara su aliento y alegría, no todo estaba decidido y el Dorado había aprendido a no dar por cazada la presa hasta que su cabeza colgara en los salones. En aquella ocasión en el senado de arcontes debía ser igual de paciente que cuando acompañaba en la caza a su hermano Eteocles. En sus peligrosas avanzadas siguiendo las gloriosas gestas del futuro campeón, Helicaón había aprendido mucho. Aunque en ese momento estuvieran en un lugar político no había mucha diferencia en las estrategias a seguir. Política, caza y guerra se basaban en lo mismo, conocer al adversario, estudiarlo y planificar una estrategia acorde a la situación y las necesidades. Él lo sabía y estaba completamente seguro que Eteocles también.

Esperó a que la conversación prosiguiera aunque para él la pregunta fuera estúpida y carente de sentido. ¿Es que acaso había alguien más preparado para ese puesto que el mejor de los suprahumanos?

William estaba en sus aposentos leyendo unos informes sobre la producción de las distintas minas del sistema cuando uno de los soldados entra corriendo en la sala comunicando la noticia del hallazgo de los cuerpos de los prisioneros, aparentemente asesinados.

- ¿Pero cómo es posible? - preguntó apenas el soldado terminó de hablar. - No podemos perder el tiempo... ordena que se monté un perímetro en torno a la nave y que nadie se acerque allí sin mi permiso directo.

El baronet estaba preocupado por el giro que habían tornado los acontecimientos. No era capaz de imaginar como alguien pudiera haberse enterado de su plan para espiar a los piratas. ¿Tendremos algún espía en el planeta? Y en ese caso ¿quién puede ser?

William se dirigió a la nave dispuesto a investigar el lugar así como los cuerpos de los piratas en busca de alguna pista...

El Baronet de Devon inspeccionó personalmente los cuerpos.

Estaba claro que habían sido tomados por sorpresa y asesinados por profesionales tremendamente sigilosos.

De los asesinos no había el menor rastro o indicio. Ninguna huella biológica, ni tan siquiera un pelo, y ningún registro electrónico de su presencia. La única prueba de su mera existencia es que no parecía que los soldados Merc se hubieran asesinado entre ellos, aunque algunos investigadores sí barajaron esa hipótesis.

Asumiendo que realmente habían sido asesinados, la conclusión lógica es que fue para silenciarlos. ¿Acaso había facciones más organizadas y poderosas dentro del colectivo de los Mercs? ¿Tenían tal vez espías infiltrados en Vesperia?

Los hallazgos en los cuerpos, o más bien la ausencia de los mismos, dejaron intranquilo al baronet. ¿Quién podría estar detrás de los asesinatos? ¿Y cuál era la finalidad de los mismos?

Decidió reunirse con Vespan para informarles de los últimos acontecimientos y poder decidir los siguientes pasos a tomar...

Vespan escuchó las nuevas noticias del Baronet, por un instante Vespan se quedó meditabundo en su sillón. Puso su mano derecha en sus párpados con la cabeza cabizbaja, parecía estar pensando... Después se incorporó mirando al Baronet: - Al parecer son malas noticias, están mejor organizados de lo que creía, tienen su red de asesinos en nuestro planeta, y deben de recibir las órdenes directamente de ellos. Tenemos nuestra propia red de espías con nombre Célula Alpha, quiero que se investiguen todos los que han hecho aparición en nuestro planeta en este último año, que investiguen su lugar de origen, desde ahora todos aquellos que vengan a nuestro planeta deberán de indicar el lugar de procedencia verificando en su documentación el lugar natal o de nacimiento. No dejaremos pasar a ninguno que no sea del planeta aliado, quiero también que se investiguen todas las transmisiones de este año que se hayan hecho al exterior, debemos de localizarlos, sé que es un trabajo arduo y que nos llevará mucho tiempo o demasiado pero hay que investigarlo. Asignaré las nuevas tareas a la célula y dispondré en su base de los medios necesarios para que puedan realizar la tarea.